sábado, 2 de diciembre de 2017

Perros y gatos, más que animales de compañía

El vínculo con las mascotas ha cambiado en los últimos años. Hoy son miembros de la familia. 


Tener una mascota implica responsabilidades y un gasto económico que se tiene que preveer.

Hasta hace un par de décadas, tener un perro o un gato en la casa era más una cuestión útil: para cuidar la casa y cazar los roedores, respectivamente. Pero es evidente que cada vez más, estos peludos se han convertido en animales de compañía y hasta miembros consentidos de la familia.

En un sondeo realizado a los asistentes a una exposición de animales sobre su relación con sus mascotas, la profesora Myriam Acero Aguilar, de la Universidad Nacional encontró que la respuesta más frecuente para definir la relación entre humanos y mascota fue la dupla familia-compañero, seguida de cómplice-amigo y las subsiguientes hijo, bebé y hermano, datos que muestran el cambio en las construcciones sociales del vínculo con estas especies.

Según la académica, este cambio tiene una gran repercusión en aspectos que van desde lo cotidiano hasta lo político y económico, los cuales fueron abordados por ella en un trabajo doctoral en el campo de la salud pública.

Acero analizó actores como la comunidad, la academia, la industria, el Estado y los movimientos sociales, tanto en exposiciones de animales como en consultorios veterinarios, pet shops, peluquerías, entornos familiares, comités realizados por movimientos de protección animal, medios de comunicación y el Centro de Zoonosis de Bogotá e identificó que el ese furete lazo que se crea a partir de la interacción con perros y gatos puede ser influenciado por la soledad, la necesidad de dar y recibir afecto, y la pérdida de confianza en el valor de lo colectivo de las sociedades urbanas contemporáneas, unidas a la fuerte tendencia del mercado hacia la humanización de los animales.

Dichas relaciones también han sido promovidas por la economía de consumo, que ve a las mascotas como mercancía o sector de inversión, afirma Acero. En la actualidad el mercado en Colombia factura 632.000 millones de pesos anuales, siendo el rubro más representativo el alimento para perros y gatos, con cerca del 89 por ciento, lo que lo convierte en un producto más de la canasta familiar.

Además de la alimentación, el mantenimiento de una mascota oscila entre los 280.000 y 550.000 pesos mensuales según el tamaño del animal. Este cálculo incluye vacunación, desparasitación, peluquería e higiene, accesorios, microchip, guardería y gastos extras.

La investigadora resalta que existen relaciones equilibradas con los animales que pueden ser muy benéficas para sus tenedores: “Está bien que se les hable, porque esa es la forma que usamos para expresar sentimientos y establecer un vínculo afectivo, pero lo que no está bien es vestirlos o darles alimentos no adecuados a su dieta. La humanización también puede llevar a que los animales tengan problemas de conducta por apego exagerado a los humanos, y a sufrimiento de las personas”, concluye Acero.