domingo, 12 de febrero de 2017

Qué hacer para que los niños coman bien?

Una buena alimentación depende de los hábitos y las rutinas que el niño adquiera desde que nace.

Deje que el niño explore los alimentos, que coma despacio, se unte y los manipule. A los más grandes, permítales que sean autónomos.
Deje que el niño explore los alimentos, que coma despacio, se unte y los manipule. A los más grandes, permítales que sean autónomos.

La preocupación de los padres porque sus hijos no se alimentan adecuadamente es una constante en las consultas que reciben a diario los nutricionistas. Sin embargo, hay que evaluar conductas y hábitos que se crean desde que el niño nace, para que no existan problemas más adelante.

“Lo primero que hay que saber con respecto al apetito de los niños, es que varía de acuerdo con la edad”, asegura el nutricionista Rubén Ernesto Orjuela Agudelo. El experto explica que, por ejemplo, el recién nacido necesita alimentarse frecuentemente por la velocidad de crecimiento.

“Un bebé en sus primeros meses puede ingerir 8 a 12 y hasta más tomas de leche materna en un solo día, porque el mayor crecimiento de un niño se presenta durante sus dos primeros años de vida. Pero, el apetito disminuye a medida que el bebé crece. Cuando nace, mide alrededor de 50 cm y a los dos años más o menos 87, y cuadruplica su peso. Es decir, que un niño sano aumenta 37 centímetros y 9 kilos en ese período bajo condiciones adecuadas”.

Según Orjuela, alrededor de los 2 años empiezan los períodos de “supuesta inapetencia”, pues disminuye considerablemente la velocidad de crecimiento”.

Una etapa de cambios

“Precisamente es en esa etapa donde el niño deja la redondez de infancia, los cachetes, lo piernoncito, y cambia a una figura delgada y estilizada, porque empieza a adquirir altura. Eso, unido a los cambios en el apetito, se convierte en fuente de preocupación para los padres”, asegura Ana Marcela Gómez Medina, nutricionista y dietista de la Universidad Nacional y especialista en Infancia, Cultura y Desarrollo.

Para Gómez, debido a estos cambios, los padres entran en un estrés y en una angustia que se desencadena en un mal manejo de la alimentación de los niños.

Dos momentos claves

La lactancia y la alimentación complementaria son dos momentos importantes a la hora de detectar algún síntoma de inapetencia.

“Cuando la madre lacta a libre demanda, el mismo niño aprende a manejar la saciedad y el hambre, porque es un organismo nuevo, que trae en su instinto el comer solo lo que necesita”, asegura Gómez.

Por ello, es importante respetar esta etapa en los niños, para que se desarrollen su apetito y crecimiento normalmente. Posteriormente, “si se da una adecuada alimentación complementaria, balanceada y natural, de tal forma que al año el niño ya esté consumiendo lo mismo que la familia, se pueden prevenir muchos problemas de alimentación derivados del mal manejo de las comidas en esa edad”.

Según la experta, un niño al año ya puede comer de todo y en una consistencia normal. Sin embargo, los padres no le permiten untarse, explorar, oler o manipular sus alimentos para conocerlos. “Lamentablemente, al año se les sigue dando todo licuado o macerado, porque se cree que se van a atorar. Estas prácticas influyen en que luego, no disfrute ni quiera ingerir sus alimentos”.

Según Orjuela, “desde antes de la salida de los primeros dientes, el niño puede masticar cosas como arroz, frijoles, pollo desmechado y carne molida, porque sus encías son lo suficientemente fuertes. Pero, el nutricionista enfatiza, en que es importante que al pequeño se le permita comer con las manos.

Los niños primero exploran los alimentos con todos sus sentidos, los observan, los tocan, se untan, los huelen, los tiran a ver qué efecto tienen cuando caen al piso. Y, una vez le toman confianza a la comida, la consumen y luego aprenden a usar la cuchara”.

La consistencia

La consistencia se va haciendo más sólida a medida que el niño va creciendo. A los seis meses, son alimentos muy macerados, pero rápidamente, y con el paso de los días, tienen que ser cada vez más sólidos de tal forma que a los 10 meses el niño ya esté masticando alimentos cortados en trozos pequeños. “A los 10 meses es la ‘ventana crítica’, pues es el momento en el cual, si han aprendido a masticar, es muy probable que no vayan a tener dificultades o presentar inapetencia”, añade Orjuela.

Malos hábitos

Para Ana Marcela Gómez, cuando los niños llegan a la etapa preescolar y deben enfrentarse a una comida normal (consistente), no la consumen y sus padres se preocupan porque piensan que sus niños están presentando inapetencia. Pero la realidad es que ellos ya vienen de un proceso de malos hábitos. No la ingieren porque no está licuada o porque están acostumbrados a que sus padres o cuidadores les den la comida sin permitirles desarrollar su autonomía.

A esto, agrega el nutricionista Orjuela que una de las claves que da la Organización Mundial de la Salud, es el principio de ‘alimentación perceptiva’, que significa: alimentar a los más pequeños directamente permitiendo la exploración de los alimentos; alimentarlos despacio y pacientemente; permitirle autonomía a los más grandecitos, sin forzarlos; experimentar con diversas combinaciones, sabores, texturas; minimizar las distracciones durante las horas de las comidas, y recordar que los momentos de comer son periodos de aprendizaje y amor.

