viernes, 11 de septiembre de 2015

Cómo criar a los niños de esta época?

Esta generación vive conectada a la tecnología, por lo que espacios de diálogo familiar son vitales.

Los niños deben tener acompañamiento y disciplina para interactuar en el espacio tecno.

Los niños deben tener acompañamiento y disciplina para interactuar en el espacio tecno.

La generación del milenio es muy diferente a las de hace solo unos años. Esto lo demuestra un estudio longitudinal realizado por la empresa de investigación Yanhaas, que demuestra de forma clara que estos niños han sido criados por internet y celular.
Según este estudio, la tecnología es parte esencial de sus vidas y la manejan a la perfección. Son tecnodependientes y requieren estar en contacto mediante la red.

En la mayoría de los hogares, ambos padres trabajan o son monoparentales, lo que hace de internet y el celular una compañía casi permanente de sus hijos.
Dice la encuesta, que los niños pueden ver televisión, oír música y hacer tareas al mismo tiempo; están fuertemente influenciados por sus pares, y tienen una mayor red de amigos a la que influencian y de la que se retroalimentan.
Así mismo, su autoestima fue muy cuidada, por lo cual tienen mucha autoconfianza y en ocasiones se pasa al narcisismo. Estos niños son educados, optimistas, no políticos pero sí comprometidos con las causas y consumidores activos.
Niños de vanguardia
¿Son más difíciles que las generaciones anteriores? Sí, porque están desarrollándose a más temprana edad, lo que los hace sentirse iguales a los adultos.
Este protagonismo y su profundo conocimiento de la tecnología intimidan al adulto, por lo que la crianza de estos millenials se ha vuelto un poco más compleja.
Hay que trabajar con ellos arduamente en el desarrollo del respeto a sus mayores, y en el manejo de límites y rutinas en el hogar y en el colegio.
Ellos quisieran estar todo el día conectados, a toda hora, y hay que enseñarles que todo lo que se prende se apaga. Igualmente, hay que ser muy explícitos en lo que es permitido y aceptable por los padres y lo que no.
La conexión emocional con ellos debe ser trabajada a diario, ya que solo se conectan y respetan a aquellas personas de las cuales sienten un verdadero afecto y cercanía.
Desafortunadamente, se han convertido en personas autocentradas, intolerantes e impacientes, debido a la influencia de la tecnología donde todo debe ser rápido y, de ser posible, inmediato.
Una cifra del estudio indica que se demoran 0,17 segundos encontrando un dato en Google, y esto lo vemos reflejado también en su actitud frente a la vida.
Como padres debemos enseñarles a esperar, ser pacientes, reflexionar, entre otros aspectos, y de esta manera hacer un contrapeso a toda la influencia poderosa de la tecnología.

Destine espacios y actividades de aprendizaje a través de la red, pero controle su uso y guíe el material de consulta.
Atracción directa
Los colegios deben utilizar la tecnología para lograr que estos niños se conecten; la única forma como van a aprender es teniendo una conexión con el profesor y con los materiales y recursos interactivos, los cuales deben ser muy atractivos.
Los maestros deben conectarse emocionalmente con los niños para corregirlos y que esa guía sea bien recibida.
Los docentes deben recordar que el cerebro es netamente emocional, por lo que los estudiantes deben conectarse emocionalmente con el profesor, con el tema y con sus compañeros.

Es necesario tener reglas claras en la clase ya que esta es la mejor forma para poner límites.
Se debe ser coherente con lo que se dice en clase y lo que se hace, y analizar las consecuencias, tanto positivas como negativas, de las conductas en general.
Nuevos intereses
A pesar de tanta influencia de la tecnología, esta generación de milénicos tiene buen corazón y son jóvenes que están preocupados por todo el tema ecológico. Tenemos que ayudarles a que sigan vinculándose con las personas y con los sentimientos presenciales, y que no solo lo hagan a través de un aparato.
Los abrazos y los besos siguen siendo parte fundamental del buen desarrollo del ser humano.

