lunes, 29 de enero de 2018

Los 5 consejos para aprender un mejor inglés

Si está frente a un anglófono y su lengua se paraliza, aunque entienda en inglés todas las canciones, películas y hasta lea periódicos en ese idioma, es hora que cambie la manera como está acostumbrado a ‘defenderse’ en este idioma. 

Seguramente, cuando en un salón alguien habla inglés usted sentirá ganas de ‘lanzarse’ y empezar a practicar, pero se frena porque siente que su lengua está como dormida, que las palabras no le salen como las piensa y lo peor, que se burlarán de su pronunciación.

No tema, pero sí puede empezar a hacer mejoras. ¿Le ha pasado que después de haber tomado clases de inglés por años llega el día que debe mantener una conversación y no se anima? ¿O ha contratado a un nuevo empleado que tiene “varios años” de estudios de inglés, pero fracasa el día que debe participar de una llamada de conferencia telefónica y no logra entender ni hacerse entender?

Muy probablemente han estudiado con métodos tradicionales, con profesores no nativos que sólo enseñan gramáticas y tiempos verbales, pero no los ayudan con una pronunciación correcta del inglés.

Las cifras no mienten, el inglés es el idioma más hablado del mundo con alrededor de 375 millones de personas que lo tienen como lengua madre y un poco más de 1500 millones que lo utilizan como segunda lengua. Es el idioma oficial en el mundo de los negocios, de los viajes y de las relaciones internacionales. De ahí la importancia de aprender inglés para desarrollarse tanto profesional como personalmente.

Por eso, no tema desde ya hacer algunos ajustes. Es más, probablemente inicie el 2018 con unos mejores ingresos por tener dominio de este segundo idioma.

domingo, 28 de enero de 2018

Flexibilidad, liderazgo e innovación: claves para motivar a los millennials

No es ninguna novedad que los millennials y la nueva generación z llegaron para transformar la vida laboral, modificando las estructuras de las compañías y en muchas ocasiones, reinventando el rol de los jefes.

 
Actualmente 4 de cada 10 trabajadores en el mundo son millennials y, en Colombia, el 60% de los cargos están ocupados por esta nueva generación. De hecho, en empresas de tecnología esta cifra suele aumentar y se estima, según el estudio ‘Global Generations‘ de la consultora Ernst & Young (EY), que para el 2025 conformarán el 75% de la fuerza laboral mundial.

Por consiguiente, estos nativos digitales motivados por el cambio están demandando nuevas exigencias que apuntan a una transformación en la manera en que se hacen los negocios y, más allá de eso, en la creación de nuevos credos empresariales que consigan ofrecerles a sus empleados un buen “salario emocional”.

El denominado “salario emocional” apunta, en términos sencillos, a proveer a esta nueva generación de beneficios que mejoren su nivel de satisfacción como complemento al pago económico por su trabajo, incluyendo variables como un ambiente de trabajo agradable, flexibilidad horaria y un buen trato por parte de los altos rangos, factores que reducen el número de renuncias, aumentando la productividad y convirtiéndose en elementos fundamentales a la hora de retener talento.

De hecho, en empresas donde usualmente la fuerza laboral es representada en su mayoría por estos jóvenes, políticas como la flexibilidad horaria y espacial hacen parte de sus principales pilares. Aquí, el tiempo se convierte en un factor decisivo para los millennials, pues apuestan por la efectividad de sus tareas, eliminando estereotipos como el horario de oficina o la oficina en sí, pues muchas veces las tareas pueden requerir un menor tiempo y ser ejecutadas desde cualquier lugar; eso sí, teniendo claro que lo anterior no significa que la calidad y el compromiso de los trabajadores sea menor.

Por esto, para implementar modelos de salario emocional efectivos, los empresarios deben evaluar cómo está compuesta su fuerza laboral en términos de las necesidades psicológicas, sociales y afectivas para así instaurar medidas que realmente consigan ser un “plus” y beneficiar a sus empleados.

Afortunadamente, en Colombia ya existen cerca de 45 empresas, entre ellas Indra, que cuentan con el sello de Empresa Familiarmente Responsable (EFR), certificación que es expedida por la Fundación Más Familia en España y que les garantiza a sus trabajadores el equilibrio entre la vida personal y laboral.

