lunes, 13 de julio de 2015

No le dé temor manejar el miedo

En determinados momentos de miedo puede llegar el pánico, que hará que se desactiven los lóbulos frontales, retroalimentándolo y haciendo que se pierda la magnitud del temor y en muchas ocasiones el control sobre la conducta de uno mismo.

Los malos sentimientos, la enfermedad y, a veces, la muerte, pueden ser consecuencias de esos temores que en muchas ocasiones las personas experimentan. Vivir en el presente, desapegarse del pasado y el futuro son algunas de las recomendaciones que Ximena Duque Valencia, entrenadora en realización personal entrega para poder superar este sentimiento y evitar transmitírselos a los hijos.
¿Cómo se define el miedo?
El mundo está dividido en dos grandes sombrillas: la del miedo y la del amor. Bajo la del miedo hay un montón de características que, generalmente, no asociamos con este sentimiento porque pensamos que es solo aquello a lo que le tengo temor, a lo que huyo, como por ejemplo la soledad, la muerte, las alturas o los ascensores. Sin embargo, la crueldad, el control, la cobardía, la desesperación, la depresión, la envidia, los celos, la crítica, el odio, el resentimiento, la infidelidad, el egoísmo, aunque los hemos calificado con una serie de nombres, al final nos damos cuenta que todos son miedos. Si tengo celos, es porque tengo miedo que quieran a alguien más que a mí, si tengo envidia es porque tengo miedo de no conseguir lo que la otra persona tiene, y así sucesivamente. Hemos disfrazado el miedo en una cantidad de adjetivos o programas que los escondemos y estamos tratando de sanarlos todo el tiempo, sin descubrir que eso no es cierto.
¿Por qué el miedo es infundado?
Es una hipótesis trasladada al futuro, es decir, que es un supuesto, algo que puede o no suceder y está en un tiempo que no existe, porque nos pasamos persiguiendo el futuro todo el tiempo y cuando llega es el presente. A veces el miedo también viene de traer del pasado experiencias que no queremos que se repitan, porque no nos gustaron o fueron traumáticas, entonces empezamos a formar creencias limitantes que no nos permiten construir cosas nuevas. El miedo oscila entre el pasado y el futuro. Cuando estamos sintonizados en el presente y nos ponemos a observar lo que hay alrededor, la vida se logra transformar en un abrir y cerrar de ojos y puede empezar a cocrear una realidad que no tiene ningún tipo de límites.

Experiencias pasadas
¿Cuáles son las causas más comunes de los miedos?
Unos vienen de las experiencias propias. Cada vez que vivimos algo se genera un resultado y si fue caótico entonces me genera miedo a volver a hacerlo. Pongamos el ejemplo de la infidelidad de la pareja, ahí entonces ¿qué creencia formo en mi cabeza? Que los hombres son infieles, que en las amistades no se puede confiar. Las experiencias que vivo me forman creencias y las creencias me permiten generar un comportamiento específico que puede ser limitante.
¿Cómo formar niños sin miedo?
Los niños de hoy vienen sintonizados en el amor, quieren arriesgarse, hacer, pero los adultos comenzamos a meterles todos los programas de cómo nosotros fuimos criados y empezamos a cambiar la información que ellos tienen. Nos quejamos del mundo en el que vivimos pero seguimos improntando lo mismo. El primer consejo para los padres es relacionarse con los niños desde el amor, la negociación, no desde el control ni la imposición. Los niños de hoy no acatan órdenes si no las comprenden, no porque las diga un adulto, ellos tienen que entender, ver eso para dónde va y si realmente es así o no. Los de hoy son niños relacionados con la naturaleza, con el respeto por la vida, pero por el control que ejercemos sobre ellos se empiezan a volver rebeldes y están empezando a ser calificados con hiperactividad y déficit de atención.
¿Hay consecuencias por no enfrentar el miedo?
La más cotidiana es la enfermedad, la muerte, pero también las malas relaciones, las carencias. Todo lo que tiene que ver con limitantes tiene que ver con el miedo, por ejemplo, haces lo que no te gusta, trabajas donde no quieres, no eres feliz.

domingo, 12 de julio de 2015

Estudiantes prefieren el fútbol y el baloncesto a aparatos tecnológicos en los recreos

Estudiantes prefieren el fútbol y el baloncesto a aparatos tecnológicos en los recreos

Las nuevas tecnologías que dominan el mundo no han podido desplazar deportes tradicionales como el fútbol y el baloncesto que siguen los preferidos para los niños de colegios públicos y privados


RCN La Radio visitó varios planteles en Bogotá y encontró un denominador común: que los niños y las niñas en sus horas de recreo se dedican a practicar esos deportes al aire libre y lejos de las tabletas, computadores y teléfonos inteligentes.

