domingo, 10 de septiembre de 2023

La historia del pueblo de La Guajira al que los flamencos sacaron de la pobreza


Flamencos rosados durante un recorrido de avistamiento en Laguna Grande.

Así es el recorrido por el que miles de turistas de todo el mundo viajan hasta el pueblo de Perico.

Ya son pocas las casas de bahareque que quedan en Perico, una vereda ubicada a 10 minutos por carretera al sur del corregimiento de Camarones, en jurisdicción de Riohacha, La Guajira. Este pueblo –habitado por unas 200 familias afro y wayú– encontró la forma de salir adelante pese al olvido de la administración local, y todo gracias a los flamencos rosados que engalanan sus lagunas.

Hace 10 años, Perico era un pueblo más de La Guajira que vivía en la pobreza y al cual muchas veces no llegaba ni el camión de la basura. Las casas de bahareque eran la construcción más habitual, pues ese material se consigue fácil y ayuda a mantener temperaturas más agradables, ya que el sol calienta hasta los 36 grados centígrados y son pocas las nubes que por momentos pueden tapar los inclementes rayos del ‘astro rey’.


Pero hoy, gracias a un proyecto ecoturístico que involucra directa e indirectamente a todas las familias de esta vereda, ya no escasean el agua ni la comida, y las casas han mejorado su infraestructura con paredes de bloque y hasta techos altos de tejas termoacústicas, más frescos que el bahareque.

Ese proyecto nació en 2018 y se llama Perlaguaneque. El plan era aprovechar que Camarones (a 15 minutos por tierra del aeropuerto de Riohacha), y en especial Perico, es el sitio predilecto por los flamencos rosados en América del Sur para pasar largas temporadas alimentándose y había muchas personas interesadas en ver a esta majestuosa especie, que es muy esquiva.

Esta ya era una zona protegida desde 1977, denominada Santuario de Fauna y Flora los Flamencos, administrada por Parques Nacionales Naturales (PNN), pero no había un proyecto local propio y establecido para acercarse a esta especie.


Los flamencos son aves filtradoras y le deben su color rosado a la artemia salina, un crustáceo que solo habita en aguas muy saladas.

Perlaguaneque, liderado por el líder afro Kevin Rivadeneira y cinco periqueños más, comenzó a ofrecer un recorrido de dos horas en canoas por el sistema de lagunas de 7.000 hectáreas que conforman el santuario. Y la idea del mismo era –además de ver a los flamencos– enseñarle a la gente lo que ellos han aprendido durante generaciones sobre la especie.

Así es el recorrido para el avistamiento de los flamencos


Ilbel, timonel de Perlaguaneque durante lo0s recorridos de avistamientos de flamencos rosados.

Justo en la entrada de Perico, en plena Troncal del Caribe, hay una caseta y el anuncio del Santuario de Fauna y Flora Los Flamencos y el de Perlaguaneque, denominado así por la unión de los nombres de las lagunas del santuario: Perico, Laguna Grande y Navío Quebrado.

En esa caseta, construida por los mismos periqueños, hay tres personas que reciben a los visitantes. Por lo general es Kevin y algunos de sus compañeros, que son la mayoría de adolescentes del pueblo que se están formando para en el futuro mantener el proyecto.

Para entrar se debe llenar un registro y pagar 40.000 pesos por persona que cuesta el recorrido. Lo ideal para Perlaguaneque es hacer el paseo con 8 turistas, pues así es más rentable, pero si llegan al menos dos personas pueden hacerlo.

Desde la entrada de Perico hasta alguna de las algunas se puede ir a pie o en bicicletas, las cuales fueron donadas al proyecto por la Unión Europea, la cual apoya varias iniciativas ecoturísticas en La Guajira.

Una vez se llega a la orilla de la laguna, que no supera los 70 centímetros de profundidad, hay que subir a las canoas, que son impulsadas con un palo de guásimo que funciona como remo. El timonel, como le llaman, entierra el palo en el fondo de la laguna y empuja la canoa. Así se van moviendo hasta a unos 10 kilómetros por hora por el agua salada.

En el trayecto hasta la orilla contraria, donde están alimentándose o descansando más de 7.000 flamencos rosados, se pueden ver los peces locales, como los lebranches, saltando del agua. Además, se ven otras aves como patos cuchara, pelícanos, garzas blancas y los muy populares ibis.