Es así como la implementación de políticas “Familiarmente Responsables” se convierte en una alternativa eficaz para retener talento en los equipos laborales que deseen marcar la diferencia y que no quieran conformarse con lo mínimo.

Además, es bueno saber que los trabajadores cumplen con los objetivos, alentados por el genuino gusto a su trabajo, esto, sin dejar de lado que la pasión del equipo es el reflejo del éxito del negocio.

Por esto, la tarea consiste en crear ambientes laborales en la que las empresas les permitan a sus empleados dejar su huella y demostrar un liderazgo que no solo le favorezca al negocio, sino que también, sea retribuido a la sociedad.

sábado, 27 de enero de 2018

Generación Z: 60% está insatisfecho con la conectividad de red fuera del hogar

 
Un nuevo estudio de CommScope develó tendencias, actitudes y comportamientos de la llamada ‘Generación Z’ respecto a su relación con la tecnología.

Una reciente investigación realizada por CommScope señaló por qué la llamada Generación Z es la más cercana a la tecnología y la más dependiente de la conectividad en la historia, con puntos de vista únicos y grandes expectativas para los dispositivos, tecnologías y personas de las que dependen para mantener su estilo de vida siempre conectado.

Este estudio, que involucró a 4,003 usuarios de tecnología avanzada de entre 13 y 22 años de edad en 8 grandes ciudades alrededor del mundo, también reveló algunos aspectos como los siguientes:

· Casi dos tercios de los usuarios creen que “la era de la privacidad ha terminado” y que nada de lo que hacen en línea es privado, aunque la mayoría hacen todo lo posible por proteger sus datos personales a toda costa.

· La carrera más deseada entre esta generación es ser un YouTuber famoso, seguido de desarrollador de software de vanguardia y convertirse en una celebridad de Twitter con más de un millón de seguidores.

· Los usuarios más constantes revisan sus smartphones más de 30 veces por hora.

· La Generación Z es la más prolífica en cuanto a generación de contenido, y la que lo comparte más libremente con otros a través de sus dispositivos interconectados.

· Más del 50% dice que el acceso a internet (o la falta del mismo) impacta con quiénes socializan, y 49% dice que influye en qué productos consumen.

· Están más felices con sus smartphones que con los proveedores de servicio.

· Más del 60% de los encuestados están insatisfechos con la conectividad de red cuando se encuentran fuera de su hogar, donde consideran que la conectividad es crucial para sus estilos de vida.

“Esta generación de usuarios altamente tecnológicos, que revisa sus dispositivos en promedio tres veces por minuto, está moldeando la forma en que vivimos, trabajamos y nos desempeñaremos en el futuro,” comentó Fiona Nolan, Senior Vice President of Global Marketing en CommScope. “Estos hábitos de uso de tecnología tendrán un gran impacto en la sociedad, y prepararán el camino para cambios sociales, políticos y tecnológicos significativos”.

De igual forma, los hallazgos de las extensas investigaciones y entrevistas personales realizadas durante este estudio, mostraron tres resultados importantes en materia de cómo esta llamada Generación Z se relaciona con la tecnología que usa y en la cual confían:

Tiempo. La Generación Z ve el tiempo como moneda de cambio, utilizando sus dispositivos interconectados para gastar, ahorrar y desperdiciar tiempo. Al ser una generación siempre conectada, la tecnología forma parte íntegra de su identidad, lo cual se ve reflejado en las aplicaciones en las que pasan la mayor parte de su tiempo, como YouTube, WhatsApp, Facebook e Instagram.

Lugar. A través de sus dispositivos, la Generación Z existe en un mundo virtualizado donde la expresión, el engrandecimiento y el entretenimiento dominan. Sus smartphones son el centro de sus vidas sociales, y se sienten seguros y capaces dentro de este mundo altamente conectado y lleno de contenido. Al estar tan hiperconectados no resulta sorprendente que 63% de los encuestados digan que les sería extremadamente difícil vivir sin sus smartphones.

