¿Y si la manera en la que cuidamos a esos peludos de nuestra familia multiespecie estuviera cambiando sin parar?
En este artículo te contaré la nueva tendencia que cada vez se ve más en España —que nació con la pandemia— y que está redefiniendo lo que conocemos como viajar.
Su nombre es House Sitting y, después de conocerlo, te aseguro que tendrás, al menos, la curiosidad de querer probarlo.
Una imagen vale más que mil palabras: la historia de Joanne
Te quiero contar la historia de Joanne.
Joanne es una veterana usuaria en estos servicios, de las personas que más oportunidades les ha dado.
Además de una apasionada de la vida multiespecie, Joanne también disfruta muchísimo de viajar y conocer el mundo.
Y, claro, en ocasiones, hacer estos viajes con sus compañeros peludos no es tan fácil. Así que escoger a las personas que puedan cuidar de ellos es clave para disfrutar en paz del viaje.
House Sitting: ¿de qué trata exactamente?
Es una práctica en la cual una persona cuida de la casa y, muchas veces, de los compañeros peludos de otra persona mientras el propietario del hogar está ausente, generalmente por un período de vacaciones o viaje de negocios.
El house sitter, que es la manera moderna de llamar al encargado de cuidar de la casa, vive temporalmente en ella, asegurándose de que todo funcione correctamente.
Alimentando, cuidando, atendiendo las necesidades de los compañeros peludos y, si fuera necesario, también sacándolos de paseo.
Una práctica que está tomando mucha fuerza, no sólo porque proporciona seguridad ante potenciales robos u ocupaciones cuando estás fuera, sino que te asegura que nuestros animales de compañía estén bien cuidados.
En lugar de tener que llevar a los compañeros peludos a un hotel para animales de compañía, mantienen la rutina de estar en un lugar conocido por ellos, en su hogar, evitando así ese chute de estrés que puede suponer un cambio tan grande y repentino en su vida y también del transporte por vacaciones.
¿Cuánto que hay que invertir para esta práctica?
Depende de cada caso.
Puede tratarse de un acuerdo que sea o no remunerado. Después de todo, el cuidador ya se beneficia de una estancia gratuita en una vivienda ajena.
No obstante, al final cada caso es completamente diferente y los acuerdos a los que podemos llegar sólo dependen de nosotros.
La pandemia, el verdadero punto de inflexión
Durante la pandemia se multiplicó el número de familias multiespecie.
La soledad que muchas personas experimentaron durante esta época, les llevó a querer un compañero no humano en su día a día.
Pero con el fin del confinamiento y la reactivación de los viajes y el turismo, se dieron cuenta de que también había aspectos en su vida donde no todo era tan sencillo.
Con una práctica como el House Sitting, se pueden combinar ambos mundos, teniendo la capacidad de viajar, con la seguridad de que nuestros compañeros peludos están bien cuidados.
Así, el house sitting, para el cuidador@ se convierte en un estilo de vida para viajar y cambiar de aires, además de un posible negocio multiespecie.
Sin ir más lejos, en mi caso, con 5 animales en casa, 3 gatos y 2 perros, me es más práctico y mejor para el bienestar de mis peludos que una house sitter de confianza acuda a casa cada vez que he de viajar, sobretodo por cuestiones profesionales. Así que, a día de hoy, tengo vari@s cuidadores profesionales que conocen a mis “niños peludos”, para que, en caso de necesitarlo, puedan acudir a mi casa, disfrutar de mi hogar y, a la vez, cuidar profesional y adecuadamente a toda mi familia no humana.
Por tanto, esta nueva modalidad de cuidado de animales de compañía a domicilio es una gran opción para una familia multiespecie cuyos humanos tienen que ausentarse de vez en cuando, especialmente en casos de familias multiespecie numerosas como la mía.
Y tú…mascotas. ¿Ya eres un experto en ‘house sitting’? No dudes en compartir tus experiencias y consejos con nuestra comunidad.