¿Qué hacer?

Para Gómez y Orjuela, los pasos por seguir, en caso de que se presente una inapetencia por malos hábitos, son sencillos, pero requieren de mucha paciencia y amor por parte de padres y cuidadores.

“Definitivamente, el autoritarismo o la recompensa y el chantaje, no van a hacer que el niño logre una alimentación por sí solo, ni se va a lograr que se supere la supuesta inapetencia que tiene y, en cambio, sí va a entrar en una serie de problemas, seguramente, de orden emocional”, añade Gómez.

Así mismo, para que un niño diga que definitivamente no le gusta un alimento, la regla es que ya se le haya ofrecido más de 14 veces, no seguidas, sino espaciadas y en distintas preparaciones.

Los alimentos deben ser naturales, se sirven de manera tranquila y se comparten en familia alrededor de la mesa. Niños y adultos comen los mismos alimentos, pero en diferentes cantidades. Al niño se le puede dar un tiempo prudencial de una hora para que se alimente, si comió poco o no consumió nada en su comida principal se debe esperar a la siguiente comida para ofrecer alimentos nuevamente. No se le recrimina, ni se le insiste, sencillamente debe ser que no tiene hambre y no hay que obligarlo.

Los padres y cuidadores no deben caer en desesperación porque pueden terminar dando productos de bajo aporte nutricional y altos en calorías como golosinas, paquetes o bebidas azucaradas, que agraven el problema y afecten la salud y el crecimiento del niño.

Los pequeños tienen unos días en que comen bastante, y otros en que casi no lo hacen y su organismo regula todo. Si al niño le permitimos expresar su sensación de hambre o saciedad respetando su autonomía y haciéndole ver que sus sentimientos cuentan, se fortalecerán los lazos de confianza con sus padres y cuidadores.

Cuando el menor come bajo presión
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Si padres o cuidadores caen en el error de hacerlos comer con chantajes, castigos o recompensas, por ejemplo: “come por tu mamá, come por tu papá, come por tu abuelita, esto es chantaje emocional”, según explican los especialistas.
Todas esas cosas hacen que el niño coma para agradar o coma para hacer sentir bien a otra persona, pero nunca haciendo caso a sus sensaciones de hambre. Eso puede llegar a ocasionar más adelante problemas como el sobrepeso, la obesidad o trastornos alimentarios del orden de la anorexia y la bulimia.

La comida, a veces, se convierte en una presión para el pequeño, pues siente que tiene toda la atención y el estrés de los padres encima.

Es claro que en el desarrollo y crecimiento hay distintas etapas, en unas comerá más que en otras, pero lo que sí se debe tener claro es que la comida en familia debe ser un momento agradable, en el que el menor pueda comprender la felicidad que significa alimentarse, que llegue a la mesa con agrado y no que piense que es un momento del martirio.

Hay que entender también que cada niño es distinto y que cada edad trae un apetito, por ello las cantidades deben ser las adecuadas en cada etapa. Frente a las texturas, hay que introducir distintos tipos de alimentos, paulatinamente, y, sobre todo, entender que comer es un placer que él aprende en casa.

sábado, 11 de febrero de 2017

El calvario económico de los colegios privados

Hace cinco años, un colegio de Bogotá con 4,5 hectáreas y 700 estudiantes pagaba $54,8 millones por el impuesto predial. Ese mismo colegio, durante este año, pudo haber cancelado $555,7 millones por el mismo gravamen. Es decir, diez veces más que un lustro atrás. Esta fue una de las preocupaciones que expusieron los colegios no oficiales, durante el Encuentro Nacional de Educación Privada, que tiene en dificultades al bolsillo de los establecimientos.

Javier Mojica, director ejecutivo de Aspaen, aseguró que este tributo viene creciendo a unas “tasas insostenibles”, mientras que los cobros que les hacen a los padres de familia aumentan un poco más que la inflación.  Manuel Bernal, rector del José Celestino Mutis, dijo que ha visto casos en los que colegios que pagaron $7 millones el año pasado por el predial, ahora tuvieron que cancelar cerca de $65 millones. “Es increíble. Colegios que estaban, por ejemplo, en el orden de $13 millones o $14 millones están pagando $70 millones u $80 millones. Es difícil buscar calidad de esa manera. Si nos tratan de una manera justa, no es mucho lo que se deja de recibir por concepto de impuestos”, agregó.
María Victoria Angulo, secretaria de Educación de Bogotá, respondió que, en el caso de la capital, se darán las discusiones con la Secretaría de Hacienda,  pues en este momento se está adelantando un proyecto de simplificación tributaria que “para nada cambia ni los montos ni los tributos para las instituciones educativas”. Sin embargo, la preocupación no deja de rondar a los establecimientos, pues es un gasto que le pega más a sus bolsillos.
Y es que, al pago del predial, se le suma la cartera de morosos que, según Bernal, se ve en varios colegios. Por ejemplo, Ómar Giraldo, rector del Gimnasio Los Alcázares, dijo que este problema se ha venido incrementando por las dificultades económicas de los padres de familia. En su caso, los morosos han subido de 10% a 15% y de los cerca de $6.000 millones que le entran al colegio, al final el balance positivo es nulo.
Hipólito Neussa, rector del colegio San Gregorio Hernández, añadió que la cartera es uno de los problemas que más los inquieta. “Un colegio que tenga  300 estudiantes, tiene a 100 padres de familia pagando puntualmente. Los otros pagan dos o tres meses atrasados”, dijo. 
Un rosario de deudas y problemas a los que se le podría sumar el gravamen a los libros y cuadernos que propuso la Comisión de Expertos para la próxima reforma tributaria.
Pese a que la situación económica del país no está golpeando con fuerza al Colegio San Viator, el director de la institución, padre Albeiro Vanegas, en diálogo con LR, lamentó las grandes imposiciones del Gobierno a la educación privada y el poco acompañamiento del mismo.