Los padres y adultos formadores que deseen acercarse a los niños y jóvenes pueden seguir estos cuatro pasos, los cuales les serán de gran ayuda:
1. Entre en su mundo. Conózcalos e interésese por ellos.De esta forma podrá entender lo que les atrae y la manera para que aprendan a través de ello.
2. Muestre comprensión.Ellos no quieren entrar en conflicto, solo expresarse.
3. Comparta sus sentimientos. No juzgue, pues esto puede hacer que le pierdan confianza.
4. Encuentre una solución conjunta en la que valide y tenga en cuenta su opinión, ya que si les permite analizar y les muestra alternativas, lo más seguro es que se dejen guiar.

jueves, 10 de septiembre de 2015

No todos los problemas de la educación se resuelven con plata

Mauricio Cárdenas, titular de la cartera, explicó que con cultura ciudadana y compromiso también se enseña. Reiteró que el sector educativo tiene la máxima prioridad en el presupuesto.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, durante su intervención en la Cumbre Líderes por la Educación.


Para el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, enseñar ha sido un hilo conductor en su vida. Dentro de las aulas, como maestro, pasó mucho tiempo. Por eso, en la Cumbre Líderes por la Educación se refirió a la labor docente y resaltó el sentimiento de solidaridad que se teje con los alumnos. La conexión con sus aprendices. Así como la adrenalina que le despierta preparar una clase, dictarla e interactuar con los estudiantes. “La educación es una emoción”, subrayó.

Desde su experiencia, y sin el menor atisbo de duda, señaló que “no todos los problemas del sector educativo se resuelven con plata”. Justamente, el ministro apeló a la vocación, al compromiso y a la responsabilidad que tienen los padres de familia de involucrarse en la formación de sus hijos. Esta parte, como una estrategia que contribuye a la calidad de la educación. “Colombia requiere un cambio cultural que sea un gran propósito nacional”, insistió. 

Eso sí: reconoció que la educación necesita inversión. De ahí que sea el sector número 1 en el presupuesto para este año. Un hecho que, según Cárdenas, “refleja que ya le estamos dando la máxima prioridad y muestra el cambio que estamos teniendo como país. Entramos en una etapa en que la educación es primero y será así por mucho tiempo”.

En este sentido, aseguró que la formación de calidad es necesaria para la etapa de posconflicto. “Vamos a requerir una transformación en la que el país tiene absorber a una cantidad de personas y debe capacitarlas, entrenearlas y reinsertarlas”. Para apalancar las decisiones que permiten mejorar la calidad, el titular de la cartera aseguro que en el presupuesto hay dos billones de pesos de inversión y faltan otros dos billones que deben salir de las entidades territoriales. 

Además, resaltó que Colombia no puede seguir dependiendo del sector minero-energético. Por lo que se debe enfocar en el modelo industrial, que es muy exigente en capacitación. “Lo que hace competitivo un país es tener una fuerza laboral bien capacitada. Absorber esa mano de obra”, insistió el ministro. En pocas palabras, si Colombia pretende cumplir su sueño de ser un país desarrollado, tiene que apostarle a la educación porque ahí va a estar la diferencia entre lograrlo o no. 

De acuerdo con Cárdenas, la visión tiene que ser a largo plazo y con programas bien diseñados. “Hay que tener un número determinado de programas de probada efectividad y sumar esa visión con los recursos”, aseguró. Destacó la política de atención a primera infancia, ‘De Cero a Siempre’, que, según sus cifras, hoy atiende 1.150.000 niños de los niveles 1 y 2 del Sisbén. 

Hay que seguir haciendo el esfuerzo porque queda un reto pendiente con dos millones y medio de niños que nacen en hogares pobres. La importancia de atender a esta población es que “el rendimiento de los cinco años en adelante depende de lo que se haga en los primeros años”. En otras palabras, de esa primera atención dependen el futuro escolar y las bases con las que los estudiantes lleguen a la educación básica, secundaria, media y superior.

La otra iniciativa que destacó el ministro Cárdenas fue "Ser Pilo Paga" porque es la estrategia para lograr que los jóvenes den el paso a la educación superior. Justamente, “crea la motivación para que muchos estudiantes que están terminando la educación media vean los beneficios del paso a una carrera técnica, tecnológica o profesional”. Sin embargo, insistió en que se necesitan más cupos y “compromiso de las familias para que permitan que los jóvenes se dediquen a estudiar”.

Allí también se necesitan recursos. “Tengamos la convicción de que Colombia está desfasada en 20 puntos porcentuales con la educación superior. Si hoy bordeamos el 50 %, deberíamos estar en el 70 %”, aseveró Cárdenas. 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

CENTRO DE ESTUDIOS AMBIENTALES DE COLSEÑORA

A que no sabias que COLSEÑORA tiene centro de estudios ambientales... y los puedes contactar por redes sociales.

