lunes, 21 de marzo de 2022

La hermandad paisa que 'habla con ovnis' y los esperan en La Tatacoa

Dicen que ‘seres de luz’ les pidieron construir un ‘Ovnipuerto’. Llevan 11 años esperando.

Alfredo Agudelo Ospina relata que a mediados del 2008 “seres de luz del cosmos” le pidieron que instalara un símbolo en el centro del desierto de La Tatacoa “como manifestación de que habían recibido el mensaje”, le aseguraban que pronto aterrizaría una nave espacial de otro planeta en este punto del país.

‘El Caminante del Cielo Lunar Rojo’, como también es llamado Agudelo, es el líder y fundador de la Hermandad Kaphiro, un grupo de antioqueños que se define a sí mismo como una “comunidad cósmica de seres ascendidos y no ascendidos, en servicio planetario, asistiendo el proceso transitorio, hacia el nuevo ciclo de vida”.

Según la Hermandad Kaphiro, la construcción del 'Ovnipuerto' hace parte de la “misión que buscaba el restablecimiento del reloj solar de conexión cósmica en Colombia”. Los rituales que también se realizaron en el “Centro Ceremonial Fálico” del desierto de La Candelaria (Boyacá) y en el parque arqueológico de San Agustín (Huila), tenían el objetivo de “hacer la reactivación de estos puntos, conexionándolos con el templo Etérico el Kaphiro”, ubicado en el municipio de La Ceja, Antioquia.

“Él vino acá y nos pidió permiso para construir el ‘Ovnipuerto’ y yo le dije que sí. Meses después trajo a su obrero y se pusieron a trabajar en ello”, relata Orfanda Soto, propietaria del terreno donde se construyó la obra. La estructura compuesta por 15.000 piedras redondas fue finalizada en cuatro meses y contó con una inversión de cuatro millones de pesos.

Desde entonces, un grupo conformado por aproximadamente treinta personas vegetarianas vestidas de blanco visita el desierto durante los días de Semana Santa.

Construcción del 'Ovnipuerto' en el desierto de La Tatacoa


“Los de la Hermandad dicen que esto acá es un nuevo mundo. Que aquí viven una experiencia mágica”, comenta la propietaria del supuesto puerto para ovnis mientras arranca la maleza del terreno.

De acuerdo con documentos oficiales de la comunidad Kaphiro, la misión en el desierto de la Tatacoa es guiada por “el ser de luz Jabalán para entablar contacto de orden extraterrestre con sus respectivos avistamientos en compañía del grupo de mensajeros”. La hermandad manifiesta que esta entidad también les pidió “que una vez al año visitemos este lugar para hacer trabajos con decretos del agua para hacer que llueva”.


El guía turístico Néstor Gutiérrez cuenta que en una ocasión un familiar que asistió a uno de estos encuentros le comentó que en el círculo grande de la estructura se ubican treinta personas que inicialmente deben cerrar sus ojos y entrecruzar las manos con el otro.

“Cuando mi familiar abrió los ojos vio que la cabeza de Alfredo era la de una especie de burro de orejas pequeñas. Los de la hermandad nos dijeron que era normal que 'El
Caminante del Cielo Lunar Rojo’ se transformara mientras establecía contacto con los seres del cosmos”, relata.

Cuando mi familiar abrió los ojos vio que la cabeza de Alfredo era la de una especie de burro de orejas pequeñas

No obstante, varios pobladores de la zona aseguraron que en los 11 años de existencia del ‘Ovnipuerto’ ninguna nave espacial ha aterrizado en este lugar y acusaron a los de la Hermandad Kaphiro de “promover rituales extraños” en este territorio.

Un campesino que prefirió reservar su identidad aseguró que en los misteriosos encuentros de Kaphiro se consumen sustancias alucinógenas, se promete la mágica cura de enfermedades, e incluso, “se practica el sacrificio de animales”.

Ante las denuncias, el coordinador de turismo de Villavieja (Huila), Guillermo Hernández, aseguró que la Alcaldía respeta cualquier tipo de culto religioso y que hasta el momento ninguno de estos rituales ha atentado contra las normas del municipio.

Integrantes de la Hermandad Kaphiro


“Los grupos que vienen a hacer sus meditaciones están acompañados de un guía turístico y todo transcurre con tranquilidad. Nunca se han registrado cosas malas como el sacrificio de animales o que provoquen incendios en esa parte del desierto”, señaló Hernádez.

Según Guillermo García, la presencia de estos cultos que asisten con frecuencia al desierto de la Tatacoa se dan porque la imaginación del ser humano es muy amplia.
"Hay mercado para todo. Mucha gente sigue religiones relacionadas con ovnis”, concluye.

Desde hace varios años, los seis líderes de la Hermandad se encuentran trabajando en la construcción de una ‘Eco Aldea Dimensional’ en donde habitará una “comunidad conformada por seres que aspiran ascender en cuerpo físico compartiendo y viviendo la ascensión con la madre tierra”. Para acceder a ella, las personas deben realizar grandes aportes económicos con el fin de “establecer las condiciones básicas de vida” en el lugar y así “definir el momento en el que se inicia su vinculación personal en la Eco Aldea” que estaría ubicada en La Ceja, Antioquia.

Alfredo sostiene que su comunidad será el epicentro de la “nueva raza humana caracterizada por su iluminación y elevación espiritual”, y que “el cielo nos ha inspirado con su sabiduría para irradiar en la tierra a la humanidad su paz y amor”.

Mientras tanto, Orfanda Soto espera poder registrar en cámara alguna de las supuestas naves extraterrestres que mantienen visitando el ‘Ovnipuerto’ que yace en el patio de su casa.

“Yo me vengo con mi esposo y mis hijos, traemos una colchoneta y nos acostamos mirando el firmamento a ver qué nos cae”, dice la mujer mientras enfila su mirada hacia un firmamento plagado de estrellas.
Lea aquí la primera parte de esta historia y conozca más sobre el único puerto para naves extraterrestres de Colombia.