lunes, 14 de noviembre de 2016

Actividades para estimular la inteligencia de tu perro

Por medio de estos juegos podrás ayudar a  ejercitar la mente de tu perro y te contamos por qué esto es beneficioso para ambos.

El rol que juega un perro hoy en día en la sociedad ha cambiado, ahora es un “familiar” más. Sin embargo, esos cambios pueden ser un poco egoístas con el animal. Pues muchas veces, pensando que todo lo hacemos con amor, lo que ocasionamos es una pérdida de identidad y de su naturaleza.
Su entorno ahora es un apartamento y él pasa a ser un perro de terraza, encerrado por más de ocho horas, su único espacio es un patio o un balcón con vista al exterior. La relación con otros perros se limita a encuentros esporádicos en el parque y, en algunos casos, siempre cogidos por la correa. Varios sufren de problemas de hiperactividad y rebeldía porque los espacios para el juego y la exploración son escasos.
Si no quieres seguir haciéndole daño, lo mejor es que estimules sus instintos y sus capacidades cognitivas con estos consejos. Ten en cuenta que si los haces con frecuencia y con paciencia te traerá beneficios como prevenir el ladrido excesivo, dañar los objetos de la casa y lo llevará a ser más independiente.
Primero lo primero, cuando es Cachorro
Es muy importante socializar adecuadamente al perro desde que es cachorro y que conozca diferentes ambientes y situaciones, como la ciudad y el campo; diferentes tipos de personas: niños, gente mayor; conocer otros perros, otros animales; escuchar diferentes ruidos, olfatear rincones distintos.
"No conviene ejercitar al cachorro con actividad física que pueda resultar agresiva para su pequeño cuerpo en crecimiento", advierte la etóloga de perros Davinia González, autora del blog Educación canina en positivo. Lo que puedes hacer es pasearlo con frecuencia y por distintos lugares, permitir que desarrolle su conducta exploratoria, y procurar que se empape de la máxima cantidad de estímulos visuales, auditivos y olorosos.
Juegos y actividades
  • Esquivar obstáculos
El éxito de todos los ejercicios será esconder su snack favorito y que para llegar a él, pase por una pista de obstáculos. Lo puedes hacer en tu casa si quieres, tumba varias sillas del comedor y forma una especie de fuerte, ponte detrás y muéstrale la comida. También, puedes incrementar el nivel, colocándole otros objetos como baldes o cajas.
  • Jugar al escondite
En una habitación esconderemos un juguete o una de sus galletas favoritas detrás de algún mueble mientras el perro mira. Luego lo sacaremos del cuarto durante un rato y unos minutos después lo dejaremos entrar. El perro deberá recordar el lugar en el que hemos escondido el juguete o buscarlo con su olfato. Con esta actividad fomentaremos la memoria del perro y daremos salida a su instinto de búsqueda y rastreo.
  • Atrapar el juguete
Para esta actividad debes atar al extremo de un palo largo una cuerda de por lo menos un metro de largo. Al final de la cuerda ata un peluche o una pelota y empieza a jugar y estimular sus habilidades de captura.
  • Los masajes
La relajación es un gran estímulo para la mente de nuestros perros. Dedicar unos minutos a relajar su cuerpo a través de un masaje canino permitirá que logre un estado de equilibrio mental.
Escoge un lugar tranquilo sin ruido y presiona con suavidad zonas sensibles como el cuello, las patas y las orejas. De igual forma la panza uno de las partes favoritos de los perros para ser acariciadas. 

Tips
  • Es importante que recordemos que no debemos enfadarnos porque nuestro perro tarde más en hacer un ejercicio o no lo consiga. Posiblemente no sea un buen momento para realizar estos ejercicios.
  • Busca el momento adecuado, en el que él esté atento y haya descargado algo de energía física, pero que no esté agotado.
  • No realices estos juegos después de que nuestro perro haya comido, ya que no mostrará interés por los premios.
  • Termina cada uno de estos ejercicios con alabanzas y buenas palabras, para que nuestro perro los relacione con algo divertido y bueno para él.
  • Cualquier juguete que utilicemos debe tener un tamaño suficiente para que nuestro perro no se lo pueda tragar y esté a salvo de ahogamientos.