A veces creemos que los perros “se portan mal”. Que ladran sin razón, que rompen cosas, que se ponen nerviosos o que simplemente “son desobedientes”. Pero si miras con atención, te das cuenta de que no es rebeldía: es reflejo.
Sí, reflejo de ti.
He notado que cuando estoy ansioso, mi perro no duerme bien. Cuando me siento frustrado, él no quiere comer o camina inquieto. Y cuando me abrazo a la calma, cuando respiro, él también descansa. Como si mi estado interior fuera un espejo donde él aprende a moverse.
No lo entendía al principio. Creía que su comportamiento dependía solo de su raza, su adiestramiento o su rutina. Hasta que comprendí algo más profundo: mi energía emocional es su entorno más inmediato.
Y eso cambia todo.
Porque resulta que los perros —y en general los animales— no solo leen nuestros gestos o tonos de voz; leen nuestra vibración. Nos observan desde un lugar silencioso y puro, sin juicios, solo sintiendo. Si estás tenso, lo perciben antes que cualquier humano. Si estás triste, se acercan sin que lo pidas. Si estás en caos, buscan armonizarlo como pueden.
Mi mente era un ruido constante, mi cuerpo una carrera, y mi energía, una tormenta. Y él, que no sabía hablar, solo podía responder con su cuerpo, con su conducta. Entonces entendí que no se trataba de “corregirlo” sino de curarme para que él pudiera sanar conmigo.
A veces exigimos obediencia cuando lo que hace falta es empatía. Queremos control cuando lo que necesitamos es conexión. Y pedimos calma cuando no la estamos ofreciendo.
Es duro aceptar que el bienestar de tu animal depende también de tu equilibrio, pero es una de las verdades más hermosas que puedes descubrir. Porque te devuelve a la responsabilidad amorosa: cuidarte también es cuidar.
Y no es magia. Es coherencia.
En el fondo, convivir con un animal es una escuela de autoconocimiento. Cada día te enseña algo sobre tus límites, tus emociones, tus rutinas. Es una forma viva de verte desde afuera.
En casa tenemos un dicho que aprendí de mi papá y que me acompaña cada vez que algo se desordena:
“Todo lo que ocurre afuera es un eco de lo que pasa adentro.”
Te dejo este artículo de lectura complementaria en Amigo de ese ser supremo en el cual crees y confías, donde reflexiono sobre cómo la energía y la fe moldean nuestras relaciones con los seres vivos que amamos. Porque todo vínculo verdadero nace del amor consciente.
También puedes leer en Bienvenido a mi blog una reflexión sobre el poder de la empatía en lo cotidiano. Ambos textos complementan este mensaje desde miradas distintas, pero con la misma raíz: la conexión real.
Agendamiento: Whatsapp +57 310 450
7737
Facebook: Juan Manuel Moreno Ocampo
Twitter: Juan Manuel Moreno Ocampo
Comunidad de WhatsApp: Únete a nuestros
grupos
Grupo de WhatsApp: Unete a nuestro
Grupo
Comunidad de Telegram: Únete a nuestro canal
Grupo de Telegram: Unete a nuestro Grupo
👉 “¿Quieres más tips como
este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp”.
