jueves, 16 de abril de 2020

Un buen momento para explorar los libros digitales

Aunque algunas librerías están despachando a domicilio, no sobra que se lance a probar ‘e-books’. 


Leer 'e-books' es sencillo, no solo para los nativos digitales, sino para cualquiera. 

Los libros son una excelente compañía para viajar estando quieto, para estar inmersos en otros mundos durante el encierro y para alejarse de las cuatro paredes que nos aprisionan. Sin embargo, la pila de libros en la mesa de noche empieza a reducirse con el pasar de la cuarentena y ya no se puede salir a una librería a comprar el próximo libro, ¿qué hacer?

Son varias las opciones, aunque el envío de libros está complicado, algunas librerías lo están haciendo: por ejemplo, la Librería de Ana, en la 134, hace entregas a domicilios, solo es buscarla en redes sociales y se encuentra gran variedad de títulos; librerías como la Lerner también lo están haciendo, o Tornamesa, entre otras. Sin embargo, la opción que está tomando cada vez más fuerza en el mundo en este momento y con la que se busca mitigar el impacto de la crisis económica en la cadena productiva que hay detrás de un libro es la de los libros digitales. 

Un formato polémico desde hace años porque algunos creían que iba a ser el que mataría la industria editorial y acabaría con el nostálgico y romántico papel (cosa que no sucedió), y porque, por otro lado, se creía que no iba a lograr superar nunca la experiencia de tener un libro impreso en las manos. 

Más allá de esto, lo que demuestra la actual coyuntura es que es una herramienta más, una opción para los lectores que no debe ser descartada. Tan solo hay que mirar el ejemplo de España, donde el total de ‘e-books’ leídos creció un 32 % desde que se inició el estado de alarma, según un estudio de la plataforma Nubico.

Bayardo Henao López, director general para el Área Andina del Grupo Planeta, señala que “las librerías digitales surgen como una opción para los lectores que llegan a los ‘e-books’ en búsqueda de un poco de libertad en tiempos de confinamiento, plataformas con miles de ejemplares disponibles e infinidad de contenidos a los que se puede acceder por medio de los dispositivos que todos tenemos a mano”. Practicidad

Leer ‘e-books’ es sencillo, no solo para los nativos digitales, sino para cualquiera. Son múltiples las opciones: hay plataformas específicas para ingresar, registrarse como se hace en cualquier red social y empezar a elegir qué leer, una especie de Netflix de libros, como Bookmate, con más de 1’200.000 libros en al menos 12 idiomas, donde se pueden agrupar los libros por género o tema, organizarlos y compartirlos; o Leamos, que tiene un catálogo de más de 40.000 títulos. Otras opciones son megustaleer.com, planetalibros.com.co, casadellibro.com, Amazon, ebooks.com, entre otros. 

Las librerías digitales surgen como una opción para los lectores que llegan a los ‘e-books’ en búsqueda de un poco de libertad en tiempos de confinamiento 

Los ‘e-books’ se compran con tarjeta, y enseguida el libro se descarga en el dispositivo. Los ‘e-readers’ son ideales (hay varias opciones, la más famosa es el Kindle), pero también se puede leer en tabletas, computadoras e incluso en su ‘smartphone’.

Los formatos de libros digitales se dividen básicamente en dos, que son los más usados: el mobi, que es una tecnología exclusiva de Amazon y solo puede ser leído desde su propio lector digital, el Kindle, y el epub, que se puede usar en una infinidad de dispositivos.

El epub mejoró notablemente el formato anterior —que se llamaba Open eBook, OEB—, gracias a que contó con un socio estratégico: Google. Pero no se enrede con esto, hay programas gratuitos, como Calibre, que le permiten convertir formatos y manejar cualquier ‘e-book’ fácilmente. 

Otra ventaja es que las editoriales le están apostando a este formato durante la cuarentena, por lo tanto, la oferta es gigante. Un ejemplo de estrategia en Colombia para fomentar esta lectura fue el libro recién lanzado de la escritora Carolina Sanín, ‘Tu cruz en el cielo desierto’. 

Felipe González, editor de Laguna Libros, editorial que publica el libro, explicó que ante la coyuntura, decidieron que este libro se le entregaría a quien lo comprara en formato digital y luego, cuando se puedan enviar los libros impresos, les llegará a sus casas. También está la opción de comprar solo el ‘e-book’, y en ese caso han encontrado que lo han adquirido sobre todo en el exterior. A esto se le unieron otras estrategias, como que la escritora dé charlas virtuales. 

La editorial Laguna Libros ha sido pionera en el país en cuanto a ‘e-books’; desde hace ocho años todos su libros los han tenido en ese formato. González explica que representa un porcentaje muy bajo de sus compras, pero que es sin duda una opción interesante y con futuro. ‘E-book’ en Colombia

La industria del libro en Colombia es todavía lejana a la tendencia en el mundo en cuanto a la venta y compra de ‘e-books’. De acuerdo con el presidente de la Cámara de Comercio del Libro, Enrique González, “los colombianos todavía no están acostumbrados a los libros digitales. Las ventas son entre el 3 y el 5 %”. Aun así, hay casos exitosos. Por ejemplo, Penguin Random House logró un crecimiento del 20 % en el acumulado en el primer trimestre del año en ‘e-books’ y un 1.019 por ciento en audiolibros. 

López, de Planeta, afirma que en este tiempo de cuarentena, “el mercado colombiano ha tenido una gran respuesta a la estrategia (de la editorial Planeta), donde el libro digital ha sido la solución a la necesidad de un mercado latente que desde casa consume contenidos en línea”.

Y es que este es un formato que cada vez toma más fuerza en A. Latina, con un crecimiento del 20 % en la última década y un incremento impresionante en el mundo. De acuerdo con Statista, en el 2019 los libros electrónicos tuvieron una penetración entre los usuarios del 12,9 % y se prevé un 14,5 % para 2023, lo que supone unos 950 millones de lectores en todo el mundo, y se estima que esa cifra alcance los 1.112 millones en el 2023. Los e-books son una opción, pero también lo es una librería independiente, una editorial pequeña, un librería nacional o internacional. Las opciones son muchas y variadas. Es tiempo de leer. 5 opciones

1. Librerías independientes

Las librerías están cerradas, y el negocio para ellas está aún más complejo. Algunas atienden pedidos a domicilio con todos los requisitos de higiene, otras tienen páginas web donde se puede hacer la compra.

2. Bibliotecas digitales

Tanto bibliotecas nacionales como internacionales han abierto sus estanterías virtuales para escoger el volumen que se quiera. Los procesos para acceder son sencillos. Todos los libros del mundo en su casa.

3. Compartir libros sí se puede

Compartir libros es una muestra de amor, y los lectores electrónicos como Kindle o Nook ofrecen una manera de continuar con la práctica. Con una ventaja: los préstamos se devuelven automáticamente.

4 Audiolibros, una opción clave

En estos tiempos en los que se lava tanto la loza, por qué no, en lugar de leer, escuchar un libro. Las opciones de audiolibros son variadas; y si bien los niños son el principal público, la oferta para los adultos es genial.

5. Ver y escuchar al escritor en casa

Una apuesta en estos tiempos son las charlas virtuales, y los escritores se están fajando. Todas las semanas escritores de todo tipo están conversando con sus lectores por Facebook Live y otras plataformas.