miércoles, 26 de julio de 2023

Un banco de semillas para proteger el futuro de la alimentación humana


El Ciat estrena en el Valle del Cauca un banco de germoplasma de última generación.

El 8 de febrero de 1998, un grupo de investigadores recogió en la ciudad de Zarcero, en Costa Rica, muestras de semillas de un fríjol silvestre llamado Phaseolus vulgaris. Cuatro años y nueve meses después, al regresar al mismo lugar, no encontraron rastro de esta variedad. Así, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que en el último siglo se ha perdido alrededor del 75 por ciento de la diversidad de los cultivos destinados a la alimentación humana.

Tan inquietante como la desaparición de las especies animales, aunque a veces menos mencionada, la extinción de variedades silvestres de plantas es una fuente de preocupación para una humanidad que ve cada vez más homogeneizada su dieta.

Se cree que de 7.000 y 10.000 especies que empleaban los humanos, hoy se cultivan alrededor de 150 y solo doce representan más del 70 por ciento de lo que consumimos.

​Por suerte, las muestras de Phaseolus vulgaris fueron recolectadas para preservarlas en un banco de germoplasma. Aun hoy hacen parte de la colección de más de 67.000 materiales distintos de fríjol, yuca y forrajes tropicales del mundo que custodia la Alianza Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), en Palmira, Valle del Cauca. Una de las más grandes del mundo de estos cultivos, esenciales para la seguridad alimentaria y nutricional.

Pero si la humanidad solo se alimenta de algunas plantas que cultiva, ¿por qué se esfuerza por conservar aquellas variedades que crecen silvestres, sin importar que no cumplan con los estándares impuestos por los paladares comerciales?

En la inmensa cantidad de información genética que desconocemos de estas variedades reposan características clave que pueden hacerlas más nutritivas, resistentes a condiciones extremas de calor y falta de agua, o menos propensas a sufrir ciertas enfermedades.

Adaptabilidad de la que especies de las que sí nos alimentamos, también amenazadas por el cambio climático y las plagas, se podrían beneficiar.

Con ese objetivo, durante los últimos 40 años, los investigadores del Ciat han alimentado su colección, que más que un repositorio que le rinde homenaje a una biodiversidad en peligro o desaparecida, es una herramienta viva.


Cada semilla que se guarda en el banco se selecciona para garantizar las mejores características.

Las plantas –en forma de semillas o plántulas en tubos de ensayo– son catalogadas, conservadas y puestas a disposición para su distribución entre los agricultores que las soliciten. Muestras a las que también tienen acceso los científicos que trabajan en programas de mejoramiento en busca de nuevas variedades más fortalecidas.

El de Palmira es uno de los once bancos de germoplasma internacionales del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR), patrocinado por el Banco Mundial, la FAO y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud).

Ahora, además, será el banco de germoplasma de fríjol, yuca y forrajes tropicales más grande del mundo, gracias a su nuevo edificio, Semillas del Futuro. Una instalación que abre sus puertas al público desde mañana 15 de marzo y que sustituirá al banco original de la Alianza Bioversity y el Ciat, que ya ha superado su capacidad.

Para evitar el fin del mundo

Precisamente esa variedad de donantes es una muestra del compromiso que hoy tienen diferentes agentes para soportar la conservación de la diversidad de los cultivos

El nuevo edificio se materializó en los últimos dos años, gracias a una inversión de 17,2 millones de dólares provenientes de financiadores como el Gobierno de Colombia, del Reino Unido y de Alemania, la Fundación de la Familia Sall, la Fundación Santo Domingo, el Global Crop Diversity Trust, además de fondos propios de la Alianza Bioversity-Ciat.

Para Joe Tohme, director del área de investigación en agrobiodiversidad de la alianza, precisamente esa variedad de donantes es una muestra del compromiso que hoy tienen diferentes agentes para soportar la conservación de la diversidad de los cultivos.