Te contare de que se trata:






























martes, 8 de septiembre de 2015

Saber pedir perdón

Saber pedir perdón

Pedir perdón es algo muy personal y muchas personas, aun siendo adultas, tienen problemas para disculparse. Por ello, antes de enseñar a nuestros hijos a hacerlo debemos ser conscientes de que esto es algo que les costará, igual que puede ser difícil para cualquier adulto, pero les ayudará a desarrollar su inteligencia.

Enseñar a pedir perdón por edades

Para empezar debemos tener clara la edad del pequeño y hasta qué punto puede comprender lo que ha hecho mal y qué significa el perdón. Para un niño que tiene menos de dos años no es necesario pensar en cómo enseñarle, pues tampoco es capaz de ver lo que hace mal. Debemos establecer normas claras para que el chico vaya entendiendo que no puede hacer siempre lo que quiere y que hay ciertos límites en todas las situaciones.
Cuando la edad del niño se sitúa entre los 2 y los 5 años ya podemos empezar a enseñarle cómo se pide perdón y por qué lo hacemos. Esta es una edad en la que puede resultar complicado entender la explicación, por lo que esta debe ser lo más simple y sencilla posible.
Cuando ya tiene más de 5 años es perfectamente capaz de entender qué es lo que ha hecho mal y entender este concepto, pero al ser más grande también le costará mucho más dar el paso y buscará todo tipo de excusas para evitar darlo.

Maneras de enseñar a pedir perdón

Enseñar valores y respeto a los niños puede ser complicado, pero hay unos simples consejos que nos ayudarán a  que esta tarea sea más fácil:
– Ser neutral: cuando dos niños se peleen, ya sean hermanos o amigos, es importante que nosotros no tomemos parte en la discusión y que no apoyemos a uno o al otro. Solo le pondríamos las cosas más difíciles al que debe disculparse.
– Ayuda: si ves que a tu hijo le cuesta mucho pedir perdón, la mejor opción es hacerlo con él.
– No forzar las situaciones: es importante que se acostumbre a respetar, pero también debemos entender que está aprendiendo. No le fuerces más de la cuenta.
– Dar ejemplo: si queremos que él pida disculpas cuando hace algo mal, tendremos que dar ejemplo nosotros y hacer lo mismo cuando nos equivocamos.

Estos pequeños trucos harán que enseñarle dicho concepto sea más fácil para él y para nosotros.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Cómo mantener la disciplina en las aulas

Dejar claro el rol del profesor desde el principio es clave para el mantenimiento del orden

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Cada vez es mayor el número de profesores que se siente abrumado por la indisciplina que reina en sus aulas. 


Cada vez son más los problemas con los que se encuentra un profesor para intentar poner orden en su clase. Indisciplina, insultos e incluso agresiones físicas forman parte de una realidad que día a día se hace más presente a un número cada vez mayor de docentes españoles. En este practicograma de proponemos una serie de consejos para mantener la disciplina en el aula.

  1. 1 Deja claro desde el principio cuál es el rol de cada uno.
    El profesor es el profesor y el alumno es el alumno. Podrán llevarse bien, pero el maestro nunca debe olvidar cuál es su papel. Para ahondar en su carácter de educador y potenciar su autoridad, el profesor debe evitar en todo momento el ‘colegueo’ con los alumnos, ya que ello podrá jugar en su contra si llega el momento de amonestar al alumno por alguna razón. Esto no significa que el maestro no pueda charlar amigablemente con la clase, pero sí que nunca debe hacerse en calidad de amigo, como si se tratara de uno más del grupo.
  2. 2 Establecer unas normas desde el principio.
    Es preciso hacer saber a la clase desde un primer momento que existen unas normas que deben seguirse, y que su incumplimiento acarreará una serie de consecuencias. Es bueno que esta normativa se establezca con la colaboración de toda la clase, así los alumnos se sentirán más implicados y es más probable que sigan las normas. Una buena idea en este sentido es elegir un delegado de clase que sirva como un nexo entre las demandas del alumnado y el profesor. Así, los alumnos sentirán que se escucha lo que tienen que decir.
  3. 3 Fomentar la horizontalidad de las relaciones.

