martes, 15 de septiembre de 2015

El período operatorio formal: abstracción, reflexión y pensamiento

El período operatorio formal: abstracción, reflexión y pensamiento

Entre los 11 y los 12 años, el niño supera el período del pensamiento concreto y pasa a un nuevo estadio, el de las operaciones formales. En esta etapa desarrolla su capacidad de operar con signos y símbolos que sustituyen a los objetos en sí, y también aprende a razonar utilizando conceptos abstractos, práctica en la que avanza poco a poco hasta los 16 o 17 años. De este modo, aun cuando ciertamente le resulta más fácil asimilar conceptos que relaciona con imágenes, el adolescente empieza a desarrollar todos los recursos del pensamiento formal para descubrir, conocer, transformar y crear.
Descubriendo lo abstracto
En este proceso que se inicia en la preadolescencia y que supone el descubrimiento de las propias potencialidades para realizar un análisis lógico de las situaciones vividas, formular hipótesis de futuro y extraer de ellas un razonamiento, intervienen tres factores:
en primer lugar, la estructura cognitiva individual, que bajo la influencia de los deseos, las motivaciones y las preferencias personales del adolescente, determina una cierta selección en la utilización, acumulación y transformación de la información que obtiene.
el segundo factor correspondería a la estimulación que recibe de su entorno, a través de la familia y la escuela, para desarrollar o no sus habilidades conceptuales
el tercer factor decisivo sería la utilización del lenguaje, auténtico configurador del desarrollo cognitivo.
Lenguaje y pensamiento
El lenguaje no es únicamente un instrumento de comunicación. También es el soporte del discurso analítico del pensamiento. Por ello, la habilidad lingüística y la capacidad de análisis están muy unidas en este período. Un aprendizaje lingüístico correcto contribuye a la elaboración de un pensamiento más preciso. Y viceversa, el desarrollo cognitivo determina la ampliación de los recursos del lenguaje.
La reflexión del adolescente sobre sí mismo
Durante la adolescencia se produce un notable incremento de la capacidad para utilizar conceptos de orden psíquico y social en la descripción de uno mismo. Se forma en esta etapa el autoconcepto del adolescente —el concepto que él tiene de sí mismo— y también su autoestima —la valoración que realiza sobre la relación entre sus aspiraciones y los éxitos que ha obtenido. Y esta reflexión determina un progresivo control sobre sus acciones, pensamiento y emociones. Pero también marca el inicio de su capacidad para establecer juicios éticos y morales de manera autónoma.

Además, durante el período operatorio formal, el adolescente establece relaciones más igualitarias y duraderas con sus compañeros.