lunes, 14 de agosto de 2023

Comportamiento de los perros no depende de su raza, según estudio


El entrenamiento, la educación y la socialización son los que forman el carácter de los perros.

Esta es la conclusión de un análisis publicado por Science, que desmiente una creencia popular.

Estereotipos muy conocidos sobre el comportamiento de los perros, como que los rottweilers y los pit bulls son agresivos, o que los labradores y los golden retrievers son superamistosos, son desmentidos por un nuevo estudio sobre su comportamiento.

Se trata de una investigación genética publicada el jueves en la revista Science en la que se analizaron unas 200.000 respuestas de cuestionarios hechos a los dueños de más de 2.000 perros, que demuestra que suponer que la raza y el carácter están ligados es infundado.

Sin duda, muchos rasgos de carácter pueden ser hereditarios, pero el concepto moderno de raza ofrece solo un valor parcial de predicción para la mayor parte de los comportamientos, y casi ninguno sobre lo cariñoso que un perro puede ser, o por el contrario, que tan rápido puede mostrarse hostil.

"Mientras la genética juega un rol en la personalidad de cualquier perro, su raza específica no es un buen indicador de dichos rasgos", según Elinor Karlsson, autora del estudio hecho por la universidad médica UMass Chan, el instituto Broad y la universidad de Harvard.

"Lo que encontramos es que los criterios que definen a un golden retriever son sus características físicas -la forma de sus orejas, el color y calidad de su pelaje, su tamaño- y no si es amistoso", agregó la científica.

La investigadora principal, Kathleen Morrill, explicó que la comprensión de las relaciones entre raza y comportamiento puede ser el primer paso para entender los genes responsables de condiciones psiquiátricas en humanos, como los desórdenes obsesivos. "Sin embargo, no podemos preguntarles a los perros por sus problemas, pensamientos o ansiedades, sabemos que los perros tienen una rica vida emocional y experimentan desórdenes que se manifiestan en su comportamiento", dijo en una llamada telefónica con la prensa.Así fue el estudio y esto encontraron los investigadores

El equipo investigador secuenció el ADN de 2.155 animales mixtos y de raza pura con el fin de encontrar variantes genéticas comunes que podrían predecir su comportamiento y combinaron esta información con las respuestas a entrevistas hechas a 18.385 propietarios de mascotas del Arca de Darwin, una iniciativa de datos abiertos donde los amos describen los rasgos y comportamientos de sus mascotas.

Debido a que los estereotipos existentes son muy poderosos, los investigadores diseñaron cuestionarios para dar cuenta del sesgo de los propietarios.

Los investigadores establecieron definiciones estándar para reportar rasgos como la obediencia, la sociabilidad con humanos (que tan cómodos están los perros con las personas, incluyendo extraños), y patrones motores relacionados con juguetes (que tan interesados se muestran por los juguetes). Los rasgos físicos y estéticos también hacían parte del estudio.


En total, Karlsson y Morrill encontraron 11 puntos del genoma de los perros asociados con diferencias de comportamiento, incluyendo la obediencia, la devolución de objetos, señalar algo buscado y los aullidos.

Entre estos comportamientos, la raza jugó un cierto rol -por ejemplo, los beagles y los bloodhounds tienden a aullar más, los border collies son más manejables, mientras los Shiba Inus lo son mucho menos.


Golden retriever


Pero siempre hay excepciones a la regla. Por ejemplo, a pesar de que los labradores tenían una tendencia más baja a aullar, un 8 por ciento lo hacía. O mientras que el 90 por ciento de los galgos no enterraban sus juguetes, un 3 por ciento lo hacía frecuentemente. "Cuando miramos el factor que llamamos umbral agonístico, el cual incluía muchas preguntas sobre si los perros reaccionaban agresivamente a cosas, no vimos un verdadero efecto del ascendente racial", dijo Karlsson.

Sobre todo, la raza explicaba solo el 9 por ciento de las variantes de comportamiento, siendo la edad un mejor indicador de algunos rasgos, como el uso de juguetes. Sin embargo, los rasgos físicos tuvieron cinco veces más probabilidades de ser predichos por la raza que por el comportamiento.

La idea va en contra de las suposiciones generalizadas que han influenciado los marcos jurídicos. Por ejemplo, el Reino Unido ha prohibido los pit bull terriers, al igual que muchas ciudades de Estados Unidos.Desórdenes humanos

Antes del siglo XIX, los perros eran seleccionados por sus roles funcionales como la caza, la guardia, y el pastoreo, dice el equipo investigador en su estudio. "En cambio, las razas modernas de perros ponen el énfasis en la confirmación de ideales físicos y la pureza del linaje; es una invención victoriana", dice el documento.

