domingo, 18 de febrero de 2018

Cómo continuarán estudiando los 700.000 bachilleres del 2017?

Miles de bachilleres del calendario A recibieron, los resultados que ellos lograron en las pruebas SABER 11. ¿Cuántas expectativas y sueños para la mayoría de estos muchachos y sus familias no podrán cumplirse por falta de oportunidades? 

La discusión del programa Ser Pilo Paga, SPP, ha sido muy importante para el país, porque puso en evidencia hechos como la desfinanciación de las universidades públicas, lo costoso que es destinar recursos para educación de buena calidad, la inequidad de los recursos que la nación transfiere a las universidades regionales y la necesidad de ampliar la cobertura en educación superior (cobertura del 51%), dado que SPP no crea nuevos cupos.

De acuerdo con las cifras que pública el ICFES las prueba SABER 11 de 2017 la realizaron 738.782 personas (648.282 en calendario A y 90.500 en calendario B), de los cuales cerca de 690.000 eran estudiantes del grado 11°, el resto son jóvenes que presentan Pre Saber o validan el bachillerato. 

De acuerdo con los antecedentes de la matrícula en educación superior, el 40% de los 690.000 estudiantes del grado once (274.620) no tendrán posibilidad alguna de continuar sus estudios en el año 2018. Para calcular este dato utilizo la tasa de absorción que mide (en porcentaje) los estudiantes matriculados en grado 11 de determinado año y quienes continúan en el año siguiente en educación superior. La última tasa de absorción publicada por el Ministerio de Educación Nacional, MEN, año 2016, encontró que de los 484.664 estudiantes matriculados en grado 11 en el 2015, sólo 184.013 aparecían matriculados en la educación superior en 2016, con una tasa nacional de absorción inmediata del 38%, de acuerdo con el cruce que realiza el MEN de matrículas del Sistema de Matrícula Estudiantil de Educación Básica y Media (SIMAT) y el Sistema Nacional de Información de Educación Superior (SNIES). 

La tasa de absorción de la educación superior, incluye SENA, se ha incrementado en los últimos años, por ello calculo una tasa de absorción para 2018 cercana al 40%. Luego se puede afirmar que para el 60% (414.000) de los bachilleres de 2017, que provienen de familias más pobres o de regiones con escaso desarrollo, sus expectativas y las de su familia de continuar el proceso educativo en forma inmediata no es posible. Algunos de ellos podrán ingresar años después a la educación superior nocturna, a programas de fines de semana o a distancia, donde la calidad de la educación y el desarrollo de competencias para los jóvenes no serán iguales, a la que tienen los afortunados compañeros de generación que continuarán en la ruta educativa.

Recordemos que el proceso educativo va descartando y sacando adolescentes del sistema, por ejemplo, en bachillerato más del 30% de los adolescentes que empiezan no terminan este nivel educativo. Según una investigación de profesores de la Universidad de los Andes, por cada 100 estudiantes que empiezan secundaria en el grado sexto, a undécimo grado llegan el 67 % de las mujeres y el 60 % de los hombres, condición que cambia por estratos, “el 70 % de los estudiantes en estrato 2, 3 o más llegan a undécimo grado, solo el 56 % de los estudiantes en estrato 1 logran dicha meta”.

En secundaria el estudio de la Universidad de los Andes señalo que “aproximadamente el 76 % de los estudiantes que en grado sexto se encontraban en Bogotá van a llegar a grado undécimo. Mientras tanto, menos del 60 % de los estudiantes observados en la región del Llano, el Pacífico y el Caribe van a ser observados en undécimo”.

A nivel regional, tanto en bachillerato como en la educación superior, el sistema también discrimina. Según el Plan Distrital de Desarrollo, 2016-2020, Bogotá mejor Para Todos, la tasa de absorción para la educación superior en el Distrito Capital fue de 48,5% en 2014; “la matrícula de grado 11 en 2013 fue de 93.204 estudiantes, de los cuales ingresaron el siguiente año a educación superior 45.244, lo que representó para ese año 47.960 jóvenes por fuera del sistema. Con diferencias por localidades, Sumapaz y Ciudad Bolívar donde viven estudiantes estrato 1 y 2 arrojan tasas de absorción inmediata equivalentes al 24% y 36%”. 

