martes, 8 de febrero de 2022

La deforestación en Colombia creció un 8 % en el 2020, según Gobierno


El bosque del Parque Nacional Tinigua (Meta), recién talado en febrero del 2021.

La cifra no incrementaba desde el 2017, cuando se conoció, hasta ahora, el dato más alto.

Para muchos expertos en el monitoreo de la deforestación en el país, era evidente que la tala y quema del bosque se iba a incrementar en el 2020. En varios sobrevuelos que EL TIEMPO hizo con la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible fuimos testigos de cómo, en medio de la nada, los árboles arden, las motosierras suenan y nadie lo impide.

Ayer, con datos oficiales, el Gobierno Nacional, en cabeza del ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, y la directora del Ideam, Yolanda González, confirmó que en el primer año de la pandemia la deforestación creció un ocho por ciento respecto al 2019.

En la presentación del informe anual de deforestación, el ministro Correa dijo que en total el país perdió 171.685 hectáreas de bosque natural en el 2020 y que la Amazonia, la región clave para el mundo en términos climáticos y de biodiversidad, sigue siendo la más afectada, pues hubo un aumento de 11.000 hectáreas arrasadas (se pasó de 98.256 hectáreas en el 2019 a 109.302 en el 2020).

“La protección de los bosques colombianos es nuestra prioridad. Pese a que registramos un aumento en la deforestación del 2020, es importante destacar que esta cifra es la segunda más baja en los últimos cinco años. Todas nuestras acciones están encaminadas a acabar con este flagelo”, aseguró el ministro Correa, durante la presentación de las cifras oficiales de deforestación en el país.

Este anuncio preocupa a los países cooperantes como Noruega, pues a través de diferentes programas y recursos han apoyado al Gobierno de Colombia para atacar la transformación del bosque.

“El incremento de un ocho por ciento de la deforestación en el 2020 es preocupante, y es imperativo redoblar los esfuerzos para que Colombia logre reducir la deforestación a 155.000 hectáreas al 2022 y a 100.000 hectáreas al 2025, metas acordadas en la Declaración Conjunta de Intención. Ojalá la tendencia hacia la reducción que vemos en el primer trimestre del 2021 continúe el resto del año”, le dijo a EL TIEMPO Ole Reidar Bergum, consejero de Clima y Bosque de Noruega.(También: Deforestación en Amazonia amenaza con matar de hambre al águila arpía)


El país perdió 171.685 hectáreas de bosque natural en el 2020.

En efecto, el viceministro de Políticas y Normalización Ambiental, Fernando Cruz, presentó como buenas noticias las cifras del primer trimestre del 2021 que, por primera vez, se entregan en el mismo evento de la presentación del informe anual.

“En términos de superficie deforestada, para el primer trimestre del 2021 para esos departamentos (Meta, Caquetá y Guaviare) se identificaron al menos 41.600 hectáreas deforestadas. Esto quiere decir que tuvimos una reducción de cerca del 30 por ciento comparado con el mismo trimestre del año 2020, cuando se habían identificado al menos 62.200 hectáreas deforestadas”, afirmó Cruz.

En el 2021, cuando se intensifican las operaciones de Artemisa, logramos que este primer trimestre la deforestación disminuyera en la Amazonia

Pero ¿qué ocurrió en el 2020?, ¿por qué la cifra se incrementó cuando se había logrado una reducción de 38.265 hectáreas para el 2019? Según respondió Cruz a este diario, esto sucedió, en cierta medida, por los llamados que hicieron algunos grupos armados ilegales a las comunidades para que deforestaran.

“En este primer trimestre existió una arremetida de grupos ilegales organizados, quienes, a través de comunicados, les decían a las comunidades que podían deforestar libremente. También se dio la campaña Artemisa en los parques Macarena, Tinigua y Picachos, y en las veredas de Guaviare, Caqueta y Meta, pero ya en el 2021, cuando se intensifican las operaciones de Artemisa, logramos que este primer trimestre la deforestación disminuyera en la Amazonia”, Tala creció en la Amazonia

Esta región, integrada por los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare, Guanía, Vaupés, Putumayo y Amazonas, cada año tiene las cifras más altas de deforestación. Allí, el acaparamiento de tierras, la ganadería extensiva, las vías ilegales y los cultivos de coca son la principal razón por la que personas les encienden fuego a los árboles.
De acuerdo con el informe del Ideam, en el 2020, el 76 por ciento de la deforestación del país se concentró allí.

