domingo, 17 de septiembre de 2023

Un juego de preguntas sobre la muerte

Juguemos al juego de las preguntas.

Aunque no sean las preguntas que más queramos escuchar, son necesarias.

Nos marcan. Nos definen. Nos hacen ser quienes somos.


¿Lo tienes todo para responder?
¿Ha fallecido tu animal recientemente y no levantas cabeza?
¿Crees que nadie te entiende porque «solo es un animal»?
¿Sientes pánico a la muerte de tu animal y no te haces a la idea de que algún día vaya a faltarte?
¿Te enfrentas en tu día a día al fallecimiento de tus pacientes y no sabes cómo gestionarlo?
¿Cuando muere un paciente en tu clínica lo ves como un fracaso que te desmorona por completo?

Son difíciles, ¿verdad?

Y el problema es que hay ocasiones en las que no sabemos cómo tratarlo.

Nos gustaría saberlo, pero no sabemos cómo.

Para afrontar la muerte de nuestros animales, desde otras perspectivas y culturas con las que comprendemos mejor la vida.


Bueno.


O esta, una parte de ella.

Además de irte con muchas herramientas que te servirán para afrontar estas situaciones.

Antes de terminar este email para quiero compartir contigo una historia:


«Se dice que hace tiempo, en un pequeño y lejano pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito buscando refugio del sol, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa.

El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semiabierta; lentamente se adentró en el cuarto.

Para su sorpresa, se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más, observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos.

El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo.

Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él.

Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo:

—¡Qué lugar tan agradable… voy a venir más seguido a visitarlo!

Tiempo después, otro perrito callejero entró al mismo sitio y se encontró en el mismo cuarto.

Pero a diferencia del primero, este perrito al ver a los otros mil perritos del cuarto se sintió amenazado ya que lo estaban viendo de una manera agresiva.

Posteriormente empezó a gruñir, obviamente vio como los mil perritos le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perritos le ladraron también a él. Cuando este perrito salió del cuarto pensó:

—¡Qué lugar tan horrible es éste… nunca más volveré a entrar allí!.

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: «La Casa de los mil Espejos»

Al final lo que la muerte de nuestros animales es para nosotros no deja de ser un fiel reflejo de lo que significa tu propia muerte.

Por eso acercarnos al concepto de muerte nos puede hacer llegar a sentirnos más vivos.