Otra opción que tendrán los jóvenes bachilleres del 2017 será buscar trabajo en el 2018 y empezar a soñar con una mejor oportunidad. Sin embargo, los cerca de 400.000 bachilleres, sin posibilidades de continuar estudiando, tendrán que enfrentar la informalidad, bajos salarios y competir con otros jóvenes, sin ninguna formación especial o específica, en un mercado de trabajo donde según el el DANE, la tasa de desempleo juvenil (14 a 28 años) fue de 16,1%, en el trimestre julio - septiembre de 2017 (hombres 12,1% y mujeres 21,6%).

A la Sociedad y al gobierno parece no preocuparles este problema estructural de los más jóvenes; nadie protesta, ni lo menciona. Sigamos esperando que algún día, en tiempos de paz, estos sean los problemas relevantes que se discutan entre quienes aspiren a dirigir el país. Entretanto, los profesores de la educación oficial seguirán luchando en el 2018 con los jóvenes para tratar de mantener en ellos la ilusión de educarse, para que no deserten y realicen esfuerzos de mejora, junto con sus familias. Dura tarea cuando no hay futuro.

sábado, 17 de febrero de 2018

Que los niños se ensucien y disfruten de la naturaleza

Según científicos, mantenerlos en ambientes esterilizados aumenta sus probabilidades de enfermarse. 


Los padres deben permitir que los niños tengan contacto directo con la naturaleza y disfrutar de cosas sencillas como meterse a un charco.

Cuando el científico estadounidense Jack Gilbert trabajaba como ecologista, entendió que la interacción entre microorganismos transformaba los ecosistemas. Entonces, empezó a estudiar las bacterias y su influencia en la salud, lo cual ha estado haciendo durante los últimos 20 años. “Pensé cómo podía aplicar esa idea al cuerpo humano, porque finalmente el cuerpo es otro tipo de ambiente, pero con forma”, dice.

Aunque la relación entre el contacto con los gérmenes y una mejor respuesta a trastornos como las alergias es una idea que los científicos han estado tocando hace más de dos décadas, lo que Gilbert y su equipo han descubierto es que la exposición a una amplia diversidad de bacterias tiene un rol fundamental en el desarrollo del sistema inmune y que, cuanta menor interacción haya con ellas, mayores serán las posibilidades de contraer enfermedades.

“Cuando vamos perdiendo cierto tipo de bacterias, somos más vulnerables. Si analizamos a la población amish, por ejemplo, vemos que viven activamente con animales y que, a su vez, tienen tasas bajísimas de asma. Lo que hemos demostrado es que mientras aumenten los tipos de bacterias a las que están expuestos los niños, más sanos serán”, dice Gilbert, microbiólogo y director del Centro del Microbioma de la Universidad de Chicago (Estados Unidos).

En entrevista, el especialista explica que sus afirmaciones se basan en experimentos realizados tanto en animales como en humanos. Los primeros trabajos consistieron en aislar bacterias del cuerpo de ratones y también en exponerlos a distintos tipos de microbios.

Lo que hemos demostrado es que mientras aumenten los tipos de bacterias a las que están expuestos los niños, más sanos serán 

“Encontramos que cuando el cuerpo no entra en contacto con ellos, los neutrófilos (un tipo de glóbulo blanco que defiende al organismo de infecciones) se vuelven pegajosos y viejos”, advierte.

Durante el experimento –sigue–, los neutrófilos de las ratas cambiaban, y también aumentaba su predisposición a enfermedades.

“Por el contrario, la constante conexión con distintos tipos de bacterias aumenta la diversidad del microbioma y hace que el sistema se regenere, como si estuvieras volviéndote joven constantemente”, añade.

Los estudios en humanos, que consistieron en seguir la evolución de 2.500 niños, muestran hasta ahora una correlación con los resultados en animales, según comenta el médico. “Los niños que se exponen a diferentes sistemas microbianos también tienen neutrófilos más jóvenes”, agrega.

Saber a qué tipo de bacterias exponerlos y cuándo es suficiente son preguntas difíciles de responder todavía, reconoce el científico. “Aún estamos investigando. Sabemos que hay enfermedades que matan, así que lo mejor es apelar al sentido común y lograr un balance”, analiza.

