jueves, 7 de diciembre de 2017

Colombia entre los emergentes con más futuro en educación

Colombia figura como el tercero más corrupto de los Tactics, pero es el primero con mucha diferencia en el crecimiento de investigaciones universitarias publicadas. 

Un análisis de 15.000 universidades en 78 países ha descubierto que duplicar el número de universidades en una región genera un aumento del 4,7% en el PIB per cápita del área en un plazo de cinco años. ¿Qué regiones están en mejor posición para explotar este vínculo entre la expansión de la educación superior y el crecimiento económico?

Times Higher Education ha analizado una serie de indicadores académicos y económicos, como la cantidad de trabajos de investigación publicados, la participación en la educación superior y el PIB per cápita, e identificó siete países que ocupan un lugar privilegiado para lograr el éxito.

Desde el punto de vista de la educación superior, Tailandia, Argentina, Chile, Turquía, Irán, Colombia y Serbia (Tactics) tienen potencial para superar a las naciones BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica; países identificados tradicionalmente como las estrellas emergentes.

En estos países, el PIB per cápita es inferior a 15.000 dólares, pero al menos la mitad de la población joven está matriculada en la educación superior; la participación creció un 5% o más entre 2010 y 2014; sus resultados de investigaciones están creciendo en, al menos, 30.000 publicaciones al año; y tienen, como mínimo, una universidad en las clasificaciones mundiales.


A pesar de que estos países cuentan con las condiciones necesarias para el éxito, están lejos de ser homogéneos: cada país tiene una combinación diferente de fortalezas y debilidades.

Éste es el caso de Irán y Turquía, ambos países de gran riqueza intelectual, con una cantidad de matriculados en la educación superior muy alta y un crecimiento sostenido de la participación. Sin embargo, cada uno enfrenta enormes desafíos políticos. En Irán se considera al sector público corrupto, según datos de Transparencia Internacional, y se considera que los nombramientos académicos están más relacionados con la ideología que con el mérito.

Un análisis de los datos completos de los Tactics muestra que los niveles más altos de corrupción se relacionan de manera directa con la menor calidad en la investigación.

Colombia figura como el tercero más corrupto de los siete, pero es el primero con mucha diferencia en el crecimiento de investigaciones universitarias publicadas.

De hecho, cada una de las naciones Tactics tiene problemas que podrían, si no se abordan, poner en peligro el progreso que con tanta facilidad podrían alcanzar. Sin embargo, si analizamos de cerca el desempeño de estos países desde una perspectiva de educación superior, su crecimiento realmente podría ser una característica definitoria de la próxima década.

En la producción de investigación, la participación en la universidad y el desempeño en las clasificaciones mundiales, estos "países ignorados" ya están superando con frecuencia a los Brics. Y cuando las naciones funcionan bien en estas áreas, casi siempre cosechan recompensas económicas.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Qué hacer y cómo reaccionar si un niño es desobediente y no escucha?

Primeramente, debemos preguntarnos el porqué de ese comportamiento, que puede darse en diferentes situaciones que antes no nos habíamos planteado, como por ejemplo:
Tiene su propia opinión, sus intereses, sus propios puntos de vista y sus preferencias.
Puede estar enfadado o mostrando cualquier otra emoción negativa.

Ante estas situaciones podemos actuar de 3 estilos diferentes:
Autoritario: Suprimimos totalmente la voluntad del niño. No inculcamos la necesidad de hablar y escuchar sus necesidades y únicamente nos comunicamos en forma de órdenes.
Democrático: El niño forma parte de la situación, pudiendo dar su opinión y mejorando la comunicación con los padres.
Mixto: Mezcla entre los dos sistemas anteriores.


Reglas y normas de educación en la infancia

Debemos marcar determinadas reglas, prohibiciones o restricciones, de tal manera que el niño sea capaz de incorporarlas a su comportamiento de manera fácil.
Reglas flexibles y bien delimitadas. Las más básicas pueden ser “no pegar”, “no romper”, “no subirse a la mesa”, etc. Si el niño nos pregunta por qué no hay que hacer eso, hay que tener en cuenta que la respuesta “porque lo digo yo” no es la más adecuada, lo mejor es decirle una razón coherente como “es peligroso” o “puedes hacerte daño”, siendo siempre eso lo más acertado.
Con el paso del tiempo, algunas limitaciones pueden suavizarse, por lo que en determinadas situaciones o circunstancias es posible que podamos cambiar ciertas reglas.
Las necesidades del niño y de los padres deben seguir el mismo ritmo: Si un niño quiere saltar en los charcos que lo haga, pero siempre y cuando use botas de goma o lo que consideres necesario como padre.
Las reglas deben ser habladas por los padres: Si la madre dice una cosa y el padre dice otra, el niño no entenderá cuáles son sus reglas exactamente.

