jueves, 7 de diciembre de 2023

Cuáles son los hábitos que a los gatos no les gustan de los humanos? Le contamos


En la interacción con los humanos, hay varias prácticas que les desagradan a los 'michis'.

Los gatos son criaturas únicas que se han convertido en las mascotas preferidas de millones de personas en el mundo.

Compitiendo con los perros por esta posición, su proceso evolutivo y de domesticación no fue tan avanzado ni tan profundo como el de caninos y es por eso que los gatos aún conservan ciertas peculiaridades que comparten con sus ancestros felinos.

Estas características los llevan a tener un comportamiento que llama la atención y, en ocasiones, afecta el relacionamiento entre tutores y mininos.

Por eso, es importante que si tiene un 'michi' en su hogar o considera tener uno, debe tener en cuenta que varios de sus prácticas se deben modificar, pues al animal pueden disgustarle y hasta generarle estrés. Aquí le contamos cuáles son los hábitos que a los gatos no les gustan de los humanos.
Aplicar olores fuertes

El ambientador para el hogar, los perfumes o los productos para la limpieza con potente olor son frecuentes en casa. Más si tenemos una mascota y queremos enmascarar el olor de su arena o de sus cosas. Pero para los gatos, esos olores artificiales son ofensivos.

El sensible sentido del olfato de un gato se puede irritar con facilidad. Así que a los mininos les disgusta cuando olores cítricos, a ajo, entre otros, penetran en la casa.

Hacer mucho ruido

Poner música o televisión a todo volumen no es agradable para los gatos. Razas como persa, chartreux o cymric son especialmente sensibles al bullicio que producen los cohetes, las tormentas o el juego entre niños pequeños, según explica el portal 'Experto Animal'.

Su oído es bastante potente, por lo que reaccionan con temor cuando son expuestos a ruidos muy fuertes.


Los cambios repentinos

Los gatos pueden ser muy sensibles, sobre todo a los cambios en su entorno, como cuando los humanos los someten a situaciones estresantes, por ejemplo meterlos en un guacal o maletín y llevarlos en el carro.

Esto causa desgaste emocional y físico para su minino, por lo que lo más recomendable es que si debe hacerlo, procure sensibilizarlo previamente y que sea un proceso lento, como recomienda el portal 'Pet Health Network'.
Abrazarlos muy fuerte

Las muestras de afecto son naturales para los humanos y erróneamente pensamos que para las mascotas también son agradables. Pero a la mayoría de los gatos, incluso a los perros, no les gusta que les abracen, por lo que intentarán zafarse.

Dependiendo del gato, puede que tampoco le gusten los masajes en la barriga, aunque parezca solicitar este comportamiento al darse la vuelta y exponer su estómago.

Ambas pueden responder a la vulnerabilidad de esta zona, que el gato tratará de proteger con mordiscos, arañazos y comportamientos agresivos.

Cada gato es un individuo, así que conozca a su gato para ver si este es un comportamiento que realmente disfruta, lo tolera o en definitiva no le agrada.


No insista ni obligue a su gato a responder a sus muestras de afecto.

Forzarlos a interactuar

Los gatos son conocidos por ser independientes, y una de sus necesidades clave consiste en permitir que su gato se esconda si se siente estresado, así como darle lugares donde moverse.

Forzar al animal a compartir con nuevas personas o con otras mascotas al limitarle su movilidad o tapar sus salidas de escape minará confianza de la mascota en usted. Además de que le puede causar mucho estrés.

Muchos gatos no disfrutan de los cambios abruptos y los sonidos fuertes, como ya se mencionó, cosas que pueden suceder en una visita, por ejemplo.

La lista es bastante larga, pero en general, lo que estos hábitos que le disgustan a los gatos tienen en común es que van en contra de su naturaleza.

Si ya comparte su hogar con un 'michi' o está considerando hacerlo, tenga presente que sus formas de interactuar, expresar afecto, entre otras, son diferentes a las suyas y que debe investigar a fondo para garantizarle una tenencia responsable, libre de estrés innecesario.