Las razas modernas traen variaciones genéticas de sus predecesores, pero no en las mismas frecuencias, explicando la diferencia de comportamientos entre las razas.

Los siguientes pasos, asegura Morill, serían indagar más en los comportamientos compulsivos de los perros, y sus conexiones con los desórdenes obsesivo-compulsivos de los humanos.

Un hallazgo intrigante es que la sociabilidad de los perros hacia los humanos fue "increíblemente heredada en los perros", incluso sin depender de su raza.

Los investigadores encontraron un punto del DNA canino que podría explicar el 4 por ciento de las diferencias de sociabilidad entre diferentes individuos, y ese punto corresponde a un área del genoma humano responsable por la formación de la memoria de largo plazo. "Podría ser que entendiendo la sociabilidad de los perros con humanos nos ayude a entender como el cerebro se desarrolla y aprende. Así que solo estamos rascando la superficie". apuntó Morill.

domingo, 13 de agosto de 2023

Afrontando la resistencia: Cómo apoyar a los adolescentes que rechazan la terapia

Afrontando la resistencia: Cómo apoyar a los adolescentes que rechazan la terapia

Puede ser difícil lograr que los niños acepten ver a un psicólogo o a un psiquiatra. De hecho, este es un obstáculo común para muchos padres de adolescentes batallando con cualquier problema, desde ansiedad hasta TDAH, depresión o un trastorno alimentario. No basta con verlos sufrir o con que sea obvio para todos a su alrededor que no están siendo ellos mismos y que necesitan algún tipo de intervención. Los adolescentes necesitan querer mejorar, y estar dispuestos a trabajar con alguien para que eso suceda. Para que el tratamiento funcione, los adolescentes deben quererlo, al menos un poco.

Así que es importante llegar al fondo de por qué los adolescentes se niegan y tratar de que cambien de opinión. Estas son algunas razones comunes por las que un joven adolescente podría rechazar el tratamiento:

• No cree que necesite ayuda. Podría decir algo como: “Yo soy así”.

• No cree que la terapia o la medicina funcionen.

• Ya lo probó y no le gustó.

• Cree que conseguir ayuda es vergonzoso.

• Se pone a la defensiva. Esta no sólo es una postura común en los adolescentes, sino que también es una reacción comprensible de alguien que está cansado de tener problemas repetidamente o de recibir atención negativa sobre cualquier cosa.

• Siente desesperanza. No se imagina que es posible sentirse mejor.

Entender la razón o razones que su hijo tiene para negarse lo ayudará a adaptar su respuesta. Como saben los padres de adolescentes, convencer a los niños mayores de hacer algo que no quieren hacer es difícil, por decir lo menos. Esto se debe a que los adolescentes están creciendo, lo que significa que quieren (y, desde el punto de vista del desarrollo, necesitan) tener más control e independencia.

Es posible que los adolescentes no siempre puedan determinar correctamente lo que necesitan, pero es esencial que los padres les den la oportunidad de explicar cómo se sienten para luego dar una respuesta bien pensada. Esto no sólo mejorará la relación con su adolescente, sino que también hará que sea más factible que lo escuche. A continuación encontrará algunas estrategias que puede probar:

Enmarque el tratamiento de manera diferente

La forma en que enmarca el tratamiento es importante. A veces hay algunos prejuicios injustos contra la búsqueda de ayuda para los problemas de salud mental. La gente va a los psicólogos y psiquiatras por la misma razón que van a sus otros médicos: quieren sentirse mejor. Y olvídese del estereotipo de Freud: obtener ayuda en este milenio no siempre significa “contarle a una persona tus más profundos y oscuros sentimientos”, como dice el psicólogo Jerry Bubrick. “La verdad es que ahora tenemos tratamientos mucho más científicos”.

Cuando se trata de pacientes reacios, el Dr. Bubrick a veces compara la terapia con el trabajo con un entrenador: “Si su hijo juega al básquetbol, claro que tendrá un entrenador de básquetbol. Incluso los jugadores profesionales de básquetbol necesitan entrenadores para aprender nuevas estrategias, desarrollar nuevas habilidades, pensar en diferentes maneras con las cuales tener éxito. Su hijo puede tomar terapia para aprender estas habilidades, practicarlas una y otra vez, y eventualmente no necesitará más al entrenador”.

Dependiendo de la ayuda que su adolescente necesita, también podría ser una buena idea que toda la familia acuda al tratamiento. Esta es una buena estrategia cuando los chicos se ponen a la defensiva, porque no señala al adolescente como el único afectado, ya que toda la familia está trabajando en el asunto.

Concéntrese en las prioridades de su adolescente

Algunas veces los adolescentes no estarán de acuerdo en que tienen un problema o piensan que su problema es una parte de ellos que no puede o no debe ser tratada.

