viernes, 14 de octubre de 2016

Suelte el cel y míreme

Durante un descanso en un colegio de Manizales los estudiantes aprovecharon para revisar sus redes sociales y chatear. 

Jóvenes piensan que es irrespetuoso usar el celular mientras se conversa. 9 de 15 estudiantes aseguran usar el celular más de seis horas diarias. El Ministerio de las TIC da recomendaciones. Cuelgue.

Suelte el celular mientras come o míreme cuando le hablo. Estas son frases cada vez más comunes en los hogares. La dependencia durante el día a dispositivos móviles aumenta, como lo evidencian 9 de 15 jóvenes consultados.
Los celulares los usan en los almuerzos, en la espera en el tráfico, mientras estudian o en el recreo. Solo esperan a que suene la campana en la mitad de la mañana para sentarse en los corredores a mirar Facebook o ver videos de Youtube.
Este hábito descortés se llama phubbing, que en inglés traduce teléfono y grosería. Se refiere a ignorar a la persona que se tiene al frente y prestarle más atención al dispositivo móvil.
Según una encuesta de julio del 2015, realizada por la organización Science Direct, a 453 adultos en Estados Unidos, el 46,3% de las personas dijo haber sido reemplazado por su pareja por un teléfono inteligente, mientras que 22,6% acusó a esta actitud de generar conflictos en el hogar.
También asegura que el 36,6% de los encuestados se siente deprimido porque su pareja realiza esta actividad con frecuencia.
La docente Diana Margela Tangarife, de la I.E. Malabar, indica que los menores crean una dependencia. "Es algo malo que afecta la comunicación y los procesos de socialización, se acaban las actividades en las que se comparten con otros", comenta.
A esta apreciación se suma Myriam Gutiérrez, profesora de la I.E. Santa Teresita de Chinchiná. Ella considera que los adolescentes exageran en el uso del celular. "La situación académica de muchos se deteriora por darle prelación al celular". Concluye que en la familia causan también el distanciamiento y relaciones frívolas.
Cinco recomendaciones
El Ministerio de las TIC recomienda cinco tareas para evitar o controlar el uso excesivo del celular mientras se comparte con otras personas.
1. En momentos
Evite usar el celular para navegar en la noche, muy temprano en las mañanas o durante los fines de semana. Estos son momentos para conversar en familia o realizar actividades como leer un libro o hacer deporte.
2. Antes de dormir
No navegue desde el teléfono al menos una hora antes de acostarse. Según algunos expertos, las pantallas electrónicas producen una estimulación que genera problemas para conciliar el sueño.
3. A comer
La mesa es para comer, no para chatear. Las horas del desayuno, el almuerzo y la cena suele ser un momento de integración en familia o con amigos. Utilizar teléfonos inteligentes mientras se come algo es un acto de mala educación.
4. Sin alarmas
No uses el celular como alarma. Recomiendan sacar el teléfono del cuarto para evitar la tentación de revisar las redes sociales o correos electrónicos. Se puede conseguir un despertador, diferente a un dispositivo móvil.
5. Más actividades
Escribe una lista de actividades para hacer sin el teléfono. Jugar cartas con la familia, caminar con los amigos, leer un libro, aprender a cocinar o simplemente ir a cine son ejemplos.
Dependientes al celular
Niños y adolescentes cuentan sobre el tiempo que destinan al uso de dispositivos móviles. También opinan sobre las personas que prefieren revisar sus mensajes en el celular que interactuar con personas o almorzar.

jueves, 13 de octubre de 2016

Las preocupaciones sexuales de los preadolescentes en las redes

Compartir imágenes en sus redes sociales les genera pertenencia e identidad con sus pares.

Los adolescentes tienen que lidiar permanentemente con el ciberacoso, el grooming, el sextting y otras sofisticadas formas de violencia virtual.
Los adolescentes tienen que lidiar permanentemente con el ciberacoso, el grooming, el sextting y otras sofisticadas formas de violencia virtual.
 El impacto del uso de las redes sociales en el desarrollo de niños y jóvenes es un tema sobre el que hay mucho por decir, especialmente, en lo que se refiere a si esta influencia es positiva o, al contrario, afecta de manera negativa la formación de una personalidad y una identidad sana.
Un tema muy importante tiene que ver con la construcción y vivencia de la sexualidad. Diversas investigaciones apuntan a que muchos comportamientos ya constituyen una tendencia cultural que puede ser muy perjudicial para los jóvenes.
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Del número exagerado de horas que pasan conectados y la cantidad infinita de mensajes que se envían, una gran parte están relacionados con contenidos sexuales. Los jóvenes están expuestos a contenidos que expresan sentimientos, actitudes y creencias acerca de la sexualidad y la sensualidad que, con frecuencia, no corresponden a su etapa evolutiva ni a su nivel de desarrollo cognitivo y emocional.

