jueves, 14 de diciembre de 2017

En Colombia sí paga ‘quemarse las pestañas’

Un informe de la Ocde revela que en el país quienes tienen título universitario ganan hasta 134% más que las personas que solo han cursado secundaria.


En Colombia, el 22% cuenta con título de educación terciaria, muy por debajo de los países de la Ocde.

En Colombia, las personas que han cursado estudios universitarios y de posgrado ganan hasta un 134% más que los que solo hicieron secundaria.

Así lo revela el último informe dado a conocer esta semana por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), en el cual da cuenta de la situación de la educación en el país, el cual compara los indicadores locales con el promedio de los países que hacen parte del llamado club de buenas prácticas, donde están las naciones más desarrolladas del mundo.

Hay que recordar que el país busca pertenecer a esta organización y, de hecho, está en pleno examen, siendo la educación uno de los factores que entran a jugar.
De acuerdo con el estudio ‘Panorama de la educación 2017’, con la cifra mencionada, el país entra al ‘top’ 3 de ingresos por alto grado de escolaridad, después de Brasil (149%) y Chile (137%).

No obstante, señala que se trata de un privilegio de pocos, pues solo el 22% de los habitantes cuenta con un título de educación terciaria, muy por debajo de los países de la Ocde, donde en promedio es el 37%, si bien se pone en ventaja con respecto a otras naciones latinoamericanas, como Argentina, donde la proporción es del 21%; Brasil con 15%, Chile con 22%, Costa Rica con 23% y México con 17%.

Esa gabela podría democratizarse levemente en el futuro, pues de acuerdo con el mismo análisis, de mantenerse los patrones actuales, en el futuro el 28% de los colombianos ingresarían a una licenciatura o programa similar en el transcurso de su vida. El tema es que aun con esto se profundizaría más la brecha con el resto de los territorios de la Ocde, donde se espera que sea el doble de personas (57%) los que ingresen a este tipo de planes de estudio.

En el tema también hay un factor socioeconómico que limitaría el ascenso a sectores de menores ingresos, ya que, también de acuerdo con el organismo, el porcentaje de alumnos de este nivel matriculados en instituciones privadas llega al 49%, en tanto que el promedio de la Ocde es de 32%.

En cuanto a los gustos de los más preparados, se tiene que los campos de mayor preferencia entre los ya egresados son los negocios, administración y derecho. De hecho, un 45% de los egresados de la educación terciaria tienen títulos en estas áreas (tomando cifras del 2015), muy por encima de la Ocde, donde es el 24%. En un segundo grupo de mayor aceptación están la ingeniería, áreas relacionadas con la manufactura y la construcción, sectores que han logrado atraer al 16% de los graduados, frente al 14% en los países que ya hacen parte de la organización.

La gran demanda en las anteriores áreas contrasta con la salud y bienestar, un área esencial, a la cuales pertenecen solo el 7% de quienes han obtenido un ‘cartón’ profesional o de posgrado. El promedio de la Ocde es de 15%. También está por debajo de naciones que son referentes en Latinoamérica: Argentina figura con 18%, Brasil con 14%, Chile con 21%, Costa Rica con 16% y México con 10%.

Pero el nivel educativo no solo influye en la posibilidad de disfrutar de unos ingresos más abultados, sino en la posibilidad de tener empleo. El informe estima que en Colombia la tasa de empleo entre las personas de 25 a 64 años de edad con preparación académica entre la secundaria y preuniversitaria (técnica y tecnológica) es del 76%, en tanto que el 83% de los que sí poseen títulos de grados superiores tienen una vinculación laboral. 

CALIDAD EDUCATIVA VA DE LA MANO CON PRESUPUESTO

“Una educación de alta calidad necesita financiación sostenible”. Así lo sostiene el informe ‘Panorama de la educación 2017’, de la Ocde.

En este aspecto, también señala que Colombia aún tiene un gasto relativamente bajo por alumno, si se la compara con otras naciones. 

Por cada alumno de primaria a terciaria, en promedio destinó el equivalente a 3.245 dólares en el 2015, último año disponible para el análisis entregado. La cifra es tres veces menor al promedio de la Ocde (US$10.759) aunque se acerca a la de otros países de la región como Argentina (US$4.240), Brasil (US$5.610), Chile (US$5.135) y México (US$3.703). Pero si se le mira a la luz de la proporción del ingreso per cápita que se invierte en este rubro, sale mejor parado, pues se acerca al promedio de la organización de buenas prácticas, con solo tres puntos menos (27% contra 24%).

Y si se le relaciona con el tamaño de la economía, genera una sorpresa aún mayor: Colombia destinó en el 2015, según el informe, 5,8% del PIB en instituciones educativas, tomando desde las del ciclo de primaria hasta las de preparación terciaria. Mientras tanto, el promedio de la Ocde fue del 5,2%. Y al analizarla por niveles, se tiene que el país gastó más que las naciones de ya pertenecen a este selecto club en casi todos ellos, “excepto en secundaria superior, donde ascendió a 0,5%, en comparación con el 1,2% en promedio de la Ocde”.

Pero de nuevo hay un matiz que vale la pena considerar, pues del gasto total, una buena tajada corre por cuenta del sector privado. La proporción varía desde el 23% en educación primaria hasta el 22% en la secundaria inferior y 26% en el superior. Y en todos esos escalones se supera por lo menos en 13 puntos porcentuales al promedio de las naciones vinculadas hoy con la Ocde.

Del presupuesto, pero también de la eficiencia con la que este se emplee dependen otros factores que tienen un fuerte peso en la calidad educativa, como el número de alumnos por docente y el nivel salarial de los profesionales de la pedagogía.

Tomando cifras también del 2015, Colombia contaba una carga de 26 alumnos por cada profesor en el nivel de secundaria, duplicando a la del organismo, donde son en promedio 13 estudiantes por cada docente. Paradójicamente, en la educación terciaria (pregrados y posgrados) la situación se invierte un poco, pues localmente la relación es 13-1 en tanto que en el grupo con el que acá se establece la comparación es 16-1.

Ello también puede tener una relación directa con la carga laboral de los profesores. Si bien en ambos escenarios se asemejan en cuanto al número de horas legales de trabajo (1.600 al año) para primaria y secundaria superior. En la realidad, en Colombia el periodo lectivo es de 1.000 horas de enseñanza en promedio en primaria y de 1.200 en secundaria. “Esto se compara con el promedio de horas de enseñanza de la Ocde, que varían de 794 horas en la enseñanza primaria a 712 horas en secundaria y 662 en la enseñanza secundaria superior”, dice el estudio ‘Panorama de la educación 2017’.

Por otra parte, en Colombia, los salarios de los maestros de primaria y secundaria se incrementan hasta en más de dos veces con la experiencia, en tanto que en la Ocde la diferencia de ingresos entre los novatos y los que están en la cumbre de sus carreras puede ser de 1,7 veces.