jueves, 12 de mayo de 2022

Instagram sabía que era ‘tóxico’ para los jóvenes y lo estaba ocultando


Según Facebook, más del 40 por ciento de los usuarios de Instagram tienen 22 años o menos.

La compañía hizo estudios que indican el impacto de la red social salud mental de los jóvenes.

Aunque en las declaraciones públicas de Instagram se minimice el impacto que tiene su aplicación en la salud mental de los usuarios, la compañía está consciente de que estar expuestos al contenido de la red social es ‘tóxico’ para muchas personas, sobre todo para las mujeres jóvenes.

Así lo reveló una investigación publicada esta semana por el diario económico estadounidense The Wall Street Journal, y que se construyó a partir de los estudios internos de Facebook, la compañía propietaria de Instagram, a los que el medio de comunicación tuvo acceso.

Esto ha generado múltiples reacciones durante los últimos días, pues si bien los impactos negativos de Instagram se llevan estudiando mucho tiempo, resulta cuestionable que la empresa esté al tanto de esto y no lo regule.

El texto del diario estadounidense empieza exponiendo el caso de Anastasia Vlasova, una adolescente que comenzó a usar la aplicación a los 13 años y terminó yendo a terapia y con un trastorno alimenticio grave.Números preocupantes

Las cifras que enseñan indican que el caso de Vlasova no es el único. De hecho, es un fenómeno casi masivo. Según una diapositiva presentada al interior de Facebook, “el 32 por ciento de las adolescentes dicen que cuando se sienten mal con sus cuerpos, Instagram las hace sentir peor”.

Otro dato fuerte que revela la investigación es que entre los adolescentes que dicen tener pensamientos suicidas, “el 13 por ciento de los usuarios británicos y el 6 por ciento de los estadounidenses” enlazan su “deseo de suicidarse” con Instagram.

La situación se agrava si se tiene en cuenta la cantidad de usuarios jóvenes que tiene la aplicación, que son los que mueven su negocio. “Más del 40 por ciento de los usuarios de Instagram tienen 22 años o menos, y alrededor de 22 millones de adolescentes inician sesión en Instagram en los EE. UU. cada día”, explica el Journal.

La razón de que pasar tiempo en esta red social afecte de maneras tan severas la salud mental de la población joven es que crean un imaginario de como debe ser la vida a partir de lo que ven en el feed de Instagram, y lo comparan con sus propias vidas.

Crean un imaginario de como debe ser la vida a partir de lo que ven en el feed de Instagram

“Las comparaciones en Instagram pueden cambiar la forma en que las mujeres jóvenes se ven y se describen a sí mismas”, según explican los mismos informes de Facebook.

El problema, según dice Nick Knight (un médico especializado en estilos de vida) en una investigación de la BBC, es que la dinámica de las redes sociales forma una falsa idea de espontaneidad, de que las personas comparten su vida tal cual es, sin intervenciones, y no se tiene en cuenta que los usuarios más “exitosos” solo comparten el lado positivo y bello de sus vidas.

Por eso la estética y la felicidad parecen alcanzables, pero la frustración llega cuando la vida real demuestra que no todos pueden tener vidas perfectas y cuerpos esculturales.
Y, de nuevo, la compañía lo sabe: gracias a una investigación de Facebook hecha en el 2020, la combinación entre “la tendencia de compartir solo los mejores momentos, la presión de lucir perfectos y un producto adictivo puede hacer que los adolescentes se vuelvan en espiral hacia los trastornos alimenticios, una sensación poco saludable de sus propios cuerpos y depresión”.Instagram responde

A raíz de la controversia que se ha generado a partir de las revelaciones del Wall Street Journal, la compañía ha reaccionado explicando que planea “motivar a sus usuarios a que no solo vean contenido que promueve el arquetipo del cuerpo femenino delgado y atlético”.

“Estamos trabajando cada vez más en las comparaciones (de su cuerpo con el de los demás) y la imagen negativa del cuerpo”, dijo Instagram el martes a través de un comunicado emitido como respuesta al artículo. También adelantó que está pensando en diversas formas de reaccionar cuando ve “que la gente se concentra en ese tipo de imágenes”.

“El artículo se centra en los hallazgos de estudios limitados y los presenta en una mala posición”, dijo, a su vez, Karina Newton, directora de Relaciones Públicas de Instagram. Sin embargo, advirtió que muestra “el compromiso por comprender estos temas complejos”.

También señala que las redes sociales no son buenas ni malas en sí mismas, que su influencia varía de un día para otro y que no necesariamente engloba los problemas sociales de la vida real.

Ella espera que ayude tener un eventual sistema de incentivos para ver contenido que “inspire y exalte” a los usuarios jóvenes, y que “cambie esa parte de la cultura de Instagram que se trata de apariencias”. Pero, por ahora, es un escenario improbable.

Y es que el asunto ya se viene hablando desde hace tiempo. De hecho, en mayo, 44 fiscales de Estados Unidos le enviaron una carta a Mark Zuckerberg (fundador de Facebook) en la que argumentan que “hay una correlación entre el uso de las redes sociales y el aumento de la angustia psicológica con el comportamiento suicida entre los jóvenes”.

También citaron estudios que mostraban los daños de la comparación constante entre pares, como trastornos alimenticios, y le pidieron a Zuckerberg que abandonara la idea de crear una versión de Instagram para menores de 13 años.Evasivas sospechosas

De hecho, las explicaciones que ha dado Zuckerberg durante las citaciones que se le han hecho en el Senado estadounidense no han dejado satisfecho al Gobierno de ese país ni a las organizaciones que se preocupan por el uso de las redes sociales y la regulación de sus contenidos para mitigar sus consecuencias.

“Las respuestas de Facebook fueron tan evasivas, ni siquiera respondieron a todas nuestras preguntas”, dijo el senador Richard Blumenthal en un correo electrónico, e insinuó que esta actitud parecía demostrar que la compañía puede estar ocultando información importante que ya conoce. Este temor del senador cobra sentido ahora, con la investigación del The Wall Street Journal.

“Facebook parece estar tomando una página del libro de texto de las grandes tabacaleras: dirigirse a los adolescentes con productos potencialmente peligrosos mientras enmascara la ciencia en público”, dijo en el mismo mensaje el senador Blumenthal.