¿Cómo debemos actuar si es desobediente?

Tenemos 3 vías para resolverlo:
Hablarle de manera tranquila y reconsiderar sus necesidades si es realmente necesario.
Ignorar su comportamiento y no prestar atención.
Distraer su atención mostrándole o hablándole de algo diferente e interesante. Esto es lo más recomendado para niños pequeños ya que, si les castigamos, no entenderían los motivos.

El problema de los castigos

A menudo educamos a nuestros hijos de la manera que nos educaron a nosotros de pequeños, pero tenemos que tener en cuenta las experiencias que tuvimos en nuestra infancia, los temores, los resentimientos o las frustraciones que sufrimos por ello.

Castigo físico: Un niño enfadado puede cometer cualquier acción inapropiada sin querer o sin pensar realmente en ello. Si el niño, por ejemplo, rompe cualquier objeto y se pone a llorar, debemos tranquilizarle y luego discutir lo que pasó. Lo único que aporta un castigo físico en un niño es la intimidación, la humillación y que se insulte a sus sentimientos. Primeramente debemos de calmarnos y tranquilizarnos, seleccionando un castigo adecuado al problema.
El aislamiento: Encerrarle en una habitación o contra una pared no es la mejor solución. Una alternativa sería excluirlo o no prestarle atención de actividades o juegos cooperativos que estuvieran haciendo durante un período corto de tiempo.
Las amenazas: No son nada útiles y pueden mermar la autoestima del niño. Lo mejor sería contar al niño historias de su niñez, pero sin mentir o embellecer. De esa manera entenderá que todo el mundo comete errores, y podrá sentir su apoyo y comprensión.
Castigarle realizando tareas de casa u otra actividad que no le agrade: Nunca debemos de hacerlo de esa manera, nunca, ya que puede adquirir una actitud negativa hacía esa actividad. Por ejemplo, castigarle con lavar los platos, ponerse a estudiar, etc. Lo mejor es privarle de hacer cosas interesantes en vez de las que no. Por ejemplo, entradas para ir al Zoo a un Museo, ir a ver una película en el cine o leer alguno de sus libros favoritos.

Recuerda explicar al niño, siempre, cómo va a ser castigado y por qué. No explicarse bien en este tipo de situaciones solo puede llevar a la confusión y a una actitud aún más negativa que la que diese origen al castigo.

martes, 5 de diciembre de 2017

La Generación Smartphone no está preparada para la adultez

(y tiene menos sexo y bebe menos alcohol) 

Un estudio revela que están creciendo más lento que generaciones previas, son menos rebeldes, más tolerantes y menos felices. La investigación, realizada con 11 millones de adolescentes estadounidenses, también sostiene que beben menos alcohol y tienen menos sexo.

 
La investigación de Twenge utilizó encuestas a 11 millones de jóvenes en Estados Unidos y entrevistas en profundidad. Foto: Getty/BBC 

Un adolescente llega a su primer trabajo y de pronto se encuentra con que tiene que tomar decisiones, funcionar con autonomía, asumir riesgos y responsabilidades. Básicamente, hacerse cargo de sí mismo. ¿Pero cómo lo hace si no tiene experiencias previas donde haya tenido que resolver situaciones complejas en la vida real?

Esa es una de las cosas que le puede tocar enfrentar a los niños y jóvenes que pertenecen a la llamada Generación Smartphone, aquellos nacidos después de 1995, que han pasado toda su adolescencia con un celular en la mano.

Jean Twenge, profesora de psicología de San Diego State University, acaba de publicar su libro iGen: por qué los chicos superconectados están creciendo menos rebeldes, más tolerantes, menos felices y completamente no preparados para la adultez, con los resultados de en una investigación basada en encuestas a 11 millones de jóvenes estadounidenses y entrevistas en profundidad.