No solo con esta nueva y avanzada infraestructura, también reciben fondos de múltiples países y agencias para la operación anual del banco de germoplasma, que funciona dentro del marco del Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura, estrategia en la que las naciones del mundo se unieron desde el 2001 para responder ante el dramático escenario de la extinción de las especies vegetales.

Semillas del Futuro cuenta con cuatro módulos en los que no solo se custodiarán para la humanidad las colecciones existentes de fríjol, yuca y forrajes tropicales del mundo, sino que también esperan ampliarlas con materiales de otros cultivos esenciales y sus parientes silvestres para continuar apoyando la seguridad alimentaria y nutricional mundial.

El banco de germoplasma actual ha distribuido más de 500.000 muestras de semillas a 160 países desde 1973, entre ellos a Colombia, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Costa Rica, Italia, Perú, El Salvador, Zambia, China, México, Guatemala, Ecuador, India, Japón, Holanda y Panamá.

Hoy, ante escenarios de crisis como los que atraviesan naciones como Venezuela y Ucrania, están también preparados para contribuir a restablecer variedades que se puedan haber perdido en estos lugares, repatriando muestras que estén en su custodia cuando ellos lo soliciten.

Y, si en algún momento todo falla y por algún motivo se pierden las semillas de bancos como el de Palmira, estos cuentan con un respaldo de sus semillas, a resguardo en lugares como Svalbard, un archipiélago de Noruega ubicado a mil kilómetros del Polo Norte.

Hasta este Banco Mundial de Semillas, que en su bóveda protege la biodiversidad de todo el planeta como una especie de arca de Noé vegetal, llegó en 2020 una encomienda enviada por la alianza. Un paquete con semillas que atravesó 10.000 kilómetros y siete aeropuertos, en cinco días, para sumarse a esa reserva alimentaria para la humanidad.


Los investigadores de la Alianza Bioversity- Ciat han desarrollado variedades de yuca con mayor contenido de betacarotenos para mejorar la nutrición de poblaciones de África.

IA, robótica y tecnología

Por otra parte, uno de los módulos del nuevo edificio está destinado al Laboratorio de Descubrimiento de Datos y Biotecnología, que facilitará nuevos hallazgos apoyándose en la genómica y en tecnologías de inteligencia artificial y big data. Hace parte del ‘banco digital’, que, según explica Mónica Carvajal, científica que participa en este proyecto, surge de la necesidad de crear un repositorio de conocimiento que permita acceder a la información genética de las colecciones.

Un recurso hasta ahora subutilizado, pues solo se ha secuenciado el genoma de alrededor del 10 por ciento de las 67.000 especies que tienen en su poder. “Los procesos operativos para almacenar las semillas y para propagar las plántulas se vienen implementando hace décadas; sin embargo, hacen falta unos medios efectivos para descubrir y transferir genes importantes y beneficiosos que tengan los parientes silvestres de los cultivos a variedades mejoradas”, detalla Carvajal.

Gracias a la puesta en funcionamiento de Semillas del Futuro, los investigadores ahora cuentan con recursos de última tecnología para agilizar esos procesos de extracción y secuenciación del ADN.

Además, científicos de todo el mundo tendrán acceso libre y gratuito a los pasaportes digitales de estos cultivos, agilizando la colaboración y los descubrimientos.

“Vamos avanzando poco a poco, no solo en la parte de genómica, sino en la fenómica –que incluye el estudio de las características observables de los organismos–, porque sabemos que esas capas de información son muy necesarias para sumar a las semillas y que los usuarios puedan aprovecharlas. No lo vamos a hacer solos, la idea es colaborar con muchas instituciones, por eso aquí también tienen oficina Agrosavia y el Instituto Humboldt, por ejemplo, y queremos trabajar con muchos otros socios estratégicamente en esta secuenciación y caracterización de las colecciones”, comenta Marcela Santaella, gerente de operaciones y calidad del banco de germoplasma.