Muchos no saben que el flamenco cuando nace y durante su primera etapa de vida es gris, y a medida que crece y se alimenta de un crustáceo llamado Artemia salina obtiene su color rosado

“Durante el viaje les contamos a los turistas la importancia que tienen estas aves para nuestro ecosistema, cuáles son sus hábitos, de qué se alimentan, etcétera. Por ejemplo, muchos no saben que el flamenco cuando nace y durante su primera etapa de vida es gris, y a medida que crece y se alimenta de un crustáceo llamado Artemia salina –el cual solo vive en aguas muy saladas– obtiene su color rosado”, señala Rivadeneira.

El flamenco rosado es un ave filtradora. Entierra su pico en el sedimento de las aguas poco profundas y extrae pequeñas algas, peces y crustáceos. Es una especie majestuosa, pero muy esquiva y suele asustarse fácilmente ante cualquier presencia que consideren como una amenaza. Por eso, en Perlaguaneque han desarrollado un método para acercarse hasta 30 metros de ellos sin ahuyentarlos.


Los flamencos se mantienen en aguas poco profundas y solo vuelan cuando migran, buscan otra zona para comer o se sienten amenazados.

“Bajamos la velocidad y comenzamos a movernos en paralelo al grupo de aves y luego en círculos, así ellas no ven de frente que una canoa se les acerca. Esto se ha logrado porque varias generaciones de pescadores han hecho sus faenas en estas aguas y las aves ya se han ido acostumbrado a esas presencias”, explica Ilbel Ramírez, uno de los pescadores y timoneles.
Un éxito ecoturístico en toda La Guajira

Por sus métodos, su cuidado con la especie y el involucramiento de todo el pueblo de Perico en el proyecto, Perlaguaneque se ha convertido en uno de los proyectos ecoturísticos más populares de La Guajira.

En temporada alta, entre noviembre y marzo, llegamos a tener más de 2.000 visitantes de todo el mundo, lo cual le deja grandes ganancias a todo el pueblo

“En temporada alta, entre noviembre y marzo, llegamos a tener más de 2.000 visitantes de todo el mundo, lo cual le deja grandes ganancias a todo el pueblo. Si bien en este momento somos 35 personas trabajando formalmente, entre timoneles y guías, el comercio del pueblo también crece, pues se venden almuerzos, refrigerios, artesanías, entre otros”, asegura Kevin.

Además, calculan que en todo el año pueden llegar más de 6.000 turistas al santuario, lo que les deja ganancias aproximadas, solo por el avistamiento de flamencos, de 240 millones de pesos.

Luego, está el beneficio indirecto, que es el de las compras de almuerzos y otros productos locales, pues en Perico se puede almorzar en las viviendas de casi una decena de familias, quienes aprovechan la pesca del día para vender almuerzos a los turistas. Los precios rondan los 14.000 y 20.000 pesos, y se puede comer desde chivo asado o guisado en coco o toda la variedad de peces frescos de la laguna: lebranche, soco, sierra, entre otros.


La Unión europea ha colaborado, entre otras cosas, con canoas para que los timoneles de Perlaguaneque hagan cada vez más recorridos.

Además, explicó Rivadeneira, las ganancias son repartidas con total equidad entre todos los miembros participantes de cada paseo de avistamiento.

Lo que ganamos en el recorrido, suponiendo que sea uno completo, que son 320.000 pesos, se dividen entre los dos timoneles, los dos muchachos que acompañan en el recorrido a pie o bicicleta y el guía

“Lo que ganamos en el recorrido, suponiendo que sea uno completo, de 8 personas, que son 320.000 pesos, se dividen entre los dos timoneles, los dos muchachos que acompañan en el recorrido a pie o bicicleta y el guía. Lo demás se guarda en un fondo que tenemos para reinvertir y hacer crecer a Perlaguaneque y a Perico”, detalla.

Por lo anterior, el crecimiento del poblado se debe, explica su líder, al trabajo con las dos comunidades de Perico: afro y wayú. Sobre todo con los niños, pues todos están involucrados y pueden ganar directamente, y al apoyo internacional de entidades como la Unión Europea, que les ha brindado las ayudas que la administración municipal de Riohacha nunca ofreció, la misma administración que ocasionalmente aparece solo a decir que Perico es ejemplo de ecoturismo en La Guajira.

