sábado, 6 de junio de 2015

Los primeros amigos: aprendiendo a compartir

Los primeros amigos: aprendiendo a compartir

Entre los 2 años y medio y los 3 años, el niño empieza a jugar con otros niños por primera vez, compartiendo sus juguetes y colaborando en un proyecto común. Convivir con otros niños de su edad ya no es un acontecimiento casual en la vida del niño. Ahora, necesita el estímulo y la compañía de los demás. Los niños de 2 años, más que juntos, siguen jugando cada uno por su lado, pero la necesidad de verse e imitarse unos a otros se hace cada día mayor, aunque los encuentros vayan con frecuencia acompañados de empujones, golpes y pequeñas disputas por los juguetes. Si no ha asistido a un jardín de infancia anteriormente, ésta es la edad ideal. Cuanto más contacto tenga con otros niños de su edad, más rápido y fácil le será aprender a colaborar y adaptarse. Además las oportunidades de juego que se les pueden ofrecer en las guarderías son múltiples y variadas: un montón de arena y unos cubos de plástico, un juego de construcciones, una pelota, disfraces, etc. Los niños de esta edad, se cansan enseguida, y conviene que puedan hacer muchas cosas para distraerse. En este sentido es aconsejable que repartan el tiempo entre ejercicio físico y trabajos manuales para entretenerse. Cualquier juego es válido para que el niño aprenda a compartir.
Otra excelente oportunidad para entrar en contacto con otros niños es llevar a los pequeños a jugar a parques o plazas. En estos lugares, se forman grupos de niños y niñas de edades distintas, que juegan juntos, colaboran en alguna actividad, y, en definitiva, aprenden a convivir. Jugar de vez en cuando con niños mayores o más pequeños puede ser una oportunidad para aprender a relacionarse con otros niños. En las ciudades, los parques infantiles son el lugar idóneo para empezar a hacer amigos. Dado que los niños de estas edades son muy egoístas, la intervención del adulto es necesaria para enseñarles a compartir e impedir que los más fuertes dominen sobre los más débiles. La intervención de los adultos también puede ser útil cuando se trate de organizar alguna actividad colectiva, aunque no hay que estar siempre encima de ellos sin permitir que se dejen llevar por su imaginación.
Durante esta etapa empezará la socialización con el resto de niños, por lo que es importante estar preparado para lo que vaya a ocurrir. En nuestro curso de 2 a 3 años abordamos el proceso que inicia el pequeño al empezar a reconocerse e imitar a los demás.

Cómo actuar en caso de disputa en el juego

Los niños tardan en aprender a respetar los turnos y a compartir juguetes con otros niños de su edad. Por eso, el egoísmo propio de los niños de entre 1 y 3 años, que les impulsa a preservar los bienes materiales y afectivos, comporta, a menudo, pequeñas riñas entre hermanos o compañeros de juegos. En estos casos…
  • Los padres debemos intentar mantenernos al margen y solamente debemos interponernos cuando los ánimos se exaltan más de la cuenta.
  • No se trata de encontrar un culpable y un ganador, sino de buscar la solución que fomente la conciliación entre los implicados.
  • Los padres debemos saber que, a menudo, las peleas forman parte de un juego, por lo tanto tendremos que ser suficientemente hábiles para reconocer una pelea amistosa en la que no ha existido una agresión deliberada.
  • La disputa por un juguete entre dos niños de edades distintas suele acabar siempre igual: el mayor se adueña del juguete, mientras que el pequeño no tiene más remedio que reflejar su impotencia con una rabieta.
  • Si la riña es trivial hay que dejar que los niños, por pequeños que sean, discutan a su modo y manera, y vayan aprendiendo a ceder y tolerar las ideas de los demás.

Juegos para fomentar el compañerismo y la sociabilidad


  • Es sabido que no es necesario que exista un compañero para jugar con una pelota, pero lo que también es cierto es que los juegos con pelota son muy adecuados para aprender a compartir y a jugar en equipo. Los adultos podemos intervenir en el juego, ya sea como participantes o como organizadores. Es importante que los padres incitemos a los pequeños a jugar juntos a la pelota, que mediemos entre ellos imponiendo las reglas de/juego y que proporcionemos ideas atractivas para que los niños disfruten con el juego compartido.
  • Entre los 2 años y medio y los 3 años, cuando los niños empiezan a ser conscientes de lo que implica comprar y vender, disfrutan jugando a las tiendas. Asimismo, en estas edades es muy típico que niños y niñas se entretengan jugando a cocinar. Ambos juegos deben potenciarse, pues, como los juegos con pelota, permiten estimular la sociabilidad de los pequeños.