La idea es contribuir a ampliar la trayectoria que ya han conseguido en sus 53 años de presencia en el país los investigadores del Ciat, con resultados que incluyen más de 40 variedades mejoradas de fríjol entregadas a agricultores en Centro y Suramérica, un programa de biofortificación de cultivos que ha producido yucas y fríjoles con mayor contenido de betacarotenos y hierro, respectivamente, y de los que ya se alimentan poblaciones en África e incluso en el norte de Colombia, por nombrar solo algunos de sus casos de éxito.

Semillas del Futuro espera convertirse en un centro de conocimiento e innovación para la región y el mundo, donde confluyan investigadores de universidades y de diferentes instituciones del país, científicos extranjeros, estudiantes de colegios y hasta robots.

Gracias a la colaboración que mantiene la alianza con X Development, organización estadounidense de investigación y desarrollo fundada por Google, por el campus de Palmira ya se mueven versiones beta de róvers que ayudan a monitorear el crecimiento de algunas variedades que se llevan a cultivo y cuyos datos esperan aportar a la expansión de este tipo de tecnologías para continuar beneficiando a los agricultores del mundo que nos alimentan, con los avances de la ciencia.

Los detalles del nuevo edificio

Semillas del Futuro es el primer banco de germoplasma en el mundo construido con certificación Leed (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental) de nivel platino. Cuenta con un diseño de edificio icónico, elaborado por arquitectos colombianos, y energéticamente eficiente, que incluye una marquesina de ‘piel’ externa para repeler la radiación UV, paneles para aprovechar la energía solar (que generan casi la mitad de la electricidad que necesitan las instalaciones para funcionar), control térmico, ventilación natural y acopio de agua de lluvia, para aprovechar el clima local: en Palmira llueve alrededor de 100 días al año.

martes, 25 de julio de 2023

El ‘mundo subterráneo’ hallado en China que podría tener especies no vistas


Le han valido a la región la designación de patrimonio mundial de la UNESCO.

El sumidero se encuentra ubicado en la región autónoma de Guangxi en el sur del país asiático.

Un equipo de científicos descubrió un antiguo bosque en el fondo de un gigante sumidero kárstico. Según los expertos, el cráter tiene 192 metros de profundidad y 150 metros de ancho.

Y aunque esto es realmente fascinante, la mayor sorpresa es que dentro de la fosa existe la posibilidad de que vivan especies jamás vistas.
El pasado viernes 6 de mayo se completó la expedición realizada por el equipo del Instituto de Geología Karst del Servicio Geológico de China, el cual realizaba la exploración del territorio.

De hecho, los científicos se habían dirigido a la región autónoma de Guangxi, cerca de la aldea de Ping’e en el sur de China, debido al enorme cráter que vieron por imágenes satelitales.

Cuando llegaron al lugar, el grupo descendió más de 100 metros y caminaron por varias horas hasta llegar al fondo de este mágico sitio.

Chen Lixin, líder del equipo, le contó al medio chino ‘Xinhua’ que en el interior encontraron un “bosque primitivo” y algunas de las plantas les llegaban hasta los hombros.

Lixin destacó que no sería nada nuevo encontrar especies desconocidas: “No me sorprendería saber que hay especies encontradas en estas cuevas que nunca antes habían sido reportadas o descritas por la ciencia".
¿Hay más sumideros?



Este lugar se encuentra ubicado cerca de la aldea de Ping’e en el sur de China,

La respuesta es sí. Según el medio ‘Deutsche Welle’, con este, el número de sumideros asciende a 30 y son conocidos como ‘Tiankeng’ que significa ‘Fosa Celestial’.

Además, esta región de China es conocida por tener características geológicas que forman enormes cráteres. Según el portal ‘Livescience’, debido a estos lugares le “han valido a la región la designación de patrimonio mundial de la UNESCO”.

George Veni, director del Instituto Nacional de Investigación de Cuevas y Karst, le dijo al portal ‘WordsSideKick.com’ que “en China existe un karst increíblemente espectacular, con enormes sumideros y gigantescas entradas de cuevas, etc."

"En otras partes del mundo se camina por el karst y realmente no se nota nada", agregó.