A esto se suma la curiosidad característica de esta edad, la presión de grupo y el hecho de que la mayoría de las interacciones de los jóvenes de hoy tienen lugar en las redes a las que acceden con gran facilidad.
En este contexto hipersexualizado, las relaciones son muy exigentes y demandan de los jóvenes muchas habilidades y destrezas que aún no poseen. El foco está puesto en la apariencia, por lo que deben estar atentos a definir qué compartir de sí mismos para posicionar su imagen.
Cuál es su mejor cara es un tema de permanente preocupación que se vincula con la necesidad de autoafirmación a través de lo que publican. Ser atractivos sexualmente es muy importante y está vinculado con la propia sensación de valía.
Pero además, deben responder a la exigencia de parecer adultos experimentados, lo que resulta un poderoso estímulo para arriesgarse a vivencias que con frecuencia no saben cómo enfrentar, pero que normalizan en el “todos lo hacen”.
La información que suben a redes es un arma de doble filo que, por un lado, les ofrece reconocimiento y beneficios sociales. Compartir imágenes en Instagram o Snapchat es muy llamativo, les genera pertenencia e identidad con sus pares. Es cierto que las fotos con contenidos sexuales son las que más likes consiguen, pero al tiempo corren el riesgo de ser víctimas de acoso sexual, de chantajes que no prevén a través de, incluso, videos comprometedores que se vuelven virales.
Los adolescentes tienen que lidiar permanentemente con el ciberacoso, el grooming, el sextting y otras sofisticadas formas de violencia virtual, las cuales lesionan su dignidad, integridad y seguridad.
Muchos están conscientes de sus efectos adversos, pero no saben qué hacer. Se preocupan, inquietan y muchas veces se angustian y deprimen, porque además pueden fácilmente pasar de víctimas a victimarios o al contrario.
No saben cómo ceder a la presión sin marginarse, cuál es la medida para aparecer recatados o liberados con respecto a la sexualidad y no les resulta tan sencillo diferenciar entre la vida real y virtual. Estas son habilidades de alta ingeniería emocional y social.
Requieren mucha orientación y acompañamiento inteligente, informado y objetivo por parte de los adultos, para leer entre líneas esta nueva realidad social y que la sexualidad se constituya en una experiencia placentera y enriquecedora y no en una fuente de dolor y sufrimiento.

miércoles, 12 de octubre de 2016

Cómo manejar las pataletas de los niños?

Expertos recomiendan no ceder ante el chantaje, mantenerse firme y actuar con calma siempre.

Los adultos y cuidadores tampoco deben caer en los gritos o el desespero; por el contrario, deben tener el control de la situación.
Los adultos y cuidadores tampoco deben caer en los gritos o el desespero; por el contrario, deben tener el control de la situación.
Hace unos años circuló un video en redes sociales en el que un pequeño le decía a la cámara que él sabía cómo lograr que su madre le comprara los dulces en el supermercado. Paso seguido, se mostraba cómo, en la góndola, el niño empezaba a gritar, a llorar y se tiraba al piso, y su mamá, apenada y avergonzada, le compraba los caramelos.
El video resultaba muy divertido porque mostraba cómo el menor era consciente de lo que estaba haciendo y cómo manipulaba al adulto a su antojo, pero mostraba todo lo que no se debe hacer.
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El niño tenía unos 4 o 5 años de edad, que no es aquella edad en la que son más frecuentes las pataletas en los niños (hacia los 2 o 3 años), pero por su actitud era evidente que comportamientos como ese le habían dado resultado a lo largo de su corta vida y que su madre había cedido, muy equivocadamente, ante actitudes como esa en muchas otras oportunidades.