Y plantea que lo realmente importante es empezar por dejarlos interactuar con el ambiente y con la naturaleza.Ansiedad y depresión

Gilbert también ha encontrado que las bacterias influyen en la aparición de enfermedades mentales. Actualmente se encuentran estudiando los mecanismos.

Lo que sí saben, explica, es que las bacterias del estómago producen neurotransmisores y que ciertos estilos de vida alteran su producción, factor asociado a la aparición de ansiedad y depresión.

“Descubrimos que el consumo de azúcar y grasas saturadas en grandes cantidades puede hacer que las bacterias estomacales produzcan demasiado sulfuro de hidrógeno, el cual puede interferir en el funcionamiento del sistema nervioso central”, advierte.

“En el siglo XIX, las bacterias fueron las responsables por la muerte de millones de personas, y fue elección popular creer que no había alguna bacteria buena, pero de hecho las hay. Vemos publicidad que dice que tenemos que matar el 99 por ciento de las bacterias para tener a nuestra familia protegida, pero eso no es verdad”, concluye.‘La suciedad es buena’

En junio pasado, Gilbert lanzó su libro Dirt Is Good: The Advantage of Germs for Your Child’s Developing Immune System (La suciedad es buena: la ventaja de los gérmenes para el sistema inmune en desarrollo de su hijo).

La obra, según explica, busca responder las preguntas más comunes que siempre se han hecho los padres sobre los peligros reales de interactuar con las bacterias.La vida al aire libre

Otros expertos, al igual que Gilbert, recomiendan que los niños interactúen con la naturaleza no solo para fortalecer su sistema inmune: también para sacarlos de la tecnología, las tabletas y celulares.

Por eso recomienda que los niños tengan perro. Tener plantas también ayuda. Se trata de traer lo natural a la casa y generar oportunidades para que los niños se ensucien las manos e interactúen con los microbios del mundo.

viernes, 16 de febrero de 2018

El teléfono de sustitución diseñado para "curar" la adicción al smartphone

Klemens Schillinger, un joven diseñador sueco, ha creado un dispositivo con el que pretende reducir la ansiedad de los adictos al celular. 

 

El joven, que completó sus estudios en el Royal College of Art de Londres, Reino Unido, dice la inspiración surgió tras ver un documental en el que Umberto Eco, quien estaba tratando de dejar de fumar, se colocaba un palillo de madera en la boca como sustituto.

Comenzó creando una lámpara que sólo se enciende cuando el usuario coloca su celular en un pequeño soporte que lo reconoce y activa la luz.

Pero después, creó otro diseño que ha acaparado más atención: un teléfono de sustitución.

Se trata de un dispositivo del tamaño de un smartphone promedio que cuenta con cinco versiones distintas y que imita con unas pequeñas cuentas de piedra los diferentes movimientos que hacemos con nuestras manos cuando usamos aparatos inteligentes, como hacer zoom, deslizar el dedo sobre la pantalla o arrastrar objetos.

"Observé y analicé los movimientos que hacía la gente en su celular para crear mi diseño", explica. Y los emuló a través de las cuentas. 

El resultado, señala, es una "sensación placentera" que proporciona "un pequeño masaje" en los dedos y permite alejar la sensación de ansiedad.

El peso del dispositivo también imita al de un celular convencional.

El diseñador cuenta que ha recibido varios emails de personas que sufren adicción al celular, con comentarios tanto positivos como negativos. A unos les parece una muy buena idea y otros lo ven como una pérdida de tiempo.

Schillinger admite que no habló con médicos ni psicólogos para realizar su aparato, aunque no descarta una futura colaboración.

De momento, el dispositivo está disponible por encargo y cuesta en torno a US$200, "aunque me gustaría fabricar algo más asequible", añade.

jueves, 15 de febrero de 2018

Aumento de suicidios tiene que ver con el uso de nuevas tecnologías?

Los expertos se preguntan si el aumento de suicidios en los jóvenes tiene que ver con el uso de las nuevas tecnologías. 