¿Cómo le ha ido al colegio en los últimos años?
Muy bien. Somos un colegio que tiene 53 años en donde, a través del tiempo, hemos podido ofrecer una educación de altísimos estándares de calidad; bilingüe, mixto y con Bachillerato Internacional (BI) aprobado. Estamos muy satisfechos de la tarea realizada. 


¿Cuántos estudiantes se matriculan al año y cuántos se gradúan?
Normalmente se gradúan 120 estudiantes e ingresan unos 200 estudiantes por año. Ya, por ejemplo, cerramos admisiones para 2017 y estamos matriculando para 2018, los cupos ya se nos acabaron. Entonces hay un muy buen número de estudiantes. La deserción se da más porque los niños se tienen que retirar debido a que cambian de ciudad. La deserción es realmente muy baja.


¿Cuál es su cartera morosa?
No tenemos ese problema. Los padres aquí son muy conscientes, pero ese no es el caso de todos los colegios.


¿Cuáles son los ingresos anuales?
Hay ingresos suficientes para permitirnos mantener estas instalaciones que tenemos, pero le repito, no es igual en todos los colegios.


¿Cómo califica la calidad de la educación primaria y secundaria?
Estamos enfrentando un grave problema, no en el San Viator, sino en el país, por la cantidad de normas que han puesto para la educación. El Ministerio de Educación está exigiendo que nos adecuemos a las nuevas normas de sismo resistencia y los colegios no tienen los recursos. Quizá ese no es el problema del San Viator porque nosotros tenemos todo adecuado, pero no todos pueden hacerlo. No solo es que nos pongan normas, sino que miren cómo  financiar a los colegios que necesitan ayuda.


¿Qué espera de la reforma tributaria?
La mayoría de los colegios somos entidades sin ánimo de lucro y es a esas organizaciones que va a golpear la nueva reforma, entonces va a ser más gravosa la situación para la educación privada con la nueva reforma que nos están planteando porque obviamente van a ser más impuestos, más exigencias del Gobierno, pero menos ayuda a la educación privada.


¿Los ha afectado el pago del impuesto predial?
Está elevadísimo. Yo le puedo decir que en este colegio se aproxima a los $250 millones nada más ese impuesto, no le hablo de la otra cantidad de impuestos. Es muy complicada toda la carga impositiva para la educación privada a nivel nacional.

Manuales de convivencia y jornada única
Otras de las discusiones que rodearon el encuentro fue la construcción de los manuales de convivencia de los colegios y la jornada única. Respecto a lo primero, algunos rectores consideraron que el Ministerio de Educación podría estar involucrándose en una discusión que es competencia de los colegios. Sobre la jornada única, si bien afecta directamente a los establecimientos públicos, el rector del Gimnasio Los Alcázares consideró que ayuda a mejorar la calidad.
Las opiniones

María Victoria Angulo
Secretaria de Educación de Bogotá
“La educación privada tiene buenos resultados, pero debe trascender de los promedios y mirar el detalle de la calidad en cada localidad”.


Ómar Giraldo
Rector Gimnasio Los Alcázares
La máxima cabeza del Gimnasio Los Alcázares, Ómar Giraldo, dijo que uno de los principales problemas que tienen los colegios es a nivel de impuestos, porque se han venido incrementando “de manera significativa”. Giraldo calificó estas cifras como “escandalosas” y aseguró que pueden impactar las tarifas que cobran.


Juan Antonio Rodríguez
Rector del Colegio San Tarsicio
Juan Antonio Rodríguez, el rector del Colegio San Tarsicio, cree que el impuesto predial ya dejó de ser una obligación para volverse un “elemento que quita recursos que se podrían invertir en mejorar incluso la infraestructura”, y que “la educación es un servicio público y se debe apoyar” mucho más de lo que se hace ahora.


Fernando Vita
Rector de Colegio Leonardo Da Vinci
A cargo de la dirección del Colegio Italiano Leonardo Da Vinci, uno de los mejores según el nivel de las pruebas saber, Fernando Vita cree que es “pertinente” la propuesta de la nueva reforma tributaria, pues “es importante y justo que las instituciones que tienen ánimo de lucro sean gravadas y paguen impuestos”.


Fernando Rojas 
Rector del Vermont School de Medellín
Fernando Rojas, rector del Vermont School de Medellín, dice que los costos de impartir una educación de calidad “no son compatibles” con el pequeño aumento de las matrículas y las pensiones que exige el Ministerio de Educación, que “no deja que se cobre más de la inflación y sus exigencias superaron eso en más del doble”.


