martes, 19 de mayo de 2015

La importancia del deporte en la escuela

La importancia del deporte en la escuela

La escuela es un escenario ideal para fomentar el interés por el deporte, ya que suele disponer de personal e instalaciones adecuadas para practicarlo. El niño podrá ejercitarse en la actividad deportiva al tiempo que su desarrollo biológico y psicológico.

El ámbito escolar ofrece la oportunidad de practicar deporte de manera organizada y según las necesidades de cada niño.

La práctica deportiva ejerce una gran atracción, tanto en la infancia y la adolescencia como en la edad adulta. Pero los niños y jóvenes sienten una fascinación especial por la actividad deportiva, que parece estar en consonancia con su desarrollo y la evolución de su morfología muscular, fisiológica y también psicológica.

El ejercicio físico produce un cierto grado de excitación y placer por las condiciones físicas inherentes a estos procesos.

La competencia, los logros, la lucha por conseguir objetivos y el reconocimiento de los demás son también componentes de esa atracción. Por eso hay que ser prudente y evitar que los niños que se inician en la práctica de un deporte se sientan presionados por unos niveles de exigencia demasiado elevados para su edad y sus aptitudes.

Características del deporte escolar

Lo importante del deporte en la escuela es que da prioridad al objetivo de: Mantenerse en buena forma física y ayudar al niño a iniciarse en la práctica deportiva.
Aunque exista la competición, será siempre menos exigente y más tolerante, para permitir que todos los niños puedan participar. A medida que avancen los cursos, los deportes escolares se harán más competitivos y se sustituirá cada vez más el placer de jugar por el placer de competir, de ganar y de obtener resultados.

Deporte y socialización

El deporte contribuye a la socialización del niño ya iniciada desde la primera infancia por su relación con el núcleo familiar. Además, el colegio le proporciona un ambiente social diferente al familiar.
El deporte exige una determinada forma de comportamiento, de acuerdo con unas reglas estrictas, y marca también unas relaciones determinadas con los compañeros (entrenamientos, consecución de un objetivo común, disciplina…).

Para el niño que se movía en el entorno familiar y escolar, practicar un deporte representa un paso más adelante en la socialización, ya que no basta con la simple asistencia, sino que exige poner en funcionamiento las ganas de compartir un objetivo y el esfuerzo común.