lunes, 30 de noviembre de 2015

El placer de escribir

El placer de escribir

El leer es algo que preocupa a muchas familias. ¿Cómo hacer para que mi hijo lea, que se aficione a la lectura? A menudo os planteáis éste interrogante. Estrategias hay muchas, contáis con más de un artículo en esta sección, pero… ¿y sobre la escritura? Os propongo fijarnos también en ella y en sus beneficios a nivel de desarrollo madurativo.
Parece que hoy en día escribir –y más escribir a mano– nos parece algo extraño. Con la utilización, tanto de adultos como de niños de todas las edades de aparatos con teclados (teléfono móvil, tabletas, ordenadores, ….), el lápiz y el papel han quedado en segundo término, aunque todavía hay culturas que consideran la escritura como un arte.
Hay estudios neurológicos que demuestran los beneficios de escribir, y sobre todo de escribir a mano. Por un lado, está comprobado que se estimula la capacidad motora y visual, óculo-manual, que pone en juego las funciones cognitivas, estimulando neuronalmente nuestras capacidades. Eso implica una mayor necesidad de concentración y organización, de atención en lo que estamos haciendo, de memoria, de comprensión, reflexión e interiorización. Eso me lleva a resaltar ese otro beneficio de la escritura manual, que es la capacidad de conectar con nosotros mismos, con nuestras propias emociones y sentimientos, … y de llevarlo de dentro para afuera, como posibilidad de expresión comunicativa y muchas veces como recurso terapéutico eficaz.
Considerar de este modo la escritura implica creatividad, libertad de expresión, utilizar el tiempo necesario sin prisas ni presiones, madurez, autonomía, imaginación, autoconocimiento… por supuesto, no se trata de cumplir con estándares caligráficos determinados, ni mecanicismos impuestos ni tecnicismos… sino de ser capaces de expresarse desde la propia emoción, desde el placer. Lo otro vendrá después. Por supuesto, si  a un niño le imponemos la escritura (como la lectura) la aborrecerá, no aprenderá, no sentirá la necesidad de ser constante… Pero ¿cómo se puede llegar a conseguir? Recetas mágicas no existen, pero sí algunos ejercicios que os pueden ayudar a procurar ese placer por la escritura, sobre todo a partir de los 6 años aproximadamente, que es cuando los niños comienzan tando a curiosear con las posibilidades del entorno como a experimentar con las palabras haciéndolas danzar en libertad:
-Hay muchos juegos: escribir sin pensar, lo primero que se nos ocurra y a partir de aquí montar una pequeña historia; palabras encadenadas, a partir de las cuales escribimos un relato; …
-Describirse a uno/a mismo/a caricaturándose, describir a otros, a la mascota, …
-Cantar y escribir canciones
-Escribir los sentidos: los gustos, los olores, las sensaciones, lo que escuchamos, …. Claro, antes es necesario percibirlos, hablar de ellos con vuestros hijos, describirlos.
-Escuchar, ver, mirar (fotos, obras de arte, imágenes, colores, …) y escribir qué sensaciones nos producen
-Escribir los sueños, aunque resulten relatos disparatados una vez escritos
-A veces, cuando alguien está triste, no es fácil poner palabras, pero sí podemos poner un sonido, un dibujo,… De hecho, dibujar es el primer paso para escribir, las letras son representaciones, figuras dibujadas que cuando se entrelazan forman palabras, que cuando se ordenan forman frases que nos ayudan a contar cosas, preocupaciones, alegrías, …
-Escribir un diario personal
-Recuperar la correspondencia: las postales navideñas, un regalo a partir de un pequeño escrito, cartearse con amigos que viven lejos (o cerca), compartir las vacaciones, algún viaje o excursión con los abuelos, …
-Leer en alto lo que se ha escrito ofrece la posibilidad, entre otras cosas, de autorregularse pero también de compartir con otro/s.
-Vuestros hijos imitan lo que ven, por lo que si os ven escribir y compartís algún momento con ellos, van a querer hacer como vosotros.

Todo lo dicho referido a los niños y adolescentes, pero también a los adultos. La escritura se convierte en una herramienta mágica y valiosa para expresaros. Os animo a compartir escritos con vuestros hijos, a crear historias, cuentos, juegos, … , que os dejéis llevar por el placer de escribir, pues evidentemente es otra manera de potenciar vuestra propia comunicación emocional.

domingo, 29 de noviembre de 2015

El 91 % de los jóvenes considera necesario su 'smartphone'

La comunicación sigue siendo la principal utilidad de estos dispositivos tecnológicos.

El estudio se realizó en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Puerto Rico, Portugal y Uruguay.

El 91 por ciento de los jóvenes de 10 países de Iberoamérica considera imprescindible llevar su teléfono inteligente a diario, e incluso un 37 por ciento aseguró estar dispuesto a ir a buscarlo en caso de olvidarlo en algún lugar, reveló una encuesta.
El estudio, elaborado por la Comunidad Laboral Universia (Trabajando.com) entre 5.506 personas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Puerto Rico, Portugal y Uruguay, reveló que solo un 9 por ciento indicó que su 'smartphone' no es esencial en su día a día", según un comunicado difundido por Universia.

Además, un 54 por ciento de los encuestados aseguró que se considera dependiente de su teléfono inteligente. "La comunicación con los contactos sigue siendo la principal utilidad de estos dispositivos tecnológicos. La investigación arrojó que 49 por ciento de los usuarios lo usa principalmente para mensajería y conversaciones telefónicas. Sin embargo, los avances tecnológicos le han dado paso a otras operaciones como navegar en Internet, interactuar en redes sociales" y usar aplicaciones, dice el estudio.
Sobre el tiempo que dedica a este dispositivo, la mayoría, un 44 por ciento, admitió que lo usa menos de cuatro horas, un 37 por ciento entre cuatro y ocho horas, mientras que un 19 por ciento más de ocho horas.
El teléfono inteligente "se ha convertido en una herramienta indispensable, por tal razón generar contenidos y servicios responsive (que permite la visualización en distintos dispositivos), es una responsabilidad", dijo, a propósito del estudio, la gerente general de Universia Colombia, Ruth Polchlopek.
La directiva señaló que "los jóvenes demandan comodidad, innovación y contenidos adaptables a la variedad de dispositivos" que se encuentran el mercado a fin de tener "a su alcance toda la información que les interesa". Ante la pregunta de si el teléfono conlleva distracciones, un 43 por ciento consideró que no y que utiliza el celular con responsabilidad.
Por otro lado, un 35 por ciento admitió haber recibido o visto a otras personas a las que les han llamado la atención en clases o reuniones por el uso del dispositivo y un 23 por ciento dijo que no ha concluido o visto que hay quienes no logran terminar sus actividades por estar pendientes del teléfono.
"Los 'smartphones' se han convertido en una herramienta (...) indispensable para llevar a cabo de manera más eficiente las labores relacionadas con el ámbito laboral, e incluso, el personal", apuntó el gerente en Colombia de Trabajando.com, Ricardo Garcés. "Sin embargo, su uso excesivo puede generar el efecto contrario, haciendo que las personas pierdan tiempo interactuando en redes sociales o descargando contenidos que los distraen", añadió. 