La mayoría de los niños hace pataletas hacia los 2 o 3 años porque no sabe expresar adecuadamente sus emociones y tampoco logra identificar qué es lo que está sintiendo. Para enseñarle a un pequeño la forma correcta de comunicar sus emociones, es importante que el adulto jamás le dé gusto cuando hace pataletas. Si la respuesta es hacerle caso al pedido del niño, él entenderá que la pataleta sí es una forma correcta de comunicación y que con esta logra lo que quiere.
Juliana Gallo, educadora y directora de un jardín infantil, considera que el adulto debe ignorar la pataleta y jamás ceder ante ella, y –explica– si se presenta en público es porque ya le ha funcionado muchas veces en privado. Por eso es importante revisar el comportamiento en la casa, analizar detalladamente si ya han sucedido casos similares en otros lugares y cambiar inmediatamente de actitud. Jamás volver a ceder.
El ideal es que el niño entienda, desde el primer momento, que las pataletas no lo llevan a ningún lado y por eso deben frenarse, antes de que lleguen a hacerse en cualquier lugar fuera de la casa.
Cuando el niño grite, llore, se tire al piso y dé patadas en un lugar público, la mamá o el papá pueden decirle frases como: “esa no es una forma adecuada de pedir lo que quieres y ya te expliqué que no te voy a comprar el juguete”.
No al chantaje
También es muy importante que el adulto no haga falsas promesas con palabras como “mañana te lo compro” o “dentro de ocho días volvemos”. En primer lugar, ocho días es un plazo que un niño de 2 años no logra entender, es una medida de tiempo fuera de su comprensión, y en segundo lugar, los padres deben decir la verdad y el pequeño debe aprender a creer en ellos.
El adulto jamás se debe igualar al pequeño, no debe gritar, no debe subir el tono de la voz, debe hablar muy calmado.
También es oportuno que reconozca el sentimiento de su hijo. Muchas veces, el pequeño tiene hambre o cansancio y no logra descifrar lo que sucede, por eso hace lo que las abuelas llamaban un ‘berrinche’.
Lo mejor es que la madre o el padre reconozcan la sensación del niño, la validen y le expliquen que no van a ceder ante su pedido.
Esto se puede hacer con frases como: “entiendo que tienes hambre y ya vamos a la casa a comer algo, pero ahora no te voy a dar el muñeco”. O “entiendo tu rabia porque no te voy a comprar los chocolates y es válida, pero esa no es la forma correcta de actuar”.
Es muy importante que el niño entienda que tiene derecho a sus emociones y sentimientos, y que no se le está reprochando o juzgando por tenerlos sino por la forma de expresarlos; de la misma manera, es bueno que sienta que su madre o su padre lo comprenden emocionalmente.
Si el niño insiste y continúa con su actitud, el adulto puede retirarse del lugar con su hijo sin gritarle, sin subir la voz, sin maltratarlo. Sencillamente le dice algo como: “veo que estás cansado, nos vamos para la casa”.
En el momento indicado
Tampoco es oportuno regañar al niño en esos momentos o enfrascarse en conversaciones muy largas; en esa actitud el niño no quiere entender ni razonar y tiene tantos revueltos de emociones que no prestará atención a las palabras del adulto. La actitud de serenidad y de no ceder será suficiente ejemplo para que el pequeño entienda.
Después del incidente es posible enseñarle al pequeño que, si desea pedir algo, debe hacerlo con palabras. Hay que darle ejemplos de cómo hacerlo y explicarle que no por eso se le dará gusto en todo, pero sí será la forma correcta de comunicarse con los demás y de que ellos escuchen sus palabras.
Juliana Gallo explica que ignorar las pataletas en público no siempre resulta sencillo y claramente es más fácil decirlo que hacerlo, pero es enfática en que los padres jamás respondan a ellas dándoles gusto a sus hijos. La experta continúa diciendo que para los padres no debe ser fácil ver el espectáculo en un restaurante, en un supermercado o en un parque, pero deben entender que precisamente el pequeño reacciona así porque sabe que, dicho popularmente, tiene a sus padres en la mano y que las miradas y los juicios de los demás pueden atormentarlos.
Momentos como esos pueden ser incómodos, pero deben pensar que la prioridad es la educación de su hijo y que si no lo frenan ya, tarde o temprano tendrán que hacerlo, porque seguirá recurriendo a actitudes como estas mientras le den resultado.
Si realmente los padres no pueden soportar situaciones como estas, lo mejor es retirarse del lugar sin escándalos y sin gritos. Siempre con tranquilidad.
Lo mejor es que no se conviertan en otros niños que no saben manejar sus emociones y no se sumen a la vergüenza pública. Recuerden, los adultos son ustedes y el ejemplo siempre educa.

martes, 11 de octubre de 2016

Cinco caminos del esqueletico a la escuela

El conocimiento del cuerpo humano, unido a la imaginación, produjo cuentos de estudiantes de cuarto del Institución Educativa Villa del Pilar sede A. La profesora Claudia Gutiérrez les propuso escribir historias sobre un esqueleto niño que no quiere ir a estudiar.