La investigación de Twenge incluyó encuestas a 11 millones de jóvenes y entrevistas en profundidad para poder construir el perfil de la Generación I. Foto: Jean Twenge

¿Por qué dices que la Generación Smartphone no está preparada para la adultez?

Los adolescentes de la Generación Smartphone están creciendo más lentamente que generaciones previas. Ellos son menos propensos a conducir automóviles, trabajar, tener sexo, salir, y tomar alcohol.

Esas tendencias les han permitido crear un entorno seguro que los hace no involucrarse en situaciones en las que habitualmente participan los adultos. El lado negativo de eso, es que ingresan a la universidad y al mundo laboral con menos experiencia, son menos independientes y les cuesta tomar decisiones.

Los de 18 actúan y se parecen a los que antes tenían 15 en generaciones previas. Lo positivo es que se exponen a menos situaciones potencialmente riesgosas relacionadas, por ejemplo, con el uso de drogas y alcohol.

¿Cómo es la relación de estos adolescentes con la tecnología? ¿Son adictos tecnológicos?

El adolescente promedio pasa 6 horas al día conectado a internet, enviando mensajes y jugando. Posiblemente el resultado de eso es que pasan menos tiempo con sus amigos en persona.

Ahora bien, no podría definir si efectivamente son o no adictos tecnológicos porque no fue una de las variables que medí en la investigación.

Más allá del tema de la adicción, ¿cuáles podrían ser los potenciales efectos de la relación que tienen con la tecnología?

Existen riesgos para la salud mental, hay potenciales efectos en el desarrollo de sus habilidades sociales dado que pasan menos tiempo con otros en persona y -algo que está comprobado por varios estudios- es que no están desarrollando las habilidades de lectura y la escritura que necesitan.

El libro dice que los jóvenes súper conectados están madurando más lentamente. Foto: BBC

En el libro dices que has visto niveles sin precedentes de ansiedad, depresión y soledad. ¿En qué se traduce eso, qué efectos tiene en la vida de los adolescentes?

La tasa de suicidio en de niñas entre 12 y 14 años se ha triplicado en los últimos 10 años.

¿Por qué podría estar dándose este fenómeno?

En la medida que pasan más tiempo usando pantallas aparecen los temas de ansiedad o depresión Hemos visto que a partir de 2012 el fenómeno se ha vuelto más fuerte y aparentemente puede estar relacionado con que están menos tiempo con otras personas o no hacen deportes. 

Tiene que ver con las cosas que dejan de hacer por estar conectados, más que por los efectos directos de estar conectados.

Investigando este tema hubo algo que te impresionara, es decir, algo que ni siquiera te imaginabas que podría estar ocurriendo

Me impresionó que los adolescentes estuvieran muy conscientes de los efectos negativos de los celulares. Lo otro que me sorprendió fue un estudio que hicimos con 200 universitarios, donde casi todos dijeron que preferirían ver a sus amigos en persona.

Lo otro interesante fue comprobar la correlación directa entre el nivel de actividades frente a una pantalla y el nivel de infelicidad. Y al revés, me sorprendió cómo las actividades sin pantalla estaban vinculadas a mayores niveles de felicidad.

¿Cuál podría ser la relación entre esta generación y el mercado laboral al que tienen que entrar?

En ese sentido hay buenas noticias para las empresas. Ellos son más realistas y parecen estar más dispuestos a trabajar duro. No tienen grandes expectativas como sí las tenían los millennials.

Ellos están preocupados de estar físicamente seguros y también emocionalmente seguros. Y probablemente están más físicamente seguros que generaciones previas. Ellos beben menos y no les gusta tomar riesgos.

Cómo es la Generación Smartphone

* Crecen más lento

* Menos rebeldes

* Más tolerantes

* Menos felices

* Menos sexo

* Menos religiosos

Y en el tema de la rebeldía, ¿se trata de que cuestionan menos a la autoridad? Porque esta es una característica muy propia de la adolescencia en todos los tiempos

Lo que ocurre es que al tener una infancia más protegida, van creciendo más lento. Y no les gusta hacer cosas que no sientan muy seguras. Lo que hacen es posponer los placeres y las responsabilidades. Esto no es algo ni bueno, ni malo.

