miércoles, 17 de junio de 2015

10 consejos infalibles para que tu hijo cumpla con sus responsabilidades

10 consejos infalibles para que tu hijo cumpla con sus responsabilidades

Si te encuentras ante una situación en la que tu hijo se rebela para no cumplir las tareas, te presentamos el siguiente decálogo para iniciarle en el cumplimiento de sus responsabilidades.
  1. Pídele que realice sólo una cosa, nunca varias a un mismo tiempo y mucho menos si no ha terminado la anterior tarea. Díselo una o dos veces, no más.
  2. Transmítele de forma clara y específica lo que quieres que haga en positivo, sin amenazas, y con un tono que refleje que das por hecho que lo cumplirá: “Cuando hayas recogido los juguetes, podremos salir a jugar al parque”.
  3. Asegúrate de que lo ha entendido. Para ello disgrega la tarea en otras más pequeñas que le ayuden a cumplir el objetivo. Por ejemplo, que recoja primero los juguetes con ruedas, después los muñecos, etcétera.
  4. No le humilles ni entres a trapo por el mero hecho de que no se ponga a hacerlo.
  5. Ten presente cómo se lo vas a decir, cuándo tendrá que realizar la tarea, qué pasará si lo hace y a qué consecuencias se tendrá que enfrentar si no es así.
  6. Si no cumple, deja que afronte las consecuencias lógicas. Por ejemplo, no permitas que siga jugando con su juguete favorito. Si comienza a recoger aunque sea lentamente y tienes prisa, no le interrumpas, ya que se ha puesto manos a la obra. Recuerda la frase de Rudolf Dreikurs: “No hagas por los niños lo que puedan hacer por sí mismos”.
  7. Si tu hijo está en torno a los ocho o nueve años, la consecuencia de no obedecerte puede ser retrasar su actividad extraescolar favorita por haber perdido el tiempo e incluso no permitirle acudir a esa actividad si no ha cumplido con lo ordenado. Recuerda, díselo en positivo: “Cuando hayas recogido los juguetes podremos ir a tu clase de baile” o “Iremos a patinar en cuanto recojas los juguetes que están en el suelo de tu habitación y los metas en el baúl”.
  8. Pídeselo con tiempo suficiente. No le digas “Recoge tus juguetes” justo en el momento de marcharos. Si no le das tiempo, no lo cumplirá y acabarás saliendo de casa atropelladamente para no perder su clase. Con ello el niño aprenderá que tampoco es tan importante cumplir con las obligaciones, puesto que tú también eres capaz de saltártelas.
  9. Utiliza un lenguaje preciso y operativo: “Recoge los juguetes que están por el suelo y mételos en el baúl”. El mensaje “Recoge tu habitación” es ambiguo y poco preciso, ya que tu hijo no sabe dónde está el límite a la hora de acabar de ordenar su habitación. Normalmente lo que para un niño está suficientemente recogido no se corresponde con nuestras expectativas.
  10. Aplica el refuerzo positivo. Muéstrale reconocimiento por cumplir la responsabilidad asignada con una frase amable y sin exagerar, acorde con el esfuerzo realizado: “Muy bien, has dejado los juguetes recogidos, gracias”. Tampoco es que haya descubierto América. Y, sobre todo, valora positivamente sus intentos, no la perfección, ya que es mucho más motivador.
Con este tiempo bien invertido en su educación, habrás depositado tu primer granito de arena para todos los aprendizajes futuros. Si continúas en esta línea educativa, jamás dirás: “Mi hijo es un irresponsable, todo se lo tengo que hacer yo”, y tu hijo se sentirá bien, asumiendo responsabilidades casi como un juego y apenas sin esfuerzo, lo que le proporcionará una sana autoestima y gran autonomía.

Recuerda:


Tu hijo no nace con el sentido de la responsabilidad, ésta la aprende a través de la práctica y de la manera en la que consigas que le implique en sus propios hábitos y rutinas desde pequeño. Tiéndele la mano pero no hagas las cosas por él, si no le estarás privando de la maravillosa oportunidad de aprender a ser una persona autónoma y responsable con sus cosas.