sábado, 28 de noviembre de 2015

Cuando los adolescentes rehúyen de sus responsabilidades

Cuando los adolescentes rehúyen de sus responsabilidades

Algunos adolescentes se caracterizan por tener dificultades en su relación con el entorno familiar o social. Van en contra de lo que se espera de ellos o bien se sitúan en una posición infantil, que les impide ejercitar su capacidad de ser responsables. Hay una lucha interna entre la realidad exterior y su mundo interior, que es la causa de su conflicto. Estas dificultades están relacionadas con su evolución psicológica anterior, puesto que es en esta etapa cuando se reavivan los conflictos no resueltos anteriormente. Los adolescentes con crisis fuertes de identidad, dificultades para separarse emocionalmente de sus padres o con sentimientos de carencia de amor pueden adaptar conductas muy rebeldes y opositivas, como única vía de separación o reafirmación de su propia personalidad.
El entorno escolar y el familiar
El entorno escolar puede ayudar o dificultar el difícil proceso por el que el adolescente está pasando mientras que los cambios en el ambiente familiar (muertes, separación de los padres, etc.), también pueden crear conflictos en su ya frágil personalidad.
Sin embargo, todo dependerá de su madurez y equilibrio, y de cómo los padres afronten dichas situaciones. Es una etapa muy rica en cuanto a poder observar sus reacciones: reivindicaciones de sus derechos, consignas en las que creen a ciegas, melancolías y cambios de humor, desvalorización de los valores que los padres les han querido inculcar… y nos indicarán de alguna forma cómo están viviendo esta etapa de cambios.
Lo que digan debe ser escuchado y valorado con serenidad, y consultar a un psicólogo cuando sea necesario. Algunos padres se identifican con sus hijos y admiran en cierta manera su juventud, su espontaneidad, y las acciones que ellos nunca pudieron realizar, por lo que son muy permisivos. Ponerse en esta tesitura es renunciar a la autoridad que los adolescentes continúan necesitando, puesto que la falta de límites puede generar un sentimiento de abandono.
El fracaso escolar
El fracaso escolar, cuando no es debido a un retraso por falta de escolarización, puede esconder a menudo algún conflicto emocional. Los padres y los maestros son reacios a admitirlo y pueden achacar el fracaso a la falta de capacidad intelectual, a la institución escolar, a las «malas compañías», o al desinterés o rebeldía del adolescente. Es necesario evaluar la situación con los especialistas que le rodean y buscar vías de solución.
El absentismo escolar
Es un fenómeno que se da en cierto número de adolescentes, causado por la pérdida de ilusión por los estudios, así como por su actitud de rebeldía y desafío en contra de los padres y de lo establecido. La presión del grupo también desempeña un papel importante en ello.
¿Cómo podemos abordar estas situaciones?
Los padres deben conocer de forma indirecta y sin presiones lo que sus hijos hacen y los ambientes que frecuentan, para poder incidir cuando crean que sus hijos se ponen en situaciones «de riesgo». La inseguridad de los padres, al exagerar determinadas conductas, puede ser perjudicial, ya que éstas podrían sólo ser actuaciones pasajeras de rebeldía. Cargarlos desmesuradamente con culpas y amenazas puede acelerar que el adolescente se identifique con ello.

Las reflexiones de los padres son en estas ocasiones casi siempre rechazadas, por lo que es conveniente pedir ayuda a un psicólogo, que incidirá de forma imparcial en el joven y podrá contener la angustia familiar.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Cuando llega un hijo con una discapacidad ¿Qué pasa con los padres?

Cuando llega un hijo con una discapacidad ¿Qué pasa con los padres?

Es innegable que la llegada de un hijo a la vida de cualquier pareja de padres, es un gran acontecimiento, que marca el inicio de una nueva etapa en sus vidas sostenida por la alegría, la ilusión, el deseo, la esperanza y todas las expectativas que han depositado en su nuevo hijo. Sin embargo, el nacimiento de un hijo con una enfermedad o discapacidad es un acontecimiento traumático, inesperado e incomprensible, que rompe con la continuidad de la historia de la pareja y de la familia. Incluso para los padres que saben desde antes del nacimiento de su hijo que hay probabilidades que el bebé vendrá con alguna enfermedad o discapacidad, el impacto y el trauma no tienen nada que ver con lo que podrían haberse llegado a imaginar.
Tanto la presencia “real” del hijo enfermo y/o con discapacidad y el diagnóstico marcan una inflexión en la vida de todos los padres, porque les “obliga” a replantearse su vida de una manera distinta, se puede decir que para los padres  la enfermedad de su hijo será lo que definirá y orientará sus vidas, no solo por la continua búsqueda de médicos, revisiones y pruebas; sino porque para muchos padres, la enfermedad de su hijo se convertirá en el gran proyecto de sus vidas, en su lucha permanente por buscar todas las ayudas necesarias y posibles que ayuden a cambiar la situación de su hijo.
Por otra parte,  e independientemente de que cada familia y cada hijo son únicos, y por tanto, cada uno enfrenta y vive la enfermedad y discapacidad de su hijo a su propio ritmo y manera, y haciendo uso de los recursos personales, emocionales, materiales y económicos que poseen; cuando los padres se enteran de que su hijo no está bien, la primera reacción emocional es de una fuerte conmoción o aturdimiento, seguido de sentimientos de miedo y angustia; también viven momentos cargados de mucha rabia, frustración e impotencia; incredulidad y negación por lo que les está pasando, hasta llegar a sentirse responsables o culpables por la condición de su hijo.
Los padres deben tener claro que este tipo de reacciones son completamente normales y naturales, ¿acaso hay alguna pareja de padres que esté preparada para aceptar de manera indiferente la enfermedad y discapacidad de su hijo?  Por tanto, es completamente valido que al principio se sientan desbordados por esta nueva experiencia y que se sientan aturdidos por una variedad de interrogantes y pensamientos como: Esto no puede ser verdad…, No comprendemos nada de lo que nos está pasando, ¿Por qué a nosotros?, ¿Qué hemos hecho de malo para que nos esté pasando esto?, Esto es una pesadilla.  Deben saber, que a medida que vaya pasando el tiempo y dependiendo de su propio ritmo personal y emocional podrán ir asimilando y comprendiendo esta experiencia; para luego dar paso a una etapa de duelo porque sentirán que han perdido al hijo “sano” y “normal” que habían deseado e imaginado y sobre el cual habían construido toda una serie de expectativas, de planes y proyectos de futuro.
Es importante que sepan que este proceso de duelo les tomara un tiempo hacerlo, de hecho hay padres que pueden llegar a no superarlo completamente y se quedan sumergidos en un estado de depresión crónica,  que con el paso del tiempo se puede convertir en una tristeza permanente, permanecer en este estado conlleva a que sea más difícil para los padres, especialmente para la madre, el poder darle cabida en su mundo interno y en su vida al hijo “real” o enfermo y/o con discapacidad.
Es importante que los padres tengan presente que es completamente normal y natural, sentirse tristes por no tener el hijo que habían deseado,  por tener miedos, incertidumbres, por sentirse culpables por lo sucedido, por tener hasta sentimientos de vergüenza y rechazo por el hijo enfermo y/o con discapacidad, ya que no es fácil para nadie aceptar circunstancias diferentes a las que hemos deseado, y mucho menos a las que consideramos como “normales”.  Lo importante es que no nieguen estos sentimientos cuando aparezcan, y por muy molestos o desagradables que sean, identifíquelos, háblelos y compártalos con su pareja, con un familiar o con alguien cercano que ustedes sepan que los va a comprender y no los va a juzgar. ¿Y si esta experiencia, por dolorosa que sea, les ayuda a realizar una serie de aprendizajes distintos e importantes para su vida, hacer una modificación en su escala de valores y en su posición frente a lo que consideran “normal”, o les permite asumir una posición diferente o “más valiosa” y creativa frente a ustedes mismos y la vida en general?
Compartir entre la pareja, toda la gama de sentimientos que les genera esta situación, les ayudará en el establecimiento del vínculo afectivo con su hijo y en la elaboración y aceptación de la enfermedad o discapacidad. Además, si los padres son claros, abiertos y sinceros con todo lo que van sintiendo, les ayudara y facilitará el poder tomar decisiones difíciles e inesperadas, el ponerse de acuerdo sobre lo que es mejor para su hijo y para su familia, y el poder asumir toda una serie de responsabilidades que no estaban enmarcadas dentro de sus planes iniciales.
Por otro lado, es muy importante que recuerden que el hijo es una parte muy importante de ustedes y los necesita,  y que se puede llegar a amar a los hijos por lo que ellos son no por lo que esperábamos o soñábamos que fueran; así que desde un comienzo intenten establecer un vínculo afectivo con su hijo; involúcrense en su cuidado, háblenle, tóquenlo, acarícienlo, sosténganlo en sus brazos. Todos estos actos les ayudarán a iniciar el proceso de reconocimiento, identificación y aceptación de su hijo.
También, es importante que no se queden  solos,  no se aíslen. Busquen la ayuda,  el apoyo y el acompañamiento de sus seres queridos y familiares. Esta experiencia, además de inesperada, es demasiado impactante y dolorosa, así que necesitarán de toda la ayuda y el apoyo emocional que les puedan brindar para poder afrontarla.
Busquen, también, la ayuda y el apoyo de otros padres que estén pasando por su misma situación, ya sea en foros o en asociaciones. Saber que no son los únicos, les ayudará a sentirse menos solos, a conocer más sobre la enfermedad, a hacer visible su experiencia, a darle voz a sus angustias e incertidumbres. Poder compartir sus emociones y sentimientos les será de gran ayuda para calmar el  dolor y la angustia, y les ayudará a afrontar estar experiencia y a visualizar de una manera más clara los pasos a seguir.
Por otra parte, esta experiencia se puede llegar a convertir en arte y virtud para los padres, no solo por la atención y los cuidados que requiere un hijo con una enfermedad y/o discapacidad, sino también porque implica realizar un proceso de aceptación, más no de resignación, de un hijo que no cumplió con las expectativas iniciales, pero que con el paso del tiempo, y a pesar de lo difícil que pueda llegar a ser su atención y cuidado, se llega amar y aceptar a ese hijo con toda su “diferencia” y complejidad.