Actitud. Inteligentes, obstinados y apegados; la Generación Z se siente segura con sus dispositivos, forman hábitos relacionados a usarlos cada vez más. La tecnología es parte intrínseca de su misma identidad y está entrelazada con sus vidas diarias. Priorizan una mayor durabilidad de batería, más espacio de almacenamiento y mayores velocidades de internet, lo cual resalta sus relaciones obsesivas con sus dispositivos móviles.

“Esta generación de ‘expertos tecnológicos’ son grandes consumidores de ancho de banda móvil, y son también influencers clave para sus contemporáneos. Esta investigación identifica las áreas de oportunidad para que los proveedores de servicio logren generar lealtad de esta generación que busca una conectividad de red más rápida. Hemos hecho este estudio con la generación Y, o milenios y ahora estamos buscando también conocer la generación z", concluyó Adriana Justi Antonelli, CALA Regional Marketing Manager en CommScope.

viernes, 26 de enero de 2018

El plagio y la tecnología: los enemigos del aprendizaje en Colombia

Ahora todos los estudiantes tienen a un sólo clic todo tipo de información, y los motores de búsqueda se volvieron fuente de toda investigación, sin embargo esto a encrudecido la situación de plagio en el país.

Según un estudio del Índice Global del plagio conocido por RCN Radio, en la educación secundaria y superior el 59% de estudiantes admiten hacer trampa en un examen y 1 de cada 3 admitieron usar internet para plagiar de forma idéntica un trabajo.

“Se evidencia un claro incremento en este comportamiento por la misma facilidad con la información que se maneja y la facilidad con la que se puede manipular al punto que ahora hay un problema serio por noticias falsas”, aseguró Raquel Villareal, gerente de Turnitin, entidad para la mitigación de riesgo institucional y del plagio académico.

Con un análisis a 196.691 trabajos de estudiantes en Colombia, México, Brasil, Perú se puede comprobar que el 12% fueron copias idénticas bajadas de la web.

Se estima que los docentes pueden recibir más de 100 millones de trabajos no originales al año en los países que fueron objeto de este estudio.

Villareal explicó que América latina maneja un 12% en general de plagio pero el estrecho margen de contenido no original que existe en los distintos países muestra que el plagio no es un problema regional o nacional, sino global.

“Parece que los estudiantes muestran el mismo tipo de comportamiento tanto si se encuentran en un aula de Vancouver, como si estudian en Nairobi o Shanghái”.

La problemática más allá de las cifras tiene que ver con que la incidencia en el plagio repercute en la falta de conocimiento que en realidad adquieren las personas cuando estudian.

Augusto Rodríguez, de Clarivate analytics, experto en propiedad intelectual explicó que “el mayor riesgo de esto es que no se fomenta el aprendizaje, ahora simplemente se están repitiendo cosas que alguien ya creó y eso significa también que no aportas nada al conocimiento que es tan importante para la evolución”.

Las consecuencias de estos hallazgos en un país como Colombia son altamente transcendentales por ser una de las principales causas que impiden a los ciudadanos enfrentarse con retos académicos internacionales, lo que también influye en la permanencia de Colombia como país del tercer mundo.

jueves, 25 de enero de 2018

Cinco diferencias entre los Millennials y la Generación Z



La manera cómo ven el dinero, cómo compran e interactúan con las marcas son algunas de las diferencias entre ambas generaciones.

La nueva ola de consumidores ha llevado a que varios sectores se reinventen para adaptarse a una realidad inquieta y muy diferente a la de generaciones anteriores.

Por eso ahora, comercios y dueños de negocios, tienen como desafío entender los matices y peculiaridades de la personalidad de cada generación para diseñar los mensajes correctos en los canales adecuados, impactarles de manera atractiva y mantener el engagement con ellos.


Los nacidos después del año 1995 pertenecen a la Generación Z. 


En la actualidad los jóvenes conforman una gran parte de la audiencia que consume porque están siempre conectados, y acceden a Internet varias veces al día desde dispositivos diferentes.

Los nacidos entre 1980 y 1995 son considerados como Millennials, la generación que está de moda por ser una de las que mayor interés ha despertado en sociólogos, empresas de telecomunicaciones, y medios de comunicación, entre muchos otros.