    No cabe duda de que hay que dejar bien definida la autoridad del profesor desde el principio, pero esto no quita que éste no deba escuchar lo que tienen que decir los alumnos. Un joven que siente que no se le tiene en cuenta y que no se escucha lo que tiene que decir es un joven enfadado, y con toda la razón del mundo. Un profesor debe de ser capaz de transmitir a sus alumnos la sensación de que pueden contar con él para resolver sus problemas académicos y de que pueden transmitirle sus quejas sin temor a ser reprendidos por ello, y debe ser capaz de hacer esto sin que su autoridad se ponga en entredicho. Puede ser difícil, pero al fin y al cabo, es la responsabilidad del maestro.

  4. 4 Las amonestaciones.
    Amonestar a un alumno puede convertirse en un auténtico reto para un profesor, ya que puede suceder que el primero no considere justo el castigo que se le está imponiendo y ‘plante cara’ al docente. En estas situaciones es fundamental evitar el enfrentamiento directo con el alumno, puede que éste aproveche la ocasión para hacerse el ‘machito’ y destacar delante de sus compañeros. Si el profesor ve que su autoridad no está siendo respetada, lo mejor es que acuda a una instancia superior del centro educativo, como por ejemplo el jefe de estudios o el director. El profesor tiene la potestad de sancionar las faltas leves y graves de los alumnos, ya sea por medio de una amonestación por escrito, expulsando al alumno de clase o retirándole, si procediera, un aparato electrónico hasta la finalización de la jornada. Es importante que aplique estos castigos sin dudar, ya que cualquier ápice de duda será interpretado por el alumno como una señal de la debilidad del profesor y aprovechado en su contra. El apoyo de la dirección al profesorado resulta vital en este sentido.
  5. 5 Cómo actuar ante un ‘graciosillo’.
    Es un hecho: en todas las clases hay un ‘graciosillo’ que planta cara al profesor y que desafía su autoridad. Tratar con este tipo de alumnos supone otro gran reto para los docentes. La clave está en no responder al alumno, en no darle la oportunidad de humillar al profesor. Este tipo de comportamientos se refuerza a base de las risas del resto de compañeros, por lo que entrar en una discusión abierta con un alumno que desafía a un profesor sólo conseguirá que lo rete una y otra vez. Lo mejor es hacer caso omiso de los comentarios del alumno. ‘El mejor desprecio es el no aprecio’ dice el dicho, y en estas situaciones se convierte en una gran verdad. Nuevamente, el profesor deberá hacer uso de su autoridad, aplicando el castigo que corresponda sin dudarlo. También resulta útil poner en conocimiento de los padres y de la dirección del colegio el comportamiento del alumno.
  6. 6 ¿Qué papel deben jugar los padres?
    El colegio es un espacio en el que los jóvenes deben aprender a funcionar y convivir en sociedad sin la ayuda de sus padres, y como tal, tiene una gran importancia en el seno de la sociedad. Sin embargo, implicar a los padres en el proceso educativo de sus hijos puede ser una buena idea, especialmente si se está ante un alumno conflictivo. Hacerles llegar las amonestaciones por escrito de su hijo o concertar citas con ellos hará que los padres estén al tanto de lo que ocurre en el colegio y de que se impliquen en su formación escolar.
  7. 7 Las agresiones.
    Se han llegado a dar casos en los que un alumno ha agredido físicamente a un profesor, llegando en ocasiones a producirse lesiones. Haciendo respetar las normas de clase y la autoridad del maestro nunca se debería llegar a esta situación. Sin embargo, si se diera el caso, es de vital importancia que el profesor nunca jamás responda con otra agresión física hacia el alumno. Por una parte porque se trata de formar a los jóvenes en una cultura abierta y tolerante que dice no a la violencia, pero por otra porque en la inmensa mayoría de los casos, el alumno es un menor de edad, y agredir a un menor puede acarrear serias consecuencias legales. En lugar de ello, la agresión deberá ser puesta en conocimiento de la dirección del centro y de los padres del alumno que la acomete. Si considerara necesario, procedería interponer una denuncia ante las autoridades, incluyendo el parte de lesiones si es que las hubiera.
  8. 8 El profesor 'nuevo'.
    Cuando un profesor se incorpora a un centro escolar su posición es un poco más 'vulnerable' que la de sus compañeros de profesión. Los alumnos aún no lo conocen y tiene que hacer valer su autoridad empezando desde cero. Para ayudar a un docente en esta situación, puede resultar muy útil que sea presentado ante sus nuevos alumnos por una figura que esté por encima de su propia figura, como por ejemplo el diretor del colegio. Ello revertirá al nuevo maestro de una cierta autoridad que lo ayudará de cara a mantener el orden en su clase.

domingo, 6 de septiembre de 2015

Así funciona el cerebro de un adicto a las drogas

¿Cómo logran las drogas vencer a este órgano y hasta someterlo a su voluntad?

