jueves, 2 de noviembre de 2023

La historia del gato y el ratón que terminó con la revolución multiespecie

Cierto (dijo un ratón en su agujero:)

no hay prenda más amable 
y estupenda que la fidelidad: 
por eso quiero 
tan de veras al perro perdiguero.

Un gato replicó: pues esa prenda
yo la tengo también… Aquí se asusta
mi buen ratón se esconde,
y torciendo el hocico, le responde:
¿Cómo? ¿La tienes tú?… Ya no me gusta.

Lo que has leído justo arriba es el final de una de las fábulas más conocidas que se le contaban en otro tiempo a los niños y a las niñas.

La historia del gato y del ratón.

Y aunque así contada puede descolocarte en parte, la realidad es mucho más sencilla de lo que puede llegar a parecer.

Básicamente nos cuenta que tanto el ratón como el gato disfrutaban mucho de una prenda de ropa por separado, hasta que se dieron cuenta de que el otro también la usaba.

Es una historia que habla del egoísmo y de cómo muchas veces vivimos mirándonos en el ombligo, en lugar de preguntarnos cómo podemos ayudar al mundo que nos rodea.

Y eso es en parte lo que te quiero contar.

Uno de los principales motivos por los que abrí Antrozoología era para ayudar a difundir el mensaje de la revolución multiespecie.

Poder sembrar aquello que en el futuro florezca como ese mundo que tanto tú como yo nos imaginamos.

Y por este motivo, quiero animarte a hacer algo.

Si sientes que lo que comparto en estos emails o en las redes sociales conecta contigo y puede hacer bien al mundo, ayúdame a llevar el mensaje mucho más allá compartiéndolo.

Cuéntaselo a un amigo, reenvía este email a alguien que también tenga ese compromiso con la causa o, simplemente, copia el enlace de las publicaciones en redes y compártelo con aquella persona en la que ahora estás pensando.

La revolución multiespecie es ya una realidad, pero tenemos que seguir apretando para asegurarnos de que nunca nunca volvamos a ir hacia atrás.