No es la primera a la que se le ha puesto nombre, ni la primera que se ha estudiado. Con ella, aparece la Generación Z, a la que pertenecen las personas nacidas después de 1995. 

Ambas generaciones tienen patrones de conducta parecidos, pero no idénticos, lo que aumenta el reto de identificar y entender de manera profunda a quién, cómo y qué se les está comunicando. La Gen Z no responde a las ofertas y campañas de marketing de la misma manera que lo hacen los Millennials, por lo que es necesario estudiar las diferencias entre estos dos grupos.

1. La Generación Z es pragmática, los Millennials son idealistas

 

Tip:
El marketing más exitoso hacia la Gen Z se centra en el valor a largo plazo y las inversiones inteligentes. 

La Generación Z creció en un contexto incierto durante la recesión económica mundial. Los Millennials se criaron durante un auge económico.

Los Millenials se enfocan en el presente, son optimistas y ven como preocupación convertirse en padres. La nueva generación está enfocada en el futuro, son pragmáticos y realistas.


2. La Generación Z se enfoca en ahorrar dinero, los Millennials en vivir las experiencias

 

Tip:
Una estrategia inteligente para venderle a la Gen Z es ofrecer ofertas y bonos (como envíos gratuitos o regalos por su compra). 

Los nuevos adolescentes tienden a estar más interesados ​​en ahorrar dinero que los Millennials a esa edad. El consumo popular no es atractivo para ellos.

La Gen Z se siente atraída por las compras que maximizan el valor de cada peso, mientras que los Millennials están más interesados ​​en la experiencia completa de comprar un producto.

3. Los Millennials son auténticos, pero la Gen Z lo lleva a un nuevo nivel

Tip:
Aprovechar la influencia del marketing para producir contenido tendencia y comunicar de manera transparente. 

Los Millennials prefieren las marcas que defienden la transparencia y comparten sus valores. Pero la Gen Z está aún más obsesionada con encontrar marcas que se sean auténticas. 

La Gen Z quiere ver contenido real, y no demasiado preparado o editado. 

4. La Generación Z prefiere las compras en la tienda, los Millennials compran en línea

Tip:
Piensa en cómo atraer más jóvenes a tus tiendas a través de redes sociales o experiencias educativas digitales. 

*Aplica también si tienes tienda física. 

Los Millennials son compradores profesionales en línea. A la Gen Z le gusta sentir y ver los productos en persona para asegurarse de que están comprando algo de alta calidad.

La Gen Z está interesada ​​en experiencias únicas que suceden en las tiendas. Los Millennials sacan sus teléfonos inteligentes o computadoras portátiles cada vez que quieren algo nuevo. 

5. La Generación Z quiere ser independiente, los Millennials se sienten cómodos con las marcas

Tip:
El mejor enfoque de marketing para la Gen Z es celebrar al individuo, decirle a los clientes que pueden ser lo que sea y quien quieran, sin tratar de prescribir una imagen específica o cerrada a cambios. 

1. Los Millennials crecieron alrededor de nombres y marcas que estaban de moda, por eso ahora de adultos están dispuestos a pagar más por sus marcas preferidas.

2. La Gen Z no quiere ser definida por ninguna marca que no sea la suya propia. De esa manera celebran su independencia como generación.

miércoles, 24 de enero de 2018

Ser pilo: ¿paga?

Tiene dos grandes retos este programa para su permanencia y su consolidación: el primero de carácter técnico y el segundo de carácter político y/o ideológico. 

Mucho debate ha generado recientemente, en el mundo de la educación superior, el desarrollo y mantenimiento del, hoy muy reconocido, programa "Ser Pilo Paga" que ha permitido que decenas de miles de bachilleres colombianos con grandes capacidades y potencialidades, pertenecientes a los estratos socioeconómicos más desfavorecidos, accedan por sus méritos y su disciplina a las mejores universidades de Colombia. 