Para los estudiantes tanto de colegios públicos o privados, uno de los momentos más anhelados son los descansos. Para ellos, ese escenario se traduce en 45 minutos de risas, amistades y juegos. 

RCN La Radio estuvo compartiendo con algunos estudiantes para conocer cuáles son los juegos preferidos durante sus descansos o recreos. Para los niños y jóvenes el juego universal durante los recreos es y será el fútbol. 

"En el colegio nunca va a pasar de moda jugar fútbol, ese juego nos distrae y hace que el tiempo pase rápido, también se hacen campeonatos, esto hace que nos guste mucho más el fútbol". 

También se encuentra una evolución en la forma cómo se juega fútbol: los estudiantes lo denominan como squash. 

"Básicamente se toma la pelota y se manda contra la pared, se deja rebotar una vez y otra vez le pegamos, la idea es que no la dejemos rebotar más tiempo". 

Para algunos estudiantes les parece importante no olvidar aquellos juegos tradicionales que se han practicado durante muchos años. 

"A nosotros nos gusta jugar piquis, fuchi, yermis, brincar lazo; todos esos juegos nos parecen muy divertidos, aunque la gente los practica cada vez menos". 

Con este tema de los juegos en las horas de descanso hay algunos estudiantes a quienes les gusta practicar juegos de concentración. 

"Nos reunimos como amigos para jugar ajedrez, nos parece que es una buena actividad para hacer en los descansos, además es necesario aprovechar estas oportunidades que brinda el colegio". 

Aunque los juegos son importantes para muchos estudiantes, se encontró que otros prefieren sentarse, caminar y estudiar. 

"El descanso es muy corto, entonces lo que hacemos es comernos nuestras onces, nos sentamos a hablar con nuestros amigos y esperamos a que pase el tiempo". 

Incluso algunos estudiantes aseguran que "durante el descanso jugamos charlie charlie, nos da miedo porque hemos sentido cosas raras". 

Hacer bromas a sus compañeros, son otras actividades que hacen los estudiantes en sus horas de descanso. 

Salir de la monotonía, distraerse y compartir con amigos continuará siendo lo primordial durante los juegos de recreo, en cada jornada estudiantil es importante cuando suena la campana sacando en niño que casa alumno lleva adentro.



sábado, 11 de julio de 2015

Cómo enseñarles a sus hijos a cuidar su apariencia?

No deje que sus niños se sientan mal por su físico debido a presión de publicidad y redes sociales.

Los niños, cuando sufren de sobrepeso, suelen ser víctimas de críticas y burlas, por lo que tienden a aislarse de sus pares y familiares.
Los niños, cuando sufren de sobrepeso, suelen ser víctimas de críticas y burlas, por lo que tienden a aislarse de sus pares y familiares.

Definitivamente, es necesario hablarles y contestarles a los niños cuando buscan respuesta de cómo se ven. Un último estudio realizado en Inglaterra y que contó con la participación de 17.000 niños muestra que dos tercios de las niñas entre 10 y 11 años se sienten gordas.
Otras investigaciones también indican que una de cada cuatro niñas de 7 años ya han ensayado una dieta para adelgazar.