Hemos visto varias conclusiones de la investigación que podrían encender una luz de alerta. Me gustaría saber cuáles son las características más positivas de esta generación

La Generación Smartphone es tolerante con las personas que son diferentes y especialmente defienden los derechos de la población, homosexual, bisexual o transexual. Más que las generaciones previas ellos creen que las personas deben ser lo que son.

¿Se trata de una tolerancia amplia?

Yo diría que tolerancia en temas de raza o género, en temas de identidad de grupo. Eso por un lado. Pero en el otro extremo, también hemos visto que hay algunos grupos no tolerantes con otros puntos de vista, una especie de polarización, donde los adolescentes se mueven hacia la extrema izquierda o la extrema derecha. Sin embargo, la gran mayoría muestra altos niveles de tolerancia.

lunes, 4 de diciembre de 2017

Duré mucho tiempo sin entrar a redes sociales porque tenía miedo

Cambiar de casa y colegio: los extremos del ciberacoso. Tercera entrega de #InternetParaDestruir. 


Según Red Papaz, un niño puede comenzar a ser víctima de ciberacoso a los 12 años, una edad en la que comienzan a tener mayores destrezas digitales y más interacción.

Un niño de 13 años puede ser acosado mientras está solo en su cuarto, haciendo tareas. Basta abrir una red social en su celular para ser vulnerable. La intimidación escolar -o bullying- se trasladó de las aulas de clase a los entornos digitales, y hoy el desbalance de poder entre la víctima y sus agresores ya no se mide por la talla o la edad, sino por el número de likes, interacciones y comentarios que pueda tener una publicación en contra de otro.


Según explica Viviana Quintero, coordinadora de TIC e infancia de Red Papaz, el ciberacoso es un fenómeno que amenaza con salirse de control. En el portal www.teprotejo.org, un canal de denuncias para informar situaciones que afecten a menores, se han reportado 447 casos de ciberacoso desde enero hasta el 30 de julio del 2017; el año anterior, la cifra llegó a 724. Lo más grave es que un caso de ciberacoso puede llevar a los menores a situaciones extremas, que según expertos pueden ir desde alejarse de la sociedad hasta considerar el suicidio. 

Laura*, de 17 años, tuvo que retirarse de su colegio y cambiar su lugar de residencia. “Me crearon un perfil falso de Facebook y desde ahí se burlaban de mí y enviaban mensajes ofensivos y con groserías a otras personas”, cuenta. La situación llegó a tal punto que compañeros de colegio intentaron agredirla, a pesar de que aclaró que no era la autora de los mensajes. 

“Me bloquearon para que no viera las publicaciones, me rompieron los vidrios de mi casa”, dice. Aunque la cuenta falsa fue eliminada, continuó recibiendo mensajes intimidatorios y, dos meses después, el miedo permanece. “Duré mucho sin entrar a redes sociales porque tenía miedo. Tengo temor de que alguien me haga algo en la calle, nunca supe lo que dijeron a otros desde esa cuenta”, dice. 

De acuerdo con Quintero, en los casos de ciberacoso el daño es mayor que el ocasionado con la intimidación real, ya que las víctimas entran en un estado de indefensión. 


Me bloquearon para que no viera las publicaciones y me rompieron los vidrios de mi casa 

Crear sitios web para ridiculizar a una persona, difundir fotos privadas o publicar rumores son algunos ejemplos de ciberacoso. También existe otra modalidad relacionada con abuso sexual a menores de edad denominada grooming. “Es cuando un adulto se intenta acercar a un niño por internet para abusarlo o explotarlo. Entabla una relación de amistad y luego le solicita información de tipo sexual”, explica Quintero. 

“Les ofrecen propuestas de modelaje o salidas con equipos de fútbol, pero resulta que son engaños para tomarles imágenes y chantajearlos”, añade. 
Pero no solo los menores de edad pueden ser víctimas. 

Según Iván Camilo Castellanos, consultor experto en seguridad de la información de Etek International, hay estafas con las que buscan llevar al usuario a instalar software malicioso en los dispositivos que luego resultan en episodios de acoso o chantaje.

“Desde una supuesta promoción de tiquetes de avión donde recogen tu lista de contactos hasta la descarga de fotos que puede instalar un malware que roba información” sirven para que los cibercriminales accedan a datos, fotos o videos de los usuarios para luego extorsionarlos por internet. 