Recuerden que ya no pueden cambiar el pasado, pero pueden aprender el arte y la virtud de vivir con las dificultades, la diferencia, la soledad y hasta la incomprensión  familiar y social; y la retribución de dicho aprendizaje es poder mirar y descubrir cada día en el rostro de ese hijo, que también es el propio, el amor, el valor y la lucha por la vida, la comprensión, la aceptación y el respeto por la diversidad.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Conozca las cinco recomendaciones para prevenir a sus hijos de la pornografía en Internet

La pornografía infantil y el sexting, que es el envío de contenido sexual a dispositivos móviles, encienden cada vez las alarmas de distintas autoridades en el mundo. Por eso, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones habló sobre las recomendaciones principales para no dejar que los menores sean protagonistas. 

Estas son las cinco recomendaciones que deben tener en cuenta los padres de familia para prevenir que sus hijos caigan en las redes mundiales de pornografía infantil:
1.Ofrecer confianza a los hijos en el momento en que inicien su relación con el mundo virtual, pues muchos están en las redes sociales desde la adolescencia y en varios casos, mienten sobre su edad.
Por lo tanto, es necesario que tengan un acompañante al lado para que sientan apoyo y confianza, en el momento en que necesiten ayuda en la red, especialmente en casos de soborno sexual.
2. Los padres de familia deben aumentar la confianza de los niños en sí mismos, así las cosas, ellos serán conscientes de que las redes sociales y estar en línea, no es la única manera de hacer parte de la sociedad.
Así mismo, se recomienda invitar a los amigos virtuales a la casa para conocerlos y hacerles ver a los ciberdelincuentes que son un grupo sólido, de esta forma, les será más difícil a los criminales acceder a los niños.
3. Cada vez que los menores hagan algún acto en el colegio o en la casa que represente obediencia se debe exaltar, pues así, se les aumenta el autoestima y no necesitarán de un “cariño” externo.
4. Otra de las sugerencias que da el Ministerio de las TIC, es enseñarle a los hijos que todo lo que muestran en internet es público, desde un comentario hasta un video; lo anterior, para que sepan que todo lo que comparten puede ser usado por los ciberdelincuentes, para después sobornarlos.
5. Si los padres de familia ven pertinente denunciar un caso, deben hacerlo sin miedo al Centro Cibernético Policial y a la organización Te Protejo.
También, se debe enseñar la cultura de la denuncia a los niños para que puedan expresar si los están sobornando o engañando en línea.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Conozca internet y proteja a sus hijos

La captura de alias Gemido Ruidoso, proveedor de pornografía infantil, el pasado 7 de octubre, muestra la facilidad en la que alguien puede hacer uso ilegal de la información en internet, aprovechando que los usuarios hacen visible su vida privada a través de las redes sociales.
La investigación comenzó en marzo de este año cuando la Interpol Colombia recibió un reporte de la Policía de Manchester (Reino Unido) tras aprehender a alias Sobocki, quien compartía contenido pornográfico con colombianos.
Las autoridades detectaron que casi todos los correos tenían relación con Gemido Ruidoso, un habitante de Caldas (Antioquia) de 27 años.
Según la Policía, él era poseedor del mayor depósito de pornografía infantil del país. En un disco duro, una memoria USB y una tableta guardaba 84.860 videos de abusos sexuales a niños por internet.
Para evitar que los menores de edad caigan en las manos de mafias de pornografía por la web, el coronel Fredy Bautista García, jefe del centro cibernético de la Dijín, da recomendaciones a los padres para que identifiquen si sus hijos podrían estar sufriendo de un abuso.
- ¿Cómo los papás deben ejercer vigilancia a lo que sus hijos consumen en internet?
Las instituciones educativas y los padres de familia juegan un papel fundamental en la prevención y la educación sobre hábitos de navegación en internet. Una disciplina y un código de conducta dentro de los hogares evitan estos abusos. Los padres deben conocer en qué perfiles y en qué redes sociales interactúan sus hijos. Además, hacerles entender que el menor no es culpable de ser contactado por un pedófilo o por un pederasta. Una vez el niño entiende que no tiene culpa, ese espacio de confianza le permite contar cuando un contenido le es molesto, cuando ha sido acosado o cuando alguien le está pidiendo que se desnude o envíe fotos de desnudos a través de tabletas o celulares. También, establecer pautas de navegación.
- ¿Qué tan frecuente es que los menores sean contactados por personas relacionadas con pornografía?
Esta modalidad se está detectando más, pues hay más denuncias. Sin embargo, también se ha incrementado porque los niños acceden a las redes sociales desde edades más tempranas. Esto facilita que los pedófilos generen perfiles sugestivos para hacerles creer que están interactuando con amigos y generarles confianza; luego intercambian imágenes o videos, vinculados generalmente a desnudos y llegan a una etapa crítica, la extorsión.
- ¿Cuál debería ser el uso adecuado de las redes sociales?
Los colombianos deberíamos hacer un ejercicio juicioso para diferenciar entre lo que es información pública y privada. No basta con tener el último teléfono o tener un buen internet, si no se tienen medidas de seguridad como antivirus o actualizaciones de los programas. No se puede pretender evitar un ataque si se frecuentan sitios de ocio o de pornografía en los mismos computadores o dispositivos que usan sus hijos.
- ¿Qué se puede hacer cuando se es víctima de un ataque?
Existen normas penales que facilitan la persecución de estos criminales; por eso, ante cualquier hecho que genere una molestia y cuando crean que están enfrentados a un delito, pueden comunicarse con la Policía a través de la cuenta de Twitter @CaiVirtual.
- ¿Qué tan efectiva es la ley en casos de acoso en internet?
Esa ley sobre delitos informáticos existe desde el 2009 y permite perseguir las conductas que afectan los sistemas y datos. Colombia tiene una legislación de avanzada en materia de pornografía infantil; se persigue la filmación, la reproducción, la distribución, la compra o la venta de imágenes que involucren explícitamente conductas de niños, niñas o adolescentes. Aún estamos buscando una regulación que les obligue a las compañías de internet a responder de manera oportuna los requerimientos de la Fiscalía, a través de la Dijín o del CTI. Cuando se investiga estamos frente a una evidencia digital, que es volátil y se puede eliminar.
- ¿Qué más le hace falta a la legislación para mejorar su efectividad?
Más herramientas para acceder a información que está alojada en servidores en el extranjero, como de Facebook, Twitter y Google.
- ¿Cómo trabajan contra casos de ciberacoso que se presentan en redes sociales?
A través de los sistemas de convivencia escolar muchos colegios han empezado a trabajar en códigos de comportamiento de los estudiantes. Igualmente, los padres son conscientes de la necesidad de orientar a sus hijos en el respeto por los demás.