El reciente suicidio de Ana Lucía Fuentes, una estudiante de la Universidad de los Andes, conmocionó esta semana al país. El domingo 26 de noviembre la joven fue hallada sin vida en su apartaestudio del barrio Santa Bárbara en Bogotá. La noticia recorrió los medios nacionales no solo porque era la hija del secretario de Hacienda de Valledupar, Eudes Fuentes Mejía, sino porque según las primeras hipótesis, la dramática decisión habría tenido que ver con un video publicado en redes sociales. En este, el joven con el que aparentemente mantenía una relación aparecía besando a otra mujer.

Aunque se trata de apenas una hipótesis, el interés mediático que ha despertado el caso coincide con un debate vigente en el mundo: qué tanto están afectando las redes sociales la salud mental de las nuevas generaciones.

Un estudio publicado recientemente por expertos de la Universidad Estatal de San Diego, Estados Unidos, alerta sobre el tema. Jean Twenge, investigadora y autora del informe, afirma que la cantidad de tiempo que los jóvenes pasan frente a una pantalla está estrechamente relacionada con el aumento de la depresión y el desarrollo de las conductas y pensamientos suicidas de los adolescentes. Por eso ella asegura que esta “no es una buena fórmula para propiciar la buena salud mental”.

Para respaldar su teoría, la psicóloga cruzó las cifras de suicidio en Estados Unidos con más de 500 encuestas anónimas realizadas a jóvenes desde 1991 por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Encontró que el único cambio drástico que habían tenido los adolescentes entre 2010 y 2015 -periodo en el que aumentaron los suicidios en ese país- era la cantidad de tiempo que pasaban frente a las pantallas.

Mientras que el 48 por ciento de los adolescentes que afirmaron estar más de 5 horas al día en computadores, tabletas o móviles confesaron sentirse más deprimidos y tener algún vínculo con el suicidio, el 28 por ciento de los que pasaron menos de una hora en internet demostraron tener mejor salud mental.

Las cifras en Colombia también preocupan. El último informe Forensis del Instituto de Medicina Legal demuestra que el número de suicidios entre 2016 y 2017 ha aumentado significativamente. Mientras que para octubre del año pasado 1.662 personas se habían quitado la vida en el país, en el mismo lapso de este año la institución ya había registrado 1.944 casos.

De esas muertes, 288 corresponden a jóvenes de 20 a 24 años; 85, a niños de 10 a 14 años; y 103, a adolescentes entre los 15 y 18 años. En total, hasta octubre de este año, ya se han registrado 28 casos de suicidios adolescentes más que el anterior. Una cifra que va de la mano con la preocupación de Carlos Valdés, director del Instituto de Medicina Legal, quien confirmó que la problemática del suicidio viene creciendo alrededor del 1,4 por ciento por año.

Cabe aclarar que las redes sociales tienen un impacto indirecto en el bienestar emocional. Como explica Catherine Salamanca, psicóloga y magíster en Salud Mental de la Universidad León de Barcelona, el suicidio “existe antes de las redes sociales y va a seguir existiendo después”. La relación entre uno y otro obedece a que una persona con predisposición genética corre más riesgo de potencializar sus trastornos mentales cuando hace mal uso de la tecnología.

Las redes aumentan las probabilidades de varias maneras. Según Salamanca, la soledad, el matoneo y la presión por aparentar son algunas formas. “En las redes hay una tendencia a proyectar vidas perfectas”. Y en efecto, hace un mes la reconocida influenciadora española Celia Fuentes se quitó la vida, aparentemente, ante la presión que sentía por mantener un estándar de ese nivel.

Salamanca, además, señala que la adolescencia es una época de alta vulnerabilidad porque “existe una gran predisposición a compararnos con los demás. La inseguridad hace que creamos que la persona que vemos en pantalla es más feliz que nosotros. Eso aumenta la frustración y todo lo que vemos, así sea positivo, lo asociamos con la tristeza propia”.

