jueves, 4 de octubre de 2018

Los 'millennials' prefieren las mascotas que los hijos

El 71 % de estos jóvenes aceptarían cobrar menos a cambio de poder llevar su mascota al trabajo. 


Adoptar animales en lugar de comprarlos es una tendencia cada vez más común entre los jóvenes ‘millennials’. 

La costumbre de tener mascotas se remonta a mucho tiempo antes de que existiera la última generación del pasado milenio: jóvenes nativos digitales, nacidos entre los 80 y el año 2000, conocidos como 'millennials' o generación Y.

Sin embargo, parece que del mismo modo que han hecho con otros hábitos y costumbres, esta generación ha logrado un gran impacto en cómo se ve a los animales de compañía.

Por ejemplo, adoptar animales en lugar de comprarlos es una tendencia cada vez más común a la que artistas como Zac Efron o Ariadna Grande han contribuido en redes sociales o eventos, algo que los hace conectar con esta generación.

Además, el diario estadounidense The Washington Post publicó que el número de jóvenes que adquieren casas, coches, o tienen hijos ha descendido. Pero el porcentaje de millennials que deciden tener animales de compañía no para de aumentar.

Y es que para muchos de estos jóvenes, las mascotas son como los hijos. Según un estudio elaborado por la firma de comercio electrónico www.zulily.com, al 83 por ciento de ellos les encanta presumir de la ‘paternidad’ hacia sus compañeros peludos, y demostrarlo con productos como calendarios, tazas o felpudos inspirados en animales domésticos. 


Al 83 por ciento de estos jóvenes les encanta presumir de la ‘paternidad’ hacia sus compañeros peludos. 

Los 'millennials' no solo son amos de sus mascotas sino de todo el sector: constituyen el porcentaje principal de propietarios de perros y gatos; eso, según el estudio de Pet Owner Paths, de la Asociación Americana de Productos para Mascotas, apoyado por distintas compañías de Estados Unidos con alcance global, como la agencia publicitaria Unfenced, la marca de medicamentos veterinarios Merck y la firma de análisis del mercado Kynetic.

Además, de acuerdo con esta investigación, esta generación se destaca por la cantidad de dinero que invierte en cuidar adecuadamente de sus animales de compañía. Y, a la hora de tomar decisiones respecto a la salud de sus amigos peludos, lo hacen de otra manera.

Por ejemplo, toman gastos económicos como llevarlos al veterinario de manera preventiva, y no solo cuando necesitan un tratamiento, y en comprarles productos solo por mantenerlos mejor cuidados.

Y eso no es todo. Según la misma fuente, estos jóvenes no se lo piensan en el momento de pedir una segunda opinión a la hora de tratar a sus mascotas, consultando a especialistas de todo tipo. 

Y, a la hora de elegir a su veterinario, valoran sobre todo la inmediatez y la conexión: si el centro o especialista dispone de chats, redes sociales, o uso del correo electrónico; entonces tendrán preferencia a la hora de acudir a sus servicios. 

Además, el 57 por ciento de 'millennials' cuenta con su veterinario a la hora de tomar decisiones acerca de sus mascotas, frente al 42 por ciento de sus predecesores. Del mismo modo, el 50 por ciento de ellos sigue los consejos del especialista al pie de la letra, a diferencia del 31 por ciento de miembros de generaciones anteriores.

Esta preocupación por sus animales, tan similar a la de los padres con los hijos, también se ve reflejada a la hora de mimar y consentir: según Zulily, el 92 por ciento compra regalos de todo tipo a sus mascotas, y no solo lo hacen en ocasiones especiales como cumpleaños o Navidad: el 51 por ciento lo hace al menos una vez al mes. 

La empresa de comercio electrónico también descubrió que más de la mitad de los 'millennials' estadounidenses poseen un gato, y tres cuartas partes de estos jóvenes tienen un perro. Ocho de cada diez de ellos considera que tener una mascota es importante para prepararse de cara a tener una familia. 

Animales en el trabajo

Según la organización bancaria estadounidense SunTrust Mortgage, uno de los motivos por los cuales deciden comprarse una casa es para que sus mascotas tengan un hogar mejor.

Pero la prioridad que le dan al bienestar de sus animales no solo se refleja en la vivienda sino también en el empleo. El pasado 22 de junio fue el Día Mundial de Llevar a tu Mascota al Trabajo (#TakeYourDogToWorkDay). 

Aprovechando esta fecha, la empresa de estudios de mercado Ipsos (www.ipsos.com/es-es), con sede principal en París (Francia), en colaboración con la marca de alimentos para mascotas Purina, llevó a cabo una investigación en varios países de Europa.

En los resultados se observó, por ejemplo, que el 83 por ciento de millennials de España se llevarían a sus animales de compañía al trabajo si lo tuvieran permitido. Cuatro de cada diez de ellos, de hecho, preferiría contar con esta posibilidad antes que tener un seguro de salud.

Se trata del mismo porcentaje que afirma que vería reducido el estrés laboral al tener la compañía de su animal mientras trabaja, que es a su vez la cifra de quienes verían más sencilla su conciliación laboral-personal. El 50 por ciento, además, se sentiría menos culpable por no tener que dejar a sus mascotas solas en casa.

Esto tiene su reflejo a nivel internacional, ya que, según Zulily, el 71 por ciento de millennials estadounidenses aceptaría cobrar menos si, a cambio, les permitieran llevarse su mascota al trabajo. De hecho, el 41 por ciento de ellos aceptaría un recorte de incluso más de un 10 por ciento en el sueldo. 

Y cuatro de cada diez confiesan haber mentido alguna vez para faltar al trabajo y quedarse en casa con su mascota. Y es que a la mayoría les genera angustia estar lejos de sus animales aunque sea por poco tiempo. Es más, al 65 % de estos jóvenes les causa más ansiedad estar separados de su mascota que de su teléfono móvil.

Unas emociones que también se reflejan a la hora de vivir el amor: el 45 por ciento necesitarían que su mascota apruebe a su pareja a la hora de iniciar una relación. Y para el 41 por ciento es mejor acurrucarse junto a sus compañeros peludos que con sus amantes.

Queda más que claro que para esta generación de jóvenes las mascotas son, realmente, como sus hijos.