Estos datos son alarmantes, pues se demuestra que la apariencia física es motivo de gran preocupación entre niños y adolescentes. Parece ser normal que no les guste como se ven, en vez de estar contentos con su cuerpo y su apariencia. La investigación científica muestra claramente la relación entre una imagen corporal negativa y una baja autoestima en los niños.
Por esta razón, los padres deben enfrentar esta problemática hablando y comentando de frente con sus hijos las preocupaciones que ellos tengan sobre su apariencia física.
Es básico no decirles mentiras sobre cómo se ven y, más bien, preguntarles: ¿qué significa para ti estar gordo o con sobrepeso? Dependiendo de su respuesta, explíqueles que se habla mucho de la silueta y la gordura en la televisión y redes sociales, pero que esto no es lo relevante, sino estar sanos por dentro y por fuera, es decir, sin sobrepeso ni obesidad.
Un cuerpo sano
Celebren con sus niños y niñas todo lo que puedan hacer con su cuerpo en lugar de cómo lucen. Aquí se puede hacer énfasis en el ejercicio físico, los deportes y los juegos al aire libre. Los padres tampoco deben hablar excesivamente sobre su peso y sus dietas, al igual que sobre sus preocupaciones respecto a la ropa porque, inmediatamente, el niño va intentar imitar lo que dice y hace el adulto.
Un niño que vive inmerso en una casa donde el tema del peso y la apariencia personal es lo que predomina, también se va a preocupar mucho por esos aspectos y le dará una importancia mayor a la que merece.
Las niñas entre 9 y 11 años son más propensas a sentirse gordas, ya que en este periodo, antes y durante la pubertad, les puede salir barriguita.
El deporte en familia estimula y evita que los niños estén tanto tiempo en internet o viendo televisión; esto sube el sedentarismo.
El contrapeso se hace mostrándoles cómo están cambiando y cómo seguirá cambiando su cuerpo, y lo emocionante de la aventura de convertirse en pequeñas mujercitas.
Aquí les aconsejo que motiven a sus niñas a que practiquen una actividad como, por ejemplo, una manualidad, para que no estén pegadas al internet, pues sabemos que en las redes sociales estarán expuestas a cuerpos perfectos que harán que cada día se sientan más inseguras sobre su propia apariencia.
De igual manera, no hable en exceso de lo linda y bella que es su hija. Concéntrese más bien en sus destrezas, habilidades, talentos, buenos hábitos y su personalidad. Alabe su apariencia física solo cuando la vea bien arreglada, gracias a que se esmeró mucho en su aspecto personal.
Desde corta edad
Lo mejor es no esperar a que los niños sean adolescentes para que hablen de lo físico. Este debe ser un tema para tratar de manera natural siempre.
A los adolescentes se les debe hablar sobre los modelos, quienes se ven perfectos en las propagandas, pero en la realidad esto es producto del photoshop y otros arreglos que se pueden hacer con herramientas tecnológicas.
Lo que no debe permitirse es la burla de su físico, ni que se pongan apodos como gordo, flaquis, llantica, pues estas palabras son dolorosas y le hacen mucho daño a la autoestima.
En la adolescencia, la tendencia es a exagerar cualquier defecto físico, así sea un simple grano pequeño en la barbilla. Con ellos debemos hacer el ejercicio de buscar lo que tienen bonito, por ejemplo: ‘mira tus ojos, son de un color precioso’, ‘tus manos son finas y muy delgadas’. Hay que enseñarles a agradecer lo que tienen positivo y bello en su cuerpo para no dejarlos caer en la tentación de agrandar cualquier defecto, por pequeño que este sea.
Cuidado con el mal ejemplo
Los hijos imitan el 90 por ciento de lo que hacen sus padres, por lo que todo lo que hablen entre ustedes sobre sus cuerpos, su peso, las dietas que practican, lo cómodo e incómodo que están con sus cuerpos, y qué tanto valor se le dé a la estética, va a determinar en gran medida la percepción que tenga el niño de su imagen corporal. Es obvio que la imagen física es muy susceptible de ser criticada. No caigamos en esta trampa y hablemos mejor de la personalidad. Enseñe a sus hijos que existe una belleza interior que merece ser rescatada y contemplada.

viernes, 10 de julio de 2015

Con los niños el sexo deber ser un tema al desnudo

Desde pequeños los niños reciben información errónea de la sexualidad porque sienten temor a ser juzgados por sus padres. El diálogo abierto es vital para que los adolescentes cuando enfrenten sus primeras relaciones sepan cómo comportarse.