Cuando los niños piensan que no pueden mejorar, aveces eso es un síntoma de su trastorno. Por ejemplo, la depresión afecta su forma de pensar, por lo que puede que no sean capaces de imaginar que pueden sentirse mejor. Los niños también pueden empezar a identificarse con su trastorno e incluso encontrar consuelo en él, por lo que la idea de recibir tratamiento puede llegar a ser aterradora.

Si un adolescente considera que no tiene un problema o es ambivalente sobre lo que el tratamiento puede hacer por él, la recomendación del psicólogo David Anderson es que comience por preguntar al adolescente qué le gustaría obtener del tratamiento; no imponga lo que usted o sus maestros o cualquier otra persona pueda querer. “Trabajaremos para conseguir la aceptación centrándonos inicialmente en sus prioridades. ¿Qué está buscando en esta etapa? ¿Qué tipo de cosas le gustaría poder mejorar, por ejemplo las tareas o sus relaciones amistosas? Entonces podemos subrayar cómo las cosas que lo motiva podría lograrse al trabajar juntos”.

Esto es parecido a una técnica llamada entrevista motivacional, la cual es un enfoque colaborativo que algunos terapeutas usan para ayudara a los niños a sentirse mejor.

Encuentre el psicólogo/psiquiatra adecuado

Es importante encontrar un proveedor del tratamiento que se adapte bien a la personalidad de su hijo. Si a su adolescente no le gusta la persona con la que va a trabajar o no le inspira respeto, o cree que puede ser más listo que él, no va a ser un buen candidato.

Aunque pueda ser muy frustrante, es posible que tenga que seguir buscando hasta encontrar a la persona adecuada para su adolescente. En ocasiones los padres deciden acudir primero a la consulta ellos mismos, sin su hijo, para conocer al médico y hacer algunas preguntas (una buena pregunta sería sobre su manera de abordar el trabajo con un adolescente reacio). Los especialistas también debieran tener buenos consejos sobre lo que usted puede hacer en casa para ayudar.

Si su adolescente ya ha tratado de recibir tratamiento pero no le han sido de ayuda, o no le agradó la persona con la que estuvo trabajando, la psicóloga Stephanie Dowd recomienda preguntarle por qué cree que fue así. Por ejemplo, ¿qué fue lo que no le ayudó o qué no le gustó de la terapia? ¿Qué le gustó? Puede tener estos detalles en mente y trabajar juntos para encontrar un terapeuta que haga más cosas de las positivas. Muchos niños prefieren trabajar con médicos que sean participantes activos de las conversaciones, en vez de oyentes pasivos.

La Dra. Dowd sugiere: “Encuentre dos o tres terapeutas con quienes su hijo pueda entrevistarse y dígale que puede elegir a aquel con quien se sienta más cómodo y piense que lo ayudará más. Encontrar un terapeuta que se adapte bien es sumamente importante, y hacer que su hijo elija lo ayudará a sentirse dueño de su propio tratamiento, lo cual es muy importante para los adolescentes y prepara el terreno para una terapia efectiva”.

No se rindan

Si su hijo dice que no la primera vez que le habla de iniciar un tratamiento, siga intentándolo. Use las estrategias anteriores y trate de preguntar a los médicos qué le recomendarían.

También es importante seguir esforzándose por escuchar cómo se siente su hijo y qué cree que necesita. Las cosas importantes por lo general no se resuelven en una sola conversación. Los avances son graduales. “Si usted sienta las bases al fortalecer su conexión con su hijo ahora, es más probable que se dirija a usted en busca de apoyo cuando finalmente esté listo”, dice la Dr. Dowd.

sábado, 12 de agosto de 2023

Entre los perros y los gatos hay diferencias.

Entre los perros y los gatos hay diferencias.

Si has convivido con uno, habrás disfrutado de él. Pero si has estado con ambos, habrás hecho comparaciones.

Y nadie es mejor o peor. Simplemente son. Perros. Gatos.

Y luego nosotros.

Hoy no te voy a hablar de perros o personas.

Te voy a hablar de gatos.

Bueno y de gatos y personas.

En relación sí.

Si has convivido con un gato, sabrás que son animales muy independientes y territoriales.

Vaya, que no comparten su sitio con cualquiera.

Es como el chico o la chica popular de clase.

Ellos eligen.

Si un gato se acerca a ti y comienza a mostrarte cariño, es porque ha decidido que confía en ti y te considera parte de su territorio.

Y porque, además, ha leído que te cae bien, que si no, no te prestaría atención.

En conclusión, los gatos eligen a sus tutores porque confían en ellos, les gustan sus personalidades y se sienten seguros y cómodos a su alrededor.