Para nadie es un secreto que el vehículo privilegiado para el logro de la equidad, la superación de la pobreza y el salto cualitativo al desarrollo de un pueblo es, precisamente, el acceso a la educación con calidad. Sin embargo la realidad de países como el nuestro, a pesar de haber dado un salto significativo en la tasa de acceso a la educación superior en la última década calculado hoy en cerca del 40% y con tasas de deserción aún superiores al 50% (según el último informe del Banco Mundial: “Momento decisivo: La educación superior en América Latina y el Caribe”) sumado a grandes retos en acreditación tanto de programas como institucionales, hacen concluir que la educación antes que un vehículo para la equidad y la convergencia entre los estratos socio-económicos, termina siendo paradójicamente un vehículo, cuyo limitado acceso, profundiza la inequidad y la brecha entre quienes tienen las oportunidades y quienes carecen de ellas. 

No es, sin embargo la primera vez que se apuesta de manera innovadora por las oportunidades de formación del más alto nivel para los mejores bachilleres del país, baste recordar que ya desde el inicio del siglo pasado, durante el gobierno del General Rafael Reyes, se creó una suerte de “ser pilo paga” de la época que le permitió a jóvenes aventajados de diversas provincias del país, acudir a los centros universitarios más prestigiosos de la capital del país, para convertirse luego en prohombres de la Nación, en faros de la Patria en distintas disciplinas y profesiones.

Tiene sin embargo dos grandes retos este programa para su permanencia y su consolidación: el primero de carácter técnico y el segundo de carácter político y/o ideológico.

Como en distintas iniciativas de este tipo, el más importante reto técnico que enfrenta el programa es su propia sostenibilidad financiera. En este sentido, la sociedad en su conjunto debe rodear esta iniciativa y hacerse partícipe y corresponsable de la misma. No puede pretenderse que el presupuesto público sea la única fuente de financiación indefinida de este programa. Será necesario un mayor involucramiento de recursos privados, de cooperación y de inversión nacional e internacional que, bajo un modelo adecuado y actualizado de incentivos y lógicas de mercado, atraiga recursos para ser dedicados a la formación del mejor capital humano del país. Pero también será necesario que, las instituciones de educación superior de alta calidad, conscientes como nadie de la importancia capital de esta iniciativa y de sus beneficios para la sociedad, modifiquen su posición y participación en el programa y pasen de ser receptoras de recursos económicos a ser actores más activos en el diseño, ejecución y financiación del mismo. Debe evaluarse, en este sentido, la aplicación y control efectivos y eficientes de figuras como el cobro de precios fijos de matrícula para los beneficiarios del programa que cada año llegan a engrosar las cohortes de nuestras universidades, liberando con ello recursos para el seguimiento, la manutención, el transporte, los materiales y muchos otros etcéteras, tan necesarios para el desarrollo de los estudios universitarios de los participantes del programa.

Por el lado de los retos políticos y/o ideológicos, sobresale la inapropiada -y hasta mezquina en algunos casos- posición que intenta correlacionar directamente la financiación de la universidad pública con la sostenibilidad del programa “Ser Pilo Paga”, como si la una fuera directa y completamente incompatible con la otra. Hay que reconocer aquí que la mayor y mejor financiación de la universidad pública hace parte de un modelo legítimo y necesario -a mi modo de ver- de subsidios a la oferta que debe conllevar también el control estricto de la eficiencia, eficacia y transparencia en la ejecución de los recursos. De otra parte la sostenibilidad de programas como “Ser Pilo Paga” hace parte de un esquema de subsidio a la demanda que premia (por la lógica del mercado) la calidad y la libertad en la elección de los beneficiarios. Es falaz, por decir lo menos, intentar venderle a la opinión pública la idea equivocada y mentirosa de que las dificultades de financiación de la educación pública son responsabilidad “exclusiva” de programas como “Ser Pilo Paga” que privilegia la decisión individual de optar por educación superior de más alta calidad independientemente de su condición pública o privada. Adicionalmente este artilugio argumentativo ha logrado revivir un debate y un enfrentamiento estéril entre la universidad pública y la universidad privada que había sido superado en el pasado reciente en importantes escenarios de cooperación y coordinación institucional, y que llega en un inoportuno momento de polarización nacional que requiere precisamente de las universidades, el ejemplo necesario para demostrar que podemos construir espacios de unidad en medio de tanta diversidad.