Manuel Bernal
Rector colegio José Celestino Mutis
Manuel J. Bernal, rector del colegio José Celestino Mutis, calculó que los impuestos que están pagando las instituciones no alcanzan a ser 2% del recaudo total de la ciudad. Agregó que el bolsillo también se está afectando, y aumentando el número de morosos, porque se está fomentando la cultura del no pago. 


Álvaro Sánchez
Rector del Colegio Los Andes
Para el rector del colegio Los Andes es necesario que los padres de familia que firman un compromiso de pago, lo cumplan. Sánchez manifestó que “lamentablemente no tenemos las herramientas efectivas para que esto se cumpla y esto expone a las instituciones educativas, incluido el colegio, a un colapso económico”.


Olga Zipaquirá
Rectora del Liceo San Carlos
Olga Lucía Zipaquirá, rectora del Liceo San Carlos, dijo que la cartera de la institución puede rodear 5% y están registrando pérdidas. “Hemos buscado estrategias con las que hemos recuperado bastante cartera debido a un proceso para poder hacer cobros”, explicó. La rectora resaltó que el predial les genera costos altos.


Martha Yaneth Castillo
Directora Liceo San basilio magno
Marta Yaneth Castillo, quien también es la coordinadora nacional de la Mesa Nacional de Presidentes de la Educación Privada, manifestó que el impuesto predial está afectando gravemente la situación de los colegios, debido al “aumento significativo” que tuvo durante este año. “Es un dinero que se pudo haber invertido en calidad”.


Juan Sebastián Hoyos
Vicerrector Gimnasio Moderno
El vicerrector del Gimnasio Moderno, Juan Sebastián Hoyos, dijo que la cartera de morosos, hace un par de años, era uno de los temas más difíciles, si bien se trataba de ser comprensivo con las familias. “Eso ha mejorado en el último año, con gestión”, aseguró. Hoyos añadió que el predial los ha afectado “muchísimo”.



viernes, 10 de febrero de 2017

Qué puede aprender Colombia del modelo educativo de Singapur?

Esta potencia asiática ha logrado consolidar un exitoso proceso en materia de educación que se remonta a la década de los sesenta cuando logró la independencia del Reino Unido.
 Y es que a partir de ese justo momento se puso en marcha un ambicioso proyecto que ha dado frutos en los últimos años, al situar a Singapur como una referencia mundial en materia de tecnología y finanzas.
Un gran parte del éxito económico de Singapur, cuyo Producto Interno Bruto (PIB) se calcula en US$300.000 millones, responde a los esfuerzos estatales de poner a la educación en un primer plano.

Así lo explicó en una entrevista concedida a Dinero el presidente del Sindicato de Maestros de Singapur (STU, por sus siglas en inglés), Mike Thiruman, quien fue invitado a Colombia en el marco de un congreso organizado por la firma Santillana con el objetivo de intercambiar experiencias.
Durante su visita el directivo compartió novedosos modelos de enseñanza como el aprendizaje activo, aprendizaje basado en el cerebro, aprendizaje basado en problemas y la instrucción diferenciada.
El líder educativo, invitado hace un tiempo por el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, a formar parte del Grupo Técnico Asesor de la Iniciativa Global de Educación, reveló algunas de las claves de esa nación.
Thiruman comentó que luego del proceso de independencia tuvo que fomentarse la apropiación del territorio en la comunidad, ya que era una nación joven y habitada por personas extranjeras que “solo querían hacer dinero e irse rápidamente”.

Dicho proceso tardó unos doce años, tiempo en el cual el Gobierno ideó un modelo educativo incluyente basado en el fortalecimiento de las competencias de los estudiantes en áreas estratégicas para el futuro.
“Hubo que hacer unas modificaciones importantes en el sistema, orientar la educación hacia la vocación”, destacó Mike Thiruman, al explicar que una de las claves de éxito ha sido la especialización y la comprensión de que todos no aprenden igual.
Otro de los problemas que hubo en su momento es que los estudiantes no completaban su formación y empezaban su vida laboral desde muy temprano, razón por la cual la educación se hizo pública y se facilitaron las condiciones en materia de infraestructura para que todos llegaran a las aulas sin excusas.
Estas acciones se traducen en un sólida cultura educativa, en la cual la formación de los estudiantes no solo es importante para las familias sino también para los Gobiernos que han comprendido que este es el camino para forjar las bases del desarrollo.