Este tipo de fosas también se pueden encontrar en México y Papúa Nueva Guinea. En la mayoría de los casos funcionan como fuentes de agua.

lunes, 24 de julio de 2023


China presenta el primer lobo ártico clonado del mundo

Maya, la primera especie hembra de lobo ártico clonado en la historia.

'Maya' fue creada de una muestra de piel de una hembra de lobo ártico de origen canadiense.

Ella es "Maya" y es el primer ejemplar de lobo ártico clonado del mundo.

La empresa biotecnológica china Sinogene fue la encargada de la clonación de la hembra de esta especie, un animal catalogado por la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza como especie amenazada, informaron medios estatales chinos.

La clonación fue anunciada a mediados de septiembre por la compañía, cien días después del nacimiento del animal.

Según los responsables del proyecto, "Maya" se encuentra en buen estado de salud en un laboratorio de la firma ubicado en la provincia de Jiangsu, en el este de China.

El nacimiento del primer lobo ártico salvaje clonado del mundo es un hito para la aplicación de la tecnología de clonación, que es de gran importancia para la conservación de animales raros y en peligro de extinción y la biodiversidad, dicen algunos los expertos.

"Para salvar al animal en peligro de extinción, comenzamos la cooperación de investigación con Harbin Polarland (un parque temático en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China) sobre la clonación del lobo ártico en 2020", dijo Mi Jidong, gerente general de Sinogene, con sede en Pekín, en una conferencia de prensa.

"Después de dos años de arduos esfuerzos, el lobo ártico fue clonado con éxito. Es el primer caso de este tipo en el mundo", añadió.
Detalles de la clonación

La célula donante fue obtenida a partir de una muestra de piel de una hembra de lobo ártico de origen canadiense, también de nombre "Maya", según le dijeron a BBC Mundo voceros de la empresa.

Mientras tanto, el ovocito -células germinales femeninas que se generan en los ovarios- procedía de una perra cuya raza no fue precisada y la gestación la desarrolló una perra de raza Beagle, explicó el subdirector de Sinogene, Zhao Jianping.

Los científicos implantaron un total de 85 embriones en los úteros de siete perras Beagle, indicó Zhao, según el diario Global Times.

El experto agregó que la elección de una perra para gestar el clon se debe a las similitudes genéticas entre ambas especies.

"Maya" será trasladada dentro de algún tiempo a Harbon Polarland, donde inicialmente no se incorporará al resto de los lobos árticos que viven en ese lugar ante la posibilidad de que no se adapte a la convivencia en manada.
Reparos

Algunos científicos ajenos al proyecto de clonación de "Maya" plantearon dudas técnicas y éticas sobre el procedimiento.

Sun Quanhui, científico de la Organización Mundial de Protección de los Animales, le dijo al diario Global Times que la tecnología de clonación ha progresado mucho desde sus inicios, pero aún se está perfeccionando y en la etapa exploratoria todavía queda mucho por investigar en aspectos como los posibles riesgos para la salud asociados a los animales clonados.

Para Sun, la clonación debe considerarse solo para especies a punto de extinguirse, o para aquellas que ya se encuentran extintas en su entorno salvaje y de las que solo perviven ejemplares en cautiverio.

China realizó en el pasado anuncios sobre avances en la tecnología de clonación, un campo en el que registró el nacimiento en 2018 de dos primates genéticamente idénticos, clonados con la misma técnica usada con la famosa oveja Dolly.

El país también fue protagonista de fuertes críticas en 2018 luego de que se conociera el caso del científico chino He Jianku, quien creó los primeros bebés modificados genéticamente.

En 2019, el científico fue condenado a tres años de prisión y fue liberado en abril pasado.

