jueves, 3 de agosto de 2017

Los centennials, la generación que no conoció un mundo sin internet

Nacieron después de 1997 y crecieron en medio de la crisis económica mundial. Menos idealistas y más tradicionales que sus antecesores, los millenials, también tienen desconcertados a millones de adultos. 

¿Cómo son los millennials y por qué se creen mejores que sus jefes?

Un gran número de personas piensan que “todo tiempo pasado fue mejor”. Por eso, muchos no tienen mayores expectativas con los centennials, la generación que viene después de los milennials.

Los centennials son personas nacidas a partir de 1997. Son los jóvenes que están estudiando y que pronto entrarán al mercado laboral. A diferencia de los millennials, esta generación no es tan idealista. Debido a la crisis económica de las últimas dos décadas ellos buscan estabilidad y quieren volver a estructuras tradicionales pero con nuevos componentes.

Esta población es menor que los millenials debido a la reducción en la tasa de natalidad. En países europeos muchos no tienen hijos y otros máximo uno. En Colombia según cifra del DANE en 1990 las parejas tenían tres hijos aproximadamente. Una década más tarde este número se redujo a dos hijos y la tendencia ahora es no tener más de un hijo.

Por eso los centennials son en su mayoría hijos únicos, pero eso no los hace individualistas ni personas solitarias. Gracias a las redes sociales y a las plataformas digitales tienen espacios que les permiten estar en comunicación con otros, pero para ellos también es muy importante la comunicación cara a cara y convivir en comunidad. De hecho muchos, en contraste con la generación anterior, desean casarse, tener hijos y mantener relaciones duraderas.

En cuanto a su visión de la sociedad esta generación ha crecido en un fuerte momento de lucha por derechos basados en la igualdad. Han tenido la oportunidad de ver, desde diferentes espacios virtuales y materiales, la lucha por causas como el matrimonio igualitario, la adopción de parejas del mismo sexo, defensa del buen trato a los animales y al ambiente, el aborto, la eutanasia y el consumo responsable. 

Mauricio Rincón, doctor en humanidades, le dijo a Semana que “Los centennials no se explican el racismo porque crecieron viendo a personajes como Barack Obama gobernando una potencia mundial. No conciben la discriminación a personas por sus preferencias sexuales o por su género. A la vez están en contra de expresiones culturales como las corridas de toros y son conscientes de la responsabilidad de cuidar el ambiente”. 

Las redes sociales hacen parte de su vida, pero las usan de forma distinta: están en Facebook, pero no es este su lugar de mayor actividad. “Es que en Facebook se encuentran con sus tíos, sus padres y sus abuelos. Entonces se sienten cohibidos y prefieren estar en otras redes”, agrega Rincón.

Esas otras redes son Snapchat e Instagram. Allí suelen subir una gran cantidad de contenido que es una especie de diario o curaduría sobre los momentos de su vida, que pueden tener importancia o no, pero que les ayude a mantener su status y a estar activos.

Ellos saben muy bien la importancia de ser influenciadores en YouTube y otras redes sociales. Es otra forma de existir. Por esta razón, por ejemplo, cuando la marca H&M llegó al país no necesitó de la televisión o los medios tradicionales como las revistas o la radio, para alcanzar a su público. Pagaban publicidad a los influenciadores y a las redes sociales. Un estudio realizado por la compañía Piper Jaffray’s sobre esta generación encontró que los centennials no solo compran de forma digital, para ellos tambiién es importante el local para comparar y estar seguros de lo que están comprando. 

Esta generación es realmente nativa digital. Nacieron con internet y se criaron con diferentes dispositivos móviles. Paradójicamente, como siempre tuvieron la tecnología a la mano, no están tan interesados en poseer objetos materiales. A diferencia de los millennials no sienten afán por comprar un dispositivo nuevo si no tienen la necesidad. Suelen ser menos impulsivos y quieren estar más seguros de sus compras. No todo tiene que ser inmediato, ellos quieren tomarse su tiempo. 

Si se trata de viajes no son como los millennials que desean viajar solos. Ellos quieren pasear acompañados y desean compartir los bienes y servicios que utilizan. Son personas que pueden compartir el carro con el vecino para evitar la contaminación y ahorrar dinero, por ejemplo.

El trabajo es una de las mayores diferencias entre los millennials y los centennials. Los segundos sí quieren un trabajo estable duradero, que les garantice su futuro económico. Lo que sí tienen en común estas dos poblaciones es que desean que sus trabajos sean parte de sus hobbies.

Para Rincón esta generación representa nuevos retos para la educación. “Es necesario reflexionar y promover nuevas formas de enseñar para aprovechar cada canal por el que esta generación puede aprender. Además es necesario crear nuevos escenarios de emprendimiento y replantear las propuestas políticas para seducir a una población más igualitaria”, dice.

Es importante decir que lo que se afirma sobre esta generación está basado en estudios que realizan empresas de mercadeo y publicidad. Por lo tanto no se puede afirmar que todos los jovenes que tienen ese rango de edad cumplan con la definición de los centennials. Tan solo en Colombia el 40 % de la población no tiene acceso a internet y menos a dispositivos moviles. Sin embargo, estas encuestras a los nuevos consumidores sí dibujan un paronama de lo que se avecina.