lunes, 5 de marzo de 2018

10 consejos para hacer que sus hijos sean más inteligentes

Una de las principales preocupaciones de los padres suele ser cómo ayudar a sus hijos a desarrollar sus habilidades al máximo. Le contamos algunas recomendaciones de los expertos para lograrlo.

 
El filósofo Eric Baker se dedicó a explorar la ciencia detrás de la felicidad de los niños y los tipos de paternidad que funcionan mejor. La revista TIME publicó algunas de las claves que descubrió Baker durante su investigación para que los niños desarrollen su inteligencia al máximo. Le contamos cuáles son.

Llévelos a clases de música:

Un estudio publicado en el periódico Psychological Science afirma que la música mejora el IQ (coeficiente intelectual). En una comparación entre dos grupos de niños, "aquellos que estaban en el grupo de música mostraron mayores incrementos en el IQ". 

Aunque el efecto es pequeño, es generalizado en diferentes mediciones de inteligencia y le da a los estudiantes diferentes ventajas de aprendizaje en el salón de clases. 


"Los cerebros de los músicos están desarrollados de tal forma que los mantiene alerta e interesados en aprender, dispuestos a ver las cosas con calma y objetividad", afirma otro estudio publicado en Expertsvar, en Suecia.

Incentive que hagan deporte:

Los beneficios de tener una vida activa son amplios. Incentivar una rutina que incluya deporte le traerá a sus hijos beneficios por el resto de su vida y les ayudará a tener un mejor desempeño académico. 

"Tener un buen estado físico incrementa su habilidad de aprender", afirma Baker. Un estudio Alemán titulado Spark: La revolucionaria ciencia del ejercicio y el cerebro, encontró que la velocidad con la que los niños retienen vocabulario aumenta en un 20% después de que hacen ejercicio. 

Baker explica que "una rutina de ejercicio constante durante tres meses incrementa en un 30% el flujo sanguíneo en la parte del cerebro que está enfocada en aprender y memorizar" y que es un mito que los estudiantes deportistas no tienen tiempo para enfocarse en lo académico.

No le lea a sus hijos, lea con ellos:

Aproveche el momento en el que está con sus hijos para reforzar sus habilidades lectoras. "Cuando su hijo esté aprendiendo a leer, no se limite únicamente a mostrarle las imágenes en los libros, mientras usted hace toda la lectura", advierte Baker. Y añade: "Enfoque su atención en las palabras y letras".

Compartir la lectura prestando especial atención a las estrategias y habilidades de sus hijos es una forma de promover la capacidad de alfabetización, incluso en niños con desventajas. Esto, además, aumentará la confianza de sus hijos y les permitirá desenvolverse mejor en el aula de clase.
Evite que pierdan horas de sueño

"Hay una correlación entre las calificaciones y la cantidad promedio de sueño", advierte Baker. Incluso, 15 minutos hacen la diferencia; dos estudios norteamericanos lo comprobaron.

"Los adolescentes que tenían los puntajes más altos dormían en promedio 15 minutos más que aquellos que tenían un puntaje medio, quienes a su vez dormían un promedio de 15 minutos más que aquellos que tenían un puntaje bajo", concluye un estudio de la investigadora Kyla L. Wahlstrom. Los resultados fueron casi exactos a los de un estudio realizado en Rhode Island a más de 3.000 alumnos. 
La autodisciplina es más importante que el IQ

"Los estudiantes que ejercieron altos niveles de fuerza de voluntad tenían más probabilidades de obtener calificaciones más altas en sus clases y ser admitidos en universidades más exigentes", concluye Charles Duhigg en su libro El poder de los hábitos: porqué hacemos lo que hacemos en la vida y en los negocios.