Las autoridades del país asiático aseguran que He Jianku violó las legislación tras realizar experimentos con embriones humanos, para tratar de protegerlos contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

El escándalo llevó a las autoridades chinas a revisar sus normativas respecto de la modificación genética en humanos, que ahora exigen una aprobación de nivel nacional para investigaciones clínicas en ese campo o en otras "tecnologías biomédicas de alto riesgo".

domingo, 23 de julio de 2023

El extraño caso de un cerdo que nació con ocho patas y dos cuerpos


El hecho ocurrió en Santa Catarina, Brasil

Experto asegura que el animal tiene pocas probabilidades de sobrevivir.

Tras la publicación de un biólogo este 18 de mayo, la ciencia y las redes sociales se encuentran conmocionadas con un hecho sorprendente.

Se trata del nacimiento de un cerdo, el animal llamó la atención de los veterinarios porque tenía ocho patas, dos cuerpos y una cabeza.

El caso se dio a conocer en Instagram y se volvió viral, pues los internautas no esperaron en reaccionar ante el extraordinario suceso.

Según ‘Blu Radio’, el encargado de compartir la noticia fue “Jackson Preuss, un biólogo y coordinador del núcleo de estudios en la vida silvestre de la Universidad Santa Catarina, Brasil”.
¿Por qué nació así?

Jackson Preuss, en la publicación, explicó la razón de por la que el cerdo había nacido con dos cuerpos.

"Podemos decir que son gemelos siameses unidos por la cabeza y el tórax, comparten un solo corazón y, desde el abdomen, se produce una separación", aseguró el biólogo.

Por otro lado, el experto indicó que el cerdo no es el único que ha padecido este fenómeno, sin embargo, son extraños.

Además, resaltó que debido a que no es lo normal, el cerdo tiene pocas probabilidades de sobrevivir.

Por último, explicó que estas malformaciones podrían ser causadas por los microorganismos o tener un origen ambiental.

sábado, 22 de julio de 2023

LAS LUJOSAS CASAS QUE SE SUMERGEN EN EL MAR DE DUBÁI


¿Has pensado alguna vez vivir en medio del océano y, más aún, sumergido bajo el agua? Ahora puede ser posible en Dubái, un lugar en el que parece que todos los sueños se cumplen. El grupo de arquitectura Kleindienst Group y la consultora inmobiliaria Privilege Dubái quieren construir un ambicioso proyecto acuático.

Se trata del complejo de 42 viviendas que formará parte de la tercera etapa de The Floating Seahorse, que de hecho en solo ocho días vendió las etapas 1 y 2 y ahora lanzaron Tzar Edition, una propuesta de viviendas de lujo.

Este complejo estará en un grupo de seis islas artificiales, ubicada solo a 4 kilómetros de la costa de Dubái.

El proyecto tiene presupuestado que las viviendas estén construidas al finalizar este año y tendrían un precio cercano a los US$1,3 millones.

Foto: privilegedubai.com

Así son las casas

Cada vivienda tendrá 158 metros cuadrados, que estarán distribuidos en tres pisos. En el primer y segundo piso, que están ubicados sobre la superficie, estará una zona de descanso, en donde quedará ubicada un mini bar, un jacuzzi, una ducha, una pequeña cocina, comedor y terraza, para disfrutar al aire libre de una cena.

Foto: privilegedubai.com

En el tercer piso estará el dormitorio principal y un baño. Lo mejor de todo es que podrías disfrutar de un acuario personal a través de vidrio panorámico de alta seguridad.

Foto: privilegedubai.com

viernes, 21 de julio de 2023

Cáñamo de azúcar, el material de los cuadernos ecoamigables para temporada escolar


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Marcas como Norma y Scribe, han lanzado productos hechos de bagazo, un material biodegradable que consume 9,3% menos de agua

La sostenibilidad se ha convertido en un pilar clave a la hora de comprar para las nuevas generaciones, pues cada vez son más las personas que buscan productos que no afecten al medio ambiente. La industria papelera no ha sido ajena a las necesidades actuales y es por ello que desde hace unos años se vienen produciendo cuadernos ecológicos, hechos de diferentes materiales como papel reciclado, cáñamo de azúcar, bambú y otras fibras naturales.

