martes, 26 de julio de 2016

No se desespere si su niño se orina en la cama







Tome en cuenta estos consejos para saber cuál es la causa de la situación.

No caiga en el error de regañar al niño por mojar la cama, sin saber claramente cuál es la causa de esta situación.

No caiga en el error de regañar al niño por mojar la cama, sin saber claramente cuál es la causa de esta situación.
En la lucha contra la enuresis, la Sociedad Internacional de la Continencia Infantil (ICCS) y la Sociedad Europea de Urología Pediátrica (Espu) promueven la campaña 'Es tiempo de actuar' para que la gente conozca en qué consiste esta enfermedad y aprenda a tratarla.
Si se presenta una dificultad para controlar la orina, y el niño o niña supera los 5 años de edad, debe inquietarse, pues podría tratarse de enuresis nocturna.

Existe enuresis primaria, que se refiere a la incontinencia permanente de esfínteres, es decir, que a lo largo de la vida la persona no logró controlar la orina; la secundaria, que se presenta cuando controló esfínteres por al menos seis meses, pero por algún factor el niño o niña se comenzó a orinar de nuevo por tiempo indefinido.

Tenga presente la siguiente información:
Buenas costumbres. Tenga en cuenta la edad y las necesidades del hábito de ir al baño del niño; es muy importante que los padres acompañen y enseñen buenos hábitos a sus hijos desde pequeños. Ese es el primer paso.
Con calma. La madurez neurológica de los niños puede tardar más en unos que en otros y como los esfínteres dependen de esta madurez, ese control puede darse tarde. Cada niño es diferente.
Visite al especialista. Cuando reconozca comportamientos inusuales en el niño, no dude en consultar, pues detectar alguna anomalía es fundamental a la hora del tratamiento, y de este dependerá que en el futuro el menor no presente problemas urinarios y daños irreparables.
No regañe. El rechazo, el castigo, la censura y la descalificación por estos actos empeoran el problema. Si hay un diagnóstico de enuresis averigüe qué hay detrás de este diagnóstico, antes de cuestionar.
Evite. Existen creencias populares que aconsejan a los padres en esta situación sentar a los niños en un ladrillo caliente, restringirle los líquidos en extremo o darles algunos brebajes. Sin embargo, mejor consulte porque esto podría empeorar el problema.
Fuentes: Juan Camilo Restrepo, urólogo de la Clínica Marly en Bogotá y Juan Pablo Llano, endocrinólogo pediatra del Laboratorio de Investigación Hormonal y especialista de la Clínica Colsánitas.