sábado, 10 de octubre de 2015

Por qué algunos niños no quieren ir al cole?

¿Por qué algunos niños no quieren ir al cole?

Son muchos los niños que ante la idea de ir al colegio muestran desgana y desinterés. Cada uno tiene un rendimiento diferente y evoluciona según su propia madurez. La educación intenta ser cada vez más individualizada y ofrecer, mediante ciclos, mayores oportunidades al niño. Sin embargo, a menudo sigue siendo eminentemente teórica y muy poco práctica.

De este modo, los niños se aburren y buscan salidas que les perjudican en la asimilación de los contenidos. No sólo es tarea del profesorado intentar mejorar la calidad y el sistema educativo: también padres y alumnos deben participar en su evolución. Los padres pueden ayudar mucho en el rendimiento de su hijo, potenciando un ambiente que estimule al niño, ya desde pequeño, hacia una participación activa en la observación, la investigación y el aprendizaje.

Cuando al niño no le interesa lo que se le enseña
Si el programa de enseñanza es adecuado para la capacidad de los niños, éstos deben asimilar bien los objetivos marcados por los docentes. Pero no siempre es así: hay alumnos que, por diferentes motivos, no son capaces de sacar todo el provecho a las enseñanzas que se les imparten. El niño pasa muchas horas en la escuela y debe asimilar numerosos conceptos y materias. Muchos de éstos, sin embargo, no le interesan, pues no les encuentra aplicación práctica en la vida real. Todo le resulta teórico y abstracto. En estos casos, la insistencia de los maestros sólo consigue que el niño memorice por unos días las materias, superando pruebas que en teoría suponen la asimilación de los objetivos. Pero ello no significa que el niño entienda o encuentre significado a lo aprendido: lo retiene mentalmente para olvidarlo en poco tiempo. Como muchas materias le resultan incoherentes, el niño cae en la desgana y el desinterés se abstrae y fracasa en los estudios. Para ayudarle, debe haber colaboración entre la escuela y la familia, participando ambas en la educación del niño (ver post relacionado Familia y escuela).

La importancia del maestro

El centro educativo marca la línea didáctica, pero el docente, como responsable de la clase, es quien impone el ritmo y el trabajo de los niños. De su actuación depende el rendimiento de la clase. Las generalizaciones nunca son buenas, pero en el caso de la enseñanza, debido a su complejidad, se puede decir que son pocos los maestros que rozan la perfección en su trabajo. Cuando los educadores se acomodan a la tarea diaria, siguiendo estrictamente un programa elaborado, las horas lectivas corren el peligro de convertirse en una rutina. Éste es el peor problema que puede surgir en la escuela y en las clases. La enseñanza que ofrece el docente debe ser dinámica y viva, rica en experiencias y actividades, y no puede caer en la monotonía. El maestro se convierte para algunos niños, en parte indispensable de su vida, de ahí la importancia de su papel en la educación del niño.