“También hay casos donde toman todo lo que es público en el perfil de Facebook, modifican esa información y realizan ciberacoso”, afirma. ¿Qué dice la ley?

El abogado Felipe Sánchez, profesor de periodismo y redes sociales, señala que las víctimas tienen tres opciones jurídicas: una acción de tutela, una de responsabilidad civil extracontractual o una acción penal. Sobre esta última asegura que se debe acudir a la norma de hostigamiento, referida en el artículo 134b del Código Penal, que establece penas de 12 a 36 meses a quien promueva o instigue “actos de hostigamiento orientados a causarle daño físico o moral a una persona (...) por razones de discriminación”.

“Cuando ese ciberacoso causa un perjuicio tan grande y requieres que se remueva lo que se publicó, se puede acudir a una acción de tutela. Si eso que se publicó causó un daño físico, psicológico o material, está la opción de una acción de responsabilidad civil extracontractual, que está estipulada en el artículo 2341 del código civil y que exige indemnización”, señala. Si en el caso está involucrado un menor de edad, hay un agravante punitivo, explica Sánchez. 


Cuando ese ciberacoso causa un perjuicio tan grande y requieres que se remueva lo que se publicó, se puede acudir a una acción de tutela 

Aunque muchas redes sociales han empezado a generar políticas contra el ciberacoso a fin de que los usuarios reporten este tipo de situaciones, para Quintero es necesario que las redes generen mecanismos que promuevan una autorregulación. La experta recomienda denunciar en la página www.teprotejo.org y a través del Centro Cibernético Policial en el sitio www.caivirtual.policia.gov.co. Hasta el 30 de agosto de este año, las autoridades han recibido 120 reportes en el Cai Virtual. Entre 2014 y 2016 el número de casos fue de 422.

La educación y el acompañamiento en el uso de redes sociales también es crucial. Óscar García, docente del Colegio La Concepción, en la localidad de Bosa de Bogotá, creó un proyecto para estudiantes de octavo grado sobre entornos digitales. “Los jóvenes tienden a compartir información falsa y entran en juegos de cadenas. La idea es explicarles cuáles son las ventajas y los riesgos de las redes”, dice García. 

Quintero recomienda a los padres hacerles preguntas a sus hijos que les permitan tener una mayor supervisión. Para Red Papaz es importante que antes de los 13 años los padres accedan a las redes sociales de los menores y, al superar esta edad, hagan un seguimiento y retroalimentación constantes. 

Castellanos, por su parte, sugiere utilizar las herramientas de seguridad de las redes sociales y no compartir demasiada información. “Por otro lado, hay que entender que en internet nunca hay cosas gratis, muchas veces por medio de esas estafas se le da acceso a un ciberdelincuente a la información y ahí es donde puede comenzar el ciberacoso”, concluye. 


Hay que entender que en internet nunca hay cosas gratis, muchas veces por medio de esas estafas se le da acceso a un ciberdelincuente a la información y ahí es donde puede comenzar el ciberacoso 

Sarahah es una aplicación que fue creada inicialmente como una herramienta para que los miembros de un equipo de trabajo tuvieran un espacio para enviar críticas constructivas de manera anónima y privada. Sin embargo, en el camino, esta ‘app’ se ha convertido en un espacio para el ciberacoso. Algunos usuarios de esta herramienta, creada por Zain al Abidin Tawfiq, oriundo de Arabia Saudí, han recibido comentarios ofensivos e intimidatorios. 

Para acceder a esta plataforma, los usuarios deben registrarse en una cuenta y luego compartir en redes sociales el enlace de su perfil para que otros puedan enviarles mensajes, sin necesidad de tener una cuenta dentro de la herramienta. 

“No es que la aplicación haya sido creada para hacer ciberacoso, sino que debido al uso que les damos los seres humanos a las redes empezamos a utilizarlas para hacerles daño a otros”, señala Quintero.

domingo, 3 de diciembre de 2017

I’m Learning Online, la nueva forma de ‘gamificación’ del aprendizaje de idiomas


I’m Learning Online inició como una plataforma hace un año, y gracias al trabajo con Apps.co desarrollaron la aplicación. I’m learning online. 