María José tiene cuatro años y siempre ha demostrado ser arrolladora. Su mamá se angustia porque cuando se bañan juntas la niña le señala los senos y le pregunta por qué ella no los tiene tan grandes.
"Uno no sabe qué hacer, me sonrojo porque siento que a su edad eso no lo debería saber. A lo largo del camino podrá aprender, aunque la educación sexual también parte de casa", comenta Adriana en tono de preocupación al referirse que le cuesta llamar por el nombre al pene y a la vagina. Prefiere apodarlos para evitar dar más información.
La sexualidad es parte de la vida de todas las personas, sin importar la edad. A medida que los hijos crecen y se desarrollan, es probable que comiencen a reírse sobre las partes privadas de su cuerpo, que se cuenten chistes "verdes" entre sus amigos o hermanos y adopten palabras diferentes para no hablar de la manera en que deben referirse a los órganos genitales.
Aunque esta curiosidad es natural y no debe causar miedo o pena en los padres, es importante que en cada etapa se explique los cambios que físicamente aparecerán de manera natural. Así evitará que lo cojan fuera de base. Cuando sus hijos estén listos para hacer preguntas, usted como padre debe estar listo para responder.
El terapeuta familiar y sexual, Santiago Cano y miembro de la Red Papás, ofrece una ruta sobre las pautas básicas para que entreguen información veraz y necesaria en cada etapa que los hijos enfrentan.
"La sexualidad no se puede ver desde la prevención del embarazo o de las enfermedades de transmisión sexual, esa es una mirada muy reduccionista. Tenemos que basarnos en cómo lograr una sexualidad inteligente que parte desde el carácter propio y la crianza en el amor".
¿Por dónde empezar?
Todos los días se presentan situaciones propicias para enseñar a sus hijos temas relativos al sexo. Por ejemplo, a la hora del baño, puede hablar sobre las partes del cuerpo y qué significa "privado". Un embarazo o un nacimiento en la familia son un buen momento para comentar cómo se concibe y nace un bebé.
"Primero, averigue lo que sus hijos ya saben. Deje que sean ellos quienes guíen la conversación y hagan las preguntas. Es posible que algunos niños no pidan información si perciben que usted se siente incómodo de tratar el tema", indica el experto, quien agrega que la clave está en hablar abiertamente.
Añade que el acompañamiento a tiempo y natural debe ser la máxima en la educación en sexualidad, toda vez que se haga con claridad, sin rodeos y exageraciones. "No hay que esperar a que otra persona le indique a sus hijos lo que usted le puede ofrecer de manera acertada. Los medios de comunicación, la internet y los amigos son fuentes poco recomendadas para formar personas sexualmente conscientes", concluye.
Preguntas según edades
Los cuestionamientos y las respuestas apropiadas dependerán de la edad del niño y su capacidad de comprensión.
*18 meses a 3 años: En esta etapa es común que aprendan acerca de su propio cuerpo. Es importante enseñarles los nombres apropiados de cada parte de su anatomía. Inventar un nombre para ciertas zonas podría dar la idea de que el nombre propio tiene algo de malo o vulgar. Además, enséñele a sus hijos qué partes son privadas para que las cuiden y las respeten.
* 4 a 5 años: En este grupo pueden comenzar a mostrar interés hacia la sexualidad básica, tanto la propia como la del sexo opuesto. También es posible que se toquen los genitales, e incluso que muestren interés hacia los genitales de otros niños. Estas son señales de un interés normal. Sin embargo, es importante que ellos aprendan qué es correcto y qué no. La familia debe establecer límites a la exploración.
-El interés en los órganos genitales es saludable y natural.
-El desnudarse y hacer juegos sexuales en público no es correcto.
-Ninguna otra persona, ni siquiera los amigos cercanos y los parientes, pueden tocar las partes privadas del menor. La excepción son los profesionales de la salud en exámenes médicos con consentimiento de los padres o cuando ellos mismo refieran un dolor en dicha zona.
*5 a 7 años de edad: En esta etapa aprenden más acerca de las relaciones interpersonales y pueden interesarse en lo que pasa sexualmente entre los adultos. Sus preguntas se harán más complejas a medida que tratan de entender la conexión entre la sexualidad y la gestación. Es posible que lleguen a sus propias conclusiones sobre el funcionamiento del cuerpo o el origen de los bebés. También pueden recurrir a los amigos para encontrar respuestas.
"Los padres deben ayudar a sus hijos a entender la sexualidad de un modo saludable. Las lecciones y los valores que aprendan a esta edad permanecerán con ellos como adultos y fomentarán relaciones significativas cuando sean mayores", apunta el terapeuta de familia y sexual Santiago Cano.
*8 a 9 años de edad: Esta generación probablemente ya tengan una noción de lo que es correcto e incorrecto. Son capaces de entender que el sexo es algo que puede ocurrir entre dos personas que se aman. Pueden mostrar interés hacia el modo en que papá y mamá se enamoraron. A medida que surgen preguntas sobre romance, amor y matrimonio, también podrían sentir curiosidad hacia las relaciones homosexuales. "A esta edad, los niños pasarán por muchos cambios que los preparan para la pubertad. Ser sexualmente responsables es una de las lecciones más importantes que usted podrá enseñarles", manifiesta Cano.
Espacios
Bejamín Alarcón, psicólogo infantil, asevera que hablar de sexualidad en casa no es sinónimo de incitar a los hijos a que tengan sexo, al contrario, estos espacios servirán para formar un carácter sólido basado en los valores, el respeto y el autocontrol.
"La casa debe ser el refugio que da apoyo a los niños para expresar lo que sienten sin miedo a ser rechazados o criticados".
El psicólogo agrega que hay que poner límites para que los hijos no tengan relaciones sexuales sin estar preparados, ya que si se les inculcan valores y una educación sexual sana y realista desde pequeños, no hace falta imponer nada cuando sean más grandes.