El desobediente
Daniela Ciro
Había una vez un esqueleto que no quería ir a estudiar, se la pasaba jugando en la calle con sus amigos. Cada que lo llamaba su mamá para ir a la escuela nunca obedecía.
Su madre al ver que su hijo no le hacía caso habló seriamente con papá esqueleto. Cuando menos lo pensó el niño esqueleto fue llamado por su padre para llevarlo a estudiar. Pero no obedeció y ahí todo cambió.
Papá esqueleto lo castigó, el niño muy ofendido preguntó: -"¿Por qué me pegas?" Su padre ya más calmado le contestó: -"Me enteré de tu mal comportamiento, me siento muy triste y decepcionado. De hora en adelante tú y yo vamos a hacer un trato: te vas a portar bien, vas a ir a estudiar y serás obediente. Prométeme que vas a ser el mejor de tu clase, sacarás buenas notas y de esta manera todo en tu vida será mejor".
El padre agregó que la recompensa es el cariño desbordado de mamá y él, rodeado de muchos besos y abrazos. "Si cumples te daré un regalo. Te amo hijo mío, ponlo en práctica y serás el mejor.
El perezoso
Sergio Vélez
Una mañana se levantó el esqueleto muy perezoso para ir a estudiar. Lloraba y lloraba porque no quería ir al colegio y porque le colocaban mala nota.
Entonces un compañero llamado César le dijo: "Anímate a estudiar para que puedas salir adelante". El esqueleto contestó: "¿Y cómo?
César le explicó: "Con el apoyo de tus padres y tu responsabilidad, poniendo de tu parte. Por fin el esqueleto recapacitó y salió adelante para cumplir sus metas.
El triste
Johan Esteban Carrillo
En el Valle de los Cedros estaba el pueblo de los esqueletos que vivían felices. Allí había un esqueleto pequeño con un diente de menos y una costilla de más y las señoras esqueletos lo cuidaban con amor.
Su deporte favorito era saltar desde las alturas. Era difícil, pues al caer los huesos se esparcían por todos lados y tenía que ayudarlo el esqueleto quiropráctico para armarlo de nuevo.
Los otros esqueletos pequeños iban al colegio y aprendían la importancia del calcio en sus vidas. El pequeño esqueleto crecía acomplejado y era el único que no quería ir al colegio. Mamá esqueleto le decía que era afortunado al contar con el cariño de los demás.
Los esqueletos más viejos se reunieron para deliberar sobre el futuro del pequeño. La tristeza le empezó a afectar la salud. La mamá trató de animarlo a ir al colegio y se sorprendió al ver a su hijo esqueletico que bostezó, estiró sus huesitos y exclamó: "¡Mamá! Quiero ir a estudiar".
El presumido
Nicolás Franco
Había una vez una familia de esqueletos, en la que el hijo menor no quería ir a la escuela porque creía que lo sabía todo. Aunque su hermano mayor era profesional, el esqueletico no quería seguir su ejemplo.
Cuando él estaba con sus amigos se sentía mal porque hablaban del colegio y él no entendía. Pero seguía pensando que no era importante.
Un día cuando esqueletico iba para su casa se encontró un libro de matemáticas, español y naturales con ilustraciones muy lindas. Sin pensarlo dos veces quiso aprenderlo todo, le dijo a su mamá que quería aprender y entrar a la escuela.
Desde ese día prometió que estudiaría para ser alguien en la vida.
El mentiroso
Franklin Mateo Ciro
Había una vez un esqueleto que tenía que ir la escuela, pero no le gustaba. Su mamá le decía: "Tienes que levantarte porque llegarás tarde". Atendió el consejo, pero se fue para la casa de un amigo.
Después de terminar las clases había reunión de padres y como el esqueleto no había ido la profesora llamó a la mamá para decirle que su hijo no había asistido y para informarle de la reunión. La mamá muy preocupada se fue corriendo a buscar al esqueleto, después de un rato lo encontró en el parque jugando con sus amigos, lo cogió de una costilla y le dijo con voz alta: ¿Por qué no fuiste a clase? y lo llevó directo a casa.
La mamá le advirtió que si pasaba otra vez se iría a vivir con el papá. Al día siguiente la mamá de esqueleto fue a la escuela y la profesora le dijo que él era muy indisciplinado en clase; mamá esqueleto llamó al papá y mandó a esqueleto con él por ser tan desobediente.
Esqueleto se puso a llorar, él no quería vivir con el papá y la mamá se puso muy triste. Después de mucho tiempo viviendo con su papá, esqueleto fue a visitar a la mamá y el padre le contó maravillas de su hijo. Esqueleto pudo volver a casa de su mamá para vivir con ella, se volvió más responsable y juicioso con sus deberes. Le gustaba mucho ir a la escuela todo gracias a su papá.