#YoProtejoLaNiñez

La Unicef lanzó Yo protejo a la niñez, una estrategia digital contra la explotación sexual. Invita a informar y denunciar la vulneración de los derechos de los menores y actuar para protegerlos de esta forma de violencia.
En www.unicef.org.co/yoprotejo hay contenidos sobre las consecuencias físicas y psicológicas del abuso infantil y recomendaciones sobre cómo prevenirlo. Además, tiene un enlace que redirecciona a TeProtejo.org, creado por los ministerios de Educación y TIC, Fundación Telefónica, RedPapaz, ICBF. Es un portal de denuncia virtual para reportar contenidos ilegales o que ponen en riesgo a los menores de 18 años a través de contenidos publicados en internet.
En Twitter, a través de la etiqueta #YoProtejoLaNiñez, también se pueden reportar abusos.
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martes, 24 de noviembre de 2015

Así es como su gato le demuestra cariño

Cuidar la casa, restregarse y ronronear hacen parte de los comportamientos del amor gatuno.

A los felinos también les gusta dar golpecitos suaves para acariciar su dueño.

A los felinos también les gusta dar golpecitos suaves para acariciar su dueño.

Entender a los gatos no es tan sencillo: sabemos que no son tan expresivos como los perros, que prefieren vivir a su ritmo y que si quieren compañía, la buscan.
“Los gatos tienen fama de ser independientes y poco cariñosos, mientras que los perros son muy dados al humano. La diferencia con los felinos es que con ellos hay que ganarse su cariño”, explica la etóloga Carolina Alaguna.
Esto no significa que no realicen ciertas acciones para demostrar afecto a su familia de humanos. Aquí les contamos algunas.


Esperan en la entrada
No sé cómo sabe que estoy cerca de casa, pero siempre que llego está esperándome en la puerta o viendo por la ventana”, cuenta Lorena Torres, quien tiene a su gata Evee desde hace tres años.
Los felinos tienen un humano favorito en la familia y presienten cuando está llegando a casa; esto, gracias a su oído y olfato agudos, que les permiten anticipar su presencia.

Buenos para arruncharse
“A veces pueden sentirse molestos, pero a ellos les encanta dormir en el pecho o en el vientre de su dueño. Incluso empiezan a ronronear muy suave, lo que demuestra que están relajados y calmados”, dice la etóloga Alaguna. También significa que disfrutan la compañía y se sienten seguros en el hogar.
Ronronean y acarician
Restregarse es su contacto físico favorito. “Les gusta amasar con sus patitas, y hasta enterrar las uñas, a sus dueños. Este comportamiento les genera placer y solo lo hacen con las personas a las que les tienen confianza”, explica Natalia Andrea Reyes, veterinaria de la Udca. Si se quedan mirando fijamente, es una buena señal, porque solo lo hacen cuando se sienten muy tranquilos. Suelen pasearse entre las piernas y hasta lamer y morder los dedos.
Guardan los olores
“Cuando los gatos lamen se están apropiando del humano y significa que los están incluyendo en su territorio; guardan los sabores y olores como algo sagrado, y en ese momento te hacen parte de su manada”, cuenta Javier Arias, quien vive con su pequeña gata, Magia.
Se dejan consentir
“A diferencia de los perros, los gatos no van a estar siempre cerca moviendo la cola. No se les puede obligar a quedarse quietos porque seguramente van a querer escaparse. Ellos son los que determinan cuándo quieren que los acaricien”, añade la veterinaria Reyes.
Sabemos que los felinos a veces son esquivos, pero cuando se sienten cómodos y en confianza, se acuestan con sus patas hacia arriba y piden que les acaricien el pecho, su parte favorita.
Permanecen atentos
“Nina, mi gata de 2 años, sabe a qué hora dormimos, así que cuando hay visita en casa hasta tarde, se para en las escaleras y maúlla como avisando que ya debemos ir a descansar”, relata Katheryn Martínez.
Protegen la casa
Los perros ladran cuando escuchan ruidos extraños para alertar a la familia; los gatos también lo hacen, a su manera. Pueden emitir muchos sonidos diferentes, maullidos, bufidos, ronroneos, y cuando sienten que su territorio está amenazado, elevan y esponjan su cola.
Llevan regalos
Los regalos pueden no gustarles a muchos dueños, pero a los gatos les encanta salir a cazar y traerles cosas que a veces son pájaros, ratones o insectos. Llevan estos presentes a casa porque quieren compartir y mostrar que se sienten agradecidos”, explica Reyes.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Cómo afectan los hemisferios del cerebro el aprendizaje?

Un pedagogo de la Unesco asegura que las emociones son necesarias para el desarrollo del intelecto y del pensamiento racional. La emoción (hemisferio derecho) hace posible la razón (hemisferio izquierdo).



Una relación entre el intelecto y la emoción fue establecida por la Unesco y el pedagogo y filósofo francés Edgar Morin en el libro 'Los 7 saberes necesarios para la educación del futuro'.

A menudo se sostiene que para poder pensar “con cabeza fría” se debe dejar a un lado las emociones y los sentimientos; que no es bueno pensar “con el corazón”. Esta afirmación, sin embargo, no tiene sustento científico.

El cerebro humano se divide en dos hemisferios: derecho e izquierdo. El primero gobierna todo lo relacionado con la reflexión: controla la imaginación, la creatividad y la intuición. El segundo, por su parte, es responsable de la razón o la lógica: incluye el lenguaje y el cúmulo del conocimiento. El hemisferio izquierdo es lineal, lo que quiere decir que no es capaz de prever e imaginar, mientras el derecho sí. Sin la imaginación, dice el pedagogo, no podrían los alumnos elaborar ideas –o procesar el conocimiento que reciben– ni un científico un experimento o un método de comprobación científica.

Según el profesor Morin, la parte afectiva-emocional que rige nuestro hemisferio derecho da origen a la curiosidad, al interés, a la capacidad para conmoverse ante algo y por ello hace posible el razonamiento lógico (acción propia del hemisferio izquierdo). La lógica, por su parte, permite hacer aprehensión de los conceptos, es decir, “la captación y aceptación subjetiva de los contenidos”.

El filósofo de la Unesco señala que “existe una relación estrecha entre la inteligencia y la afectividad: la facultad de razonamiento puede ser disminuida y hasta destruida por un déficit de emoción”. Y añade que la “debilidad para reaccionar emocionalmente puede llegar a ser la causa de comportamientos irracionales”.

Es el caso de la madre que, sin sentir amor por su hijo, incurre en la negligencia de no alimentarlo o cuidarlo debidamente (comportamiento irracional). Asimismo lo sería la incapacidad para conmoverse o sentir curiosidad frente al objeto de estudio de un trabajo académico: no hacer una investigación exhaustiva podría llevar a un desempeño mediocre o no conforme a los requisitos de una tesis de grado.

