domingo, 15 de noviembre de 2015

Ojo con estos errores a la hora de estudiar

No siempre a quien más se prepara es al que mejor le va. Las largas sesiones de repaso, el cansancio o la falta de interés afectan el rendimiento académico.

Aprender a prepararse adecuadamente para enfrentar los exámenes contribuye a mejorar el rendimiento. 


Una hoja con preguntas sin responder y la mente en blanco. El pánico empieza a crecer. Es imposible recordar ciertos datos. ¿Dónde quedó todo lo repasado el día anterior? Por esta situación han pasado miles de estudiantes cuando se enfrentan a un examen. Las pruebas hacen parte de la realidad académica y ayudan a medir el desempeño. Están inmersas en la naturaleza del sistema educativo.  

Sin embargo, la ansiedad y los nervios que generan terminan afectando el rendimiento. No necesariamente al que más estudió le fue mejor. Aprender a prepararse adecuadamente para enfrentar los exámenes puede parecer una tarea difícil. Aun así, el camino es más sencillo cuando no se cometen errores a la hora de estudiar. 

Según una investigación de la Universidad Autónoma de Nuevo León (México), estas son las fallas más comunes de los estudiantes en el momento de repasar para una prueba. 

Eternas sesiones de estudio: no dejar todo para última hora es la regla de oro. Se recomienda dividir el contenido que debe repasarse en los días previos al examen. Idealmente, cubrir un tema grande en cada jornada de estudio. Además, se aconseja tomar descansos de diez minutos por cada 45 minutos de actividad académica. Las pausas permiten despejar la mente y hacer menos tedioso el hecho de preparar la prueba. 

Cansancio: así suene paradójico el sueño es un buen aliado para estudiar. Sin un descanso adecuado los temas que se repasen quedarán en el aire. Tanto que esto puede derivar en un desinterés por el aprendizaje. El cuerpo y la mente también necesitan reposo. Por eso es muy válido preguntarse qué tanto ánimo hay para estudiar en un momento determinado. 

No tener un plan: estudiar a la deriva es perjudicial. Se deben planear los objetivos, las estrategias, las actividades y las metas para el repaso del examen. Hay que establecer cómo se va a abordar cada tema, en qué fecha límite y con qué herramientas (resúmenes, fichas bibliográficas, ejercicios, mapa conceptuales). Lo más importante es saber con certeza para qué se está haciendo todo el esfuerzo y qué es lo que se quiere aprender. 

Distracciones: son más nocivas de lo que parecen. El celular, el computador y la tableta solo deben estar sobre la mesa de estudio si contribuyen a ampliar la información. De lo contrario terminan desviando la atención e interrumpiendo el proceso de repaso. Al desconcentrarse los temas no se consolidan del todo en la memoria y el tiempo de las sesiones aumenta. 

Ambiente ruidoso: estudiar al lado del televisor o del radio interfiere con la actividad. Es ideal un lugar que no propicie la interrupción y que no sea el sitio más concurrido de la casa. Además, la luz es fundamental así como la comodidad, pero en su justa medida. No sea que se propicie el sueño. 

Quedarse únicamente con el libro: la información no solo está en el texto. Hay otros canales útiles para estudiar. Documentales, videos, libros en línea, imágenes y hasta foros que traten los temas a repasar pueden ser de mucha ayuda. El conocimiento va más allá de la simple lectura. Además, contribuyen a resolver dudas que surjan durante las horas de estudio. 

Dejar lo aprendido en el cuaderno: cada enseñanza sirve para la vida. Aplicar los temas en la cotidianidad facilita la recordación y les da un sentido lógico. La mejor forma de estudiar es relacionar el conocimiento con las actividades de todos los días. Hay que darle vía libre a la creatividad. No es memorizar para un examen, sino aprender a largo plazo. 

No conocer el método más efectivo: algunas estrategias funcionan mejor que otras dependiendo de la persona. Mientras hay personas que recuerdan mucho más cuando estudiaron con imágenes, otros lo hacen con sonido o escribiendo. Por eso, es necesario entender cuál es la estrategia de cada uno para afianzar el conocimiento con mayor eficiencia.