Ellas ─dice el cerebro en entrevista─ se aprovechan y se apoderan de las complicadas redes por las que se comunican entre sí y con el resto del cuerpo ese montón de células nerviosas.

"Cuando las drogas me visitan, al cabo del tiempo terminan tomándose por asalto mis vías de comunicación y tengo que hacer lo que ellas quieran. Eso es terrible", asegura.
Aunque reconoce que es el directo responsable y afectado por las adicciones, también cree que no es del todo impotente para quitárselas de encima. "Que la gente entienda lo que me ocurre cuando consume alguna de estas sustancias, es de gran ayuda para evitar el desastre que esto nos produce", manifiesta.
Díganos con sinceridad, ¿todo consumidor de drogas tiene un cerebro enfermo?
Le soy claro: el consumo ocasional o esporádico no me enferma automáticamente... Pero eso no es inofensivo. Por condiciones genéticas, ambientales o de cada persona, entre el 15 y el 20 por ciento de quienes prueban una droga terminan convirtiéndome en un cerebro adicto.
Adicción, tolerancia y dependencia son cosas que se confunden. ¿Podría explicarnos cada una?
Bueno: adicción es un estado mío que conduce, en este caso, al consumo abusivo de una droga con el fin de obtener bienestar o placer y de evitar las consecuencias negativas de su abstinencia; la tolerancia hace que cada vez se necesite más droga para obtener los mismos efectos, y la dependencia es la necesidad del cuerpo de tener niveles determinados de dicha droga en la sangre para funcionar física o mentalmente con normalidad.
¿Cómo es que usted se vuelve adicto?
Para empezar, déjeme decirle que sin drogas soy correcto y ordenado, pero con su presencia algunas partes mías participan activamente de la fiesta. Las principales son la corteza o materia gris, que es mi componente racional e inteligente, y el sistema límbico, que es mi parte primitiva y encargada de las emociones, los instintos, la supervivencia y las funciones vitales. Las dos (corteza y límbico) normalmente tienen sitios que se conectan entre sí a través de redes nerviosas y forman un circuito de recompensa cerebral que, a la larga, se convierte en el sistema clave para la adicción. No quiero que pierda de vista a unas sustancias naturales como la dopamina, la serotonina, las endorfinas y las encefalinas, apodadas neurotransmisores y que llevan mensajes entre neuronas. ¿Listo?
Aún no me ha respondido como se vuelve adicto...
La primera vez que recibo drogas estas engañan al sistema de recompensa y lo hacen liberar dopamina, con lo que crean sensaciones de bienestar y de placer, que yo clasifico como importantes; eso me obliga a prestarles atención y a recordarlas. Si esto se prolonga o se repite hace que artificialmente se mantenga ese placer, que por sí solo no soy capaz de conseguir. El asunto es que el sistema límbico empieza a trabajar más de la cuenta y cree, moldeado por la evolución, que la satisfacción es algo que hay que preservar como parte de la supervivencia, al punto que, progresivamente, se producen cambios en mi estructura que ven el placer como algo normal. Cosa que solo se consigue con la droga.
¿Y eso se puede frenar?
Entienda que aquí la corteza cerebral es doblegada por el sistema límbico. Lo racional cede y se imponen, como le digo, lo instintivo y la falsa interpretación del bienestar producido por el engaño de las drogas que yo percibo como necesario para la sobrevivencia. Por eso, el primer consumo es voluntario y consciente; después es un acto irracional, urgente y forzado, difícil de evitar.
En concreto, ¿qué le hacen las drogas para terminar dependiendo de ellas?
Como ellas me inundan artificialmente de neurotransmisores como la dopamina, mis neuronas perciben que tienen más de la que necesitan, y la dejan de producir o le cierran sus puertas (disminuyen receptores). Eso hace que la capacidad de la dopamina para producir placer se vaya debilitando. Consecuentemente, la gente se siente triste, deprimida y no concibe la vida sin el bienestar al que ya está acostumbrada. En ese punto, la única forma de alcanzarlo es a través de la droga. Hay que consumir cada vez más. No tengo escapatoria.
Vamos a la práctica, ¿cómo actúa sobre usted la cocaína?
Es un estimulante que en las neuronas de los circuitos que le dije, impide que las neuronas recapturen la dopamina. Con eso logra que haya grandes cantidades de esta sustancia, que aumente y prolongue esa estimulación que para mí es placentera. El resto ya lo sabe.
¿Y la heroína?
Ella es una gran actriz, que se hace pasar como neurotransmisor natural, con lo que engaña a mis neuronas y las estimula directamente. Su estímulo lo percibo como un bienestar desbordado que, de prolongarse o repetirse, terminan afectándome por el mismo mecanismo.
¿Y las anfetaminas?
Ellas logran que las neuronas produzcan más dopamina y noradrenalina, otro neurotransmisor.
¿Y el éxtasis y el LSD?
El éxtasis aumenta la dopamina y la serotonina. El LSD actúa principalmente a través de la serotonina; eso hace que los dos sean alucinógenos. Otro día le hablo de eso.
¿Y el cigarrillo y el alcohol?
La nicotina tiene en mis neuronas unos receptores específicos que las empujan a liberar unas sustancias entre las que está la dopamina. El alcohol, por su parte, es un depresor que logra activar mis circuitos de recompensa a través del ácido gama-amino-butírico (GABA). El resto es similar.
¿Es cierto que un cerebro adicto a las drogas no tiene cura?
Quisiera, por mi bien, decir que eso no es cierto. La verdad es que la drogadicción es una enfermedad crónica, que si bien no tiene cura se puede tratar. Existen protocolos eficaces de intervención que deben aplicarse a la medida de cada persona, según el tipo de droga, el grado de afectación y las condiciones en las que se encuentre. Todos son interdisciplinarios y deben ser orientados por expertos con metas claras. Insisto: la drogadicción es una enfermedad.
¿Quiere decir algo más?
Sí, que la mejor estrategia para evitarme daños es la prevención aplicada con seriedad desde la primera infancia. Es lo único en lo que creo de verdad... Y sé por qué se los digo.