Por todo esto, el programa “Ser Pilo Paga” tiene indudable sentido y supera cualquier alcance de gobierno para convertirse en una iniciativa de Estado que debe permanecer como símbolo de la superación, de la ampliación de oportunidades, de la consolidación de la Universidad como un espacio de equidad, pero sobre todo como una apuesta decidida por la valoración de la libertad de elección como pilar en el proceso de construcción de una sociedad más justa y próspera.

martes, 23 de enero de 2018

¿Odia las matemáticas? La tecnología puede ser una alternativa

Matemática ha sido una de las materias más odiadas de los últimos tiempos. Las clases habituales suelen ser tediosas y rutinarias. Es por ello que SEMANA conversó con Javier Arroyo, especialista en tecnología y cofundador de la aplicación para el aprendizaje matemático Smartick.

En las pruebas Pisa 2015, Colombia presentó un nivel bajo en comparación a otros países. 

El mercado digital actual ofrece una amplia gama de formatos tecnológicos que contribuyen en la rutina de estudio de las distintas generaciones. Los más jóvenes pueden lograr que sus tareas académicas sean más dinámicas mediante el uso de aplicaciones inteligentes.

Smartick es una compañía española que comenzó en el año 2009 a raíz de que sus fundadores Javier Arroyo y Daniel González decidieran ejecutar un método sencillo para tratar el problema mundial frente al ‘odio hacia las matemáticas’. Su ejecución es diseñada a través de una app académica apta para niños de entre los 4 y 14 años de edad.

“Actualmente el rendimiento escolar de los alumnos de primaria y secundaria es relativamente bajo, pero se ha notado un gran interés tanto por las instituciones educativas como por parte de los acudientes”, afirmó el economista Javier Arroyo. Lo que indica que cada vez más, el manejo del aprendizaje matemático, se está efectuando a través de la ayuda que tanto Internet como las aplicaciones digitales ofrecen.

La aplicación disponible para iOS y Android, es uno de los numerosos ejemplos existentes en el mercado virtual capaces de facilitar el rendimiento intelectual de los usuarios mediante la ‘inteligencia artificial’. Funciona por una estimación de 15 minutos diarios y el plan de estudios es diseñado por inteligencia artificial que selecciona los ejercicios según la necesidad del niño. Su cofundador explica que, “es trabajo personalizado en el que la aplicación se adapta al niño y no el alumno a un programa estándar”.

El odio hacia los números se va reduciendo mediante una rutina que incentiva al niño a permanecer en el programa, ya sea ganando puntos o mediante ítems de entretenimiento. Así mismo, los padres llevan el itinerario de las actividades del niño el cual es enviado automáticamente al correo electrónico.

Javier Arroyo afirma que las instituciones tradicionales se han encargado de evaluar el ritmo de los alumnos de forma general, sin tener en cuenta a los alumnos que sufren de Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH).

En las pruebas Pisa 2015, Colombia mostró un resultado bajo en matemáticas a nivel mundial, es decir, el país sudamericano se encuentra en el puesto 61 entre 72 países. "Una de las recomendaciones que destaca Pisa, es que la educación tiene que ser personalizada puesto que cada persona tiene una velocidad de aprendizaje y de asimilación diferente”, mencionó.

Esta app, tiene el apoyo de la Unión Europea y del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que seleccionó a esta empresa como el top diez de empresas innovadoras de crecimiento en Estados Unidos y a nivel mundial. Al respecto, Javier Arroyo mencionó lo siguiente: “El año pasado, en Nueva York, nos eligieron dentro de las 15 empresas emergentes ‘startups’ más innovadoras del mundo”.

Por su parte, la Unión Europea los seleccionó en 2016, entre más de 2,600 proyectos, para darles una financiación de 1,3 millones de euros para desarrollar un ‘brain trainning’ que esté intercalado con matemáticas. Dicho mecanismo identifica las carencias de cada usuario en habilidades cognitivas. “Smartick más que una aplicación para PC y tableta, es un método efectivo que se adapta a las necesidades de cada usuario y mide el rendimiento del alumno mediante las tareas cumplidas”, aseguró el empresario.