En este sentido, Mike Thiruman señaló que Singapur se ha enfocado en tres temáticas de cara a la llamada Cuarta Revolución Industrial, una era enmarcada por la disrupción tecnológica y la innovación.
El listado lo componen los idiomas (la enseñanza del inglés principalmente), así como las matemáticas y las ciencias, tres de la áreas en las que precisamente ha obtenido los mejores resultados en las pruebas PISA a nivel global.
Pero también hacen parte de estas competencias ciertas habilidades sociales que exige el mundo moderno como: creatividad, colaboración, liderazgo, iniciativa, curiosidad, persistencia, capacidad de comunicarse con otras culturas, entre otras.
La participación de Singapur en las pruebas PISA, de acuerdo al experto, ha servido para comparar su situación frente a otras naciones y aplicar estrategias exitosas para así mejorar sus principales indicadores.
Sin embargo, una de las acciones más destacadas de Singapur, de la cual podría aprender Colombia, es la rigurosidad con la se forman los docentes, así como las condiciones que se les ofrecen para garantizar su bienestar (sus salarios pueden llegar hasta los 60.000 euros al año).
Adicionalmente, el gobierno centralizó el sistema educativo al encargarse de la convocatoria de los nuevos docentes y de su misma contratación, con lo cual se convirtieron en empleados públicos.
“El docente es el centro de todo y es lo más importante en este avance”, comentó con orgullo el presidente del Sindicato de Maestros de Singapur durante su visita en días pasados a la capital colombiana.
Finalmente, manifestó que los Gobiernos deben priorizar sus inversiones y ser muy estratégicos, dado que en naciones emergentes como Colombia los recursos son limitados y a cada dólar debería darsele un “uso máximo”. 

jueves, 9 de febrero de 2017

El campo se está quedando sin millennials, ¿cómo atraerlos?


Las parcelas agrícolas del país se están quedando sin jóvenes. Tecnología, rentabilidad y cuidado del medio ambiente, estrategias para atraer a menores de 30.
Entender, atraer y conquistar a los llamados milenials –las personas nacidas entre 1980 y 2000– no solo es un tema de las áreas de mercadeo, sino una preocupación fundamental para la seguridad alimentaria, pues el agro es quizás uno de los sectores en donde dicha generación brilla más por su ausencia.
Según el más reciente Censo Nacional Agropecuario, realizado por el Dane, en el país hay 2,7 millones de productores agrícolas, de los cuales, poco más de 725.000 son residentes en el área rural dispersa y, entre quienes viven efectivamente en el campo, solo 21% son menores de 35 años.

Esta situación ha llevado a que los distintos gremios agrícolas prendan las alarmas, pues saben que sus afiliados se están envejeciendo y que son pocos los que logran un relevo generacional. Gran parte de esto se explica por las precarias condiciones del campo, que llevan a muchos jóvenes a irse a las ciudades, en el mejor de los casos a estudiar, pero mayoritariamente a buscar oportunidades de empleo que no tienen en sus parcelas.
Martha Betancourt, directora ejecutiva de Procaña, dice que el tema es fundamental para su gremio, pues la edad promedio de los productores de caña está entre 45 y 55 años y los menores de 30 son apenas 15%.
Agrega que este no es solo un tema de Colombia, también se discute a nivel de la Asociación Mundial de Cultivadores de Caña. “En general, la preocupación está en la lejanía de los jóvenes respecto a la actividad agrícola. Ellos nacieron con la tecnología en la mano y consideran que el sector es arcaico y aburrido, por no ser lo suficientemente tecnológico. Pero, la verdad es que el campo cada vez está más tecnificado, con tractores autoguiados y máquinas robotizadas que ayudan en la siembra. Nuestra tarea es mostrarles que esos cambios se están dando”, dice esta dirigente gremial y añade que justamente Procaña declaró 2017 como el año de la “integración generacional”, más que del relevo. La idea no es dejar de lado a los más viejos, pues ellos son los que tienen el conocimiento y la experiencia.
Al igual que en los demás sectores productivos, en el agro los mayores productores son sociedades de familia y, en esos casos, como se hereda una empresa sí se ve a muchos jóvenes continuar con el legado de sus padres, pese a que se educan y viven en zonas urbanas.
Otro es el caso de los pequeños productores, que cultivan para la subsistencia. Con dificultades educan a sus hijos y muchos de ellos cuando terminan el bachillerato emigran a la ciudad.
Tras la rentabilidad
El Censo Agropecuario muestra que solo 3,7% de los productores agrícolas que residen en zonas rurales tienen formación universitaria y, por eso, lo que se requiere, según Rafael Hernández, presidente de Fedearroz, es mostrarles a los jóvenes que el agro sí es un buen negocio y que es posible prosperar económicamente.
En el caso de los arroceros, de los 17.000 que se tienen identificados con producción comercial, 45% son mayores de 50 años y 20% mayores de 60. “Entre los que son empresarios sí se da un relevo generacional, pero entre los pequeños y medianos son muy pocos los que ven que sus hijos sigan con el cultivo”, enfatiza Hernández y agrega que el problema es que los jóvenes son conscientes de que la actividad agrícola tiene muchos riesgos y no sienten que haya políticas que les demuestren que vale la pena quedarse en el campo.

