martes, 7 de agosto de 2018

Es oficial: los videojuegos generan una adicción

La OMS los incluyó en su clasificación de enfermedades, en la categoría de 'trastornos'. 


La adicción a los videojuegos es un trastorno mental: OMS. 

Las consolas de videojuegos son un dispositivo presente casi que en todo hogar colombiano. Y no –como muchos podrían pensar– solo en aquellos donde hay niños. Además, para acceder a estos juegos no es necesaria una consola, con un celular basta: Snake, Candy Crush, Pokemon Go son un ejemplo de ello. Pero así como son tan accesibles, también representan cierto nivel de riesgo, principalmente al generar adicción. 

Es tanto el riesgo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) incluyó ‘el trastorno por videojuegos’ en su clasificación internacional de enfermedades, que no se actualizaba desde hace 28 años. Pero no hay que ser alarmistas. No se puede comparar con sustancias psicoactivas o con el tabaco.

La OMS describe esta adicción como “un patrón de comportamiento que se caracteriza por tener un control deficiente sobre estos productos digitales, en los que se da prioridad creciente a jugar sobre otras actividades, y su continuidad a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas”. 

Aunque diversos estudios demuestran que la adicción suele presentarse en los adolescentes (12-19) y jóvenes adultos (20-35), expertos aseguran que se puede prevenir desde temprana edad. 

Eulises Domínguez, psicólogo de la Universidad del Norte, asegura que la mayoría de quienes comienzan con síntomas de adicción por los videojuegos los practican desde muy temprana edad, generalmente desde los cinco años. 

De otro lado, Javier Velásquez, diseñador de juegos que además ha investigado sobre el efecto de los videojuegos en el desarrollo y la motivación humana, asegura que la mayoría de juegos no buscan la adicción: “No tienen tantos elementos adictivos; los más adictivos son los que usan alguna mecánica de casino, como los de celulares porque utilizan recompensas aleatorias”. 

Un tema de salud pública

La Encuesta Nacional de la Situación Nutricional 2015 (Ensin) del Ministerio de Salud de Colombia, presentada en diciembre del 2017, revela unas cifras preocupantes que tienen que ver con esto. Determinó, por ejemplo, que el 61,9 por ciento de los preescolares (3 a 4 años) pasan tiempo excesivo frente a las pantallas; es decir, más de cuatro horas al día. Y en adolescentes se incrementa: pasa al 76, 6 por ciento.

En el ‘Análisis de las prácticas de juegos de suerte y azar, de destreza y de suerte y habilidad en niños/as y jóvenes de Bogotá’, estudio elaborado por la facultad de Psicología de la Universidad Javeriana, se investigó a una población compuesta por 217 jóvenes varones y 80 mujeres entre los 10 y 22 años, divididos por edades.

Aunque los resultados de la investigación no fueron alarmantes, sí son significativos por el potencial de riesgo que implican. Encontraron, por ejemplo, que los hombres juegan con mayor frecuencia que las mujeres, que el estrato socioeconómico no se relaciona con esta adicción y que el juego es independiente del tipo de colegio, privado o público, según la investigación, publicada en la revista Pesquisa Javeriana. 

Cuidado con estas señales

- Si el niño o el joven han dejado de preocuparse por su alimentación o, incluso, por su higiene personal, ya existe un problema.
- Si se les habla y no responden.
- Si hay deterioro académico y de las relaciones personales.
- Desinterés por los amigos o por la familia.
- Si hay trastornos en el sueño. 
- Fatiga, irritabilidad. 

Qué hacer

En caso de encontrar alguna señal de adicción, busque ayuda a través de un médico, pediatra o un psicólogo. 

Los videojuegos pueden ser muy entretenidos e, incluso, didácticos: Estimulan el pensamiento, otros ponen en práctica la motricidad fina. La lista de beneficios puede ser extensa. Sin embargo, cuando un niño no puede despegarse de la consola y pasa largas horas en esta actividad, entonces deja de ser un juego para convertirse en una adicción. ¿Cuál es el límite de tiempo que deben jugar para evitar la adicción? Olga Albornoz, psiquiatra infantil, dice que limitar ese tiempo es clave para evitar que se transforme en una adicción.

En términos generales, dice la especialista, se puede decir que ningún niño o adolescente debería permanecer más de cuatro horas diarias jugando en la consola. “Si este tiempo se excede, es posible que haya algún tipo de patología involucrada”, agrega Albornoz. 

Cómo evitar los excesos

La solución no pasa por eliminar o prohibir rotundamente los videojuegos porque cuando se practican en límites determinados no existe ningún problema. Pero, para evitar los excesos, vale la pena seguir las siguientes pautas:

1. Limite la exposición: Hable con los niños, ponga reglas claras y defina con exactitud los tiempos de uso. Es importante que no se ceda ante esto. 

2. No a los juegos como acompañantes: Dejar que los niños jueguen como un elemento de entretención para aliviar el cuidado de los padres o acompañantes es muy grave. Procure siempre que ellos jueguen acompañados.

3. Aduéñese de la consola: Hágale entender a sus hijos que el control absoluto de los equipos de videojuego lo tienen los padres. No ceda. 

4.Supervise compras: Evite comprar nuevos juegos con frecuencia. Los niños tratan de separarse del juego que se vuelve rutinario y se apegan a los nuevos. 

5. Alternativas: Acompañe a sus hijos en actividades diferentes, como juegos o actividades y ejercicios al aire libre. No los deje solos.