Marcas como Norma y Scribe, han lanzado cuadernos hechos a base de bagazo de caña de azúcar, un material biodegradable que promete ayudar a reducir el impacto ambiental de la industria papelera.

En el caso de Norma, marca de Carvajal Educación, el papel de cáñamo de azúcar que produce consume 13,5% menos de energía, 9,3% menos de agua y 8,4% menos de vapor. Para su producción el bagazo, o fibra virgen de caña, debe pasar por un ciclo de lavado, limpieza y cocción para transformarlo en pulpa de papel. Durante el proceso no se usan químicos.

"Es elaborado con fibra virgen de caña de azúcar, un derivado agroindustrial del proceso de producción de azúcar, que a diferencia del papel blanco no utiliza químicos blanqueadores, colorantes ni matizantes, siendo así más amigable con el medio ambiente", dice Carvajal Educación.


Dentro de la línea de Papel Natural de Carvaja Educación están los cuadernos EcoPlanet, Imágenes y las resmas Reprograf Natural.

"El mejor legado que pueden recibir las nuevas generaciones es un mundo sostenible, orientado por la conciencia ambiental que promueva las buenas prácticas. Hace más de 10 años partimos de esta premisa cuando nos propusimos contribuir con el cuidado del planeta. Así nació nuestro Papel Natural".

Este tipo de papel también es apto para la impresión offset y digital. Además, tiene una textura similar al papel reciclado pero con menor impacto ecológico, y es compostable y biodegradable.

jueves, 20 de julio de 2023

El niño de 10 años que descubrió un fósil único para la ciencia colombiana


Uno de las impresiones del Candelarhynchus halladas en las lozas del camino del monasterio.

Por 15 años los restos de un pez lagarto estuvieron ocultos a simple vista en un monasterio.

En el 2015, Rio Santiago Dolmetsch tenía 10 años y cómo suele pasar con niños y niñas a esa edad, la curiosidad es una característica natural. Junto a sus padres llegó a Villa de Leyva y puede que, también como es usual en la infancia, la mención de fósiles de animales antiguos —como los dinosaurios— fuera para él un atractivo poderoso, que lo llevó junto a su familia al Centro de Investigaciones Paleontológicas (CIP) de Villa de Leyva.

Mary Luz Parra, la directora de esta institución, dedicada a promover esta ciencia en el país, lo recuerda como un paleontólogo en miniatura muy inquieto, que se tomó al pie de la letra la premisa de nunca perder de vista el suelo, para no dejar pasar un descubrimiento que siempre puede estar a la vuelta de la esquina.

El pequeño científico tuvo solo un día de entrenamiento junto a los expertos del CIP: hizo su propia réplica de un fósil de amonita —esos moluscos que tanto se encuentran en esta región— y participó en la excavación de otros ejemplares sembrados por los miembros del centro de investigación para enseñarle a sus visitantes un poco del trabajo de campo.

No habíamos visto un pez similar en fósil, nos llamó mucho la atención

Al parecer, un solo día de formación sería suficiente para luego convertirlo en el artífice de un curioso descubrimiento científico. Rio, a sus 10 años, sería el responsable de hallar el primer registro para Colombia y el norte de Suramérica de un particular ejemplar de un extraño ‘pez-reptil’, pero él todavía no lo sabía. Después de su visita al CIP y de continuar su paseo por Boyacá con su familia, el niño siguió mirando al piso, como le habían enseñado, y reparó en un fósil que muchos habían literalmente pisado en el monasterio de la Candelaria, ubicado a unos 45 minutos de Villa de Leyva, en Ráquira.