La aplicación está nominada para los próximos Kids’ Choice Awards Colombia

El aprendizaje de idiomas es una habilidad que cada vez es más natural ver desde la infancia. Aunque no todo el mundo avanza al mismo ritmo, o con los mismos métodos, en materia digital existen nuevas herramientas para que los estudiantes se acerquen a las lenguas a través de metodologías diferentes a las tradicionales.

Por ello, los esposos Laura Argüello y Donald Graham, decidieron crear hace un año I’m Learning Online, una plataforma que facilita el aprendizaje y la enseñanza del inglés mediante actividades dinámicas que permiten a los niños aprender en varios niveles de conocimiento.

“Siempre hemos visto que para los niños se necesitan una herramienta de motivación, buscamos que aprendan sin darse cuenta y que lo hagan por medio de juegos, ejercicios e interacciones”, explicó Argüello.

Gracias a Apps.co y a MinTic, los creadores de I’m Learning Online desarrollaron también una aplicación, con mayor enfoque en juegos, que como indica su creadora, busca “gameficar” el aprendizaje para hacerlo más atractivo para los niños.

Del trabajo con Apps.co también surgió el proyecto piloto que están desarrollando por el momento en dos colegios de Bucaramanga donde I’m Learning Online se está incluyendo como parte del sistema de enseñanza que usan los docentes.

Es precisamente gracias a esta nueva propuesta educativa, y al sistema de trabajo que plantean, que la aplicación fue nomina en la categoría de “App Favorita” en la más reciente versión de los Kids’ Choice Awards Colombia, que se llevarán a cabo en septiembre 30, donde la app compite con otras tres iniciativas digitales pensadas para niños.

Implementación en las aulas
Argüello y Graham tienen claro que buscan más que reemplazar el sistema de aprendizaje tradicional, generar una dinámica nueva que permita a los profesores trabajar con los estudiantes por medio de esta herramienta. “La plataforma permite ver de forma individualizada el avance de cada niño, puedes habilitar y deshabilitar contenidos, pues no todos tienen el mismo nivel y con algunos se necesita profundizar más que con otros”, explicó Argüello.

Para llevar una rendición de cuentas en los resultados y los avances de los estudiantes, la aplicación genera varios reportes que permiten a los educadores acceder a información sobre el trabajo realizado por los alumnos y sobre el ritmo en que cada uno va evolucionando.

sábado, 2 de diciembre de 2017

Perros y gatos, más que animales de compañía

El vínculo con las mascotas ha cambiado en los últimos años. Hoy son miembros de la familia. 


Tener una mascota implica responsabilidades y un gasto económico que se tiene que preveer.

Hasta hace un par de décadas, tener un perro o un gato en la casa era más una cuestión útil: para cuidar la casa y cazar los roedores, respectivamente. Pero es evidente que cada vez más, estos peludos se han convertido en animales de compañía y hasta miembros consentidos de la familia.

En un sondeo realizado a los asistentes a una exposición de animales sobre su relación con sus mascotas, la profesora Myriam Acero Aguilar, de la Universidad Nacional encontró que la respuesta más frecuente para definir la relación entre humanos y mascota fue la dupla familia-compañero, seguida de cómplice-amigo y las subsiguientes hijo, bebé y hermano, datos que muestran el cambio en las construcciones sociales del vínculo con estas especies.

Según la académica, este cambio tiene una gran repercusión en aspectos que van desde lo cotidiano hasta lo político y económico, los cuales fueron abordados por ella en un trabajo doctoral en el campo de la salud pública.

Acero analizó actores como la comunidad, la academia, la industria, el Estado y los movimientos sociales, tanto en exposiciones de animales como en consultorios veterinarios, pet shops, peluquerías, entornos familiares, comités realizados por movimientos de protección animal, medios de comunicación y el Centro de Zoonosis de Bogotá e identificó que el ese furete lazo que se crea a partir de la interacción con perros y gatos puede ser influenciado por la soledad, la necesidad de dar y recibir afecto, y la pérdida de confianza en el valor de lo colectivo de las sociedades urbanas contemporáneas, unidas a la fuerte tendencia del mercado hacia la humanización de los animales.

Dichas relaciones también han sido promovidas por la economía de consumo, que ve a las mascotas como mercancía o sector de inversión, afirma Acero. En la actualidad el mercado en Colombia factura 632.000 millones de pesos anuales, siendo el rubro más representativo el alimento para perros y gatos, con cerca del 89 por ciento, lo que lo convierte en un producto más de la canasta familiar.