sábado, 5 de septiembre de 2015

Las nuevas armas contra el 'copy-paste'

Maestros e instituciones educativas usan programas y herramientas tecnológicas para detectar plagio.

El plagio es un tema recurrente dentro del sistema educativo.
El plagio es un tema recurrente dentro del sistema educativo.

La profesora de gramática Martha Zambrano * no podía salir de su asombro cuando se dio cuenta de que el 30 por ciento de sus estudiantes de primer semestre de una conocida universidad de Colombia habían incurrido en plagio. Fue en un ensayo acerca de una obra literaria, y explica que para ‘pillar’ a sus alumnos lo único que tuvo que hacer fue poner entre comillas una frase textual de uno de los ensayos en Google. “Doy clases en primer semestre desde hace 10 años y tengo claro cuáles son las capacidades de mis alumnos. Por eso sospecho de un lenguaje que es muy preciso y técnico”, apunta.
Sin embargo, lo que esta profesora no sabe es que ya existen sistemas especializados que fueron creados para detectar los casos de plagio. Uno de ellos es Turnitin, la plataforma virtual más famosa del mundo que se dedica a esta labor. Ya está presente en 126 países, incluida Colombia, donde la mayoría de instituciones de educación superior ya lo implementan.

Esta herramienta se encarga de comparar las frases de los textos analizados con los publicados en 45.000 millones de páginas web. Luego, muestra las partes coincidentes y las fuentes de las que han sido tomadas. Según explicó el bibliotecólogo Wilson Colmenares a la Agencia de Noticias de la Universidad Nacional, después de que el programa hace la comparación, se saca un porcentaje de autenticidad del trabajo, que permite valorar si ha ocurrido un plagio o no.
Así mismo, el software cuenta con un sistema de calificación de trabajos que integra a profesores y estudiantes en la revisión de los textos, con el fin de fomentar la producción y publicación legítima de obras académicas.
En la web también hay páginas que se dedican exclusivamente a esta labor. Ese es el caso de Copy Tracker, que se puede descargar como aplicación para hacer la búsqueda. Pero si el plagio se hizo de otro idioma, no hay que preocuparse: para hacer esta detección, en cualquier lengua, está Plagium.com.
The Plagiarism Checker y Doc Cop también son útiles en esta tarea. Además, permiten comparar dos textos similares, con el fin de identificar un parafraseado indebido.
De otra parte, las universidades del país también se blindan contra el plagio mediante la imposición de acciones para generar un precedente. Estas pueden ir desde una sanción hasta la expulsión del alma máter. La Universidad de La Salle, por ejemplo, tiene un reglamento de propiedad intelectual que regula la producción de conocimiento dentro y fuera de la institución. Otras universidades desarrollaron programas pedagógicos para concientizar a toda la comunidad académica sobre las consecuencias morales y legales del plagio. Ese es el caso de la Uniminuto, con su proyecto No Al Frapla, que, según Bienestar Universitario de la institución, ha reducido el problema en un 25 por ciento.
En las universidades de La Sabana y Sergio Arboleda combaten esta conducta enseñando, desde el inicio de las carreras, cómo citar documentos y qué consecuencias tiene esta falta en la vida profesional.