Un estudio de la Universidad de Copenhague respalda esta teoría. Luego de examinar los hábitos de uso de Facebook en 1.095 personas, los expertos encontraron que aquellos que continuaron visitando esta red tuvieron un nivel más alto de envidia y exhibieron signos de depresión, en contraste con los que no lo hicieron. De ahí que se hable de la envidia de Facebook para describir esa sensación de tristeza y melancolía que la gente siente cuando observa a sus amigos en viajes o fiestas mientras ellos trabajan. “Estamos más conectados que nunca, pero ¿está haciéndole bien esta conexión a la gente?”, se pregunta Morten Tromholt, autor del reporte. “La respuesta es no. De hecho, el uso frecuente de Facebook está afectado nuestro bienestar en muchas dimensiones”, agrega el investigador.

Valdés asegura que el aumento del suicidio en los más jóvenes tiene que ver con el poco control que los padres ejercen sobre el acceso a la tecnología de sus hijos. Aunque es común que desde los 2 años los niños jueguen con tabletas, computadores y teléfonos inteligentes, más tarde, cuando empiezan a hacer un uso indiscriminado de ellos, el riesgo de tener problemas aumenta. “Los niños no comprenden el impacto real de lo que comparten ni los contenidos que leen. Todo por una falta de educación y prevención de la que deberíamos ser conscientes”, afirma.

A los expertos también les preocupa que mientras más tiempo pasan los jóvenes en estos dispositivos, menos habilidades sociales desarrollan. “Tienen una pésima comunicación interpersonal en su ambiente laboral, social y familiar. Y esto ha hecho que cada día sea más difícil establecer vínculos afectivos con los adolescentes”, dice Valdés. La mayoría de ellos interactúan en espacios virtuales como Facebook, Instagram o Snapchat. Allí ponen todas sus expectativas y cuando no las pueden cumplir, se frustran. Al mismo tiempo, al mantener la mayoría de sus relaciones de modo virtual, se produce un vacío y una melancolía generalizada.

La solución no está en dejar a un lado la tecnología, sino en educar a los jóvenes para tomar decisiones asertivas sobre los contenidos que consultan. “Lo ideal es que sean conscientes del momento en el que Facebook deja de ser positivo y se convierte en un espacio en el que aumenta su insatisfacción, para que pongan una barrera y se autoprotejan”, explica Salamanca.

Otro factor de protección es cultivar en los niños una sana autoestima. Según el psicólogo Walter Riso, autor del libro Enamórate de ti mismo, los padres con frecuencia dejan que los hijos se “den con garrote”, cuando en realidad ellos deben enseñarles a felicitarse y a entender que los errores forman parte de la vida.

El reto es lograr que los avances tecnológicos faciliten la vida de los jóvenes, pero sin interrumpirla. Curiosamente, hace pocos días, y ante la evidente problemática, Facebook anunció que aplicará un sistema de alerta temprana para prevenir los suicidios en la red social. La herramienta, que operará con inteligencia artificial, apunta a reconocer los patrones suicidas en publicaciones y videos, para posteriormente disuadir a los jóvenes de cometer el acto. Es un paso porque, como dice Salamanca, estas redes son invasivas, inmediatas, adictivas y absorbentes, y ese coctel puede potencializar los sentimientos de tristeza, decepción o soledad de los jóvenes. “Por eso, es importante que los padres no desestimen su influencia”.

miércoles, 14 de febrero de 2018

Revolcón en las aulas

Al confirmarse su valor como generadores de conocimiento, los textos escolares impresos evolucionan hacia el mundo digital y adoptan herramientas informáticas de vanguardia.


Es posible que muchos padres de familia guarden todavía, en los estantes de su biblioteca, sendos ejemplares de la vieja Álgebra de Baldor o del legendario Manual de Urbanidad y Buenas Maneras, de Manuel Antonio Carreño. Son textos escolares que marcaron sus años de estudio y que, a pesar de ser lejanos recuerdos del colegio, todavía logran revivir nostalgias de los buenos tiempos idos.

Sus hijos observan esos libros como una verdadera antigüedad prehistórica, pero al mismo tiempo le van tomando cariño a los que hoy les correspondió como apoyo educativo.

Solo que ya no son simplemente ejemplares impresos.

