jueves, 25 de junio de 2015

Cómo hacer que tu hijo asuma responsabilidades en casa?

¿Cómo hacer que tu hijo asuma responsabilidades en casa?

Si queréis conseguir que vuestros hijos asuman responsabilidades en el hogar, organizad una asamblea en la que participe toda la familia. En ella, debéis completar una planificación que incluya las tareas que deben realizar. Para ser equitativos con vuestros hijos en el reparto de sus obligaciones, proponedles que elijan las tareas de acuerdo con la siguiente clasificación:
  •  Por preferencia. Cada uno tiene que pensar lo que le gustaría hacer o qué responsabilidad les apetecería asumir, como: sacar la basura, bajar al perro, poner y quitar la mesa, etcétera. Si optan por sus preferencias, es más probable que las cumplan.
  • Por viabilidad. Las tareas se dispondrán de acuerdo con los horarios escolares y a las actividades que tengan por las tardes o en el fin de semana, para que no entorpezcan sus planes y a la vez puedan cumplir con sus obligaciones.
  • Por destreza. De esta forma, las tareas les resultarán más cómodas y sencillas y, sobre todo, acordes con su edad.
Por supuesto, recordad que nunca debéis permitir que el reparto de tareas se realice por distinción de género, es decir, tareas de chicos y tareas de chicas. De esta manera educaréis en la igualdad. Y, por último, finalizad amablemente la asamblea dándoles las gracias por su cooperación.
Los padres y madres a menudo asumen responsabilidades que realmente no les corresponden a ellos, sino a sus hijos, pero que lo hacen con la mejor intención. Creen que es bueno para los hijos que mientras sean pequeños se dediquen únicamente a sus estudios y a sus actividades extraescolares. Los padres y madres, pensando en el porvenir de los hijos, quieren que únicamente se dediquen a estudiar, sin darse cuenta de que eximirles de ciertas responsabilidades sólo traería como consecuencia privarles del aprendizaje más importante: valerse por ellos mismos, ser capaces de tomar decisiones y responsabilizarse de ellas como personas autónomas e independientes.
Si vuestros hijos consiguen las cosas por la vía fácil, les estaréis demostrando que se puede tener todo a bajo precio y sin esfuerzo. Cuando quieran algo y no lo obtengan, desde muy pequeños, llorarán, tendrán rabietas y gritarán cada vez más alto para que les deis lo que piden. Con esta forma de actuar provocaríais en ellos que generen muy poca tolerancia a la frustración, por lo que buscarán hasta límites insospechados cualquier argucia para conseguirlo. Si optáis por darles todo, les estaréis proporcionando una educación que les convertirá en seres con comportamientos egocéntricos y en pequeños tiranos, que para satisfacer sus propias exigencias habrán aprendido actitudes y comportamientos de amenaza y desafío tanto frente a vosotros como frente a sus profesores, educadores e incluso amigos y compañeros.
Ya se trate de niños o de adolescentes o incluso de algunos de esos inquilinos treintañeros que aún viven con sus padres y siguen chupándoles la sangre y vaciándoles el monedero, el hecho es que cada vez asumen menos responsabilidades. Tienen todos los derechos y muy pocas obligaciones. Parece que, de un tiempo a esta parte, ellos ya no tienen que aportar tanto dentro de la familia, sino que les da todo hecho, no como en épocas anteriores en las que cada uno de los hermanos se responsabilizaba de sus tareas cotidianas desde pequeño y sin rechistar.

Si lo tienen todo desde niños, ¿existe algún motivo por el cual al llegar a la adolescencia quieran renunciar a esos beneficios? ¿Querrán dejar de seguir teniéndolo todo? Obviamente, no. Si no delegáis en ellos responsabilidades y tampoco les enseñáis ni les motiváis para que cooperen en casa, seguiréis siendo el mayordomo de vuestros hijos. Invertid tiempo en educar con firmeza y cariño para que cumplan con sus obligaciones y la batalla no estará perdida.