sábado, 2 de enero de 2016

El aviario más grande de Colombia abrirá en el 2016



Contará con más de 1800 ejemplares de aves, entre las cuales está una pareja de cóndores andinos.

Avianca organizó una operación especial para el traslado de dos cóndores chilenos que habitarán en el Aviario Nacional.
Avianca organizó una operación especial para el traslado de dos cóndores chilenos que habitarán en el Aviario Nacional.


El hogar de 136 especies de aves en Barú, en el sur de Cartagena, se convertirá en el aviario más grande del país y conservará una muestra representativa de la avifauna colombiana en ambientes de inmersión diseñados para la preservación de individuos como el cóndor, el águila harpía, la guacamaya o el flamenco.
El Aviario Nacional estará ubicado en el kilómetro 20 del departamento de Bolívar, y abrirá sus puertas en enero del 2016, con 21 exhibiciones de aves que migran al lugar desde hace 20 años y programas de investigación, reproducción y repoblación de la avifauna.

Además, otro de los objetivos del lugar es trabajar en varios frentes para la conservación de los diversos ecosistemas colombianos, por lo que no solamente se han enfocado en el cuidado de la fauna sino también en reproducción y repoblación de la flora.
En el ámbito ambiental, el Aviario Nacional pretende fomentar el conocimiento y el uso sostenible de los recursos naturales, y en el ámbito social, espera que los procesos que desarrolle promuevan la calidad de vida de las comunidades aledañas relacionadas con su funcionamiento.
Son siete hectáreas de ecosistemas de inmersión, que conformarán un parque orientado a promover el conocimiento sobre la diversidad colombiana, por medio de investigación para el uso sostenible y manejo responsable a través prácticas de bienestar animal.
Dos de sus más recientes habitantes es una pareja de cóndores chilenos que hacen parte de un grupo de seis aves de los Andes criados en el país Austral, como parte de la campaña de conservación de esta especie adelantada por el Ministerio del Medio Ambiente.
La aerolínea Avianca los transportó hasta Barú en una bodega de uno de sus aviones Boeing 787, acondicionada para el traslado de los animales. El hábitat que los recibió fue especialmente diseñado para su supervivencia en tierra colombiana.