Las casas editoriales de textos educativos ofrecen, al lado de sus textos escolares, innovadoras plataformas educativas, con aplicaciones informáticas que proporcionan no solo a los alumnos un entorno que facilita su aprendizaje digital, sino a los profesores las herramientas para estar en contacto directo con los padres y los estudiantes. Las aplicaciones permiten conectar el texto escolar impreso con computadores y tabletas incluso sin necesidad de conexión a internet, y no solo dispone de una biblioteca provista de obras de referencia sino piezas con las que los profesores también pueden crear tareas escolares y pruebas de evaluación, hacer seguimiento de sus alumnos y promover la autoevaluación de los estudiantes, entre otras tareas personalizadas.

En este proceso de combinación de herramientas analógicas y digitales la calidad y eficiencia del proceso de aprendizaje se potencia y los resultados se hacen visibles en las pruebas que se realizan periódicamente (PISA, Pruebas SABER, entre otras). De ahí la importancia que el uso de estas herramientas pueda multiplicarse entre los estudiantes de la educación básica y media, tal como ya empieza a verse en algunos países del mundo.

En el entretanto, el texto escolar impreso es todavía una herramienta fundamental en el proceso educativo, tal como lo reconocen estudios adelantados por diversos organismos internacionales que plantean la importancia de fortalecer la dotación de textos y de otros materiales educativos en los logros de los estudiantes durante su aprendizaje.

El Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE), por ejemplo, llevó a cabo en 2013 el Tercer Estudio Regional Comparativo y Explicativo (TERCE), que incluyó a 16 sistemas educativos (15 países, más un estado subnacional) y que señala que “los recursos educativos como libros, cuadernos o computadores representan otro grupo de variables relevantes en el logro de aprendizajes. La disponibilidad de material educativo y de tecnologías de información y comunicación es importante para estimular el aprendizaje dentro del aula”.

Dentro de sus conclusiones, la evidencia encontrada por TERCE muestra que los estudiantes que poseen libros de texto y cuadernos tienen mejores desempeños académicos y que las variables que se destacan por su asociación con el desempeño académico son “la disponibilidad de cuaderno individual para su uso en clases, de un libro de la disciplina por estudiante y el uso de la computadora”.

A su vez, el estudio ‘América Latina después de PISA. Lecciones aprendidas de la educación en siete países (2000-2015)’ destaca la importancia del texto escolar como complemento necesario de las reformas curriculares y realza las grandes inversiones hechas en este campo por los gobiernos de México, Brasil y Chile. Insiste en que las dotaciones de textos por parte del gobierno mexicano rondan los 180 millones de ejemplares al año y que el gobierno brasileño entregó más de mil millones de ejemplares de textos a sus estudiantes, entre 2005 y 2013.

La investigación advierte, sin embargo, sobre el caso excepcional de Colombia. “Como reflejo de su política curricular –explica–, ese país tuvo una política explícita de rechazo al libro de texto desde 1994 hasta 2010. El cambio de rumbo llegó en ese año, cuando las nuevas autoridades lanzaron el programa ‘Todos a aprender’, apoyado en la creación de libros de texto propios con la compra a través de licitación de los contenidos a especialistas y editoriales”.

Pero en un documento publicado por el ICFES en 2011, que recoge los resultados de la investigación ‘SABER 5o. y 9o. Síntesis de resultados de factores asociados’, al hacer referencia al uso de los textos escolares encuentra que “las investigaciones realizadas en Colombia y en otros países han mostrado la importancia de que las instituciones educativas, los docentes y los estudiantes cuenten con materiales para apoyar los procesos de enseñanza y aprendizaje. La disponibilidad y el uso de textos escolares, libros de consulta, calculadoras, laboratorios, mapas, recursos audiovisuales, software educativo, etc., están directamente asociadas con más y mejores aprendizajes”.

Finalmente, el Informe de Seguimiento a la Educación en el Mundo. Documento de Política No. 23. Cada niño debería tener un libro de texto’, de la UNESCO, afirma que “los libros de texto resultan especialmente pertinentes para mejorar los resultados del aprendizaje en los países de ingresos bajos, en los que hay muchos alumnos en las aulas, un gran porcentaje de los docentes no están cualificados y el tiempo de instrucción es escaso. Además de contar con buenos docentes, la mejor manera de mejorar la enseñanza y el aprendizaje es disponer de libros de texto bien elaborados y en cantidad suficiente”.

