viernes, 12 de abril de 2019

Cómo generar un ambiente de aprendizaje en las ciudades?

Raúl Valdés Cotera dirige la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje de la Unesco. Está en Colombia para hablar sobre la importancia de que los distintos actores se articulen para que el aprendizaje sea una verdadera política pública. 

 
Raúl Valdés Cotera, gerente de Programa del Instituto de la Unesco para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida y director de la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje del organismo internacional. 

Hace unos días se conoció que la Unesco escogió a Medellín como una de las diez ciudades del aprendizaje en el mundo, por su progreso y compromiso en la promoción de la educación y su trabajo con las comunidades para evitar la deserción escolar. 

Precisamente, para hablar sobre la importancia del aprendizaje en las ciudades, está en Colombia Raúl Valdés Cotera, gerente de Programa del Instituto de la Unesco para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida y director de la Red Mundial de Ciudades del Aprendizaje del organismo internacional. 

El directivo, quien participa hoy en el evento “Ciudades del Aprendizaje: retos y oportunidades para Colombia”, habló con Semana Educación sobre este tema. 

Semana Educación: ¿Cuáles son los desafíos de las ciudades de cara a convertirse en verdaderas ciudades del aprendizaje? 

Raúl Valdés Cotera: Lo primero que hay que decir es que todas las ciudades del mundo son ciudades del aprendizaje. Los procesos en este sentido están sucediendo, lo que pasa es que algunas veces se reportan y otras no, pero si están sucediendo. 

No obstante, el mayor reto para las ciudades es que el aprendizaje sea una política pública que involucre a los distintos actores, para que pueda haber una educación formal sólida y se impulsen aprendizajes intergeneracionales entre la comunidad. 

El propósito es que la comunidad haga un buen uso de las ciencias y tecnologías de la información, con el fin de generar aprendizajes ya sea para las personas que trabajan o para las que buscan trabajo. En general, lo fundamental es crear un ambiente de aprendizaje en la ciudad. Por ejemplo, que los museos y parques sean lugares de aprendizaje. 

Otro desafío importante es cómo a través de procesos educativos se logra mayor inclusión y equidad, principalmente para los grupos más vulnerables, por ejemplo inmigrantes y personas en movimiento que no acceden al derecho a la educación, hablamos de niños, adultos y familias. 

Las ciudades enfrentan otro reto y es los jóvenes en riesgo que no están incluidos en el ámbito laboral ni educativo, pero tampoco en la comunidad. Al respecto, hay que mirar cómo generar procesos para que sean contemplados en espacios comunitarios y laborales, así como en procesos de educación formal o no formal. 

También es fundamental vincular a los barrios de bajos recursos, para que se conviertan en sitios comunitarios en los que confluyan el arte, la educación, el medio ambiente y la salud, entre otros. Se trata de atender de una manera lúdica los barrios, para así dinamizar el aprendizaje. 

S.E.: ¿Qué oportunidades tiene Colombia en este sentido? 

R.V.C.: Es muy importante reconocer el aprendizaje como un gran valor que se da en el aula y fuera del aula, es decir, la escuela es una pieza más del rompecabezas de nuestra vida para aprender y no es la única fuente de aprendizaje, ni el maestro el único sujeto del saber, hay otras fuentes igual de valiosas y de calidad. 

De igual forma, con el desarrollo de las tecnologías de la información hay una posibilidad inmensa de acceder a la información de manera gratuita, sin elementos de poder. Aquí se empieza a pensar desde las necesidades de aprendizaje de las comunidades y no desde las políticas nacionales que se imponen en la comunidad.

S.E.: ¿A qué experiencias transformadoras en educación deben apostarle las ciudades? 

R.V.C.: Siempre que uno pueda construir junto con la comunidad espacios que respondan a sus necesidades, esto ya se constituye en un espacio transformador. Me refiero a aprendizajes en familia. 

También están los centros comunicativos donde la gente va aprender algo o simplemente a interactuar con los demás. Estos son espacios de inclusión comunitaria. 

En Medellín, por ejemplo, es emblemático el tema de la educación de la primera infancia, es decir, cómo vincular a los niños a los procesos de aprendizaje y vincular esos aprendizajes con los padres. 

Con los jóvenes, en muchas ciudades como Brasil los integran en la comunidad a través de clases de futbol o samba, por ejemplo, o también mediante actividades para ayudar a los adultos mayores. Todo lo que se pueda construir con la comunidad y que te enseñe nuevas formas de aprender es fundamental. Lo clave aquí es cómo los espacios públicos se pueden convertir en espacios educativos. 

S.E.: ¿Qué hace falta para que las ciudades en Colombia sean ciudades del aprendizaje? 

R.V.C.: Hay que empezar a realizar una planeación muy clara de a dónde se quiere llegar y en esa articulación invitar a todas las voces de la ciudad a que participen. Es un trabajo que se tiene que hacer. 

S.E.: ¿Cuáles son las ciudades modelo en aprendizaje? 

R.V.C.: Son ciudades modelo en su entorno. Hay un buen número, República de Corea, por ejemplo, ha seguido muy bien este modelo, ya que a nivel constitucional se apoya el concepto de ciudades del aprendizaje. 

A nivel estatal hay planes para promover ciudades de aprendizaje como un sistema que permite que las políticas nacionales sean implementadas a nivel local, a través de ciudades de aprendizaje. Son 160 ciudades que siguen este modelo. 

Hay otras como Amán, en Jordania, que trabajan el tema de la inclusión de la voz de la mujer a través de ONG`s. Este es un avance muy importante y un reto muy difícil de enfrentar. 

En otras como Cork, en Irlanda, saben lo que es ser una ciudad del aprendizaje, porque todos los actores están articulados de cara a ese fin. Toda la ciudad participa en procesos educativos. 

En Colombia, sin duda Medellín es valiosa, ya que tiene una institucionalización muy definida, hay una mirada en conjunto de a dónde se quiere avanzar y en este sentido existen acciones claras. Cali y Bogotá también trabajan fuerte en el tema.