miércoles, 10 de octubre de 2018

Las ballenas beluga y las narvales también tienen la menopausia

Solo cinco especies, incluida la humana, dejan de reproducirse al llegar a cierta etapa de la vida. 


La beluga pertenece a los odontoceli, un suborden de los cetáceos que tiene dientes, como la ballena orca. 

La mayor parte de los animales mantiene la capacidad reproductora toda su vida, y –hasta ahora– se sabía que tres especies, entre ellas la humana, tienen la menopausia, una lista que se ha alargado a cinco, al descubrirse que las ballenas beluga y las narvales también viven este proceso.

Excepto el ser humano, la lista está formada por odontoceti, un suborden de los cetáceos que tiene dientes, y las cuatro especies son: la ballena beluga, la narval, la orca y el calderón tropical, indica el estudio que publica Scientific Reports. 

Los científicos siempre se han preguntado por qué la evolución de unas pocas especies ha llevado a que sus hembras tengan la menopausia. Los firmantes del estudio, de la universidad británica de Exeter, la canadiense de York y el estadounidense Centro de Investigación de Ballenas, sugieren que la menopausia ha evolucionado de manera independiente en tres de las especies de cetáceos, mientras que en las belugas y las narvales puede derivar de un ancestro común.

Para que la menopausia tenga sentido en términos evolutivos, “una especie necesita tanto una razón para dejar de reproducirse como otra para seguir viviendo después”, indicó Sam Ellis, de la Universidad de Exeter. 

En el caso de las orcas, el motivo para dejar de reproducirse es que tanto el macho como la hembra permanecen con sus madres toda la vida 

En el caso de las orcas, el motivo para dejar de reproducirse es que tanto el macho como la hembra permanecen con sus madres toda la vida; por eso, a medida que la hembra crece el grupo está, cada vez más, formado por sus hijos y nietos. Este aumento del grado de parentesco supone que si la hembra sigue tiendo crías, estas competirían con ella por los recursos, explican.

La existencia de la menopausia en las orcas está documentada por 40 años de estudios, pero no es así con las belugas y los narvales, aunque el estudio usa datos de ballenas muertas de 16 especies en la que se encontraron ovarios durmientes en el caso de esas dos.

Los expertos consideran, basándose en sus descubrimientos, que belugas y narvales tienen estructuras sociales por las que las hembras, como en el caso de las orcas, acabarían viviendo con parientes cada vez más cercanos según envejecen.