lunes, 10 de octubre de 2016

Corte ordena al Gobierno permitir a estudiante vestir según su identidad sexual

La Corte Constitucional le ordenó al Ministerio de Educación y a las entidades correspondientes de las instituciones educativas en el país que desarrollen un plan que contenga el respeto para quienes desean utilizar el uniforme de acuerdo a su identidad sexual y de género.

domingo, 9 de octubre de 2016

Hablar sin tapujos, receta contra embarazos adolescentes

Una madre adolescente en el municipio rural de Bonpland, en la norteña provincia argentina de Misiones. América Latina es la segunda región del mundo en fecundidad temprana, detrás de África subsahariana.

En América Latina una de cada cinco mujeres son madres antes de los 19 años.
Fabiana Frayssinet

En un lenguaje directo, un video argentino explica a los adolescentes como vivir el sexo con placer y al mismo tiempo con cuidado. Una campaña sin tabúes, necesaria en los países de América Latina donde una de cada cinco mujeres son madres antes de los 19 años.
“Para que el sexo funcione bien, las dos personas tienen que tener ganas y eso significa tanto estar seguro de querer hacerlo, como de estar de humor, o sea estar calientes”, dice la psicóloga Cecilia Saia, autora del video Hablemos de sexo, divulgado en redes sociales y destinado a adolescentes y preadolescentes.
La pieza, producida por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), integró la campaña “Hacéte el Test de No-Embarazo” y fue también distribuido a adolescentes, para que “sepan cómo tomar decisiones libres e informadas acerca de ser madres y padres”.
La campaña se difundió por Youtube y otras redes sociales, con mensajes directos y el lenguaje propio de los adolescentes. “Esto permitió llegar a adolescentes de 14 a 18 años grupo al que habitualmente es difícil llegar en campañas de este tipo”, subrayó.
Justamente, para llamar la atención sobre la necesidad de promover medidas para un desarrollo en condiciones de igualdad para ellas, este año, el Día Mundial de la Población, que se celebró el 11 de julio, tuvo como tema el de la inversión en las niñas adolescentes.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) precisa que una de cada cinco mujeres del Cono Sur americano (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) será madre antes de terminar la adolescencia, en un área donde más de 1,2 millones de los nacimientos anuales son de madres adolescentes.

Riesgos
Alma Virginia Camacho-Hübner, asesora en salud sexual y reproductiva para América Latina y el Caribe de UNFPA, señaló que el embarazo adolescente tiene implicaciones a nivel individual, como la morbimortalidad materna, asociada entre otros factores a los riesgos derivados de los abortos inseguros.
También multiplica la prematurez y el bajo peso de los hijos al nacer, en particular de madres menores de 15 años.
En el caso de los sistemas de salud, el costo de la atención del embarazo, parto, postparto y cuidados del recién nacido, es superior al costo de las intervenciones de promoción y prevención del embarazo.
En cuanto a la educación, el estudio muestra que el abandono escolar precede al embarazo. “La principal consecuencia del embarazo es la interrupción de la escolaridad, aunque en muchos casos ya la han abandonado al momento de embarazarse, pero no las retoman luego por el cuidado del hijo”, acotó Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer en Argentina.
“Me parece importante invertir en la educación de las mujeres adolescentes que incluye la educación sexual integral y que puedan decidir si quieren o no tener hijos. El tema no es acabar con el embarazo en la adolescencia, pero sí que sea elegido, que no ocurra por accidente”, Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer.

sábado, 8 de octubre de 2016

El pangolín, el extraño mamífero amenazado por el tráfico ilegal

ONG estima que cada año en África y Asia son capturados 100.000 ejemplares.