En uno de los caminos empedrados del primer monasterio que los monjes Agustinos Recoletos fundaron en América en 1604, una de las lozas de piedra tenía estampado lo que parecía el esqueleto de un pez. Rio tomó una foto de lo que le pareció un bebé ictiosaurio —los grandes reptiles marinos cuyos fósiles había conocido recientemente en el CIP—, se la mostró a sus padres y juntos se la hicieron llegar a los investigadores, pero ni siquiera ellos sabían lo que el particular animal era ni tampoco cómo había llegado hasta ahí. “No habíamos visto un pez similar en fósil, nos llamó mucho la atención”, recuerda Parra.Desde una cantera

Como los expertos del CIP no tenían pistas sobre qué era ese animal que habían encontrado, la directora del centro de investigaciones de Villa de Leyva se puso en contacto con el paleontólogo colombiano Javier Luque, quien en aquel momento se encontraba realizando su doctorado en la Universidad de Alberta, en Canadá.

“Lo que sabía es que era de un grupo de peces óseos relativamente más modernos, pero quedé de consultarle a unas colegas. Le pregunté a mi amiga Oksana Vernygora, que es la autora líder del artículo, y a su profesora, Alison Murray”, recuerda Luque, coautor del estudio. A las expertas solo les bastó ver una imagen del fósil para saber que era algo que no se había visto hasta el momento en el norte de Suramérica.

Resulta que de estos peces con características de reptil solo se tenía registro, hasta ese momento, en países como Brasil, Israel, México, Estados Unidos e Inglaterra. Cómo habían llegado hasta está parte del planeta aun era un misterio. Como también lo era cómo había llegado a formar parte del empedrado de los monjes en Ráquira, a quienes los investigadores del CIP convencieron de colaborar con el estudio del fósil, explicándoles la importancia de la paleontología para el país y prometiéndoles dejar en perfecto estado los caminos.

Las pistas comenzaron a acumularse. La comisión de investigadores del CIP que visitó el monasterio se encontró con que el fósil, capturado en cámara por Rio, no era el único que había ido a parar al empedrado. En la loza donde estaba el pez, también había registro de amonitas y cangrejos del Cretácico que se han encontrado entras regiones de Colombia y de las que se sabe que vivieron hace unos 90 millones de años. A unos ocho metros de distancia, en el mismo camino, también estaba la contraparte del fósil del pez reptil.


Mary Luz Parra (izq) junto a investigadores del CIP y un sacerdote del monasterio de la Candelaria.

“Eso es muy importante porque en paleontología, además de tener un animalito completo, un cráneo o un hueso, cuando son impresiones, muchas veces la información que queda en un lado no queda en el otro, es casi como romperlo a la mitad. Es bueno tener las dos partes para hacer la reconstrucción”, explica Luque.

Luego descubrieron que, a inicios del 2000, los religiosos agustinos recoletos decidieron hacer una remodelación en sus caminos empedrados. “La gente que hizo el caminito nos recibió, hablamos con ellos, pero nos dijeron ‘nosotros pusimos las rocas pero no sabemos de dónde vienen, aunque sí los podemos contactar con quienes las sacaron de la montaña”, relata Luque.

Seguirle la pista a este pez convirtió a los paleontólogos en detectives. Quiénes participaron en la obra fue el rastro que tuvieron que seguir los investigadores del CIP y de la Universidad de Alberta, para dar con el origen del fósil de este pez que parecía tan fuera de lugar en medio de un monasterio del siglo XVII. Conocer las rocas de dónde había salido era fundamental para darle importancia científica al animal, reconstruir su historia, conocer el tiempo en el que había vivido y con quiénes, de lo contrario sería solo una roca más.

“Fuimos a la cantera y nos pusimos a martillar, empezamos a encontrar la mismas amonitas y los mismos cangrejos, decenas de ellos: ya teníamos certeza de que la roca con el pez sí vino de este lugar y sí era de la edad que creíamos —90 millones de años—. Fuimos armando el rompecabezas”, explica el paleontólogo Luque.Candelarhynchus padillai


Reconstrucción artística del ‘Candelarhynchus’. Se puede apreciar su cara alargada.