En el caso del arroz y ante la fuerte competencia que vendrá con las desgravaciones arancelarias que trae el tratado de libre comercio con Estados Unidos –en 2018 empieza la reducción del arancel al cereal estadounidense–, el gremio se propuso tecnificar la producción, logrando una reducción de 30% en los costos por hectárea y un mayor rendimiento. “Esto ayuda a mostrarles a los jóvenes que este es un negocio que puede ser rentable y estable”, reitera.
Así mismo, han logrado reducir en 80% el consumo de agua, lo que no solo implica una mayor competitividad del cultivo, sino que tiene un impacto ambiental positivo, tema clave para los milenials.
En el caso del arroz, el fenómeno de la ausencia de jóvenes se siente con fuerza, pues 80% de los productores son pequeños y medianos y, aunque hay 215 municipios arroceros, en algunos de ellos 60% de su PIB depende de este cultivo. En ellos se ha creado toda una cadena de productos y servicios alrededor del cereal (es el caso de Saldaña, Espinal y Campoalegre).
Soluciones robóticas
José Leibovich, director de investigación económica de la Federación de Cafeteros, coincide en que hay que atraer a los jóvenes con tecnología y rentabilidad y, por eso, están trabajando en un proyecto que busca volver más eficiente el proceso de recolección, de tal manera que si se recoge más, se pueden pagar mejores jornales. Esto porque no solo faltan milenials, sino también recolectores en las épocas de cosecha.
“Es claro que en Colombia la recolección del café es manual y eso es lo que nos da ventaja en términos de calidad del grano, pero estamos buscando una solución robótica, que facilite y agilice ese proceso”, explica y dice que están haciendo una convocatoria a jóvenes que les guste la tecnología para que ayuden a crear dichos mecanismos.
Leibovich afirma además que los jóvenes requieren capacitación y una mejor remuneración para quedarse en el campo, así como soluciones laborales que tengan la seguridad social garantizada.
Entre los cafeteros, la edad promedio de los jefes de hogar es de 57 años, mientras que otros países competidores tienen un bono demográfico que les da ventaja.
La población colombiana, en general, se está envejeciendo, lo que implica retos económicos y sociales, pero es quizás el agropecuario uno de los sectores en donde más se debe trabajar para que los jóvenes se queden.

miércoles, 8 de febrero de 2017

Becas del Banco de la República para posgrados en economía y jóvenes talentos

Se trata de una convocatoria para aspirantes a continuar sus estudios en el exterior en doctorado, derecho económico, formación artística y audiovisual.

123RF 


Durante los años, en sus programas de apoyo, el Banco de la República ha financiado los estudios a más de 1.200 colombianos, donde se cuentan funcionarios como ciudadanos de diferentes regiones, quienes adelantaron sus estudios en prestigiosas universidades del país y el exterior.
Entre estos, 498 han sido beneficiarios de apoyos para estudios en el exterior. Muchos de los auspiciados por los programas de estudio del Banco de la República han ocupado importantes cargos administrativos en el sector público colombiano.  
Además, varios de los investigadores académicamente más productivos del país en las áreas de Economía y Finanzas han sido beneficiarios de estos programas, y muchos de ellos se desempeñan hoy en día como profesores en las principales universidades colombianas y en unidades de investigación de entidades estatales.
Gracias a esta iniciativa, la cual tiene de nuevo abierta su convocatoria, las mentes más ilustres del país han podido culminar sus posgrados en instituciones que se encuentran rankeadas entre las mejores 60 del mundo. De acuerdo con un reciente Reporte del Emisor, la formación de los beneficiarios es mayoritariamente en economía, con un 75%, seguido por abogados (9%) e ingenieros (7%). “Sin embargo, también los hay con formación en física, filosofía, antropología, entre otros”, señala el informe.

El 39% de los beneficiarios son funcionarios del Banco, mientras que el 61% obtuvo el apoyo en calidad de particular. Las universidades de destino elegidas por los beneficios son Estados Unidos (59%), Reino Unido (22%) y Francia (8%).
Requisitos
Para el doctorado en economía: la condición es que el aspirante sea profesional colombiano que al finalizar los estudios deseen retribuir el conocimiento en entidades públicas, universidades o entidades privadas de investigación (sin ánimo de lucro) enfocadas a los ámbitos de la economía. El objetivo es que el país disponga de un mayor número de profesores, investigadores y funcionarios públicos en estos campos. Para ver la convocatoria, siga este enlace http://www.banrep.gov.co/es/el-banco/estudios-exterior
La selección es por cuenta de un comité conformado por un directivo del Banco, directores o decanos de universidades públicas o privadas, como también investigadores reconocidos en el medio, que atienden criterios y objetivos académicos. Tiene cinco plazas, uno de los cuales podrá ser nominado Lauchin Currie para el mejor nuevo beneficiario de cada año con méritos sobresalientes.

Para el posgrado en Derecho Económico Enrique Low Murtra: se otorga un cupo para profesionales en derecho que deseen adelantar estudios de posgrado, preferiblemente de doctorado en derecho económico. Deben reunir estos requisitos:
  • Ser colombiano mayor de edad.
  • Acreditar título profesional. Para posgrado en derecho económico es requisito ser profesional en derecho.
  • Presentar carta de admisión en un programa de derecho económico, en alguna de las entidades educativas incluidas en la lista de Instituciones establecidas para derecho económico.
Para jóvenes talentos: dirigida a colombianos menores de 35 años que quieran adelantar estudios en pintura, escultura, grabado, dibujo, fotografía, performance y nuevos medios (audiovisual, video y medios electrónicos). Deben acreditar título profesional y demostrar trayectoria en el medio artístico. No está dirigido a estudiantes que ya se encuentren cursando estudios en el exterior. 

martes, 7 de febrero de 2017

Retrasemos la escritura y las tareas para los niños



Esta semana el Ministerio de educación de Chile, a través de su portal web, pidió no apurar la lectura en el jardín infantil para los niños de 0 a 6 años. La subsecretaría de Educación Parvularia de dicho Ministerio expresó: “como Subsecretaría hemos detectado con preocupación que muchos establecimientos han dejado de lado la formación integral y las metodologías lúdicas, concentrando sus esfuerzos en lograr que los niños y niñas egresen del kínder leyendo, escribiendo y sumando, lo que genera un gran desgaste innecesario en los párvulos, las familias y las educadoras”.

