viernes, 22 de septiembre de 2023

La historia de Sol y Luna que te será muy familiar

Había una vez un gato llamado Luna y otro llamado Sol.

Luna y Sol eran dos gatos muy traviesos que le hacían la vida imposible al humano de su familia multiespecie.

Siempre estaban rasgando los muebles, robando comida de la cocina y haciendo bromas pesadas. Por eso, el humano de Luna y Sol estaba muy cansado de su comportamiento y empezó a pensar en deshacerse de ellos.

No lo pensaba en serio. Nunca hubiera hecho algo así. Pero hubo un momento en el que se le cruzó por la mente y entendió que tenía que cambiar algo.

Un día, el humano de Luna y Sol decidió buscar ayuda y acudió a un experto en comportamiento felino.

El experto le explicó al dueño que, aunque Luna y Sol eran gatos muy traviesos, sólo estaban actuando así porque no estaban siendo tratados de la manera adecuada.

Le dio algunos consejos sobre cómo tratar a sus gatos de manera más amable y cómo recompensarlos por su buen comportamiento.

El humano de Luna y Sol siguió los consejos del experto y empezó a tratar a sus gatos con más amor y cariño.

Al principio, Luna y Sol no entendían por qué su humano estaba actuando de manera tan diferente, pero poco a poco empezaron a notar la diferencia.

Comenzaron a comportarse mejor y a ser más cariñosos.

Con el tiempo, Luna y Sol se convirtieron en dos gatos muy felices y bien comportados. Y su humano, a su vez, también era muy feliz de tener a dos gatos tan divertidos y amables en casa.

La moraleja de esta historia es que, aunque a veces los gatos pueden ser muy traviesos, con un poco de paciencia y amor, se pueden convertir en compañeros de vida maravillosos.

Ellos no se llamaban Sol y Luna, sino Lluna y Pancho.

¿No es esa la esencia de las familias multiespecie?