La capacidad del ser humano de sentir amor hacia alguien o algo estimula la curiosidad y el ejercicio del intelecto. “Así pues, no hay un estado superior de la razón que domine la emoción sino un bucle intelecto-afecto”, explica Morin.

¿Podría esto incidir en la política educativa? Al estudio de la Unesco se suma otro del japonés Tadanobu Tsunoda, del Instituto de Investigaciones Médicas de la Universidad Médica y Odontológica de Tokio. En este se explica la relación de los hemisferios cerebrales con la adquisición del conocimiento lingüístico, específicamente con el aprendizaje de nuestra lengua materna. Cada lengua natal (la cual representa una cultura) fortalece –según Tsunoda– uno u otro hemisferio: la ciencia/razón (izquierdo) o el arte/emoción (derecho).

La ‘educación bancaria’

La expresión ‘educación bancaria’ fue formulada por el también reconocido pedagogo y filósofo Paulo Freire en su ‘Pedagogía del Oprimido’ y la utilizó para criticar a la educación que consiste en el cúmulo del conocimiento (hemisferio izquierdo) sin una reflexión crítica (hemisferio derecho) de los contenidos educativos. Algunas de sus teorías fueron posteriormente acogidas por la Unesco, que –como Freire– considera la educación como una herramienta de transformación social.

En entrevista con el diario El Espectador, el filósofo y literato italiano de la Universidad de Calabria (Italia), Nuccio Ordine, aseguró que “el profesor que no enseña con pasión comete un crimen”. Según el académico –que también está en contra de la mercantilización de la educación– “el docente se ha convertido en un burócrata y el alumno en un cliente”. Apostarle a la reflexión que la filosofía y la literatura producen constituye –según él– la pieza fundamental del enriquecimiento cultural y humanista de cualquier nación: “Quien lee a Shakespeare o a Cervantes no lee un autor o una nacionalidad: lee un contexto, un universo, y se hace universal. Cuando leí ‘Cien años de soledad’, no sólo entendí quiénes eran los colombianos sino también los latinoamericanos”, indicó.

En este sentido, sería distinto memorizar las principales obras de literatura de un país y sus autores, que enseñar a controvertir lo que se lee, es decir, a reflexionar sobre ello desde distintos puntos de vista (político, económico, social, etcétera). Hacer esto implicaría que el alumno estaría en capacidad de comprender su historia y, por lo mismo, de transformar la realidad en que vive, según los también reconocidos académicos y críticos culturales Henry Giroux (Estados Unidos) y Paulo Freire (Brasil).

Según Ordine, ante una educación centrada casi exclusivamente en el fomento del conocimiento (hemisferio izquierdo) y poco en la creatividad y la reflexión (hemisferio derecho), los valores culturales de una sociedad podrían verse menoscabados.

El Manual de Iniciación Pedagógica al Pensamiento Complejo, realizado por el Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación Superior (ICFES) en colaboración con docentes del departamento de filosofía de la Pontificia Universidad Javeriana, desarrolla ‘Los 7 saberes para la educación del futuro’ de Edgar Morin, y señala la urgencia de una pedagogía crítica.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Solo hay 65.000 estudiantes virtuales en Colombia

En América Latina hay 8.5 millones de estudiantes inscritos en programas virtuales.

Sin embargo, 50 universidades ofrecen esta modalidad. Aunque la cifra sigue siendo baja, la educación virtual en el país ha aumentado un 30 %.

De los dos millones de estudiantes que hay en el país, 65.000 cursan sus carreras universitarias de forma virtual, cifra que podría parecer baja, pero que refleja un aumento del 30 % en relación con el año anterior.
El crecimiento pronunciado de este tipo de educación se viene dando en parte por el desarrollo tecnológico y económico de Colombia, pero también porque representa una alternativa para que las personas que por alguna razón desertaron de sus estudios superiores vuelvan a estudiar mientras siguen adelante con sus actividades económicas.
“Tenemos muchos estudiantes por fuera del sistema y la educación virtual de calidad puede ser una muy buena estrategia para integrar a estas personas”, afirmó Andrés Núñez, director general de Ilumno, red de instituciones educativas de América Latina, que reúne a 14 universidades y más de 300 mil estudiantes en la región en torno a la educación virtual.
En Colombia hay 288 universidades públicas y privadas y solo 50 de ellas ofrecen programas 100% virtuales. La mayoría de las personas que se vinculan a la educación virtual son estudiantes de 25 años de edad en adelante. Según estudios realizados por Ilumno, solo el 15 % de los estudiantes virtuales ingresa a este tipo de instituciones después de terminar su bachillerato, mostrando cómo el otro 85 % abandonó la universidad en su momento y ahora retoma sus estudios a través esta modalidad.
A pesar de este crecimiento, queda camino por recorrer para llegar al promedio latinoamericano. La región cuenta con un millón y medio de estudiantes virtuales, que representa el 8,5 % de estudiantes de toda la matrícula de educación superior en la región.
“Yo creo que Colombia no debería estar por debajo del promedio latinomericano”, dijo Andrés Núñez, quien explicó que el objetivo es que en 5 años haya aproximadamente 200 mil estudiantes. Para esto recomendó no malgastar esfuerzos y asesorarse con las empresas que ya tienen una plataforma montada.
Por otro lado, hay un reto cultural importante que superar para que esta alternativa siga ganando terreno en el país, por ejemplo en la visión antigua que tienen los padres sobre la educación y el acceso a la tecnología.
¿HAY OPCIONES DE TRABAJO CON LA EDUCACIÓN VIRTUAL?
Según el Observatorio de Empleabilidad del Ministerio de Educación, las opciones para encontrar trabajo de las personas con educación virtual están entre 88-90 %, cifra que demuestra como los estudiantes virtuales tienen la misma capacidad de conseguir empleo que los egresados de universidades presenciales, argumentó Andrés Núñez, gerente general de Ilumno.
Es un modelo que cada vez se consolida más en el mundo y en Colombia dadas las condiciones tecnológicas, los altos costos de movilidad y los precios de la vivienda, que se incrementan cuando se cursa la universidad presencial. En respuesta a estas necesidades, universidades como Harvard, Cambridge y Berkeley ya están ofreciendo este tipo de educación ‘online’ de manera gratuita. Igualmente, plataformas en línea como Khan Academy, Coursera y Alison están ofreciendo una educación virtual gratis certificada que rediseña los límites de la educación.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Coaching para tus hijos: del problema a la solución