El documento concluye que los docentes necesitan los libros de texto “como ayuda para orientarse respecto de lo que tienen que hacer en el aula, del mismo modo que los alumnos los necesitan como apoyo de la experiencia de aprendizaje en su totalidad”. 

Los textos escolares impresos, sin embargo, evolucionan ahora hacia el mundo digital y se complementan con herramientas informáticas de vanguardia. Pero seguramente despertarán también nostalgias cuando sus lectores aprendices crezcan.

martes, 13 de febrero de 2018

Anticípese a las rabietas


Hay que explicarle al niño que es válido sentirse triste o frustrado. Disciplina positiva.

Lo animo a recordar sus pataletas cuando era niño. El escándalo en la calle, en un almacén o cuando asistía con sus padres a misa. Cualquier escenario era válido para llamar la atención u obtener lo que deseaba.

Por ejemplo, el papá de Luisito recuerda una rabieta memorable de su hijo a quien siempre le gustaron las tractomulas de juguete. “Mi hermano le ofreció comprarle una, pero el niño se antojó de la más costosa, que tenía carrocería y tráiler. Decidió no comprarla, pero al salir del almacén, Luisito lo pateó en repetidas ocasiones. Fue tal la pataleta que logró el objetivo, mi hermano le compró el juguete”.

Repete su palabra

Esta reacción no fue la acertada, asegura la experta en disciplina positiva Carolina Guzmán García y explica que con los niños siempre se habla en serio y lo que se les promete hay que cumplirlo.

“Lo que debemos hacer con un niño es anticipar. Le decimos antes cuales serán las condiciones, por ejemplo advertirle que podemos comprar algo de X precio y si el niño no sabe leer nosotros le diremos ese sí puede o ese no se puede”.

Agrega que al comienzo el tío incumplió, porque no le dio otras opciones como mostrarle otras tractomulas que sí estuvieran en su presupuesto.

Respecto a la reacción del niño, aclara que si bien es grosera, resulta natural porque le falló, pero recalca que en este caso hay que ayudarle a regular la emoción y expresarla de manera adecuada, sin pegar ni patalear. Pero para llegar a esto, el adulto debe acudir a la anticipación y respetar su palabra.

Según la experta, esta metodología de crianza positiva pretende darle al niño un buen trato y combina la amabilidad, respeto por el menor y firmeza, que busca el respeto en el adulto.

Recalca que esta última debe aplicarse sin excederse en palabras o acciones para que no se convierta en autoritarismo. “La gente cree que firmeza es hablar duro, gritar o reaccionar con actitudes en el rostro o con las manos, lo que hay que buscar son herramientas donde haya un respeto efectivo al adulto, a su palabra, a sus acciones y hacia el niño que mira con un buen trato y amabilidad el momento en que se interrelaciona con él.

¿Qué hacer cuando hay una rabieta?

1. Validar ese sentimiento. Explicarle que es válido llorar, sentirse triste o frustrado, porque a uno como adulto también le pasa.

2. Aprender a controlar esa emoción. No se puede manejar de una manera que agreda al otro, le pegue al adulto o interrumpa en medio de la pataleta.

3. Explicarle. Hay que desconectarnos de esa situación y buscar otro espacio.

4. Hablar con él. Preguntarle qué cree que lo relaja, si pintar, si estar en un sitio solo, que lo acompañemos o si quiere que lo abracemos, es decir, darle el apoyo para que supere esa rabieta.

5. Siempre debe haber acompañamiento con modelaje. Muchas veces los adultos terminamos haciendo la misma rabieta que ellos. Les decimos: no llores y manoteamos, no grites y lo hacemos gritando, es un mensaje confuso: decimos una cosa y hacemos otra.

¿Y si es en público?

Es difícil, porque tenemos varios ojos encima y como papás nos debemos controlar. Podemos buscar un espacio para hablar con él, salirnos de esa situación para que el niño vuelva a conectarse. Mediante las neuronas espejo logramos que el niño recapacite y vuelva en sí y no permitir que estas neuronas nuestras se dejen llevar por la rabieta y terminemos haciendo lo mismo en público.

¿Cómo se aplica la anticipación?