Así que, si tienes la suerte de ser elegid@ por un gato, considera que es un gran honor y que ese gato confía en ti y te quiere mucho.

viernes, 11 de agosto de 2023

Cómo enseñarle a un perro mayor trucos nuevos

Siempre han dicho que perro viejo no aprende trucos nuevos, pero, ¿tienen razón o no es más que un dicho que se repite sin parar?

En este artículo descubrirás cuánto tiene de verdad y cuánto tiene de mentira este dicho, pero sobre todo aprenderás cómo puedes enseñarle.

Primero, rompamos u mito, no es verdad que los perros mayores no puedan aprender trucos nuevos.

Algunos perros pueden tener menos energía o una capacidad de atención más corta con la edad, pero todavía son capaces de aprender y realizar nuevos trucos

Pero antes de entrar a descubrirlo todo sobre este tema, tengo algo que proponerte. Si te gusta Antrozoología y el contenido que proponemos, puedes acceder a más completamente gratis.

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La capacidad de aprendizaje de los perros con la edad

La capacidad de aprendizaje de un perro no disminuye necesariamente con la edad. Esto es un mito que se ha extendido y que hemos aceptado.

Vaya, que todo es culpa del refrán de antes.

Sin embargo, puede haber ciertos factores que afecten a su capacidad de aprendizaje, como problemas de salud o cambios en el entorno. Y es ahí donde tenemos que poner el foco si vemos que el perro no está aprendiendo como debería.

A pesar de esto, muchos perros mayores siguen siendo capaces de aprender y realizar nuevos trucos con entrenamiento adecuado, según el estudio The Potential Impact of a Dog Training Program on the Animal Adoptions in an Italian Shelter (Julio, 2022).

Te he preparado un resumen de sus conclusiones más importantes.

Durante el período de estudio e independientemente del estado de entrenamiento, los perros más jóvenes tendieron a ser adoptados más que los perros mayores.

Si bien el programa de entrenamiento no tuvo un efecto notable en la tasa de adopción de perros jóvenes (7 a 11 meses) y perros adultos jóvenes (12 a 24 meses), tuvo un efecto cada vez mayor en perros adultos (3 a 8 años) y perros mayores (9-17 años).

En concreto, los perros adultos y mayores tenían significativamente más probabilidades de ser adoptados si habían participado en el programa de entrenamiento.

Si quieres saber más, si quieres conocer cómo lo puedes hacer, sigue leyendo. Te hemos preparado un artículo muy exhaustivo en el que te explicamos todo paso a paso.


Consejos a la hora de enseñarle trucos a tu perro senior

Lo que debemos entender es que somos nosotros los que debemos adaptarnos a cómo aprende el perro y no al revés.

Por eso es importante que tengamos siempre a mano recompensas para animar al perro a realizar ese nuevo truco que le hemos enseñado.

Pero esto no es todo. La cuestión es hacer que sea más fácil de entender para el perro, para que la edad no sea un problema.Divide el truco o ejercicio en pasos más pequeños y enséñale cada paso por separado.
Practica el truco o ejercicio en sesiones de entrenamiento más cortas, ya que los perros mayores pueden tener menos energía y atención.

Si tu perro parece estar teniendo dificultades para aprender el truco, no lo fuerces. Intenta modificar el entrenamiento o prueba un ejercicio diferente. Lo importante es que siga ejercitando su capacidad de aprendizaje para que todo siga fluyendo.

Por ejemplo, si quieres enseñarle a tu perro a sentarse, puedes empezar por enseñarle a levantar una pata trasera y luego recompensarlo por ello.

Una vez que tu perro haya aprendido a levantar una pata trasera, puedes continuar enseñándole a sentarse por completo.

Es importante asegurarse de que el entrenamiento sea agradable para tu perro y no estresante. Si tu perro se fatiga demasiado, puedes descansar y volver a intentarlo más tarde.
Haz sesiones de entrenamiento más cortas y más frecuentes.

Como ya hemos comentado, los perros mayores pueden tener menos energía y atención, por lo que es importante no sobrecargarlos durante el entrenamiento.

Trata de dividir el entrenamiento en sesiones más cortas y más frecuentes en lugar de hacer sesiones largas y espaciadas.

Además, así te aseguras de tener el tiempo suficiente para dedicarle plena atención en cada aprendizaje.
Utiliza recompensas para alentar a tu perro a realizar el truco o ejercicio nuevo.

Las recompensas son una herramienta poderosa para motivar a tu perro durante el entrenamiento.

Elige recompensas que sean altamente motivadoras para tu perro, como su comida favorita o un juguete especial, y utilízalas de manera consistente durante el entrenamiento.

Seguro que sabes que hay algo que a tu perro le gusta por encima de todo lo demás, ¿verdad?