Coaching para tus hijos: del problema a la solución

“¡Eres un desastre!”. Esta frase tan categórica que a veces nos sale con tanta facilidad, puede hacer mella en la creación del autoconcepto de nuestros hijos e hijas. Si apuntamos hacia su identidad, lo que somos, esos mensajes irán creando la imagen de quienes y, en consecuencia, cómo son. Sin embargo, si apuntamos a la conducta, o al resultado de dicha conducta, la cosa cambia. Nos estamos refiriendo a algo que es posible modificar sin lapidar la propia identidad: “Esto que has hecho es un desastre, sé que lo puedes hacer mejor”. “¿Qué vas a hacer para que esto cambie?”.
¿Cómo devolver la responsabilidad a los hijos/as sin culpabilizar?
Aquí hay dos cuestiones:
  1. La primera, no culpabilizar mientras se devuelve la responsabilidad a nuestro hijo o hija. Y para ello, podremos emplear varias estrategias, como hacer preguntas: “¿Qué te parece eso de que no encuentres tus juguetes cuando los buscas?”, “¿qué harás la próxima vez que estés jugando con ellos para no perderlos?”. O reconocer nuestro estado en ese momento: “Me enfada que pierdas tus juguetes, porque luego acabamos discutiendo por eso y no me gusta. ¿qué se te ocurre hacer?”.
  2. La segunda, responsabilizar a nuestros hijos para que asuman su parte activa en el cambio de estrategia.
En relación a esta segunda parte, vamos a plantear una serie de pasos, a través de la estructura que se emplea en Coaching, que pueden facilitar una conversación de lo más motivadora con nuestro hijo o hija a partir de 3 años. La exigencia, lógicamente, no puede ser la misma para un niño de 3 años (que necesita de nuestra ayuda como adultos para plantear una solución y una estrategia realista) que para otro de 5, o 6 años. Pero si vamos practicando este tipo de comunicación en la relación diaria con nuestros/as hijos/as, conseguiremos grandes resultados, generando herramientas de resolución de conflictos y búsqueda de alternativas ante cualquier dificultad, tanto dentro del entorno familiar como fuera de él. Servirá, también, para practicar con nosotros mismos y para emplear las preguntas como una herramienta muy útil para evitar imponer nuestros juicios ni críticas en una conversación con nuestros hijos/as, si lo que queremos es que asuman responsabilidades y tareas por sí mismos.
  1. Para empezar, ya hemos mencionado que partiremos de no personalizar con frases del tipo: “Eres un desastre”, “eres un/a torpe”, sino que trasladaremos la responsabilidad al o la protagonista, es decir a quien queremos que cambie su conducta, a través de eso: su conducta.
  2. Después, plantéale un cambio generado por él o ella. Cuando más nos implicamos en una tarea es cuando la motivación sale de nosotros mismos. Si comprendemos para qué queremos hacer algo y lo consideramos importante, será mucho más fácil emprender la tarea.Por ejemplo, “Daniel, ¿Qué tendría que pasar para que puedas jugar con los juguetes que estás buscando ahora?”.
  3. Lo siguiente será animarle a que sea él o ella quien tenga la idea de qué hacer para tener sus juguetes localizados, sin perderse. Algo que sólo dependa de él, no servirá si plantea “que me lo guarde mamá, o que aparezca un milagro…”, por ejemplo. Podemos sugerir que sea algo nuevo, que no ha hecho otras veces cuando no ha funcionado, y que recuerde cómo hace con aquello que siempre sabe dónde encontrar (su cepillo de dientes, su cuchara, el pijama, un cuento…). Y cuando descubra qué cosas puede hacer para encontrar igualmente sus juguetes, felicitarle por decidir sus propias respuestas.
Ya tenemos definido, posiblemente, lo más difícil. Ahora, vamos a ponernos en situación e imaginar cómo será cuando la situación cambie y encuentre sus juguetes en el momento que quiera jugar con ellos.
  1. Podemos utilizar un “¿te imaginas? Ya no nos enfadaremos por esto, tu estarás jugando tan contento… ¿qué más pasará, a qué jugarás?”. Esto servirá para desear que ocurra, y por lo tanto, que le sea más sencillo cumplir con los cambios que ha planteado con su propia iniciativa. Por supuesto, habrá que permitir que lo haga solo o sola, pero también podemos preguntarle si cree que pueda necesitar ayuda para llegar a hacerlo. “¿lo harás solo/a, o crees que podemos ayudarte para que lo hagas?”.
  2. Y para empezar a practicar, ¡lo mejor será ponerle fecha!. “¿Cuándo vas a empezar a hacer (…)?”.

Esto es el principio de una nueva etapa de responsabilidad, con otro nivel de comunicación desde el que sustituir las discusiones por conversaciones en las que se expresa, se comparte, se permite ser, y sobre todo, se confía en la capacidad de cambio de cada uno de nosotros y de nuestros hijos e hijas. Todo lo bueno que está por llegar se celebra a través de un ritual¿Y si lo celebramos? Podemos chocar las manos, abrazarnos, poner una canción que nos gusta, cantarla o bailarla… todo vale para sentirse bien con la decisión tomada, y comenzar cuanto antes a disfrutar de los resultados antelos cambios que nuestros hijos e hijas se propongan, y ¿por qué no? Nosotros como adultos también podemos practicar este plan de acción y de motivación al cambio tanto en casa, como en el trabajo, en las relaciones con nuestros amigos o vecinos. En toda circunstancia en la que queramos estar “un poquito mejor” haciendo las cosas diferentes.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Ciberseguridad esencial en sector educativo

En esta industria existen datos muy atractivos para quienes lucran a través del robo de información.


Instituciones educativas
María José Albarrán, Territory Account Manager, Vertical Education de Fortinet en México, explicó que las instituciones educativas enfrenta retos respecto a la ciberseguridad, porque requiere la adopción de tecnología de punta, con el fin de que las instituciones estén protegidas contra riesgos y amenazas con el mejor costo-beneficio.
El sector ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cuanto al número de incidentes de seguridad informática, solo por debajo de la industria de la salud y el sector detallista.
De acuerdo a la ejecutiva, por su naturaleza y número de usuarios que albergan y que deben conectar a sus redes, las instituciones educativas se pueden comportar como una PyME e incluso como una empresa nivel carrier, sobre todo en la educación superior pues el número de puntos de acceso a sus redes crece día con día y pueden ir desde los accesos inalámbricos para los estudiantes hasta las terminales punto de venta en sus áreas de cobranza.
En este sentido, las instituciones deben estar conscientes de lo que implicaría si llegará a haber una fuga de datos. Por otro lado, cada vez más los estudiantes docentes y trabajadores de las escuelas utilizan dispositivos móviles, lo que requiere que las redes sean escaladas para brindar un acceso adecuado pero con el nivel de seguridad necesario para hacer frente a cualquier reto.
Para ello, Fortinet, ofrece soluciones integrales para la ciberseguridad que combinan hardware de alto desempeño y soluciones de administración.

jueves, 19 de noviembre de 2015

Por qué no comen los niños y cuáles son las claves para ayudarlos?



La revista 'ABC del bebé' trae, en octubre, un especial sobre las causas de la inapetencia infantil.

Existe una edad en la que el niño le da más importancia al juego que a la comida. Es normal, pero es un hecho que se debe manejar.
Existe una edad en la que el niño le da más importancia al juego que a la comida. Es normal, pero es un hecho que se debe manejar.


Uno de los problemas que más agobia a los padres es que sus niños dejen de comer. De hecho, se sabe que esta situación se da, sin causa aparente, en ciertas etapas, como entre los 18 y 36 meses de edad.
La razón general de ello se relaciona con una fase del desarrollo en la que los pequeños enfocan sus energías en la exploración del mundo que los rodea y la alimentación pasa a segundo plano. A esta época se le llama la edad de la ‘inapetencia aparente’.

Para Silvana Dadán, nutrióloga pediatra y profesora de la Universidad de El Bosque, esta conducta va ligada a que el niño disminuye las necesidades de calorías y nutrientes, porque a la vez, el ritmo de crecimiento baja y, está buscando “posicionarse como señor de su entorno” y sus prioridades son caminar, jugar y explorar, no comer.
Este es un paso en el desarrollo de total normalidad, pero es bueno conocer si el pequeño deja de comer por esa razón, si existe alguna situación diferente que afecte su capacidad de alimentarse o si requiere ayuda para encaminar sus hábitos alimenticios.
Por otro lado, muchos padres no saben que los gustos de los niños se pueden fomentar desde el embarazo, de madre a hijo, o luego del nacimiento, a través de la leche materna. Lo que enfatiza la importancia de comer sano y variado, desde que el niño es concebido.
En esta edición especial de la revista 'ABC del bebé', que circula a partir del viernes, los padres también encontrarán estrategias para crear buenos hábitos e incrementar el apetito de sus pequeños, como ofrecer variedad de alimentos para evitar la monotonía, tener horarios y un sitio común a la hora de comer, y mejorar la presentación y sabor de los alimentos, entre otros.
Además, los expertos enseñan cómo evitar ciertos errores o rutinas no adecuadas de los padres que influyen en la disminución del apetito de sus hijos: comer a deshoras, permitir el uso de celulares, televisores o tabletas a la hora de comer, o dar mal ejemplo en torno a la alimentación familiar.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Aléjese de los vampiros energéticos

Manuela tiene 20 años y es hija única. Sus familiares y amigos la soportan, pero le increpan constantemente su carácter autoritario y manipulador. Dice que no le importa lo que piense la gente y no hace nada por tener mejores relaciones interpersonales.
Es perfeccionista, conflictiva y no desaprovecha oportunidad para humillar, sobre todo, a sus primos. El gusto que le dieron sus padres la volvió malcriada y cree que todo le debe llegar por obligación. Es buena estudiante, cosa que agradecen sus progenitores, pero le suplican que cambie un poco su actitud.
La forma de la joven suma varias características de los tipos de personalidades tóxicas de las que hablan académicos y profesionales de la salud. Estas personas “lo que hacen es absorber la energía de quienes están a su alrededor”, aseguró Jorge Hernán López, psicólogo.