Según Duhigg, "la autodisciplina tiene un mayor efecto en el rendimiento académico que el talento intelectual", Es decir que si su hijo es aplicado y constante, sus oportunidades de lograr el éxito pueden superar a las de niños más inteligentes. "La determinación y pasión por cumplir las metas son fundamentales a la hora de lograr objetivos”. Para esto es importante crear rutinas que generen hábitos de estudios e incentivar el aprendizaje por fuera del aula. Entender que no todos los niños tienen las mismas pasiones y enfoques es también fundamental a la hora de pensar las rutinas.


Aprender es un proceso activo

"Nuestros cerebros evolucionan haciendo cosas, no escuchando sobre ellas", dice Dan Coyle, autor del libro El código del talento. "Hay una regla de dos tercios. Si por ejemplo usted se quiere memorizar un poema, es mejor pasar el 33% del tiempo leyéndolo y el otro 67% del tiempo evaluando ese conocimiento". 

Es por esto que se recomienda que en la rutina de estudio de sus hijos incluya un tiempo para evaluar lo que está aprendiendo. Siéntese con él, pregúntele qué proceso matemático está usando para su tarea o pídale que le explique el proceso de fotosíntesis. Esa conversación le permitirá saber en dónde están las fortalezas de su hijo y en qué puede estar teniendo dificultades.

Cuide su alimentación 

Una alimentación balanceada es clave para el desarrollo integral de su hijo. Es, además, una manera de contribuir a que su nivel académico se mantenga alto. Sin embargo, es común que los niños se emocionen con comida ‘chatarra‘ o dulces y que sus padres utilicen esto como una especie de premio por buen comportamiento.

Eric Baker afirma que esto es una equivocación. "Por supuesto que el ideal sería que los niños se alimentaran de manera saludable todo el tiempo, pero la realidad es otra", dice este filósofo, quien añade que "la ironía es que los niños suelen comer comida ‘chatarra‘ en los momentos equivocados".

Según Baker, un desayuno alto en carbohidratos y fibra permite una mayor concentración y ha sido probado que mejora el rendimiento. Además la glucosa "podría tener efectos positivos en el rendimiento cognitivo".

Los niños felices tienden a ser más exitosos

Baker explica que los niños felices tienen más probabilidad de convertirse en adultos exitosos y el primer paso para criar niños felices es ser padres felices. Tómese tiempo para usted, salga con sus amigos, reúnase con su familia, esfuércese por tener momentos de tranquilidad en medio de la rutina. 

La inteligencia emocional, el optimismo y la importancia de las relaciones interpersonales son cosas que también son importantes en la crianza de sus hijos. "La inteligencia emocional es una habilidad, no es algo con lo que se nace", dice Baker. Es importante enseñarles a reconocer y manejar sus propios sentimientos, para que puedan relacionarse de manera saludable con las personas que los rodean.

Los grupos con los que se relaciona su hijo son importantes

El grupo de amigos y compañeros de su hijo tiene un gran impacto en su desempeño académico. Un estudio de la Universidad de Dartmouth comprobó que "cuando los estudiantes con malas calificaciones comparten cuarto con alumnos con mejores calificaciones, su promedio incrementa". Según esto, la influencia de los amigos aplica tanto para buenos como para malos hábitos de estudio.

"La gente que nos rodea impacta dramáticamente nuestra forma de actuar, aunque no nos demos cuenta", dice Baker. Y agrega que "la inclinación política, los habitos de consumo e incluso la felicidad son cosas que adoptamos a veces de extraños". Entre más amplio sea el circulo social de su hijo y más amigos haga, más posibilidades tiene de encontrar buenas influencias que lo ayuden a potencializar sus talentos.
Crea en ellos

"Creer que su hijo es más inteligente que el promedio hace una gran diferencia", precisa Baker. No se trata de convencerlo de que tiene capacidades que no tiene, sino de creer en su capacidad para desarrollar su inteligencia al máximo y de apoyarlo en el proceso. 

Por último, Baker recuerda que "la inteligencia no lo es todo", pues la empatía y la ética son claves para que su hijo use sus capacidades de la mejor manera.