Además de la alimentación, el mantenimiento de una mascota oscila entre los 280.000 y 550.000 pesos mensuales según el tamaño del animal. Este cálculo incluye vacunación, desparasitación, peluquería e higiene, accesorios, microchip, guardería y gastos extras.

La investigadora resalta que existen relaciones equilibradas con los animales que pueden ser muy benéficas para sus tenedores: “Está bien que se les hable, porque esa es la forma que usamos para expresar sentimientos y establecer un vínculo afectivo, pero lo que no está bien es vestirlos o darles alimentos no adecuados a su dieta. La humanización también puede llevar a que los animales tengan problemas de conducta por apego exagerado a los humanos, y a sufrimiento de las personas”, concluye Acero.

viernes, 1 de diciembre de 2017

La estudiante que recibió beca de $1 millón de dólares por error

Una joven sudafricana empezó a llevar una vida de ciertos lujos y excesos cuando recibió en su cuenta de ahorros la desproporcionada suma. Ahora deberá reponer el dinero que se utilizó para gastarlo en sus ‘cositas’.

 

Todos hemos soñado con llevar la vida de un millonario. De usar la tarjeta débito para comprar lo que nos antoje y ver que pese a pasarla por el datáfono varias veces, tenemos lo suficiente para continuar gastando. Y claro, no está mal que con el salario tengamos el impulso de comprarnos un reloj, de ir a un restaurante delicioso y elegante, de tomarnos con los amigos algunos tragos en una fiesta. Para nada, si uno está trabajando pues se trata de vivir los momentos y recordar las cosas gratas el resto de la vida. 

Pero es gratificante cuando se trabajar para ganarse ese dinero. Ahora póngase a pensar ¿Qué haría usted con un millón de dólares en su cuenta de banco? Imagínese esa suma (algo más de $2.937 millones de saldo) y qué haría usted con ella. Lo honesto sería devolverla, pero ¿Está seguro que usted tiene la suficiente voluntad como para hacerlo? Imagínese que eso le hubiera pasado a sus 20 años. 

Precisamente, esto fue lo que ocurrió en Sudáfrica con una estudiante universitaria que por error recibió la suma de $1,08 millones de dólares, equivalentes a 14 millones de rands (moneda local), y a $3.171.960.000. La víctima de esta equivocación, Sibongile Mani, fue descubierta este miércoles 30 de agosto de 2017 por la Universidad Walter Sisulu, informó la prensa local.


En los extractos de la joven aparecieron los elevados gastos; al parecer utilizó unos $400.000 rands en solo 5 meses, equivalentes a unos $30.000 dólares o $90 millones de pesos. La estudiante los usó para ‘algunos gustos y cositas’ como por ejemplo joyas, relojes lujosos y otros objetos. Todo quedó descubierto cuando ella decidió publicar un extracto de su tarjeta por redes sociales como Facebook.


La universidad comenzó a sospechar después que “algunos estudiantes se quejaran de que la joven había comenzado a mantener un estilo de vida muy opulento”, indicó el portavoz del ‘alma mater’, Yonela Tukwayo. 

En su defensa, la afectada publicó en su cuenta de Facebook que reconocía los hechos, aunque afirmó que el dinero le llegó el 1 de junio y que lo devolvió el 13 de agosto, con excepción de lo que había gastado. Tukwayo responsabilizó del error a la empresa que se encarga de gestionar y transferir a los universitarios los fondos del Plan Nacional de Ayuda Financiera a los Estudiantes (Nsfas, siglas en inglés), que suelen cubrir los gastos de libros y comida. Para usar el dinero de esta ayuda, los estudiantes reciben una tarjeta llamada Intellicard y firman un convenio que determina los posibles usos de los fondos.


El tema no terminará ahí, pues la alumna de Walter Sisulu ahora está bajo la lupa de su institución, quien exigirá a la estudiante que devuelva el dinero que ha gastado hasta ahora: "La estudiante será responsable de pagar hasta el último céntimo que ha gastado, aunque tenga que hacerlo durante 20 años". 

La institución docente abrió una investigación para esclarecer por qué la estudiante no informó que había recibido la millonaria suma en su cuenta, aunque ella asegura haber informado del asunto "inmediatamente".