miércoles, 1 de agosto de 2018

A las mujeres ‘gamers’ nos dicen que nos vayamos a la cocina

Ser una ‘gamer’ en un entorno marcadamente masculino implica retos, pero las cosas están cambiando. 


La creación de comunidades de mujeres gamers busca romper con los prejuicios imperantes y enviar al pasado los episodios de rechazo. 

Cuando tenían 10 años, Natalia y Jennifer Blandón, dos hermanas gemelas de Medellín, Antioquia, recibieron de regalo una consola Super Nintendo y el juego de Super Mario World. Fue su primer acercamiento con los videojuegos, pero desde ahí no han parado. Hoy, a sus 28 años, el gaming no solamente es un estilo de vida (que alternan con sus ocupaciones de auxiliar de vuelo y operadora en un contact center), sino que ambas lideran una comunidad de mujeres aficionadas a los videojuegos, llamada Geagamers, que tiene como principal objetivo sacar la cara por las mujeres que tienen miedo de ser juzgadas o rechazadas.

“Les decimos que para jugar un videojuego no necesitas ser hombre ni ingeniero, solo te debe gustar y sentarte a disfrutarlo”, comenta Natalia, quien es seguidora de títulos como Overwatch y Destiny. 

Pero meterse de lleno siendo mujer en un mundo que históricamente ha estado dominado por hombres no ha sido una tarea tan fácil. En varias oportunidades se han sentido discriminadas, sobre todo durante las transmisiones en directo que realizan semanalmente. 

“Nos dicen ‘posers’ (que fingen ser lo que no son) sin haber visto la transmisión, nos juzgan y dicen que los videojuegos son solo para hombres”, cuenta Natalia, quien asegura que prefiere no jugar en la modalidad de multiplayer online (que permite la interacción de dos o más jugadores al mismo tiempo). “Cuando escuchan que uno es mujer, la mayoría de las veces es un trato feo, por eso decidí quedarme en los single player para no llenarme de toxicidad. Hay gente que no me cree y me empiezan a hacer preguntas, hay muchos prejuicios en este ámbito”, agrega. 

La experiencia de Jennifer no ha sido muy diferente. "Nos dicen que somos malas y que nos vayamos a la cocina. Normalmente, me quedo callada porque no discuto con esa clase de personas, mi habilidad en el juego habla por mí”, dice. “Por eso, las chicas prefieren estar en el anonimato, al final son más tolerantes y comprensivas entre ellas”, añade. 

A eso hay que sumarle las situaciones de irrespeto a las que en ocasiones también se ven enfrentadas. “Hay hombres que vienen a la transmisión y nos piden que mostremos los senos, por ejemplo”, comenta Natalia. 

Sin embargo, la creación de una comunidad de mujeres gamers ha permitido romper con varios de estos estigmas. Después de un año, Geagamers ya cuenta con más de 3.000 seguidores no solamente en Colombia, sino también en otros países como México y España. 

“Al final se va generando conversación, temática y contextualización. Son muy pocas las personas que te van a criticar y hay una aceptación por parte de la comunidad gamer de que seas chica. Incluso nos han hecho donaciones y las niñas de otros lugares nos dicen que ojalá existiera una comunidad así en sus países”, afirma Jennifer. 

Al final se va generando conversación, temática y contextualización. Son muy pocas las personas que te van a criticar y hay una aceptación por parte de la comunidad gamer de que seas chica 

Para ellas, los videojuegos son una terapia, por eso su principal consejo es: “Si les gustan, aprovéchenlos”.

“Son una autoenseñanza, algunos tienen historias profundas o ideas filosóficas. También te enseñan a autocontrolarte cuando entras en esa parte de la frustración. Son los maestros sobrevalorados de la familia. Los que dicen que son una pérdida de tiempo es porque no saben realmente lo que son los videojuegos”, resalta Natalia, quien pasa entre 3 y 4 horas al día frente a las consolas. 

No obstante, agrega que es vital encontrar un equilibrio en el tiempo invertido en los videojuegos. “Hay que intentar balancear, a mí me gustan los videojuegos, pero voy cuatro veces a la semana al gimnasio”, cuenta. 

Para combatir los comentarios discriminatorios u ofensivos, Geagamers hoy cuenta con dos moderadores que se encargan de bloquear a usuarios malintencionados. Sin embargo, si se quieren lograr verdaderos cambios de pensamiento, se requieren medidas por parte de la industria, dicen las hermanas Blandón. “Sería interesante que en Colombia se hiciera un competitivo de solo mujeres y luego enfrentarlas con los hombres o ponerlos a todos en un mismo equipo”, dice Natalia. 

En su opinión, el videojuego es una experiencia que cambia caminos. “Un juego te puede llegar a los sentimientos o te puede poner triste o estresado. Para otros, jugar los relaja o los calma”, dice.

Natalia y Jennifer, además de lograr compartir su pasión, han conseguido su objetivo de sacar de la sombra a las mujeres gamers. “Salgan de ese anonimato, no les presten atención a las personas que juzgan”, reitera Jennifer.

ANA MARÍA VELÁSQUEZ