Lo cierto es que todas estas herramientas y programas responden a una realidad: el plagio es un tema recurrente dentro del sistema educativo. Para la profesora Zambrano, estos hechos dan cuenta, como lo asegura un reciente estudio de la Universidad de las Islas Baleares, de que el fenómeno del copy-paste hace parte del ADN de los jóvenes de hoy, sobre todo entre aquellos que dejan todo para última hora.
De acuerdo con la investigación, esta práctica se hace bajo una modalidad que se denomina ‘collage’, que es la creación de un trabajo con fragmentos de varios textos sin hacer referencia a la fuente original.
En el estudio, el 81,3 por ciento de los encuestados dijo haber entregado un escrito con fragmentos copiados de páginas web, por lo menos una vez en el año académico. Igualmente, el 72,5 por ciento admitió haber copiado fragmentos de fuentes impresas sin dar el crédito debido.
Ante esta situación, Rubén Comas Forgas, coautor del informe, recomendó que los docentes supervisen el proceso en el que los estudiantes elaboran un trabajo académico. Pero ¿qué lleva a los estudiantes incurrir en esta falta?
Para Diana Cuy, trabajadora social y docente de investigación del Colegio Mayor de Cundinamarca, este fenómeno tiene varias explicaciones: los alumnos no citan fuentes bibliográficas porque no saben hacerlo y por pereza. “Ellos solo piensan en cumplir con su tarea, al costo que sea, por una nota o evitar un regaño”, señala. Y agrega que también incurren en esa práctica por presión social e inseguridad: “hay chicos que no creen en sus capacidades y les cuesta tener un sentido crítico frente a cualquier tema”.
Para los alumnos, la causa radica en la falta de tiempo. María Briceño *, estudiante de Derecho, asegura haber tenido que incurrir en esta falta debido a las múltiples responsabilidades que tiene. “Es imposible hacer todos los trabajos al tiempo y con buena calidad. Además, hay profesores a los que solo les interesa que tú hagas la entrega. De hecho, estoy segura de que no leen lo que nosotros hacemos”.
Una falta costosa
Las consecuencias de incurrir en el plagio no se quedan en el ámbito académico, también puede generar problemas de tipo legal, pues en Colombia esta falta es considerada un delito. Incluso, mediante el artículo 271 del Código Penal se establece que “la violación a los derechos patrimoniales de autor y derechos conexos incurrirá en prisión de cuatro a ocho años y en una multa de 2,6 a 1.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes”. Cuando la persona que cometió este delito afecta el prestigio de la empresa donde trabaja, el caso podría entrar en un proceso penal si la compañía decide denunciarla por daños y perjuicios.
Por todo esto, entre estudiantes y profesores, hay unanimidad en torno al hecho de que el plagio no tiene justificación y no debe subestimarse. El hecho de que hoy la tecnología se haya enfocado en crear ‘armas’ para combatirlo y restringir ciertas puertas que el acceso a la información abre es un indicador. Investigaciones como la citada, el análisis de expertos y desarrollos de software sugieren que es momento de prestarle más atención.
* Nombres cambiados por petición de las fuentes.