viernes, 31 de julio de 2015

Salir del piloto automático

Salir del piloto automático

Parece que el mundo en el que vivimos hace que nuestras vidas vayan a una velocidad que no controlamos para nada. Todo sucede con una rapidez vertiginosa. Esta velocidad nos ha llevado a vivir muchas de nuestras situaciones en piloto automático.
                             ¿Qué significa vivir en piloto automático?
Significa hacer varias cosas sin centrarnos realmente en lo que estamos haciendo, significa reaccionar mecánicamente ante las situaciones sin haber reflexionado en las diferentes opciones que se pueden plantear, en analizar las diferentes respuestas que podemos dar ante una misma situación y lo que es peor no valorar las consecuencias de nuestros actos.
Creo que nuestros hijos también están adoptando esta manera de funcionar y por eso os propongo estos pequeños ejercicios que practico con mi hija. Son muy sencillos y como no tengo la patente podéis modificar y adaptar a vuestro gusto o conveniencia.
1.- Cambiar el camino que hacemos para llegar a la escuela. Por la mañana mi hija se levanta con una energía envidiable y con una verborrea que no entiendo de dónde sale, pues bien para aprovechar esos 10 minutos que tardamos en llegar a la escuela, decidí ir cambiando el camino. Hay veces que el camino es más largo y damos rodeos, pero qué más da. Le pido a mi hija que observe y me relate las diferencias que va encontrando….  ¿qué consigo con eso? Focalizar su atención en el ahora, desautomatizar y flexibilizar su conducta delante de una rutina cotidiana. ¡¡Salir del piloto automático!!
2.- Focalizar su atención en un compañero de clase cada día distinto y observarlo como si fuera una espía, luego comentamos qué ha aprendido de él/ella nuevo que no conocía. Me sorprende su gran observación. Debe fijar su atención en lo que dicen y hacen y sobretodo aprender a analizar sus gestos, sus caras, sus respuestas. En el parque, cuando vamos, le enseño a interpretar caras. También lo hacemos como un juego.
3.- Cambiar los roles en  casa, ella hace de madre o padre y yo de hija. Aprendemos a ver cómo nos ven, bajo su prisma. De ahí podemos hacer  autocrítica y discutir qué deberíamos cambiar y cómo.
4.- Cuando miramos la televisión juntas, bajar el volumen a cero cuando hay anuncios y comentar lo que estamos viendo. Muchas veces jugamos a poner voz a esos anuncios que sólo visualizamos y por tanto mezclamos un rato de juego.

Para mí, por tanto salir del piloto automático significa cambiar esas rutinas que tenemos tan interiorizadas y buscar nuevas maneras de hacerlas, si además las convertimos en juego, poco más podemos pedir.