Cuando vamos a un centro comercial y si ya ha pasado que el niño hace pataleta, antes le podemos decir: si haces una rabieta nos tenemos que retirar, nos vamos para la casa, hay que desconectarlo de esa situación. La anticipación ayuda a prevenir, porque cuando ya está en la pataleta es difícil de manejar, lo que sí es claro es que ni con golpes o gritos va a parar.

Un error frecuente es la amenaza, “si te portas mal...”

Estamos acostumbrados a amenazar, castigar y premiar. Son como las tres herramientas reinas de los padres de familia, porque con ellas cortan de inmediato el comportamiento. Lo que tenemos que usar son herramientas menos convencionales y más eficaces, como la anticipación o las preguntas abiertas: qué necesitamos para salir, para que cambiemos el sermoneo y generemos autonomía. El niño es el que dice: para salir necesito llevar un saco, para acostarme debo cepillar mis dientes y que estén limpios. De esta manera desarrollamos habilidades de por vida, autonomía.


“Los padres de familia somos los llamados a mejorar el trato con nuestros hijos, porque finalmente lo que van a hacer cuando formen su hogar es replicar el modelo que nosotros les dimos. Si desde pequeños los acostumbramos a los gritos, a los golpes, a las amenazas y demás herramientas que no van con la dignidad de una persona eso es lo que van a hacer con sus hijos”.

Neuronas espejo

Están en el cerebro. Son todos los comportamientos empáticos o no empáticos que copiamos de los demás. Por fortuna, tenemos la capacidad de revertirla y así obtenemos una neurona espejo de calma y tranquilidad que se copie en el niño.

Por ejemplo, cuando una persona bosteza, estas neuronas hacen que los demás también lo hagan. O cuando vamos a cruzar la calle vemos que alguien la cruza y ni siquiera miramos el semáforo porque lo hacemos siguiendo al otro.

Disciplina positiva

* Basada en la amabilidad y firmeza

* Tiene un sentido de conexión

* Es efectiva a largo plazo

* Desarrolla habilidades para la vida, entre ellas, autonomía

lunes, 12 de febrero de 2018

Los millennials buscan ser financieramente independientes


Rapidez, facilidad, eficiencia, conveniencia e innovación son las características con las que los millennials asocian los pagos a través de canales digitales.

Rapidez, facilidad, eficiencia, conveniencia e innovación, esas son las características con las que la generación de los millennials asocia los pagos a través de canales digitales.

En un estudio publicado por MasterCard, en donde se consultó las preferencias de los jóvenes de la región en temas financieros, gran parte se siente inclinado a utilizar estas soluciones, al considerarlas seguras; sin embargo, el problema es que, para 51% de los encuestados, son pocas las opciones de pago disponibles, una percepción que se nota más entre los mexicanos (56%), brasileños (48%) y colombianos (45%).


Ana Ferrell, vicepresidenta ejecutiva de marketing y comunicaciones de MasterCard para América Latina y el Caribe, explicó que la digitalización de pagos es un factor diferencial en el mercado, el cual contribuye a generar una mejor experiencia, lo que se refleja en mayores ingresos y fideliza clientes.
Sin embargo, esta generación, que se considera más digital, más ambiciosa y más conectados que las personas de cualquier otra época, siente que las generaciones anteriores son mucho más inteligentes en el manejo del dinero que ellos.

De esta manera, los encuestados señalaron dentro del estudio que les gustaría que algunos procesos fueran mucho más fáciles, como por ejemplo, la reducción de las deudas (65%), mejorar en el gasto del dinero (64%), monitorear el gasto (62%), planificar un presupuesto (61%), invertir (58%), financiar una idea de negocio (57%), revisar su conducta bancaria (55%) y comprar y vender en línea (55%).

“El estudio reveló que la prioridad de esta generación es ser financieramente independiente. Y la tecnología tiene un rol sumamente importante en sus vidas para lograr esa independencia”, afirmó Ferrell, quien añadió que “los millenials siempre están en la búsqueda de nuevas innovaciones que les faciliten la vida: pagar el transporte público, comprar boletas de cine, entre otros aspectos”.

Por último, cabe mencionar que 52% de los encuestados aseguró que la tecnología podría resolver muchos de los problemas que enfrenta la sociedad hoy en día.