Pues eso es lo que le puedes enseñar.
Divide el truco en pasos más pequeños y enséñale cada paso por separado.

Al dividir el truco en pasos más pequeños, puedes hacer que el proceso sea más fácil de seguir.

La idea es que sean sesiones cortas, pero intensas. Que ni el perro ni tú os canséis por el camino.

No te olvides nunca de que es importante que ambos disfrutéis del proceso.


Si tu perro parece estar teniendo dificultades para aprender el truco, no lo fuerces.

Intenta modificar el entrenamiento o prueba un truco diferente.

Si tu perro parece frustrado o estresado durante el entrenamiento, es importante detenerse y volver a intentarlo más tarde.

Es posible que tu perro simplemente no esté interesado en aprender ese truco en particular o que necesite más tiempo para procesar lo que se le está pidiendo.
Asegúrate de estar utilizando el entrenamiento positivo y no el castigo para enseñar trucos o ejercicios a tu perro.

Los perros son más propensos a aprender y a mostrar el comportamiento que buscamos si se les recompensa por hacer lo correcto en lugar de castigarlos por hacer lo incorrecto.

El entrenamiento positivo también es más agradable para tu perro y más probable que refuerce la relación entre ambos.
Escribe un plan de entrenamiento y sé consistente.

Es importante tener un plan de entrenamiento bien definido y seguirlo de manera consistente para ayudar a tu perro a aprender de manera efectiva.

Establece objetivos claros y realistas para tu perro y asegúrate de tener suficiente tiempo y paciencia para alcanzar cada uno de ellos.
Utiliza una variedad de métodos de entrenamiento.

Los perros son animales muy inteligentes y disfrutan aprendiendo de diferentes maneras.

Utiliza una variedad de métodos de entrenamiento, como el refuerzo positivo y el entrenamiento con lenguaje corporal, para mantener el interés de tu perro durante el proceso de aprendizaje.
Haz ejercicio con tu perro antes del entrenamiento.

El ejercicio es una excelente manera de estimular la mente y el cuerpo de tu perro.

Asegúrate de que tu perro haya tenido suficiente ejercicio antes del entrenamiento para que esté listo y dispuesto a aprender.
Haz que el entrenamiento sea divertido para tu perro.

Los perros disfrutan aprendiendo cuando el proceso es divertido y agradable.

Trata de hacer que el entrenamiento sea un juego para tu perro y utiliza juguetes y recompensas para mantener su interés.
Sé paciente y no te desanimes.

El proceso de aprendizaje puede llevar tiempo y puede haber obstáculos en el camino.

Asegúrate de tener paciencia y no te desanimes si tu perro no parece estar progresando tan rápido como te gustaría.

Recuerda que cada perro es diferente y algunos pueden aprender más rápido que otros. Sé consistente y persevera, y verás resultados a largo plazo.

jueves, 10 de agosto de 2023

Cómo cuidar a los animales domésticos por las detonaciones de pólvora

Una especialista da algunas recomendaciones para proteger a su mascota durante la época decembrina.


Cómo cuidar a las mascotas de los efectos de la pólvora

Animales domésticos como perros y gatos pueden sufrir de ataques e incluso la muerte.

El inicio de la temporada decembrina puede ser una pesadilla para los dueños de mascotas. El uso de pólvora y fuegos artificiales para celebrar las festividades se convierte en un detonante de estrés y ansiedad para perros, gatos, conejos y aves, situación que puede llegar a causarles la muerte.
"Los fuegos artificiales y detonaciones causan muchísima incomodidad para los animales domésticos como perros y gatos, por eso hay que prepararnos para proteger a nuestras mascotas", afirma Luz Rodríguez Garay, médica veterinaria de la Universidad CES.

¿Por qué las mascotas se asustan con la pólvora?


La reacción de algunos perros ante los sonidos fuertes es buscar un refugio para protegerse.


En el caso de los perros y gatos, presentan aumento de la frecuencia respiratoria, salivación excesiva, vómito, orina, defecación...

Diana Rico Motta, médica veterinaria zootecnista, explicó que los efectos negativos se producen principalmente por el ruido de las explosiones, pues los animales tienen un oído más sensible que los seres humanos.

Según la veterinaria al oír las explosiones, algunos perros, gatos y aves tienden a huir y a esconderse en lugares donde se sientan seguros y protegidos.

"En el caso de los perros y gatos, presentan aumento de la frecuencia respiratoria, salivación excesiva, vómito, orina, defecación, algunos tiemblan, corren, ladran e, incluso, pueden presentar reacciones agresivas, anormales en su comportamiento, como destruir objetos cercanos o morder algo o a alguien", agregó.

La experta afirmó que ese miedo y angustia generan taquicardias severas que pueden terminar en infartos fulminantes, o provocar episodios de gastritis y vómito, desencadenando en enfermedades nerviosas.