Considerado el único mamífero recubierto de escamas, devorador de hormigas y termitas, además de ser el que más sufre el tráfico ilegal en el planeta, con más de 100.000 ejemplares capturados cada año

Considerado el único mamífero recubierto de escamas, devorador de hormigas y termitas, además de ser el que más sufre el tráfico ilegal en el planeta, con más de 100.000 ejemplares capturados cada año
La voracidad de chinos y vietnamitas por degustar animales salvajes y las creencias de la medicina tradicional amenazan la supervivencia del pangolín, un pequeño animal de aspecto prehistórico con forma de oso hormiguero y piel de caimán que vive en las selvas de Asia y África.
Considerado el único mamífero recubierto de escamas, este devorador de hormigas y termitas (engulle hasta 200.000 insectos al día) es el animal que más sufre el tráfico ilegal en el planeta, con más de 100.000 ejemplares capturados cada año.
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Según la organización vietnamita Save Vietnam Wildlife, la única del país que rescata pangolines en cautividad y los reintroduce con éxito en la selva, Vietnam es uno de los lugares donde más rápido desciende su población.

"El pangolín es el animal más traficado del mundo, con una estimación de 100.000 ejemplares capturados cada año en África y Asia, uno cada cinco minutos", explica Gillian Fuller, vocero de Save Vietnam Wildlife.
"No sabemos exactamente cuántos ejemplares quedan, pero son una especie muy rara y están incluso extinguidos por completo en algunos lugares del país debido al tráfico ilegal. Entre 2005 y 2013 se confiscaron 2.165 pangolines a traficantes en Vietnam", añade.
Los datos oficiales son solo la punta del iceberg, y pese a las restricciones legales que desde el 2006 prohíben el comercio de estos mamíferos, es relativamente sencillo encontrarlo en el menú de algunos restaurantes en las principales ciudades vietnamitas.
En el Pho 79, un céntrico restaurante de Ho Chi Minh (antigua Saigón) especializado en animales salvajes, el camarero recibe al comensal con el menú oficial, que incluye especialidades como el jabalí, la serpiente o el cocodrilo. Cuando ve que no se decide, menciona que también ofrecen platos especiales fuera de carta, como el puercoespín o el pangolín (llamado "dede" en vietnamita).
Ante la curiosidad del cliente, le muestra fotos del extraño mamífero en su teléfono móvil y le indica que tienen ejemplares vivos en la parte trasera del local, pero solo se pueden ver una vez pagados.
El precio, disuasorio para un vietnamita medio (entre 180 y 200 dólares por kilo, unos 400 o 500 dólares por un ejemplar), no echa atrás a empresarios que intentar impresionar a nuevos clientes o a personas adineradas que quieren darse un homenaje.
"Muchos hombres de negocios lo piden. Le quitamos las escamas y lo servimos hervido, es una carne muy tierna", apunta el camarero. Además de sus supuestas virtudes culinarias, muchos lo consumen por sus supuestas cualidades afrodisíacas, como ocurre con otros animales salvajes.
Las escamas no se comen, pero están muy cotizadas en la medicina tradicional, ya que se usan para fabricar supuestos remedios contra dolencias como el cáncer y enfermedades hepáticas.
Sin embargo, la prohibición sí parece funcionar mejor en este ámbito: en el barrio de las boticas tradicionales de Ho Chi Minh los vendedores miran recelosos a quien pregunta por remedios fabricados con escamas de pangolín y se apresuran en decir que no los venden. Solo una comerciante se anima a mostrar un pequeño bote con escamas secas que dice conservar como recuerdo.
"Ya no es como antes. A veces vienen periodistas o policías camuflados y la gente se ha asustado. Algunos lo pueden conseguir, pero solo para clientes de confianza", revela. Según los datos de Save Vietnam Wildlife, las escamas de pangolín se venden a precios de entre 600 y 1000 dólares por kilo.
Como ocurre con la protección de otros animales amenazados por los furtivos y las creencias de la medicina china tradicional, como el oso o el cuerno de rinoceronte, el cambio de mentalidad en la población se vislumbra como la única forma de lograr un éxito a largo plazo. "Hemos hecho campañas y talleres informativos para cambiar el comportamiento y los resultados son cada vez mejores", afirma Fuller.