Diferencias
La personalidad, también conocida como temperamento, es un conjunto de características o cualidades originales que destacan a las personas en un determinado grupo. Si bien hay quienes se resaltan por su amabilidad, liderazgo, humildad, sinceridad, etc; también hay otras que se hacen notorias por su arrogancia, falsedad, deslealtad, entre otras.
López describió los siete tipos de personalidades tóxicas más frecuentes en los grupos sociales. Dice que se hacen presentes en la familia, la escuela o colegio, en el trabajo y, en general, en todos los conjuntos de asociación. Lea con atención las características:

1. La envidiosa.
Roba mucha energía, porque todo el tiempo está criticando y está generando intrigas desagradables.

2. La sociopata.
No establece límites afectivos, no siente remordimientos cuando hace daño.

3. La autoritaria.
Siempre quiere ser el jefe y en todo momento está diciendo qué se tiene que hacer. Genera miedo.


4. La pesimista.

Lo ve todo de forma negativa. Siempre está quejándose del pasado, del presente y del probable futuro.

5. La descalificadora.
Menosprecia el trabajo de los demás. Se muestra como amigo, pero al final se quita su máscara para hacer daño.

6. La manipuladora.
Juega sucio y contamina mucho el entorno. Hay que identificarla y no dejarse influenciar.

7. La neurótica.
Es perfeccionista, egoista y conflictiva.

martes, 17 de noviembre de 2015

Los riesgos de pretender que su hijo sea perfecto


Muchos papás les exigen hoy tanto a los niños que terminan generándoles traumas. ¿Cuál es la justa medida para no perjudicarlos?


Andrea, de 9 años, se quejaba de cansancio todo el día. No podía conciliar el sueño, sufría ataques de ansiedad y de colon irritable. Sus papás, preocupados, se vieron obligados a llevarlo al pediatra y al psicólogo para ver qué le pasaba. Luego de examinarla la incapacitó durante unos días y la sometió a terapia. Los malestares se debían a que la niña estaba abrumada por tener que responder no solo por las obligaciones del colegio, sino también por sus clases de piano, ballet y francés, que cursaba entre semana.


Casos como el de Andrea son muy comunes, pues muchos niños entre los 6 y 12 años se sienten agobiados por la apretada agenda de actividades que les imponen sus padres. “Mis papás no se preocuparon por mí. Por eso quiero que mi hijo aproveche al máximo el tiempo libre, que aprenda muchas cosas y que no le falte nunca nada”, señala Ana Lucía, la mamá de Andrea.

Las actividades extracurriculares no son un problema, pues varios estudios han demostrado el efecto positivo que genera en los niños practicar algún deporte o aprender un idioma. Por ejemplo, eleva los niveles de autoestima y disminuye la propensión a padecer problemas de conducta en la adolescencia. Pero algunos papás pecan por exceso y les piden a sus hijos más de lo que ellos pueden dar. Cuando esto ocurre, los pequeños viven temerosos pues se sienten obligados a responder a sus grandes expectativas sin margen de error y a cumplir metas muy elevadas. “No basta que sean obedientes, pues deben sacar las mejores notas en el colegio y brillar en todas las actividades alternas que realizan a diario. Si juegan fútbol tienen que ser como Messi, y si tocan música deben ser como Mozart”, dice el psiquiatra infantil Germán Casas.

Lo anterior resulta contraproducente pues muchos de los bajonazos en el rendimiento académico están relacionados con esta presión asfixiante. Y si los niños no logran alcanzar los objetivos planteados, pueden terminar frustrados, bloqueados y desmotivados. “El nivel de resistencia a la frustración es cada vez menor en un mundo tan competido como el actual”, afirma la psicóloga María Elena López, autora del libro Inteligencia familiar, una clave para la felicidad. El afán de obtener éxito y reconocimiento hace que todos quieran competir. “La niñez se ha convertido en una carrera por llegar a la cima y ya no hay espacio para que los pequeños jueguen en el parque”, dijo a SEMANA Marilyn Wedge, terapeuta familiar y columnista del portal web de la revista Psychology Today.

Las presiones terminan por minar la salud de los niños. Los altos niveles de estrés pueden generarles dolores de cabeza y estómago, gastritis, colon irritable, pérdida de peso, cansancio crónico, ansiedad y desánimo generalizado. Incluso, puede volverlos cascarrabias, poco sociables y adictos a internet, como reveló un estudio del Instituto Tecnológico de Educación (TEI, por sus siglas en inglés) en Creta.

Ese nivel tan alto de exigencia es muy marcado en los padres del siglo XXI, pues muchos tienden a querer que sus hijos sean una versión mejorada de ellos. Casas dice que esta práctica narcisista termina por generar traumas en los pequeños y les impide desarrollar su propia personalidad. “El anhelo de perfección de los padres parte de una buena intención porque lo último que quieren es hacerle daño a sus hijos, pero se convierte en una práctica agobiante no solo para los niños sino para ellos mismos”, añade López.

Pero así como exigirles demasiado a los niños los hace dependientes de sus padres, cuando estos buscan resolver los problemas de sus retoños les generan la misma inseguridad. “Hay una ambivalencia que puede resultar siendo un arma de doble filo. Por un lado los papás quieren que sus hijos sean los mejores y les exigen al máximo, pero por el otro procuran darles muchas cosas sin que tengan que esforzarse por obtenerlas”, explica Casas.

Varios expertos consideran que es posible exigir sin causar daños. Wedge afirma que los niños deben ser libres de elegir sus actividades. Para eso es fundamental tener buena comunicación con los padres y que ellos sepan cómo motivarlos sin hacerles sentir que los están obligando. Además, no deben vigilarlos demasiado ni juzgarlos severamente por su rendimiento, pues dejarán de ver lo divertido de esas actividades. Pero la motivación debe venir directamente del niño, pues de lo contrario no sabrá cómo tomar sus decisiones con autonomía en el futuro. “El niño obedece para complacer a los papás, pero en el fondo se siente cohibido y deprimido porque no es libre como sujeto”, dijo Wedge a esta revista.

Casas afirma que las metas que los padres tracen deben ir de la mano con las capacidades, las preferencias y la edad del niño, pues los problemas surgen cuando la exigencia está mal direccionada. Si no le gusta el fútbol y prefiere el basquetbol, hay que darle gusto. Lo mismo aplica para una niña que prefiera aprender a cocinar en lugar de ir a una clase de ballet. “Hay que conocerlos bien y ayudarlos a decidir por sí mismos, pues ellos no van a tener la autonomía inmediata para definir de buenas a primeras sus cosas. Pero no hay que imponerles nada de forma autoritaria. La moderación es esencial”, dijo Casas.