"Los perros pequeños son los más nerviosos y son los que casi siempre tienen crisis nerviosas al momento de los juegos pirotécnicos", señala Rico Motta.

También influyen las patologías de las mascotas como la epilepsia. Los expertos señalan que pueden ser los más afectados y presentar cuadros generados por la angustia.


Recomendaciones para proteger a su perro o gato de la pólvora


Acompañarlos y disponer de espacios seguros puede ayudar a los perros a pasar estas fechas con menos estrés.

Con eventos como la Alborada, celebración que marca el inicio de diciembre en Medellín y otros municipios de la región antioqueña, los dueños de las mascotas deben tomar en cuenta medidas preventivas y de acción para proteger a los animales.

Veterinarios como Gabriel Rico, Sebastián Ordóñez, Diana Rico Motta y Luz Rodríguez Garay hacen algunas recomendaciones:

Prepararlos con sonidos

Se recomienda empezar a trabajar unos días antes de esos eventos, empezar a sensibilizar al perro o al gato con los sonidos, tratando de hacer refuerzo positivo sobre el animal, dándole premios cuando tome posiciones acertadas frente a esos sonidos.
Planear la agenda

Nunca hay que dejarlos solos o fuera de la casa si se sabe que este tipo de eventos le generan estrés al animal. Se sentirán más contenidos y reducirán la ansiedad si permanecemos cerca de ellos.
Disponer de un lugar tranquilo

Normalmente los perros o gatos se esconden debajo de la cama o en el baño. Si ya sabe qué lugar usan como escondite, hay que adecuarlo para que sea cómodo.

Cerrar puertas, ventanas, balcones y cortinas

En el momento en el que arranquen las detonaciones, tratar de reducir el ruido puede ser efectivo.
Evitar abrazarlos o perseguirlos

Porque aumenta su estrés y ansiedad.
Usar esencias florales

Son muy recomendadas por Motta. Estas no tienen contradicciones para los animales y vienen en forma de gotas, spray o cápsulas. Según ella, se les deberían dar meses antes de que ocurran eventos con pólvora y después de los mismos.
Evitar reaccionar con gritos ante la pólvora

Ellos no diferencian si se trata de algo positivo o negativo. Tampoco se les debe regañar cuando reaccionen ante los ruidos.
Hacer ejercicio con ellos

Se sabe que el 24 y el 31 de diciembre son los días en los que más pólvora se escucha. Por ello, en las mañanas y en las tardes de esos días se recomienda hacer más ejercicio físico para que estén cansados, y más calmados en la noche.
Usar vendaje antiestrés

Conocido también como el método Tellington, consiste en realizar un vendaje en el cuerpo de los perros con una tela de aproximadamente 30 centímetros para ayudar a controlar el miedo. Pero ojo, no existen estudios o investigaciones que avalen su funcionamiento, y excederse en la presión ejercida puede llegar a ser perjudicial.

Poner música relajante

El veterinario Ordóñez Ramírez sugiere que a los animales se les acostumbre a escuchar música clásica o de relajación en estas circunstancias.

Asimismo, caballos, vacas, conejos y aves también son vulnerables ante los sonidos fuertes, que los desorientan, estresan e incluso les pueden causar la muerte y se recomienda prestarles mayor atención durante las celebraciones para evitar desenlaces fatales.

miércoles, 9 de agosto de 2023

Cómo acariciar a un gato, según la ciencia (y cómo saber si de verdad lo disfruta)



La clave para triunfar es conceder al felino la capacidad para elegir y controlar las interacciones.

No somos pocas personas las que hemos conocido a un gato de lo más cariñoso que parece estar encantado con las caricias que le propinamos y, un minuto después, nos muerde o nos da un zarpazo.

Lo más fácil cuando eso ocurre es culpar al gato, pero cabe la posibilidad de que no lo estuviéramos acariciando correctamente.

Para comprender el porqué, primero es importante conocer un poco más sobre los antepasados de estos animales.

Es probable que el gato salvaje africano, el antepasado más inmediato del gato doméstico, fuera utilizado únicamente para el control de plagas.

En la actualidad, en cambio, los felinos son considerados una valiosa compañía, hasta el punto de que para mucha gente son "bebés peludos".

Se cree que esta metamorfosis social de la relación entre humanos y felinos tuvo lugar hace alrededor de 4.000 años, un poco después de la aparición del "mejor amigo del hombre".

Aunque podamos considerar que 4.000 años es una cantidad de tiempo suficiente para que una especie se adapte completamente a la vida en sociedad, no parece ser el caso de nuestro bigotudo compañero.

