jueves, 19 de noviembre de 2015

Por qué no comen los niños y cuáles son las claves para ayudarlos?



La revista 'ABC del bebé' trae, en octubre, un especial sobre las causas de la inapetencia infantil.

Existe una edad en la que el niño le da más importancia al juego que a la comida. Es normal, pero es un hecho que se debe manejar.
Existe una edad en la que el niño le da más importancia al juego que a la comida. Es normal, pero es un hecho que se debe manejar.


Uno de los problemas que más agobia a los padres es que sus niños dejen de comer. De hecho, se sabe que esta situación se da, sin causa aparente, en ciertas etapas, como entre los 18 y 36 meses de edad.
La razón general de ello se relaciona con una fase del desarrollo en la que los pequeños enfocan sus energías en la exploración del mundo que los rodea y la alimentación pasa a segundo plano. A esta época se le llama la edad de la ‘inapetencia aparente’.

Para Silvana Dadán, nutrióloga pediatra y profesora de la Universidad de El Bosque, esta conducta va ligada a que el niño disminuye las necesidades de calorías y nutrientes, porque a la vez, el ritmo de crecimiento baja y, está buscando “posicionarse como señor de su entorno” y sus prioridades son caminar, jugar y explorar, no comer.
Este es un paso en el desarrollo de total normalidad, pero es bueno conocer si el pequeño deja de comer por esa razón, si existe alguna situación diferente que afecte su capacidad de alimentarse o si requiere ayuda para encaminar sus hábitos alimenticios.
Por otro lado, muchos padres no saben que los gustos de los niños se pueden fomentar desde el embarazo, de madre a hijo, o luego del nacimiento, a través de la leche materna. Lo que enfatiza la importancia de comer sano y variado, desde que el niño es concebido.
En esta edición especial de la revista 'ABC del bebé', que circula a partir del viernes, los padres también encontrarán estrategias para crear buenos hábitos e incrementar el apetito de sus pequeños, como ofrecer variedad de alimentos para evitar la monotonía, tener horarios y un sitio común a la hora de comer, y mejorar la presentación y sabor de los alimentos, entre otros.
Además, los expertos enseñan cómo evitar ciertos errores o rutinas no adecuadas de los padres que influyen en la disminución del apetito de sus hijos: comer a deshoras, permitir el uso de celulares, televisores o tabletas a la hora de comer, o dar mal ejemplo en torno a la alimentación familiar.