De igual forma, el afecto tiene que ir a la par de la exigencia. Si los papás solo exigen y no dan muestras de cariño y apoyo permanentemente, los niños se van a sentir muy frágiles y solos. Los papás deben tener altas expectativas pero no esperar que sus hijos las cumplan pronto y sin encontrar obstáculos en el camino. “Deben ayudarlos a formar más su ser interior e identificar los recursos emocionales, materiales y educativos que requieren para desarrollar a plenitud sus capacidades y habilidades”, señala López.

También es importante que los papás sepan reconocer los avances de sus hijos. Muchos cometen el error de insistir en lo que está pendiente y no se preocupan por premiar los esfuerzos. No solo los deben felicitar cuando “haya sacado la mejor nota en el colegio o haya quedado en el primer lugar de alguna competencia. El reconocimiento y el afecto deben ser incondicionales durante la crianza”, afirma Wedge.

Finalmente, los padres tienen que procurar un entorno familiar amable y tranquilo para sus hijos, y no olvidar que deben dejarles su propio espacio a medida que ellos crezcan, pues muchos tienen problemas de depresión y ansiedad porque reciben demasiada atención. Además, puede provocar problemas maritales y destruir la vida de pareja. Ellos necesitan tiempo para leer, escribir, pensar, dibujar, construir, crear y fantasear. “Esto los ayudará a descubrir con mayor claridad sus gustos e intereses y, lo más importante, a comprender quiénes son”, concluye Wedge.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Debemos exigirle mucho o poco a nuestro hijo?

¿Debemos exigirle mucho o poco a nuestro hijo?

¿Le damos a nuestro hijo muchas responsabilidades o no le damos prácticamente ninguna? La respuesta a esta pregunta requiere de un término intermedio, ya que cualquiera de los dos extremos puede resultar contraproducente. Veamos cada caso.
Cuando se le pide demasiado
Hay sociedades con expectativas muy elevadas que exigen al niño una madurez precoz, cargada de responsabilidades, y no permiten el proceso armónico propio de la infancia. El niño necesita tiempo para jugar y tener respuestas infantiles propias de su edad. Los padres muy exigentes, que sobrecargan al niño con múltiples actividades y piden respuestas muy perfectas, es posible que obtengan actitudes desadaptativas con los consiguientes riesgos de que produzcan sintomatología. El ritmo de vida en los países de Occidente es cada vez más rápido y competitivo, con lo que los padres e instituciones exigen cada vez más a la infancia responsabilidades de adultos relacionadas con tener multitud de conocimientos; creen que dicho archivo masivo de aprendizaje es necesario para afrontar, con la mayor brillantez posible, el  futuro. Si bien es importante motivarles para que se interesen por entretenimientos nuevos, debe tenerse en cuenta en qué etapa se encuentran y no pedir razonamientos excesivos.
Cuando se le pide poco

La carencia de expectativas y exigencias también puede acarrear problemas. Si nunca se le pide nada al niño, éste crecerá con un sentimiento de abandono, sin pautas de referencia, que lo llevará a sentirse angustiado y confuso. Los adultos demuestran con sus demandas su relación afectiva y le introducen las nociones de reglas que serán la base de su responsabilidad. Pensar que las exigencias pertenecen solamente a  la escuela es una grave equivocación. El fundamento de la curiosidad, base para cualquier aprendizaje, y de las relaciones afectivas se construye en el ambiente familiar, y es a partir de éstas que el niño se adapta o no socialmente. La creencia de que la infancia es un “mundo feliz” que no se debe perturbar con quehaceres, puesto que éstos ya vendrán posteriormente, puede tener consecuencias negativas en su personalidad. Los niños a los que no se les exige ninguna responsabilidad, suelen acabar siendo chicos anárquicos, ansiosos y exigentes, acostumbrados a obtener “todo” lo que piden, al momento, y sin poder esperar.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Ojo con estos errores a la hora de estudiar

No siempre a quien más se prepara es al que mejor le va. Las largas sesiones de repaso, el cansancio o la falta de interés afectan el rendimiento académico.

Aprender a prepararse adecuadamente para enfrentar los exámenes contribuye a mejorar el rendimiento. 


Una hoja con preguntas sin responder y la mente en blanco. El pánico empieza a crecer. Es imposible recordar ciertos datos. ¿Dónde quedó todo lo repasado el día anterior? Por esta situación han pasado miles de estudiantes cuando se enfrentan a un examen. Las pruebas hacen parte de la realidad académica y ayudan a medir el desempeño. Están inmersas en la naturaleza del sistema educativo.  

Sin embargo, la ansiedad y los nervios que generan terminan afectando el rendimiento. No necesariamente al que más estudió le fue mejor. Aprender a prepararse adecuadamente para enfrentar los exámenes puede parecer una tarea difícil. Aun así, el camino es más sencillo cuando no se cometen errores a la hora de estudiar. 

Según una investigación de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), estas son las fallas más comunes de los estudiantes en el momento de repasar para una prueba. 

Eternas sesiones de estudio: no dejar todo para última hora es la regla de oro. Se recomienda dividir el contenido que debe repasarse en los días previos al examen. Idealmente, cubrir un tema grande en cada jornada de estudio. Además, se aconseja tomar descansos de diez minutos por cada 45 minutos de actividad académica. Las pausas permiten despejar la mente y hacer menos tedioso el hecho de preparar la prueba. 

Cansancio: así suene paradójico el sueño es un buen aliado para estudiar. Sin un descanso adecuado los temas que se repasen quedarán en el aire. Tanto que esto puede derivar en un desinterés por el aprendizaje. El cuerpo y la mente también necesitan reposo. Por eso es muy válido preguntarse qué tanto ánimo hay para estudiar en un momento determinado. 

No tener un plan: estudiar a la deriva es perjudicial. Se deben planear los objetivos, las estrategias, las actividades y las metas para el repaso del examen. Hay que establecer cómo se va a abordar cada tema, en qué fecha límite y con qué herramientas (resúmenes, fichas bibliográficas, ejercicios, mapa conceptuales). Lo más importante es saber con certeza para qué se está haciendo todo el esfuerzo y qué es lo que se quiere aprender. 

Distracciones: son más nocivas de lo que parecen. El celular, el computador y la tableta solo deben estar sobre la mesa de estudio si contribuyen a ampliar la información. De lo contrario terminan desviando la atención e interrumpiendo el proceso de repaso. Al desconcentrarse los temas no se consolidan del todo en la memoria y el tiempo de las sesiones aumenta. 

Ambiente ruidoso: estudiar al lado del televisor o del radio interfiere con la actividad. Es ideal un lugar que no propicie la interrupción y que no sea el sitio más concurrido de la casa. Además, la luz es fundamental así como la comodidad, pero en su justa medida. No sea que se propicie el sueño. 

Quedarse únicamente con el libro: la información no solo está en el texto. Hay otros canales útiles para estudiar. Documentales, videos, libros en línea, imágenes y hasta foros que traten los temas a repasar pueden ser de mucha ayuda. El conocimiento va más allá de la simple lectura. Además, contribuyen a resolver dudas que surjan durante las horas de estudio. 

Dejar lo aprendido en el cuaderno: cada enseñanza sirve para la vida. Aplicar los temas en la cotidianidad facilita la recordación y les da un sentido lógico. La mejor forma de estudiar es relacionar el conocimiento con las actividades de todos los días. Hay que darle vía libre a la creatividad. No es memorizar para un examen, sino aprender a largo plazo. 

No conocer el método más efectivo: algunas estrategias funcionan mejor que otras dependiendo de la persona. Mientras hay personas que recuerdan mucho más cuando estudiaron con imágenes, otros lo hacen con sonido o escribiendo. Por eso, es necesario entender cuál es la estrategia de cada uno para afianzar el conocimiento con mayor eficiencia.