Y es que los gatos domésticos muestran una divergencia genética relativamente reducida respecto a sus ancestros. Es decir, sus cerebros todavía están programados para pensar como un gato salvaje.


¿Por qué son tan egoístas los gatos?

Estos llevan vidas solitarias e invierten un tiempo y un esfuerzo considerables en comunicarse de manera indirecta, mediante mensajes visuales y químicos, para evitar relacionarse demasiado. Así pues, no parece muy probable que los gatos domésticos hayan heredado las complejas habilidades sociales de sus predecesores.


A los gatos les encanta que les toquen alrededor de las zonas en las que se localizan las glándulas faciales, como la base de las orejas, bajo la barbilla y cerca de las mejillas.

Los humanos, por su parte, somos seres inherentemente sociales para los que el acercamiento y el contacto son muestras de afecto.

Además, nos sentimos atraídos por los rasgos estéticos infantiles (ojos y frente grandes, nariz pequeña y cara redondeada), motivo por el que a muchos nos parecen tan bonitos los gatos.

Sabiendo esto, no es ninguna sorpresa que nuestra reacción inicial al ver uno sea querer acariciarlo, hacerle carantoñas o simplemente sonreír embobados. De igual manera, tampoco debería sorprender que algunos gatos consideren este tipo de interacciones un poquito abrumadoras.

El cariño en los gatos

Aunque a muchos gatos les gustan las caricias y, en determinados contextos, nos elegirían antes que a la comida, deben aprender a disfrutar de la interacción con humanos durante su corto período de adaptación (de las dos a las siete semanas de vida).

Al hablar de la relación entre gatos y humanos, las características de las personas también son importantes. Aspectos como nuestra personalidad y género, las partes de la anatomía del gato que tocamos y cómo solemos manejarlos son muy importantes a la hora de entender cómo el animal responde a nuestras muestras de cariño.


Es importante prestar atención al comportamiento y a las posturas que adquiere el felino durante las interacciones para asegurarnos de que está cómodo.

Algunos gatos reaccionan con agresividad al contacto físico no deseado, mientras que otros pueden tolerar nuestros acercamientos a cambio, simplemente, de comida y un sitio donde dormir.

A pesar de ello, un gato tolerante no es necesariamente un gato feliz. De hecho, los niveles más altos de estrés se observan en gatos cuyos dueños afirman que se muestran conformes con las caricias en lugar de demostrar que no les gustan.

Cómo acariciar a un gato

La clave para triunfar en nuestra gatuna empresa es conceder al felino la capacidad para elegir y controlar las interacciones. Por ejemplo, es importante que manifieste si desea recibir cariño y que controle la zona de su cuerpo en la que está dispuesto a ser acariciado y durante cuánto tiempo.

Por qué ahora dicen que no debes darle carne cruda a tu perro o a tu gato


Debido a nuestra naturaleza táctil y a la atracción que sentimos hacia los animales bonitos, puede que nos cueste ignorar nuestros instintos y que precisemos de altas dosis de autocontrol.

Sin embargo, el esfuerzo podría ser compensado, ya que un estudio demuestra que es más probable que las interacciones duren más cuando es el gato, y no la persona, el que las empieza.


Entre los signos para saber si el gato está disfrutando de las caricias está el ronroneo y una expresión facial relajada, con las orejas apuntando hacia delante.

También es importante prestar atención al comportamiento y a las posturas que adquiere el felino durante las interacciones para asegurarnos de que está cómodo.

Al establecer contacto físico, menos es más, y no solo en los reconocimientos veterinarios, sino también cuando el gato se relaciona con gente en un entorno más relajado.

Como norma general, a la mayoría de los gatos les encanta que les toquen alrededor de las zonas en las que se localizan las glándulas faciales, como la base de las orejas, bajo la barbilla y cerca de las mejillas.

Por el contrario, no disfrutan tanto del contacto en la barriga, el lomo y la base de la cola.


Signos de disfrute del gato:


• Mantiene la cola erguida e inicia el contacto.


• Ronronea y hace algo parecido a amasar con las patas delanteras.


• Mueve suavemente la cola de lado a lado mientras la estira en el aire.


• Exhibe una postura y una expresión facial relajadas, con las orejas apuntando hacia delante.


• Te empuja con cariño si detienes las caricias, para indicar que continúes.

Signos de rechazo o tensión:


• Mueve o voltea la cabeza en tu dirección contraria.


• Se muestra pasivo (no ronronea ni busca el contacto físico).


• Parpadea de forma exagerada, sacude la cabeza o el cuerpo o se lame la nariz.


• Se asea repentina y apresuradamente durante poco tiempo.


• Se le eriza el pelo o contrae la espalda.


• Mueve o agita la cola o golpea con ella.


• Aplana las orejas y las orienta hacia los lados o hacia atrás.