Actúe con naturalidad
1. No se burle aunque la pregunta sea cómica. Si usted se ríe, el niño podría sentirse avergonzado.
2. Procure no parecer apenado o asumir una actitud demasiado seria con el tema.
3. Sea breve. Conteste con términos sencillos. Su hijo de cuatro años de edad no necesita saber los detalles del coito sexual.
4. Sea honesto. Use el nombre de cada parte del cuerpo.
5. Note si el niño quiere o necesita saber más. Después de responder, pregunte: "¿resolví tu pregunta?"
6. Perciba las respuestas y reacciones del niño.

jueves, 9 de julio de 2015

La aplicación que busca controlar a los niños en Corea del Sur

Los menores de 18 años deben instalar el "sheriff inteligente" en sus celulares para que sus padres puedan rastrear lo que hacen.



A muchos padres les gustaría saber qué hacen exactamente sus hijos en todo momento, sobre todo cuando están en internet.

Y hay muchas aplicaciones que registran las páginas web que los jóvenes visitan desde sus dispositivos electrónicos.

Pero Corea del Sur ha querido ir un paso más allá: el gobierno ha desarrollado su propia app llamada "Sheriff inteligente", que todos los usuarios menores de 18 años deben instalar en sus celulares inteligentes.

La aplicación monitorea los hábitos generales del usuario, de una manera similar a otras aplicaciones ya existentes en el mercado.

Los padres pueden saber dónde están sus hijos, qué aplicaciones están usando, qué tipo de formatos están consumiendo y qué conversaciones están teniendo, todo sin que el niño lo sepa o lo consienta.

Además, el Sheriff inteligente alerta a los padres si identifica en conversaciones palabras que considera problemáticas, como "embarazo", "suicidio" o "acoso".

"Un poco excesivo"

El tono del anuncio con el que el gobierno anuncia su nueva aplicación es "comprensivo y suave", describe Stephen Evans, corresponsal de la BBC en Corea del Sur.

Pero algunos se preguntan si no es en realidad "la voz del Gran Hermano", explicando que los niños deben instalar el "sheriff inteligente" en sus celulares para que sus padres puedan rastrear lo que hacen.

Evans asistió a una clase en un colegio de secundaria en la capital, Seúl, para saber qué piensan los estudiantes de la iniciativa del gobierno.

"Creo que es importante que los adolescentes y los estudiantes tengan la libertad personal de explorar lo que está bien y lo que está mal y aprender de esa experiencia" le dijo a la BBC Lee Won June, estudiante de Seúl Global High School.

"Desde mi punto de vista lo que está haciendo el gobierno de vigilar los mensajes y la navegación de páginas es un poco excesivo".

"El año que viene ya seré adulta. Creo que soy lo suficientemente mayor como para tomar mis propias decisiones y para controlar cuánto tiempo estoy en internet y cuánto tiempo paso en mi celular", opinó Jin Yerim, otra estudiante.