Los departamentos con las cifras más altas de pérdida de bosque fueron: Meta, con 35.556 hectáreas; Caquetá, con 32.522 hectáreas; Guaviare, con 25.553 hectáreas y Putumayo, con 13.141 hectáreas. Asimismo, el informe destaca que para el 2020 la región del Pacífico presentó una disminución del 13 por ciento; el departamento del Chocó presentó la mayor reducción de la deforestación con cerca de 2.972 hectáreas menos.

“Algunos municipios históricamente afectados por la deforestación presentaron un cambio de tendencia que debemos destacar. Identificamos que hubo una disminución de esta problemática en municipios como Cartagena del Chairá, con un 15 por ciento menos; Tibú, con 6, y El Retorno, con un 4”, dice Yolanda González, directora del Ideam.

En cuanto a los parques nacionales, para el 2020 se evidenció un aumento del 2 por ciento, es decir, 15.886 hectáreas de bosque fueron deforestadas. Los parques más afectados están en la región amazónica, como el Parque Natural Serranía de La Macarena, Parque Natural La Paya y Parque Natural Tinigua. Pese a ello, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente, la deforestación viene disminuyendo en áreas como el Parque Nacional Natural Tinigua, donde más de 800 hectáreas dejaron de ser deforestadas.


Según el Ideam, en el 2020, el 76 por ciento de la deforestación del país se concentró en la Amazonia.

¿Cuáles son las causas?

La praderización orientada a la usurpación y acaparamiento de tierras, las prácticas insostenibles de ganadería extensiva, el desarrollo de infraestructura de transporte no planificada, la extracción ilícita de minerales, la extracción ilegal de madera, la ampliación de la frontera agrícola en áreas no permitidas y los cultivos de uso ilícito son algunas de las causas de la deforestación a nivel nacional durante el año pasado, según el ministro Correa.'Hemos implementado incentivos a la conservación de bosques’

En la presentación del informe anual de deforestación también estuvo presente el viceministro de Políticas y Normalización Ambiental, Fernando Cruz, quien destacó que, pese al incremento del 8 por ciento en la deforestación durante el 2020, este año, gracias a la campaña Artemisa, se ha logrado bajar nuevamente la cifra en los departamentos del Meta, Caquetá y Guaviare.

Se habló con él sobre las acciones de recuperación de estos bosques y de la cifra del primer trimestre del 2021.

¿Qué ha pasado con las vías ilegales que han identificado y esos lotes quemados? ¿Ya fueron recuperados? ¿Esas vías ya fueron cerradas?

Las acciones de control de deforestación a través de la campaña Artemisa han permitido el control de núcleos activos de deforestación. Por ejemplo, en abril del 2019 inhabilitó un acceso terrestre que afectaba al PNN Serranía de Chiribiquete en el sector de Angoleta (Guaviare), controlando un foco de 543 hectáreas que habían sido deforestadas. Acciones similares se desarrollaron en otros accesos terrestres en dirección a núcleos activos de deforestación en, por ejemplo, el sur de Sabanas del Yarí y que afectaron al PNN Serranía de Chiribiquete.

¿A qué le atribuyen que el primer trimestre del 2021 se dio esa reducción, cuando en el 2020 la deforestación subió?
El Plan Nacional de Desarrollo incorpora la estrategia de lucha contra la deforestación; a partir de noviembre del 2020 reforzamos la implementación de acciones de control y gestión sostenible de los bosques, en un trabajo conjunto con las autoridades ambientales, alcaldías, gobernaciones, Mindefensa y entes de control.

Asimismo, hemos escalado la implementación de incentivos a la conservación de bosques y esquemas de pagos por servicios ambientales, que ha vinculado a comunidades locales en la conservación de nuestros bosques naturales.