miércoles, 13 de abril de 2016

Cuándo debe iniciarse la educación sexual?

Expertos defienden que esta cátedra debe darse en los primeros años de formación de los niños.

Con la educación sexual también se aprende a superar los sesgos entre géneros.
Con la educación sexual también se aprende a superar los sesgos entre géneros.
La polémica protagonizada esta semana por el procurador general de la Nación, Alejandro Ordóñez, y la ministra de Educación, Gina Parody, en torno a si deben o no los niños pequeños recibir educación sexual en jardines y colegios, está lejos de ser un asunto menor.
No son pocos padres de familia en Colombia los que auténticamente temen que sus hijos acaben expuestos, dentro las aulas, a imágenes, contenidos o conceptos que resulten inadecuados para su formación.

Una de ellos es María Fernanda Alarcón, directora del movimiento de padres Un Paso al Frente, que se muestra contraria a la creación de cátedras de sexualidad y defiende el papel de los papás como formadores exclusivos de los pequeños en estos temas.
Estas prevenciones aparecen reflejadas en un concepto que, sobre el tema, Ordóñez remitió a la Corte Constitucional, que estudia una demanda del colectivo Sin Embarazos en Adolescentes contra el artículo 14 de la Ley 1146 del 2007, que propone que estas cátedras se incluyan solamente en bachillerato y educación superior, lo que deja por fuera los niveles de preescolar y primaria.
Ordóñez, que pidió a la Corte mantener este artículo, considera que esta clase de educación generaría en los más pequeños “consecuencias indeseables, como el incentivo de la curiosidad hacia las conductas sexuales, y aceleraría de manera inconveniente el inicio de la vida sexual de niños y adolescentes”.
La Ministra no solo criticó la posición del Procurador, considerando su comunicación como un “concepto del Medioevo”, sino que además defendió la educación sexual desde los primeros años como una vía para prevenir el abuso sexual y reducir las tasas de embarazo en adolescentes. Esto, teniendo en cuenta que en el país, en promedio, los jóvenes comienzan su vida sexual a los 13 años.
Parody enfatizó en que la cátedra que se propone se dictaría de acuerdo con la edad de los niños.
De hecho, Naciones Unidas, en su guía de Orientaciones Técnicas Internacionales sobre Educación Sexual, plantea recomendaciones para la formación desde los 5 años de edad.
“Si ellos saben que su cuerpo es sagrado, y alguien intenta tocarlos, sabrán que deben denunciar”, explicó la Ministra, quien recordó que la mayoría de los abusos sexuales contra los niños se producen en sus hogares.
El Programa de Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía, que desarrolla el Mineducación, propone, por ejemplo, que en preescolar a los niños no solo se les enseñen las partes del cuerpo o cómo cuidarlo; también la forma de expresar sentimientos como la rabia, a través de la actividad física y el juego. En primaria, por otro lado, se plantea ilustrar a los escolares, de manera lúdica y artística, sobre situaciones de abuso, y orientarlos acerca de cómo decir no, a quién pedir ayuda y cómo ayudar a los compañeros; por esta vía, también se trabajan perspectivas de género. Por ejemplo, se busca que niños y niñas jueguen fútbol juntos, no por separado, para que todos tengan la opción de explorar sus intereses, sin sesgos.
De igual modo, se los orienta sobre formas responsables de ver televisión, cuya programación está repleta de contenidos sexuales e inadecuados para ellos.
Ana Elvira Castañeda, directora de la Maestría en Educación de la Universidad Santo Tomás, resalta de este programa los talleres de los padres con sus hijos pequeños, durante los cuales reconstruyen, a través de relatos, la historia de la familia o su propio nacimiento.
Juan David Agudelo, director de formación y desarrollo de Conaced, que reúne a 800 planteles del país, explica que la educación sexual temprana es clave para prevenir abusos y para que en el futuro los niños tengan relaciones personales más sanas.
Carolina Ibarra, investigadora del Grupo de Familia y Sexualidad de la Facultad de Psicología de la Universidad de los Andes, insiste en que responder con evasivas a la curiosidad de los pequeños respecto a estos temas hace que ellos busquen otros espacios, que no los orientan de la manera más adecuada.
Hay que formar mejor a profesores
Hasta qué punto los docentes del país están capacitados para asumir cátedras de sexualidad o apoyar la enseñanza transversal de este tema, particularmente a los niños más pequeños, también genera inquietud en las familias.
La Universidad de los Andes y UNFPA Colombia evaluaron el desarrollo del Programa de Educación para la Sexualidad y Construcción de Ciudadanía, en 90 colegios de Cundinamarca y Boyacá, que reúnen a 9.012 estudiantes y 802 profesores.
Carolina Ibarra, investigadora del Grupo de Familia y Sexualidad de la Facultad de Psicología de los Andes, dijo que en una escala de uno a diez, los profesores obtuvieron un puntaje promedio de seis en su desempeño en este aspecto, “lo que indica que es necesario comprometernos más en el fortalecimiento de la formación docente”.
La investigadora recalcó que los maestros que mejores resultados mostraron contaban con formación en derechos humanos y prácticas pedagógicas participativas.
El Ministerio de Educación, por otro lado, destacó el acompañamiento que la entidad hace a 2.000 colegios de los 13.600 que tiene el país en la puesta en marcha de la formación en educación sexual para todos los grados y la capacitación de 3.000 docentes, con el apoyo de las universidades de los Andes y Sergio Arboleda.
La ministra Gina Parody recordó, además, que los colegios públicos tiene psicoorientadores que están en capacidad de enseñar educación sexual, de acuerdo con la edad de los niños.