martes, 24 de febrero de 2015

Mi hijo es superdotado

¿Mi hijo es superdotado?

¿Se nace con una inteligencia determinada y es ésta mensurable? Para responder a esta pregunta deberíamos, ante todo, ponernos de acuerdo en una definición lo más ajustada posible del concepto inteligencia; aunque no exista una única expresión que englobe este concepto en todas sus acepciones.
  • Según David Wechler, creador de uno de los tests de inteligencia más utilizados para evaluar el desarrollo de los niños –WISC-, la inteligencia es la capacidad global del individuo para actuar de forma propositiva, para pensar racionalmente y para enfrentarse eficazmente con su medio.
  • Para Henry Bergson, filosofo francés y premio Nobel de literatura en 1927, la inteligencia se caracteriza por el poder ilimitado de descomponer según una ley cualquiera y reorganizar según cualquier sistema.
  • Otra definición es la que ofrece Jean Piaget, psicólogo y pedagogo suizo, para quién la inteligencia es un caso particular de adaptación del organismo al medio.
  • Por su parte el psicólogo estadounidense Lewis Terman, creador de un conocido test individual para medir la inteligencia, definió la inteligencia como la capacidad de realizar un pensamiento abstracto.
Al definir el concepto de inteligencia como la capacidad de abstracción del ser humano, quedan fuera de ella muchos comportamientos que, a pesar de todo, tendemos a considerar como “inteligentes”. Aunque la capacidad de abstracción sea una de las señas más características de la inteligencia, no parece lo más acertado limitar esta última hasta el punto de caer en reduccionismos que impedirían englobar un buen número de comportamientos y actividades fácilmente asimilables a la inteligencia, pero que no necesariamente se encuentran en el terreno de la abstracción.  Resulta, pues, preferible dejar el debate abierto..

Superdotados y genios

Se estima que entre un 2 y un 5% de los niños pueden ser considerados como superdotados. El baremo generalmente aceptado para calificar a un niño como superdotado es que su cociente intelectual (CI) sea igual o superior a 130, teniendo en cuenta que el CI medio es de 100, y que hasta 120 se considera como un CI dentro de la normalidad. Los que sobrepasan un CI de 160 se consideran genios. Esta clasificación se obtiene mediante determinados tests de inteligencia, pero es conveniente basarse también en otras pruebas. Los padres suelen darse cuenta de que sus hijos son superdotados porqué estos aprenden antes y más deprisa que los niños de su edad; por ejemplo, pueden aprender a leer o escribir a los 2 o 3 años.
Un porcentaje muy alto de los niños superdotados tiende a fracasar en la escuela. La razón es que se adaptan mal al ritmo que lleva el resto de la clase: como son muy rápidos aprendiéndolo, se aburren y acaban teniendo comportamientos inadecuados, hasta el punto de no seguir ya lo que explican los profesores y llegar a suspender sistemáticamente.
Por otro lado, el crecimiento de estos niños no es armónico: hablan y razonan como adultos, pero se comportan como niños, por lo que suelen sentirse solos y es difícil que tengan amigos de su edad.

Qué hacer si crees que tu hijo es superdotado

Al igual que en el caso de las disminuciones psíquicas, ser un superdotado puede representar un grave problema para el desarrollo intelectual y emocional de tu hijo. Por tanto, lo primero que debe hacerse es comprobar tal extremo, acudiendo a profesionales que puedan establecer un diagnóstico correcto.
Si se comprobase que, en efecto, tu hijo es superdotado, cabría barajar la posibilidad de enviarlo a estudiar a un colegio especial. De todas maneras antes de tomar esta decisión hay que valorar todos los aspectos y determinar los problemas que pueden surgir. Como norma general, tanto en el caso de las disminuciones como en el de los superdotados, se trata de personas que tienen una dificultad para moverse en un entorno normal y que, por tanto, deben gozar de un tratamiento personalizado que no les haga sentirse rechazados ni incapaces de integrarse socialmente. Todos los estudios indican que, por ejemplo, el índice de fracaso escolar entre los niños superdotados es altísimo. En cualquier  caso, y precisamente porque lo deseable es el desarrollo armónico de todas las potenciales de nuestro hijo y una feliz integración en su entorno social, el aislamiento que puede representar cualquier tipo de escuela especial debe contemplarse sólo como un recurso extremo.

Afortunadamente, la legislación de muchos países contempla estos casos y, como con las disminuciones psíquicas, establece un marco que permite el desarrollo evolutivo e integrado de todos los niños.