Un debate nacional

El debate que se organizó en la clase que visitó la BBC replica otro debate que se está dando en Corea del Sur a nivel nacional, sobre los límites de la tecnología y el control.

Hay quien considera la aplicación del gobierno un ejemplo de los excesos de un estado paternalista y "gran Hermano" que quiere controlar a la población.

Otros la describen como una herramienta más generosa, para proteger a los menores del peligro.

Para los críticos, la clave del problema está en el hecho de que la aplicación es obligatoria.

La economía de Corea del Sur se desarrolló con base en una dirección fuerte del gobierno, comenta Stephen Evans. "Y las viejas costumbres nunca mueren".

"El paternalismo de estado ha sido muy bien aceptado en Corea y tanto la gente como los legisladores todavía creen que el paternalismo de estado es el camino", le dijo a la BBC Park Kyung Sin, profesor de Derecho de la Universidad de Corea.

Algunos en el país temen que si el gobierno ahora requiere la vigilancia de los celulares de los niños, en el futuro pueda requerirla en los de los adultos.

También temen que las generaciones más jóvenes crezcan acostumbradas a que haya siempre alguien vigilándolos y asuman esa situación como natural o normal

Pero cada vez se hacen más preguntas sobre cuestiones que tienen que ver con la privacidad y la vigilancia.

miércoles, 8 de julio de 2015

La sexualidad ya no es el ‘coco’ del salón de clase


Hablar de sexo nunca ha sido fácil para los adultos, pues el miedo y la pena se han convertido en compañeros inseparables de este tema que atraviesa la vida de todos. Ahora la consigna es dejar a un lado la vergüenza, los docentes ya empezaron ¿y usted?


La sexualidad tiene que ver con la forma en la que las personas se relacionan con su cuerpo, con su género, con sus sentidos, y con su parte emocional y cultural.

Tuvieron que pasar 43 años en la vida de Esperanza Páez para que sus mejillas dejaran de sonrojarse cuando alguien hablaba de sexo. Sentimientos de pudor, morbo e incluso miedo se apoderaban de esta mujer porque a ella le habían enseñado que hablar de sexualidad era lo más cercano a cometer un pecado.

“Cuando yo era pequeña jamás escuché hablar de sexualidad. Para mis papás, profundamente católicos, el tema estaba vetado y más en una niña. En el colegio fue parecido porque solo hasta décimo de bachillerato una profesora habló escuetamente de anticonceptivos. Yo le tenía miedo a todo, hasta de hablarle a un hombre”, señala Esperanza para quien su única guía en su despertar sexual fue una vieja enciclopedia que ella y sus amigas revisaban a escondidas en la biblioteca. 

Algo similar ocurría en la vida del profesor Joan Manuel Valencia Grueso. “Si uno tenía alguna duda sobre su cuerpo debía resolverla con el amigo del colegio al que le tuviera más confianza porque a los papás a uno le daba miedo, y a los profesores menos. Ellos como que se hacían los locos si alguien mencionaba algo al respecto”, recuerda Joan Manuel.

Eran otros tiempos, coinciden en señalar estos dos personajes a quienes la vida llevó por el camino de la docencia. Hoy, desde Arbeláez, Cundinamarca, y Puerto Merizalde, Buenaventura, tratan de ser para sus estudiantes ese adulto al cual le pueden preguntar sin miedo, esa persona que ellos tanto desearon conocer en su infancia y adolescencia, pero que nunca llegó.

De acuerdo con el sexólogo de la clínica Marly en Bogotá y presidente de la Asociación Colombiana de Sexología, Fernando Rosero Mera, este temor generalizado a hablar de sexualidad con un niño en escenarios tan importantes para él, como la casa y la escuela, responde a una serie de tabúes generacionales que poco a poco se han ido desmontando. 

“Hemos ido entendiendo que una cosa es hablar de sexo y otra completamente diferente hablar de sexualidad. Mientras que el primer concepto se refiere al acto meramente biológico, el segundo responde a un modelo biopsicosocial que además de abarcar el tema físico, tiene un componente sicológico y social. Temas como el cuidado, el autocuidado y el respeto por el cuerpo propio y de los otros son de suma importancia, pues son los factores que permiten brindarle al niño una educación sexual sana”, asegura el doctor Rosero.

