sábado, 29 de agosto de 2015

Deben nuestros hijos leer lo que quieran?

¿Deben nuestros hijos leer lo que quieran?

La lectura en los niños es fundamental, ya que con ella empiezan a obtener información, les hace desarrollar la memoria, aumentan su capacidad de observación y de análisis y empiezan a fijar su atención y a concentrarse en algo concreto.
Además, mediante la lectura, comienzan a potenciar su imaginación y aprenden sobre el mundo que les rodea. Si educamos a nuestros hijos a través de cuentos, libros e historias ellos se divertirán y se entretendrán mientras están aprendiendo sin darse apenas cuenta.
Para inculcar a nuestros hijos el hábito lector lo primero que debemos hacer es predicar con el ejemplo. Si queremos que ellos vean la importancia de la lectura, nosotros la tendremos que ver importante para nosotros mismos también; por lo tanto, es interesante que nos vean a menudo leyendo y disfrutando de los libros.
La lectura, desde que son muy pequeños, debe convertirse en una actividad especial, emocionante y de juego con nosotros. Compartir esos primeros momentos con ellos hará que el placer por aprender y por leer se contagie de ellos a nosotros y viceversa.
Los libros pueden aparecer en la vida de nuestros pequeños desde que son bebés. Durante sus primeros meses nuestro hijo ya disfrutará viendo los dibujos, colores e imágenes que tienen los libros y se divertirá.
Es fundamental que adecuemos la lectura en función de la edad que tienen los pequeños para poder sacar el máximo provecho de ellos y cumplan ese papel educativo que estamos buscando.

¿Qué características tienen que cumplir los libros para niños?

Los libros para niños, en general, deben cumplir algunas características para que sean adecuados a su desarrollo evolutivo y a sus capacidades cognitivas.
- Que tengan objetos e imágenes que les sean familiares como animales, partes de la casa, objetos cotidianos, etc.
- Fuertes y fáciles de limpiar. Lo ideal es que sean fuertes y resistentes y fabricados con materiales no tóxicos, ya que los zarandearán, los chuparán, etc.
- Que les resulten fáciles de abrir solos. Existen cuentos con asas o con páginas gruesas para que a ellos les sea más fácil de manipular y así les permita disfrutar de ellos cuando deseen.
- Pequeños, con poco peso y fáciles de llevar. De esta manera pueden llevarlos ellos mismos y disfrutar de ellos en cualquier sitio.
- Con palabras simples en las páginas. Que contengan términos familiares para ellos como dormir, bañarse, jugar… relacionándolas con el dibujo de su significado. De esta manera vamos introduciéndolos en la lectura y en el aprendizaje de la simbología de las letras y estamos afianzando las bases para la posterior enseñanza de la escritura.

¿Qué libro es el más adecuado en cada edad?

De 0 a 3 años:
- Con dibujos simples y familiares.
- Sin texto o con muy poco.
- Temas de su vida cotidiana: el colegio, la casa, la familia, animales, etc.
- Libros fáciles de manejar y resistentes.
- Libros de materiales blandos o de tela, sin puntas.
- Libros juego, aquellos que tienen diferentes texturas, efectos musicales y sonoros, con actividades manuales como pintar, recortar y colorear.
De 3 a 6 años:
- Continúan predominando las imágenes respecto al texto.
- Textos en forma de frases breves, en letra manuscrita o mayúscula.
- Libros ilustrados con un texto de máximo de dos frases que acompañan al dibujo.
- Libros de imágenes.
- Con textos muy bien secuenciados.
De 6 a 8 años:
- Empieza a equilibrarse la cantidad de texto e imagen.
- Con ilustraciones que complementan el texto.
- Se pasa de la letra manuscrita a la letra de imprenta.
- Narraciones muy cortas divididas en capítulos.

- Textos cortos, con pequeños diálogos y bien secuenciados.