• Gira bruscamente la cabeza para enfrentarte a ti o a tu mano.


• Te muerde, aparta o golpea tu mano con una pata.


Así las cosas, es discutible si los gatos pueden ser considerados unos "bebés peludos".


A muchos les encanta que les toquen, mientras que otros, como mucho, lo soportan. En cualquier caso, es importante respetar los límites que establece el gato salvaje que llevan dentro, aunque eso suponga admirar su belleza desde lejos.

martes, 8 de agosto de 2023

El ocaso del espermatozoide

Para el 2045 no habría materia prima suficiente para mantener la natural tendencia reproductiva.

Un sector del mundo científico está preocupado por la posibilidad de que la raza humana pueda extinguirse no por causa de un cataclismo –que es lo que se ha venido vaticinando–, sino por el poder depredador que el Homo sapiens ha venido ejerciendo sobre la naturaleza misma. Por ejemplo, el calentamiento terrestre, con sus lentos pero deletéreos efectos. Pero, ¡oh sorpresa!, otra posibilidad es que ese desastre catastrófico provenga de los testículos de los exponentes viriles de la especie humana, que cada vez producen menos espermatozoides; además, muchos de ellos de pobre calidad.

'Count Down' (Scribner, 2021) es un libro escrito por la médica epidemióloga norteamericana Shanna H. Swan en asocio de Stacey Colino. La doctora Swan es experta también en reproducción humana y labora en el Mount Sinai Medical Center de Nueva York. El libro cuenta que desde 1992 le han venido siguiendo la pista al comportamiento de los espermatozoides y los óvulos humanos, relacionándolo con el estilo de vida y la exposición a algunas sustancias químicas (“disruptores químicos endocrinos”), como las que se encuentran en plásticos, alimentos empacados, desodorantes en aerosol, cremas de afeitar, y hasta en el agua embotellada.

Por cálculos de la doctora Swan, si las cosas continúan como van, para el 2045 no habría materia prima suficiente para que la humanidad mantenga su natural tendencia reproductiva. Un varón de la época actual produce la mitad de los espermatozoides que producía su abuelo. Es decir, a partir de la segunda mitad del presente siglo será evidente el declive u ocaso de la especie humana. La humanidad se irá extinguiendo poco a poco por agotamiento de la batería de la fuente generadora. Sus predicciones parecen traídas de los cabellos, ¿verdad? Por eso han sido recibidas con escepticismo en sectores dedicados a la investigación científica. Para algunos, no pasan de ser simples especulaciones, con visos novelescos.

Sin yo ser una autoridad en la materia, sino un simple diletante en el campo de la reproducción humana, me coloco en una posición más bien dubitativa. Me pregunto: “¿Qué tal que la doctora Swan tenga razón? ¿Qué tal que su angustioso llamado no sea escuchado y la humanidad se encuentre al cabo de unos cuantos decenios frente a legiones de varones y mujeres infértiles y nuestra especie en vía de desaparecer?”.

Creo que los vaticinios de la inquieta investigadora no deben echarse en saco roto, sino que deben asumirse como una evidente amenaza. Por ejemplo, se me ocurre que la Organización Mundial de la Salud debería crear una Comisión Internacional de Sabios para que se ocupara de certificar la validez de tan preocupantes predicciones. De ser ciertas, entonces el mundo entero –como sucede con el covid-19– deberá hacer un frente común, ahora en defensa de los nobles óvulos y espermatozoides, gérmenes de la especie humana. No sería insólito que los acuciosos científicos descubrieran pronto una vacuna salvadora “antidisruptores químicos endocrinos”.

Por mi parte, consultando el libro 'Ciencia y reproducción humana' (Editorial Universidad Nacional, 1991), voy a hacer un aporte desempolvando los antecedentes históricos del espermatozoide, ese personaje microscópico que hoy tiene en ascuas a los investigadores en reproducción humana y en demografía. Conocer su biografía permitirá hacerle un reconocimiento a la ímproba labor que ha venido cumpliendo desde cuando el hombre (Adán) y la mujer (Eva) aparecieron sobre la Tierra y, por designio divino, comenzaron a poblar el mundo. Creo que hay razones para que surja una cruzada mundial en su defensa.

Desde muy antiguo, el hombre ha cavilado acerca de la reproducción de las especies animales, en particular de la suya. El deseo instintivo del apareamiento, de la unión de los sexos, permitía deducir que para que se formara un nuevo ser era inexorable la participación tanto del macho como de la hembra. Pero ¿cuál era la real participación de aquel y de esta?; ¿qué cosas sucedían en la intimidad del organismo femenino?; ¿cómo era posible que de la cópula resultara un elemento humano más, tan maravillosamente bien formado y capaz, con el paso de los años, de reproducirse también?