jueves, 8 de diciembre de 2016

Cinco trucos para que su hijo le haga caso

Estas son algunas recomendaciones para los papás que no saben cómo lograr que sus pequeños sean obedientes.



Criar hijos no es una tarea fácil. En medio de esa labor diaria una de las cosas más difíciles para los papás es establecerse como figuras de autoridad sin maltratar a los niños y sin dejársela ‘montar’, pues muchos de ellos tienen un carácter difícil y hacen pataletas. Estos son algunos consejos prácticos para no desfallecer en el intento.
  1. Trátelos suavemente
Las palabras tienen un impacto enorme y los papás deben pensar bien antes de regañar a sus hijos. La mejor forma de evitar que los pequeños se vuelvan patanes y rebeldes es tratarlos siempre con cariño y hablarles de forma propositiva. Los expertos aseguran que ellos van a seguir más las indicaciones que les dan si lo hacen con suavidad y mucha paciencia. No se trata de una imposición donde toca obligarlos a que hagan las cosas a las malas, sino de enseñarles por qué deben hacerlas de esa manera. Todo por medio del diálogo y no de los golpes u ofensas. Otra buena estrategia es elogiarlos y recordarles lo mucho que valen para que obedezcan más. 
  1. Mírelos a los ojos fijamente
Los papás pueden lograr que sus hijos les obedezcan no solo hablándoles de forma clara y tratándolos suavemente sino también mirándolos fijamente a los ojos. El contacto visual es la forma de comunicación no verbal más poderosa, pues varios estudios hechos por psicólogos y expertos en lingüística han señalado que influye mucho para que las personas se relacionen bien con los demás. Por eso los papás y los hijos deben establecerlo desde temprano. Así podrán fortalecer sus lazos afectivos y eso le facilitará la tarea a los padres de establecer autoridad. 
  1. Ayúdelos a reconocer sus errores
Una buena manera de conseguir empatía con los niños es poniéndose en su lugar y acompañándolos en las situaciones que viven. Si ellos se han equivocado lo primero que los papás deben hacer es decirles frases como: “entiendo que estés de mal genio, a mí también me daría rabia”. Y no reprenderlos con críticas destructivas, pues esto solo empeorará las cosas. Los expertos dicen que si los papás hablan con los niños cuando estos se equivoquen y les muestran por qué les pasó esto y las posibles soluciones, ellos aprenderán y se sentirán apoyados. Caso contrario a cuando los regañan y maltratan, pues así solo sentirán miedo hacia sus papás y poco a poco se irán alejando de ellos. 
  1. Hágalos reír
Si los niños están llorando o haciendo pataleta, una buena forma de calmarlos es haciéndolos reír con chistes o algo en particular que logre sacarles una carcajada. De esta forma los pequeños podrán distensionarse y aprender la lección. Esta es una mejor estrategia que hablarles recio y regañarlos, pues así evitarán lesionar su autoestima y su salud emocional. Cuando las cosas se hacen por las malas, los niños solo desarrollarán miedos y traumas por cuenta del maltrato que reciben. 
  1. Deles un premio si se comportan bien
Una vez los niños comiencen a obedecer a los papás, es importante recompensarlos con elogios o premios. Incluso si han hecho el esfuerzo y no han logrado hacer las cosas como se esperaba. De esta forma estarán motivados,  sabrán que van por buen camino y están haciendo las cosas como deben ser.

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