También, el Ministerio de Educación de Perú, desde el año 2013, planteó que los niños de la educación inicial no deben llevar tareas al hogar y alertó a padres de familia o acudientes sobre “las implicancias que tiene en la formación de los niños menores de 6 años apresurar los aprendizajes y no garantizar uno de los pilares de su formación: el juego.” Vanetty Molinero, Directora de Educación Inicial de dicho Ministerio, sostuvo que en los últimos años la educación inicial se volvió “muy académica por la demanda del mercado, pues hay padres que matriculan a sus hijos donde les ofrecen enseñarle computación, karate, aritmética, inglés y hasta chino, entre otras materias”.

Además, la Revista Semana publicó un video del Cineasta estadounidense Michael Moore, el cual en 10 minutos muestra las características y virtudes del sistema educativo Finlandés, uno de los mejores del mundo según la Ocde. Allí, la educación es pública y los niños aprenden a leer a los 7 años, y no a los 5 o 6 años como sucede en Colombia. Así mismo, las tareas para la casa son casi inexistentes, aún para los jóvenes. Adicionalmente, en Finlandia se acepta que a los jardines infantiles, a las escuelas y a los docentes les interesa la felicidad de los estudiantes para aprender, por ello en este país priman en las actividades escolares la integración, el trabajo en equipo, el juego y la alegría.

Se ha hablado en anteriores artículos que los maestros y la escuela deben entender que cada niño y cada estudiante son diferentes, y que ellos cambian con la edad y el entorno en el cual se desarrollan. Además, el Ministerio de Educación Nacional y las Secretarías de Educación conocen que las características socioculturales y aún económicas de las regiones, inciden en las formas de educar, como también en los proyectos pedagógicos que los maestros realizan en el aula con los niños y los padres de familia. Por lo anterior, los juegos, las rondas, los deportes y las expresiones artísticas no se pueden estandarizar.

Los maestros me comentan que quienes más exigen que se enseñe a leer y a escribir, así como que se dejen tareas escolares para la casa a los niños entre 4 y 6 años, son los padres de familia o los responsables de los estudiantes. Más grave, muchos adultos, y aún docentes, están convencidos que cuando los niños entre 4 y 6 años aprenden a leer, a escribir y a hacer algo de matemáticas (sumas y restas), esto es sinónimo de buena educación, de buenos colegios y de buenos maestros.

Es necesario cambiar, los rectores y los docentes deben explicar a los padres de familia que, cuando nos comparamos con otros países, la educación colombiana es de buena calidad, que los jóvenes y adultos colombianos leen muy poco y que en las pruebas de lectura y escritura no nos va bien, aún a los estudiantes de colegios de élite. Recordemos que en Colombia se leen 2,2 libros en promedio por habitante/año, cifra muy baja cuando se compara con otros países: 2,9 México, 4 Brasil, 4,6 Argentina, 5,4 Chile, 10,3 España, para no mencionar países donde se leen más de 20 libros por año, además de la pobreza y el bajo nivel educativo de la mayoría de los adultos colombianos.  Tenemos que preguntarnos por qué no leemos.

Sostengo que la calidad de la educación es un asunto complejo de lograr que requiere reformas, recursos, apoyo a la profesión docente y el interés de la sociedad por la educación. Ojalá, a futuro, la educación se convierta en una prioridad de país. Sin embargo, la escuela y los maestros pueden incidir desde ya con pequeñas acciones pedagógicas, tales como priorizar el juego y la felicidad de los estudiantes para aprender; esto supone cambiar creencias y rituales establecidos con los niños de Colombia en las escuelas. La alegría de ver y oír a un niño escribir, leer, sumar y restar a los 5 años puede ser frustración a los 14 o 15 años cuando el joven deteste la lectura o las matemáticas.

La iniciación al lenguaje escrito y a la lectura para los niños 4 y los 6 años se puede realizar desde el juego, de manera natural. Mientras en el aula el niño juega, comparte y realiza acciones en grupo y con padres de familia, el maestro debe ayudar a lograr que el niño explore, se comunique y piense de manera creativa. Carolina Grellet, investigadora del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, sostiene que “el juego es una actividad irremplazable para desarrollar la capacidad de aprendizaje del niño, un medio de expresión y de maduración en el plano físico, cognitivo,psicológico y social” (UNESCO, El juego entre el nacimiento y los 7 años).

lunes, 6 de febrero de 2017

Cinco claves para enseñar el valor del dinero

Aprendizaje desde pequeños es fundamental para su futuro financiero. Expertos explican cómo guiar.