Una vez resuelto el misterio de dónde había salido el pez, les quedaba a los investigadores de la Universidad de Alberta y del CIP la tarea de descifrar ahora sí quién había sido. En Colombia, Vernygora, Murray y Luque estudiaron este espécimen en el CIP y lo reconocieron primero como un pariente de los peces lagarto, un grupo que vive hoy en día en Centro y Norteamérica y se llaman así por su gran parecido con lagartos como las iguanas: cara redonda, dientes pequeños y cuerpos cilíndricos, diferentes a los aplanados de los peces comunes.

Pero, aunque lo reconocieron como familiar, el pez del monasterio seguía siendo algo muy diferente. “En lugar de tener la cara redondita, como un lagarto, la tiene puntuda, como una agujeta. Por su particular apariencia fue bautizado con el nombre científico de Candelarihynchus padillai: una mezcla de Candelaria, por el lugar donde Rio lo encontró, rhynchus por nariz en griego y padillai, en homenaje al doctor Carlos Bernardo Padilla, uno de los fundadores del CIP.

Y, de nuevo, aunque se parece a las agujetas anatómicamente, tampoco tiene nada que ver con ellas. Candelarihynchus es un pez lagarto que en comparación con animales de la actualidad estaría más emparentado con las barracudas, peces carnívoros que hoy habitan en aguas profundas.

Luego de un estudio minucioso, los científicos confirmaron su primera impresión: este es el primer registro para Colombia de este grupo de peces, que se conocían en México, Brasil, África, Israel, Estados Unidos e Inglaterra. También descubrieron que vivía muy diferente a sus parientes actuales. “Los peces lagarto viven sobre el fondo oceánico en zonas someras, cerca a la linea de costa, y son predadores, este pez de la Candelaria no vivía en el fondo, de hecho lo hacia en la columna de agua y ese cuerpo alargado con la nariz puntuda nos dice mucho acerca de su forma de vida”, asegura Luque.

Nunca volvimos a saber nada de él. Como tenemos el club Guardianes de la Paleontología y él quería hacer parte, pensábamos que de pronto por las redes sociales nos iba a ubicar

De acuerdo con estos detalles particulares, los paleontólogos saben que seguramente fue un pez predador que comía otros peces pequeños —como crustáceos nadadores, moluscos o calamares— porque es un pez diseñado para cazar. Lo saben ahora porque la excelente preservación del fósil les permitió descifrarlo, ni la lluvia de los 15 años que estuvo en el camino del monasterio, ni las pisadas de religiosos y turistas lo dañó, permitiéndole contar su historia a la ciencia, la de un momento en que en Colombia comenzaban a surgir los animales modernos.

Lo que no consiguieron descifrar los expertos es qué pasó con Rio Santiago. Cuando publicaron los resultados de su estudio, en 2018, intentaron ponerse en contacto con él para hacerlo participe del hallazgo científico al que su curiosidad había dado origen. “Le perdimos el rastro, el dejó un correo electrónico con la gente del CIP y a través de ese correo tratamos de comunicarnos varias veces porque queríamos saber más de su experiencia, invitarlo a que fuera parte del trabajo en honor a su descubrimiento y queríamos entregarle una replica del fósil, con una copia de la publicación firmada por los autores”, recuerda Luque.

Parra, quien todavía guarda en la bandeja de entrada de su correo la evidencia de esas comunicaciones fallidas, se pregunta si de pronto habrá salido con sus padres del país. “Nunca volvimos a saber nada de él. Como nosotros tenemos el club Guardianes de la Paleontología, que son niños de cinco a 13 años, y él quería hacer parte, pensábamos que de pronto por las redes sociales nos iba a ubicar, pero no volvimos a tener contacto con él”, cuenta la experta que se encargó de la preparación del fósil para su estudio y de las replicas.

Precisamente una replica exacta, como la que le querían hacer llegar a Rio, hoy está en propiedad de los monjes Agustinos Recoletos. Mary Luz y Javier se los entregaron personalmente como una muestra de agradecimiento por haber permitido rescatar al Candelarihynchus. El original reposa en las instalaciones del CIP, a la espera de que Rio, quien hoy ya debe ser un adolescente de unos 17 años, en algún momento lo visite.