“Precisamente porque nunca hemos tenido el apoyo del gobierno local y porque hemos vivido en la pobreza, es que ahora valoramos mucho el sustento que nos entrega la naturaleza. Con los flamencos todos hemos mejorado nuestra calidad de vida, ya más niños en el pueblo quieren ir a estudiar, ya más adultos se capacitan en pesca sostenible y optimización de recursos, ya tenemos más periqueños con ganas de emprender y, sobre todo, somos una de las comunidades en el mundo que mejor cuidamos a los flamencos, por eso pasan más tiempo en Camarones”, precisa Rivadeneira.


Perlaguaneque ha desarrollado un método para hacercarse hasta a 30 metros de los flamencos rosados sin ahuyentarlos.

Gracias a ese sentido de pertenencia, este emprendimiento ya es muy reconocido internacionalmente y casi todos quienes lo visitan lo recomiendan en sus redes sociales por el trato amable y justo que reciben en Perico por parte de toda la comunidad.

Hay un respeto y un cariño que en otros lugares mucho más turísticos de la costa Caribe no hay

“Lo que más me gustó de la visita a Perlaguaneque, además de ver los flamencos, que es lo más evidente, fue el trato que nos dieron. Hay un respeto y un cariño que en otros lugares mucho más turísticos de la costa Caribe no hay. La gente, desde que entramos a Perico, nos saludaba, nos quería hablar y nos guiaba. Nunca nos acosaron para vendernos cosas y nunca nos incomodaron, pero siempre estaban pendientes de cualquier cosa que necesitáramos y nos atendían. Eso es evidencia de que todo el pueblo tiene claro en lo que están”, cuenta Camila Duarte, quien visitó el santuario este 2022 con un grupo de amigos y su pareja.

En el futuro, con el fondo económico que Perlaguaneque está constituyendo, planean crear un sistema de cabañas que funcionen como hospedaje para los turistas que además de ver flamencos se quieran quedar a acampar.

Para este proyecto están planeando una nueva estrategia, la cual consistirá en el relato de leyendas y mitos que durante generaciones –dicen los que dicen y cuentan los que cuentan– se han transmitido oralmente en Perico.

Los apoyos de la Unión Europea y Parques Nacionales Naturales

El programa Desarrollo Local Sostenible de Parques Nacionales Naturales (PNN), financiado por la Unión Europea (UE), nació en 2016 para impulsar el desarrollo sostenible como pilar fundamental del desarrollo económico a través de la conservación de la naturaleza.

Además de Perlaguaneque, la Unión Europea y PNN apoyan varios emprendimientos en las zonas rurales de Riohacha integradas en su mayoría por la etnia wayú.


Ayanamajeshi Toumailu es un proyecto desarrollado por las comunidades indígenas locales para la recolección y el tratamiento de residuo sólidos

Se puede conservar con las familias que viven en las zonas protegidas para ayudarles a crear y fortalecer iniciativas económicas que les permitan generar ingresos y empleos dignos

Algunos de estos proyectos son: Aviturismo Birding Guajira, un emprendimiento que busca promover el fortalecimiento del aviturismo en la región como alternativa de desarrollo económico sostenible para las comunidades locales; Ayanamajeshi Toumailu, un proyecto desarrollado por las comunidades indígenas locales para la recolección y el tratamiento de residuo sólidos; Artesanos Wale’kerü Tokoko, una iniciativa local conformado por 11 familias Wayú para vender artesanías; y Ranchería Etnoturística Loma Fresca, donde los turistas pueden convivir durante el tiempo que acuerden con la comunidad local y conocer sus costumbres y hasta aprender su idioma wayuunaiki.

Gilles Bertrand, embajador de la UE en Colombia, señala que el programa ha sido un éxito y logró que la gente entienda que se vive mejor aprovechando y protegiendo la naturaleza.

“Se puede conservar con las familias que viven en las zonas protegidas para ayudarles a crear y fortalecer iniciativas económicas que les permitan generar ingresos y empleos dignos, al tiempo que cuidan y recuperan los ecosistemas de los parques naturales del país”, dijo el embajador.