Te recomendamos seguir estos consejos para que consigas
remediar la situación antes de que tus amigos y familiares desistan de ir a
verte por culpa de tu peludo.
Algunos perros se ponen muy contentos cuando llegan
invitados a la casa y se acercan a ellos tranquila y juguetonamente. Otros, sin
embargo, empiezan a actuar de manera ansiosa ante la presencia de extraños, y
les gruñen, ladran o saltan encima sin parar; ni hablar de aquellos animales
que no cesan de velar comida a quienes estén en la mesa, entre otras conductas
que pueden ahuyentar hasta al más paciente.
En ciertos casos, este tipo de comportamientos se presentan
porque las mascotas quieren llamar la atención a toda costa y dejar claro que
ellas están al mando; en otros, se debe a que se sienten temerosas frente a la
llegada de alguien nuevo, o también, porque obedecen a su instinto de defender
el territorio frente a posibles amenazas. Sea cual sea la razón, lo cierto es
que conductas así logran convertir un momento que debería ser agradable en un
rato molesto para todos (incuso la mascota); todavía más cuando no se sabe qué
hacer para controlar la situación y se opta por reprenderlo a los gritos o por
encerrarlo, lo cual suele empeorarlo todo.
Te recomendamos leer: 5 Tips para dominar la caminata con tu
perro
¿Y qué hacer?
Si has pasado por una situación similar a lo que
describimos, es fundamental que tomes cartas en el asunto lo antes posible,
para evitar que el problema se torne crónico y conseguir que el animal asimile
a las visitas como algo positivo. Estas recomendaciones pueden ayudarte:
El líder de la manada
Tu animal debe tener claro quién es el líder. Saltar sobre
alguien es una manera de transmitir que él lo es y, por tanto, se trata de una
conducta que no puedes promover. Cuando llegues a casa, por ejemplo, no le
prestes atención ni le demuestres afecto, pues tu animal aprenderá que,
saltando sobre ti, consigue lo que quiere y que aplaudes su comportamiento.
Espera un poco y salúdalo cuando ya esté calmado. De este modo irás
consiguiendo que también deje de arrojárseles a tus invitados.
Buenas ‘mañas ‘
En el momento en el que tu perro tenga claro que eres el
líder, te obedecerá. Enséñale que debe sentarse y permanecer quieto cuando vas
a abrirle la puerta a algún invitado; siempre usa frases cortas para impartir
las órdenes (tales como “sentado” y “quieto”). Entretanto, pídele a tu visita
que entre a casa sin saludar a la mascota, para evitar conductas
inapropiadas.
Te puede interesar: el invento para que no recojas la “caca”
de tu perro.
La presentación
Transcurrido un tiempo prudencial, convida a tu invitado.
Primero tócalo tú, para que tu perro perciba su olor a través de tu mano y
luego deja que lo olfatee; insístele a tu visita que es importante que se lo
permita y que evite hacer movimientos bruscos que lo asusten o emocionen en
extremo. Una vez tu mascota termine de conocer al recién llegado, y si se ha
aproximado de modo tranquilo, recompénsala con un elogio, un juguete o con uno
de sus bocados favoritos.
No a las miradas ‘antojadas ‘
En lo que respecta a las famosas “veladas” de comida, el
camino es más sencillo: nunca le des a tu perro de tu comida, pues si lo haces,
se puede llegar a acostumbrar y se irá sobre ti o sobre tus invitados cada vez
que se sienten a la mesa o que alguno intente llevarse un bocado a la boca.
http://www.4patas.com.co/perros/comportamiento/articulo/que-hago-con-mi-perro-que-se-porta-mal-con-las-visitas/4085?utm_source=newsletter&utm_medium=mail&utm_content=4patas&utm_campaign=2016_11_29