jueves, 28 de diciembre de 2023

El síndrome de Noé y los gatos

Si no has escuchado nunca hablar del síndrome de Noé, puede que te suene como algo abstracto y que no tiene demasiada importancia.

De hecho, parece hasta algo bonito lo de ir salvando a otros animales, ¿no crees?

Pero, como siempre, cada vez que nos enfocamos en algo relacionado con los otros animales, los que sufren son siempre ellos.

Y en este caso, hablamos de algo que hizo Noé en la Biblia para salvar a todas las especies, pero llevado a nuestra casa y con la tendencia de acaparar gatos constantemente.

Algo que, por muy bonito que suene, en realidad no lo es tanto y de eso precisamente vamos a hablar en este artículo.
¿Qué es el síndrome de Noé?

Antes de continuar, quiero dejar algo claro.

El síndrome de Noé es un problema que condiciona el bienestar animal de los gatos (entre otros animales) con los que convivimos.

No es algo bonito, no es algo altruista.

Es un trastorno mental que lleva a algunas personas a hacinar otros animales sin darse cuenta de que pueden estar causando un daño complicado de restaurar.

Y es que este síndrome se refiere a una acumulación problemática de demasiados animales en casa, sin espacio o recursos para encargarnos de ellos.

Uno de los ejemplos más habituales se da con los gatos, ya que es relativamente fácil que, se produzca un fenómeno de acaparamiento por sus características como especie
¿Cómo afecta el síndrome de Noé a los gatos?

Cuando hablamos de gatos acaparados, hablamos de gatos que suelen vivir en condiciones estresantes y sin el cuidado adecuado.

Lo que deriva en un aumento de los niveles de ansiedad, que puede llevar a comportamientos que no son los adecuados.

Ni para nosotros, los humanos que convivimos con ellos, ni para ellos, que no disfrutan de unas condiciones deseadas para desarrollarse con buena calidad de vida.
A nivel fisiológico: ¿cómo afecta este síndrome a los gatos?

El síndrome de Noé es una realidad que tiene una serie de consecuencias a nivel fisiológico para los otros animales.

Un ejemplo habitual es que presenten problemas en la piel, como arañazos excesivos o llagas que no llegan a cerrarse.

Y todo ello mientras muestran signos de desnutrición, pérdida de peso o falta de apetito, por no sentirse cómodos en el espacio en el que están conviviendo, o porque no se atienden sus necesidades básicas de nutrición y cuidados higiénicos.
A nivel psicológico: ¿cuándo debemos preocuparnos?

Para muchos gatos, encontrarse atrapados en un entorno pequeño y confinado puede ser abrumador y estresante, lo que les lleva a comportarse de forma extraña en un esfuerzo por hacer frente a su angustia.

Aunque los gatos, en unas condiciones adecuadas, pueden llegar a mostrar un comportamiento agresivo o territorial, no suelen sufrir lesiones físicas ni complicaciones médicas. Cosa que sí ocurre en la situación de un caso de síndrome de Noé

Mientras que algunos gatos que viven hacinados pueden consolarse con su destructividad, otros pueden sentirse deprimidos o ansiosos como consecuencia de su situación de confinamiento continuo.
¿Cómo detectar si una persona sufre síndrome de Noé?

Si has leído todo el artículo, te habrás dado cuenta de que no es demasiado complicado identificar este síndrome cuando se encuentra en estado avanzado.

Sin embargo, existen otros signos, que son menos evidentes, y a los que también hay que prestar atención, sobretodo en casos incipientes.

Uno de ellos es la especie de consideración de animal de peluche (“objetivizar”) que tienen para muchas personas, que les hace no ser conscientes de todas las necesidades reales que tienen los gatos.

Otro signo suele ser el aislamiento social de la persona acaparadora, a la vez que se observa como progresivamente se va rodeando de más y más animales, y como se descuida a sí misma y a esos otros animales que se supone que debería estar cuidando.

Por ello, estar pendiente ante cualquiera de estos signos, en personas de nuestro entorno es realmente importante.
¿Cómo sufre una persona que es víctima del Síndrome de Noé?

Ahora que sabes algunos signos de cómo detectarlo, la pregunta es qué supone todo esto para la persona que lo está viviendo.

No son pocos los problemas que pueden llegar a darse y que afectan tanto a la persona como a los animales con los que convive.Condiciones antihigiénicas: la cantidad de materia fecal que puede llegar a haber en una casa puede ser extraordinaria. Quienes padecen este síndrome a veces ni siquiera dedican tiempo a la limpieza, con todas las enfermedades que esto puede desarrollar.

Enfermedad animal: muchas enfermedades pueden transmitirse entre animales y de otros animales a humanos, por no tener un cuidado adecuado de las condiciones del hogar.

Afectación de personas dependientes: si una persona con síndrome de Noé vive con personas dependientes, esto puede significar que la negligencia se extienda a ellas. Esto significa que, si hay una persona mayor, un niño o alguien con discapacidad física o mental, no podrá cuidar de ellas.

No son todos los efectos. Son algunos, como otros tantos que puede llegar a haber. Y lo importante es aprender a prevenirlo y detectarlo precozmente, para que no se llegue a estos extremos.
¿Cómo debemos actuar si detectamos que hay una persona que está sufriendo este síndrome?

Hay que actuar con rapidez.

Si tienes la sospecha de que alguien cercano sufre síndrome de Noé, el primer paso es alertar a las autoridades locales y a sus servicios sociales.

Aquí en España, puedes llamar al número de emergencias 112 para activar el protocolo de servicio social necesario. Si vives en Latinoamérica u otro lado del mundo, probablemente exista otro número habilitado para ello.

Para finalizar, debemos tener claro que en estos casos se requiere la intervención de un especialista, ya que es fundamental la terapia psicológica y, en algunos casos, tratamiento farmacológico para controlar el trastorno..

Las personas que lo sufren están enfermas, por lo que el maltrato animal es una consecuencia de su patología. Es muy importante que sean atendidos por los servicios psicológicos y/o psiquiátricos correspondientes, a la vez que es fundamental que los otros animales implicados sean rescatados cuanto antes, para poder tener una nueva vida en una familia que realmente les cuide.