Fue precisamente esa visión más profunda y global de la sexualidad, la que hoy transmiten en sus colegios Esperanza y Joan Manuel, aunque confiesan que no fue una tarea fácil.



Adultos y niños más felices con una educación sexual sana 


“Si alguien me hubiera hablado de sexualidad cuando era chiquita, seguramente no hubiera vivido con tanto miedo. Prácticamente fue mi esposo el que me mostró ese camino y, aunque en mi caso fue un despertar bonito, creo que habría más personas sanas y felices si desde pequeñas entienden la importancia de conocer, amar y respetar su cuerpo”, comenta la profesora Esperanza quien desde hace poco más de dos años es parte de Félix y Susana, programa de Educación Sexual y Sana Convivencia de la Fundación SURA.

Para esta docente hacer parte de este Programa es una experiencia que, asegura, le cambió la vida. “Félix y Susana me dieron un visión global de la sexualidad porque solamente la encauzaba hacia la parte biológica y genital. Me quitó esos tabúes con los que venía y me mostró que es necesario entablar un diálogo entre docentes y padres de familia para ayudar a que nuestros niños tengan una sexualidad sana”, asegura Esperanza. 

Como lo señala Alba Lucía Núñez, coordinadora nacional, técnica y operativa de este programa, el tener desde temprana edad una mirada integral de la sexualidad brinda herramientas que, además de mejorar la relación con sí mismo y el entorno, forma ciudadanos empoderados que entienden la importancia de respetarse y amarse. 

“Si a un niño se le explica que la sexualidad también tiene que ver con la forma en la que te relacionas con tu cuerpo, con tu género, con tus sentidos, y con tu parte emocional y cultural eso te va a garantizar que ese niño fortalecerá el cuidado de sí mismo. Entonces, entenderá la importancia de respetar al otro y eso repercutirá en la convivencia escolar porque cuando entiendes la importancia de cuidarse y cuidar a los demás, te empoderas como ciudadano portador y garante de derechos”, explica Alba. 

A la fecha, Félix y Susana ha formado a 2.717 educadores, comprometidos con la educación de niñas, niños y jóvenes en pro del bienestar. 


martes, 7 de julio de 2015

Mayor atención de los padres, mejores salarios de los hijos

Los primeros cinco años de vida del bebe son vitales para desarrollar habilidades congnitivas que le servirán para su vida laboral.

Un estudio científico determinó que los niños que juegan y comparten con sus padres en los primeros cinco años de vida, tienen garantizado mejores ingresos en su vida profesional.


La base del desarrollo de los seres humanos se da en los primeros cinco años de vida. Según un artículo publicado por El País de España la atención de padres a hijos en la primera etapa de vida les facilita a los pequeños la formación de una personalidad más sólida, crucial para el éxito en aspectos como el social e incluso el económico.

Según un estudio de la Universidad de West Indies los niños que juegan con sus padres no solo alcanzan un coeficiente intelectual muy alto, sino que tienen los mejores resultados académicos y, el dato, llegan a ganar hasta un 25% más que niños que no tuvieron esta atención por parte de sus padres.

En 1986, Elaine Burke, experta de la institución y otros profesionales de salud visitaron a niños y niñas de los barrios más pobres de Kingston para incentivar en los padres el juego con los pequeños. Después de más de 20 años de seguir el progreso de los menores se percibían otros beneficios como que eran menos propensos a comportamientos violentos.

"Mientras crecían, otras ventajas empezaron a emerger en su educación y salud mental," describe la profesora Susan Walker, quien lideró el estudio de seguimiento del proyecto de estimulación en la primera infancia.

"Mostraron menos depresión, mejor autoestima, estaban menos retirados y tenían menos inhibiciones sociales. En otras palabras, tenían un conjunto completo de habilidades que serían claves para su mejor desenvolvimiento como adultos", enfatizó.

Es de resaltar que Colombia está dentro de los países de América Latina que le apuestan al tema. En el país se desarrolló una iniciativa apoyada por el Banco Mundial durante 18 en 96 barrios pobres, donde se visitaron cada semana las madres para enseñarles cómo jugar y hablar con sus hijos.

“En 2011, los investigadores volvieron y percibieron mejoras en el desarrollo cognitivo de los niños y en sus habilidades de escuchar, comprender y leer”, cita el registro de la iniciativa
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