La educación financiera es vital en momentos de crisis económica
La educación financiera es vital en momentos de crisis económica
Con estrategias tan sencillas como regalarles una alcancía a sus hijos, los papás pueden generar un cambio radical en la forma como los pequeños perciben la importancia del dinero y su buen uso.
De acuerdo con los expertos, este es solo un primer paso, al que le deben seguir estrategias mucho más contundentes para que los más jóvenes entiendan que la plata no brota mágicamente de los cajeros.


El tema cobra más importancia ahora, tras conocerse los resultados obtenidos por los estudiantes colombianos en el módulo de educación financieros contenido en las pruebas Pisa, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Miles de adolescentes de 15 años del país midieron sus conocimientos en este campo con los de otros 17 países, y ocuparon el último lugar.

La prueba evidenció lo poco preparados que están los jóvenes colombianos para afrontar situaciones que ponen en juego su habilidad para manejar el dinero de forma responsable.
Poco antes de conocerse estos resultados, el Ministerio de Educación presentó un programa de orientaciones pedagógicas con el que busca trasformar esta realidad. “Este tipo de formación consiste en educar a los niños en tres aspectos fundamentales: desarrollar conocimientos sobre el mundo financiero, habilidades para poner en práctica lo que se sabe en este punto y generar cambios de actitudes y comportamientos con miras a la toma de decisiones financieras responsables e informadas”, explica Margarita Henao, directora de inclusión, educación financiera y sostenibilidad de Asobancaria, entidad que colaboró en al Ministerio en la elaboración del documento.
Para Henao, la educación financiera es vital a la hora de generar las capacidades y habilidades necesarias para tomar decisiones referentes a la administración de los recursos y disminuir los riesgos en momentos de crisis económica.
“La OCDE recomienda –recalca la experta– a los países empezar esta formación desde las edades escolares, porque es el mejor momento para impactar de manera temprana en el comportamiento de esos futuros adultos y, además, sirve para potenciar el impacto que tienen los niños y los jóvenes en la divulgación de los buenos hábitos entre sus amigos”.
A continuación, cinco especialistas aportan claves para inculcar en los niños el uso responsable de los recursos económicos.
1. Empezar por el ejemplo
Si los niños ven que los papás tienen un buen manejo de sus finanzas, terminarán por hacer lo mismo, pues este aprendizaje siempre empieza por lo que ven en el hogar. Los padres deben hacer ver que hay prioridades, y que estas pasan por cosas más importantes que la diversión y el entretenimiento: lo primero son las partidas para la casa, la alimentación, los servicios y la educación, entre otras. La mejor forma de mostrarlo es con un diálogo transparente; es clave que los hijos entiendan que sus papás trabajan para conseguir la plata.
Pablo Moreno Alemay, jefe del área de finanzas de la Universidad de la Sabana.
2. No gastar más de lo que se tiene
A un joven que empieza a manejar sus recursos hay que hacerle entender que no puede gastar más allá de sus posibilidades. Los papás tienen la obligación de explicarles a sus hijos que si gastan más de lo que reciben, van a tener problemas para pagar los excedentes y, por lo tanto, tendrán que recurrir a pedirlo. Si los padres se niegan a darles más plata, tienen que estar preparados para que sus hijos enfrenten las consecuencias, que pueden incluir quitarle el dinero a otros para pagar las deudas. La idea es evitar a toda costa estas situaciones.
César Ferrari, profesor titular de la Facultad de Economía de la Universidad Javeriana.
3. Inculcar la cultura del ahorro
Pese a que en Colombia las tasas y los incentivos para los ahorradores no son los mejores, los padres deben ayudar a los pequeños a definir una cuota mensual, para que la guarden en un lugar seguro y, ante todo, eviten la tentación de gastarla innecesariamente.
Hay que ahorrar para metas importantes, mejor en el largo plazo, y aunque parezca descabellado, estos objetivos pueden incluir el dinero para la universidad o el retiro. Al principio, ese valor no debe ser muy alto, pues se puede desanimar a los niños. El siguiente paso es migrar ese dinero a una cuenta de ahorros para entender cómo funciona el mercado financiero. Después, lo ideal es llevar ese dinero a sistemas más sofisticados de inversión.
Marcelo Duque, profesor de la universidad Icesi.
4. Uso del dinero en contextos reales
Conviene involucrar a los niños en situaciones reales de manejo del dinero, como ir al supermercado. Dependiendo de su edad y habilidades, ellos podrán reconocer productos, precios, y lo que es más caro o más barato.
Hay que motivarlos a que pregunten por el precio de lo que desean (golosinas, pequeños juguetes, diversiones), y que, en la medida de lo posible, lo paguen. Otra opción es planear y preparar pequeñas actividades que involucren compras ficticias similares a las de la vida real.
Paola Andrea Hurtado, coautora del libro ‘Mis primeras finanzas’.
5. La importancia del trabajo
Para enseñarles a los niños que nada es gratis, y que el dinero no surge de la tierra, hay que dejarles ver que detrás de los ingresos está el trabajo honesto y responsable, alejado del camino de los atajos, lo cual es fundamental en edades entre los 7 y los 12 años.
Para empezar, es bueno que los pequeños asuman responsabilidades con las tareas del hogar, que se acostumbren a que todo lo que se hace en la vida supone un compromiso. La estimulación pasa por las recompensas; por ejemplo, dándoles una mesada que se puede ver multiplicada si hay sacrificios como el ahorro.