lunes, 27 de julio de 2015

Técnicas de estudio

Técnicas de estudio

domingo, 26 de julio de 2015

El método A,E,I,O,U

El método AEIOU

sábado, 25 de julio de 2015

RespoResponsabilidad Emocionalnsabilidad Emocional

Cada persona es responsable de sus propias emociones

viernes, 24 de julio de 2015

Hablemos de Videojuegos

Los últimos estudios de los informes PISA aseguran que uno de los factores que más influencia los resultados académicos negativos es que los chicos están muchas horas al día jugando con videojuegos. Esta tendencia se podría estar acentuando aun más. La solución está en manos de los padres y aquí voy a intentar marcar algunas pautas y actitudes que debemos observar.

jueves, 23 de julio de 2015

algunas pautas para ayudar a reconducir a adolescentes para que sigan estudiando

Cuando un hijo, sea mayor o menor de edad, dice que no quiere seguir estudiando, la mayoría de los padres se preocupan. En España la educación es obligatoria hasta los 16 años, así que hasta esa edad deben seguir estudiando, independientemente de lo que ellos quieran. Samanta Biosca, coach y colaboradora de aulaPlaneta, recomienda a los padres que no se asusten.

Muchos adolescentes tienen momentos de confusión y piensan que dejar de estudiar es una buena solución a sus problemas.
Una de las premisas a tener en cuenta es el valor que le hemos dado en casa a los estudios y “ser consecuentes con ello, ya que, después de todo, nuestros hijos acaban repitiendo no tanto los que les decimos, sino el ejemplo que damos”, explica la coach. A partir de ahí, se deben encontrar “las causas que los han llevado a tomar esa decisión y mirar si podemos encontrar conjuntamente una solución”.
Algunas razones que pueden llevar a los adolescentes a querer dejar de estudiar son los malos resultados, desmotivación, el colegio donde van no les gusta, no está pasando por un buen momento social… “cada caso tendrá su propia solución”, explica Biosca. “Debemos escucharles de verdad y hacerlos partícipes de las soluciones ya que los afectados reales de esta situación son ellos. Muchas veces como padres nos perdemos y no hemos ido observando algunas señales que nos han mostrado nuestros hjos de su descontento”.
“Muchas veces con un cambio de aires (o sea, de colegio en este caso) los chicos cambian de perspectiva. También podemos mostrar otras opciones de estudios como los ciclos medios, superiores o la FP”,

¿Y si siguen aferrados a su idea de dejar los estudios?

Samantha Biosca propone “darles una dosis de realidad”. Por ejemplo, “les hacemos buscar un piso donde les gustaría vivir y ver lo que cuesta al mes; les mostramos las diferentes facturas a las que los adultos nos enfrentamos mes a mes (comida, agua, luz, gas…) y después les enseñamos lo que cobran diferentes personas por sus trabajos (abogados, médicos, profesores, camareros, funcionarios…). ¡Y qué hagan números!
“Otra buena dosis de realidad, cuando algún familiar o amigo nos puede echar un cable, es poner a trabajar a nuestro hijo o hija, aunque sólo sea por un mes. Cuando se ven con dinero en las manos, aunque sea poco, se siente muy motivados. Pero esto cambia mucho si, posteriormente, les exigimos que contribuyan en casa con su parte proporcional de gastos”, explica la coach y colaboradora de aulaPlaneta.
Una buena orientación académica para su futuro En cualquier caso, y aunque la orientación académica se les da en el colegio, los padres pueden aportar y reforzar este trabajo. Samantha Biosca recuerda que “siempre debemos tener presentes las aptitudes, la actitud y las habilidades de nuestros hijos”. “Es muy importante que nos olvidemos de nosotros mismos (y nuestros miedos) y busquemos realmente lo que les puede ir bien a ellos. Veo muchos chicos forzados a estudiar lo que sus padres quieren y es horrible”, explica la experta.
Además, cada año se celebra en las grandes ciudades un salón de educación dónde los colegios, escuelas, universidades, etcétera explican e intentan captar a nuevos estudiantes. Por otra parte, existen profesionales que los pueden ayudar en estas decisiones: psicólogos, pedagogos, orientadores y coaches (también los hay para ellos).
Finalmente, Samantha Biosca insiste en que “cuantas más experiencias vivan nuestros hijos y más variadas sean, más amplitud de mira tendrán y más opciones contemplarán para encontrar lo que realmente les gusta”.

