jueves, 8 de septiembre de 2016

Hijos a temprana edad reducen los ingresos en 11,7 %

Estudio académico midió la 'penalidad' económica causada por falta de planificación.

Más de $ 1.000 millones cuesta hoy criar un hijo desde los
5 a los 22 años.
Más de $ 1.000 millones cuesta hoy criar un hijo desde los 5 a los 22 años.
 Si bien la fecundidad en Colombia ha disminuido y el promedio de edad de la mujer para establecer una unión conyugal y tener hijos es de 22 años en el área urbana y de 19 en la rural, también es cierto que el embarazo a temprana edad es una realidad.
Por ello, un investigador se dio a la tarea de realizar un estudio, para mostrar las consecuencias económicas que se deben asumir cuando se tienen hijos a corta edad, hecho que generalmente sucede sin planear.
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De acuerdo con el estudio, el ingreso –que es lo que más se requiere en esos casos– se reduce en 11,7 por ciento cuando la paternidad o maternidad llega entre los 18 y 21 años.

La investigación, que hace parte de los ensayos que publica el Emisor en la revista de política económica, Espe, muestra que se trata de un momento crítico en la vida de una persona, toda vez que es la época de los proyectos profesionales y de muchos otros sueños.
Pero, según Christian Gómez, autor de la publicación, la paternidad temprana aumenta la probabilidad de interrumpir eventos importantes en la formación de capital humano.
Agrega que, la impaciencia, causada por el afán de emprender una actividad generadora de ingresos, conduce a interrumpir la formación.
Por esta razón, se vinculan de manera precipitada al mercado laboral y, más aún, hacen descender su salario de reserva, es decir, aceptan trabajos que no habrían aceptado si no hubiesen sido padres en ese momento.
De acuerdo con el estudio, esta situación también conduce a vincularse de manera diferente al mercado laboral, porque los padres jóvenes tienen que repartir su tiempo entre el cuidado (al no tener ingresos para pagar quien haga esta tarea) y el sostenimiento económico del niño.

Es pues una especie de círculo en el que puede estar inmersa mucha población juvenil, teniendo en cuenta que, según un análisis realizado por el Dane, en el 2013 nacieron más de 5.500 bebés de madres menores de edad, entre los 10 y 14 años. Esto implica que nacieron 15 niños diarios de adolescentes.
Independiente

Otro de los resultados del estudio da cuenta de que los padres jóvenes son 5 por ciento más propensos a vincularse a actividades como independientes.
De igual manera, la investigación halló que, al igual que en otros aspectos, la mujer joven es más golpeada por la llegada de un hijo a temprana edad. Esto, porque los hombres en algunos casos no asumen la responsabilidad y dejan en manos de la mujer el cuidado y el mantenimiento económico del niño.
El hecho de que la concepción biológica de los hijos esté a cargo de las mujeres tiene una incidencia potencial en este resultado: las mujeres que cursan algún ciclo de educación deben abandonar sus estudios, al menos hasta que su integridad física y los primeros cuidados posnatales lo permitan”, expresa la publicación.
Por ello, el investigador sugiere la posibilidad de que la maternidad temprana sea un factor explicativo adicional sobre las brechas salariales entre hombres y mujeres.
Además, la probabilidad de alcanzar un título de educación superior, bien sea técnico, tecnológico o universitario se reduce de manera sustancial para hombres (6,9 por ciento) y mujeres (13,4 por ciento) cuando se es padre joven.
La medición del estudio también buscó un efecto en el ingreso por hora en aquellos padres que concibieron su segundo hijo también a edad temprana. Registran un ingreso por hora un 6,3 por ciento inferior a los padres jóvenes que decidieron postergar su segundo hijo.
Por géneros, las mujeres reciben la mayor parte de este impacto (11,2 %); para los hombres, la penalidad es del 6 por ciento.
En general, Gómez enfatizó en que, tras el estudio, se confirma que tener hijos en esta etapa de la vida genera impactos negativos en los ingresos laborales, efecto que evidentemente cambiará con el número de hijos.
La maternidad temprana es actualmente fuente de gran preocupación desde la política pública, porque tradicionalmente se ha asociado con pérdidas en el bienestar de los padres jóvenes, pues se muestra como potenciador de círculos de pobreza y deterioro social.