miércoles, 22 de julio de 2015

Ventajas y desventajas de ser el primero o el último hermano en la familia

Ventajas y desventajas de ser el primero o el último hermano en la familia

Dentro del núcleo familiar, la posición ordinal que en ella se ocupa da una actuación propia a cada hijo. Esto implica ventajas y desventajas para cada uno de ellos. En el caso del primogénito, el trato que se le ofrece al nacer es diferente al resto de los hijos. Cuando nace no tiene en casa ningún “rival” con el que tenga que competir para conseguir el afecto y las atenciones de sus padres. Son niños que se someten con mayor facilidad a la disciplina que rige en el hogar, con la finalidad de conseguir el beneplácito familiar. Sin embargo, los hijos que no son primogénitos evolucionan con evidentes diferencias. Son más decididos y más contestatarios con sus hermanos y sus padres, al sentirse abrumados por la prepotencia y autoritarismo que muchas veces quiere implantar su hermano mayor. En el seno de la familia, los padres, inconscientemente, valoran muy positivamente y exteriorizan la satisfacción que los hijos mayores les reportan, estableciendo diferencias y comparaciones entre sus hijos.
A continuación os apuntamos las ventajas y desventajas que tiene ser el primogénito o el hermano pequeño de la familia y os dejamos unos consejos prácticos para sobrellevar esta relación.
Ventajas
-          En el caso del primogénito, todas las atenciones y afecto de los padres van dirigidos hacia él. Aprende con rapidez a convivir con los adultos y evoluciona rápidamente. Madura antes que el resto de sus hermanos y suele ser responsable y cuidadoso.
-          Los hijos que nacen en segunda posición, sufren menos presión que el primogénito. Se les concede mayor libertad en sus actuaciones, no suelen ser tan sumisos, se adaptan con facilidad y son aceptados sin problemas en sus relaciones con otros niños.
Desventajas
-          El primogénito cuenta con la inexperiencia de los padres, que tienden a sobre protegerlo. Puede convertirse en un niño dependiente del adulto, muy egocéntrico y con dificultades para relacionarse con otros niños. Se exige mucho de ellos y, normalmente, los padres se anticipan a las circunstancias y los convierten en adultos antes de tiempo.
-          Los pequeños, aunque gozan de mayor libertad, muchas veces se sienten acomplejados respecto a sus hermanos mayores, a los que consideran con más posibilidades.
Consejos prácticos
-          No deben establecerse comparaciones entre los hijos. Cada uno tiene su propia personalidad y los padres deben ofrecerle a cada uno el trato que necesite.
-          Las destrezas de unos y las habilidades de otros deben estimularse valorándolas por lo que son, sin intentar exigirlas para ambos.
-          La atención debe repartiese por igual. Esto no significa que deba medirse el tiempo que se les dedique, sino que se les dé a cada uno la atención que necesita, dentro de su justa medida.
-          No deben imponerse al hijo mayor unas responsabilidades respecto al hermano menor que se extralimiten en edad y capacidad.

La relación entre hermanos varía según las edades. También existen diferentes tipos de actitudes dependiendo de quién es mayor o menor que el otro. El niño de 6 años adopta una actitud protectora, pero también provocadora, respecto a los hermanos menores y un enfrentamiento constante con los mayores. A los 7 años mantiene una relación tranquila con sus hermanos, se muestra orgulloso de ellos y, en ocasiones, quiere mostrarse superior. A los 8 años su actitud es variable. Puede mostrarse muy cariñoso o desconsiderado y grosero. A los 9 años vuelve a relacionarse con ellos sin problemas y tiende a imitar a los mayores. A los 10 años, las peleas son continuas, sobre todo con los menores. Se muestra rígido y autoritario con ellos, y con los mayores las discusiones son muy violentas. A los 11 años se porta mal con sus hermanos menores, pero no con los mayores, con los cuales comparte actividades deportivas. A los 12 años aparece una leve mejoría en la relación con los menores y así sigue evolucionando, hasta encontrar el equilibrio.

martes, 21 de julio de 2015

Las vacunas y los viajes ¿Cuándo hay que vacunar?

Las vacunas y los viajes ¿Cuándo hay que vacunar?

Los niños se adaptan mejor que los adultos a los cambios de clima, pero ofrecen menos resistencia a las enfermedades. Así, en el momento de viajar con ellos hay que tener en cuenta algunas recomendaciones importantes respecto a las vacunaciones específicas y a la prevención de enfermedades en general. Es fundamental que el niño tenga al corriente su calendario de vacunación sistemática, y debe hacerse especial hincapié en la vacunación .del tétanos, el sarampión y la polio.
¿Cuándo hay que administrar cada vacuna?

  • Fiebre amarilla. Endémica en amplias zonas del continente africano y de Sudamérica, y en-Panamá, su vacuna puede administrarse a los niños mayores de 6 meses. Para los que aún no han llegado a esta edad, la prevención se basa en evitar las picaduras de los mosquitos.
  • Fiebre tifoidea. En viajes a cualquier país del Tercer Mundo se recomienda su vacuna para niños de más de 3 meses de edad.
  • Meningitis meningocócica. Causante de graves epidemias en el África subsahariana, en Brasil y en la India y Nepal, se recomienda la vacunación de los niños mayores de 4 años que vayan a viajar a estas zonas.
  • Hepatitis A. De fácil contagio en los países en vías de desarrollo, conviene vacunar a los niños que van a pasar cierto tiempo en ellos.
  • Hepatitis B. Endémica en África, gran parte de Sudamérica, el este de Europa y de la cuenca mediterránea, en áreas importantes de Asia, y en las islas del Pacífico (excepto Nueva Zelanda, Australia y Japón). Si no se administró la vacuna en las primeras semanas de vida del niño conviene aplicarla en caso de estancias de más de seis meses en las zonas citadas o si se va a estar en contacto con otros niños del país.
  • Tétanos. Para cualquier viaje y excursión conviene comprobar que el niño está al día en el calendario de vacunación contra el tétanos, y administrar la vacuna si ha pasado ya el plazo recomendado para la dosis de recuerdo.
  • Sarampión. Muy común en gran número de países y, sobre todo, en zonas muy pobladas, debe controlarse el contacto del niño con individuos enfermos si no se le administró en su día la triple vírica.
  • Polio. Erradicada del continente americano, pero endémica en amplias zonas de África y Asia, es muy importante que el niño tenga al día su calendario de vacunación sistemática si va a viajar a estas regiones.
  • Malaria. Endémica en amplias zonas de Sudamérica, África, India y Pakistán, el sudeste asiático e islas del Pacífico. Los niños son especialmente frágiles frente a la malaria, por lo que se recomienda no viajar con ellos a zonas de alto riesgo si no es absolutamente necesario y, aun entonces, extremar las medidas de prevención de picaduras de mosquitos, manteniendo siempre un estricto control de los posibles estados febriles y administrando los medicamentos profilácticos recomendados para cada edad.